En Madrid existe un lugar mágico, por donde hace siglos corría el Arroyo de las Fuentes de San Pedro, el arroyo-matriz, Matrice, según la teoría de Oliver Asín, que pudo ser el origen del nombre de Madrid. El arroyo que con el tiempo y la urbanización del terreno se convirtió en la calle de Segovia.
A orillas del arroyo, que desde Puerta Cerrada bajaba hasta el Río, luego llamado Manzanares, estuvo el Madrid más remoto, allí se produjeron los asentamientos humanos más antiguos, junto al agua.
Las primeras noticias arqueológicas sobre grupos de población organizados datan nada más y nada menos que de la Edad del Bronce, allá por los siglos XIII-XV antes de Cristo, como supimos durante uno de nuestros paseos por las Vistillas y el primer poblado madrileño. Y hay indicios -en ello se fundó Asín para su teoría- de que allí hubo asentamientos anteriores a la llegada de los musulmanes, un poblado construido en el siglo VII por los visigodos dedicados al pastoreo y a la caza.
En el siglo IX los árabes construyeron su castillo y la recia muralla, rodeando la almudena, recinto militar, y la medina, o recinto civil. Fuí sobre agua edificada, mis muros de fuego son, dice el antiguo emblema de la Villa de Madrid. Agua y pedernal, los símbolos del Viejo Madrid.
Después, en el siglo XII, los cristianos construyeron su cerca, que partía de la musulmana, en lo alto de la Cuesta de la Vega, cruzaba la gran hondonada entre las dos colinas, entre el Alcázar y las Vistillas, y se dirigía hacia la Puerta de Moros.
Era el terreno tan abrupto que cuesta trabajo imaginarlo. Si ahora el desnivel, salvado por el Viaducto, entre ambos cerros es considerable, en la Edad Media era mucho mayor, y más peligroso. Entonces no era una bonita calle, como ahora, la calle de Segovia, rodeada de césped, era el Barranco, así con mayúsculas, porque aunque no era el único en la villa, era el más profundo y difícil.
Cuando Felipe II convirtió a Madrid en capital y sede de la Corte, la muralla aún se mantenía en pie, imponente. Fue entonces, en el siglo XVI cuando comenzó a desaparecer, devorada por las construcciones que a ella se arrimaban o por la tierra.
Existe una pintura que a pesar de ser imaginada, realizada en los años 50 del siglo XX por Pierre Schild, refleja de forma asombrosa lo que pudieron ser aquellos parajes. El cuadro se encuentra en uno de los salones del Restaurante Sobrinos de Botín. Representa ese Madrid de 1561, con el Barranco en primer plano, atravesado por la muralla, sus torreones, sus arcos, callejones y sus adarves.
La primera reforma de la zona fue llevada a cabo poco después, hacia 1570, el rey quiso convertirla en transitable y facilitar la salida de Madrid hacia Segovia. Fue así cómo la muralla fue desapareciendo y el barranco allanado, aunque seguía siendo terrible en la Cuesta de los Ciegos, así aparece en el siglo XVII, dibujado por Texeira.
Tras los derrumbes accidentales y los derribos provocados, la piedra fue utilizada para adoquinar la nueva calle y aprovechada en nuevas construcciones. La muralla desapareció del Barranco y de la Cuesta de los Ciegos, pero continuó subiendo por la calle Yeseros y entre las calles de Mancebos y Don Pedro, donde aún hoy día perviven restos, como sabemos.
La calle, llamada de la Puente en el siglo XVII, nació sobre el camino natural marcado por el cauce del arroyo. Otras calles surgieron aprovechando la ronda exterior de la muralla, como las Cavas, o la calle de Don Pedro, antes de la Alcantarilla, por haber servido de foso a la muralla. La Alcantarilla llegaba hasta el Arroyo de San Pedro.
Nuevas obras en la zona, a cargo de Ventura Rodríguez en el siglo XVIII, los desmontes para suavizar el terreno en el XIX, la construcción de la escalera de la Cuesta de los Ciegos y más reformas durante la 2ª República en el XX… acabaron de transformar la Calle Segovia y su entorno en el bonito lugar que es hoy día. Pero al observar el paisaje ante nuestros ojos, no podemos olvidar como fue en el pasado.
¿Resulta descabellado pensar que a pesar de todo existen restos medievales bajo la antiquísima Cuesta de los Ciegos?
Hoy Pedro y yo os invitamos a un Viaje a la Edad Media. Puede ser producto de nuestra imaginación, pero parece real, juzgad vosotros mismos.
En todo el barrio de la Morería, las galerías del alcantarillado son, como en otros barrios del centro, de ladrillo enfoscado. También los túneles que comunican algunas de las construcciones más antiguas, algunos dicen que con el mismísimo Palacio Real, como por ejemplo el pasadizo que sale de la actual Academia de Ingeniería en la calle de Don Pedro, donde recordemos existe un largo lienzo de muralla cristiana, son de ladrillo.
Sin embargo bajo la Cuesta de los Ciegos, en este lugar tan misterioso para nosotros, cerca del camino por donde transcurría la vieja muralla, bajo la ladera ahora ajardinada, escondido entre subterráneos vericuetos, existe un pasadizo increíble, emocionante, y sin uso, por el que, además de las ratas, únicamente corre un pequeño hilo de agua limpia.
Una de sus singularidades es que mide cerca de dos metros de altura por 1,20 de ancho. No se trata de una galería cualquiera.
Y otra, muy importante, es que sus muros están construidos en mampostería de pedernal, aunque algunos tramos tienen refuerzos intermedios de ladrillo.
El camino es además de apasionante, sorprendente. Los muros del pasadizo, en algún lugar, cuenta Pedro, entroncan “en perfecta armonía” con una especie de cámara o espacio circular de construcción espectacular, con un precioso arco de acceso.
Lo mismo ocurre en otro punto del pasadizo, que continúa en la dirección de la muralla.
En otra parte del trayecto se incorpora al pasadizo una estrecha galería que parece pertenecer a un viaje que en caso de necesidad proporcionaría el agua.
Hoy día todo esto puede parecer imposible, una fantasía, pero creemos que se puede tratar de un Pasadizo construido cuando aún existía la muralla, acaso procedente de uno de los edificios próximos. Un camino de entrada o salida de la Villa en un lugar en el que no debía resultar fácil, escarpado y de difícil acceso, lejos de la Puerta de Moros, y separado de la Puerta de la Vega por el tortuoso barranco.
por : Pedro Jareño y Mercedes Gómez
Localización y fotografías : Pedro Jareño
Continuará… quizá.
33 comentarios
26 marzo 2011 a 00:38
J. J. Guerra Esetena
Hola Mercedes y Pedro:
Felicidades… es un reportaje fabuloso!!! Estoy impactado y entusiasmado con esa «fantasía» que tenéis, pero con visos de realidad, de haber descubierto un pasadizo medieval. Es una historia fascinante… me imagino la escena con vosotros recorriendo los túneles, observando los muros de pedernal… me imagino vuestro asombro, vuestra emoción… no es para menos!!
Mercedes, te han llamado Indiana Jones, reportera favorita… y es que cada día nos sorprendes con descubrimientos maravillosos. Enhorabuena, de verdad, es todo un lujo ser uno de tus seguidores. Me quito el sombrero!!
Un abrazo, Jesús
26 marzo 2011 a 09:00
Maria Rosa
Es para quitarse el sombrero, efectivamente, y además hacer una gran reverencia…¡¡es un descubrimiento fantástico!!…En un lugar tan precioso como es ese rincón de las Vistillas con fabulosas vistas y puestas de sol sólo faltaba el saber, ahora, lo que se esconde bajos nuestros pies…Ya la palabra gracias se me queda chica
26 marzo 2011 a 11:25
ROMO XIII
¡Qué artículo más bonito, Mercedes!. Como dicen Jesús y María Rosa, ¡Chapeau!
El viaje a ese interior del Madrid más remoto ha sido alucinante. ¡Qué tesoros pisamos a diario sin apenas sospecharlo!…y lo que aún estará por descubrir.
Tienes en Pedro un colaborador inestimable, que me imagino cómo debe de disfrutar. Esto sí que es ahondar en nuestras raíces.
Con tus investigaciones, ¡lo que me estoy ahorrando en libros!
Una sana curiosidad, ¿a qué profundidad se encuentran estas joyas?¿por dónde accede a ellas el privilegiado Pedro?¿has tenido ocasión de calzarte las botas de pocero y bajar a este «museo»?
No admito ese «continuará…quizá», no seas cruel, sería como dar dos lengüetadas al caramelo y quitárnoslo de la boca.
¡Magnífico artículo! Gracias.
Un beso.
26 marzo 2011 a 19:43
artedemadrid
Hola, ¡muchas gracias!, nos alegramos un montón de que os haya gustado el artículo,
Jesús, es que por aquí pasan amigos muy generosos en los adjetivos, el lujo es disfrutar de vuestra compañía en estas “aventuras”.
abrazos
María Rosa, ya lo creo que es un descubrimiento fantástico, y muy emocionante ¿verdad?, ¡ahí todo el mérito es de Pedro!. Desde hace años, siempre que paseo por la calle Segovia y sus laderas pienso que allí nació Madrid, así que este artículo ha sido muy especial.
besos
Manuel, ya lo creo que es increíble lo que esconde el subsuelo. No podemos dar algunos detalles, lo comprenderás, es por no “dar ideas”.
Tengo mucha suerte de contar con Pedro, y sí, creo que disfruta con su trabajo y mucho con sus hallazgos. Tenemos repartidas las tareas 🙂 intercambiamos ideas … y sale lo que sale… yo también me lo paso muy bien. Iremos contando más cositas.
Otra suerte, tenerte como lector. No me podías regalar un comentario más bonito, que te gusten “mis libros”.
un beso
Mercedes
26 marzo 2011 a 21:44
mcarmen
Enhorabuena a ambos, por el estupendo reportaje. Especialmente en su parte final, con ese viaje a la Edad Media, que será difícil no imaginar a partir de ahora, cuándo pasemos por la zona.
Buen fin de semana!
27 marzo 2011 a 13:02
antonioiraizoz
Esta mañana de Domingo tristón y gris no ha podido comenzar mejor. Gracias Mercedes por mostrarnos un hallazgo tan emocionante. Esto tiene que acabar, por lo menos, con una cátedra, ingreso en las Academias correspondientes o yo que sé. La cámara circular es realmente impactante y tiene toda la pinta de ser parte de una construcción hidraulica por la forma del suelo. Por favor continúa, no nos dejes con la miel en los labios.
Me ofrezco de porteador, asistente, lo que sea…
Abrazos.
Antonio
27 marzo 2011 a 18:29
artedemadrid
Muchas gracias M.Carmen,
me alegra que te resulte sugerente el «viaje» 🙂
saludos!
Mercedes
27 marzo 2011 a 18:39
artedemadrid
jajaja hola Antonio, lo tendremos en cuenta…
Ese «quizá» es porque la continuación depende de si descubrimos algo nuevo, por nosotros ¡ojalá!, pero ya veremos.
Tenía mucho interés en saber tu opinión, ¿te parece parte de una construcción hidraulica…? bueno, a ver si vamos descubriendo más cosas, ¿y ese arco de piedra, qué te parece? a mí me parece increíble 🙂
muchas gracias!!
Mercedes
27 marzo 2011 a 20:15
elena asins
interesantísimo, interesatísimo!!!!!
un madrid no morisco sino anterior de siglos . . . ¡quién lo recuperara!
la calle de segovia, no ha quedado embellecida, a mi entender ha quedado decorada. pero su verdad no es esa, los que os remontaís a tan lejanas fechas haceís un una arqueología de la palabra, una recopilación de verdades y de oportunidades para imaginación y la memoria.
FELICIDADES
elena asins
27 marzo 2011 a 21:26
carlos osorio
Enhorabuena, Mercedes, es un descubrimiento interesantísimo. ¿Tendrá algo que ver con una posible canalización subterránea del arroyo de San Pedro cuando se hizo la calle Segovia?
27 marzo 2011 a 22:50
artedemadrid
Hola Elena, dices bien, tenemos que usar la imaginación además de la memoria y las certezas, todo vale.
gracias!
27 marzo 2011 a 23:00
artedemadrid
Gracias, Carlos,
supongo te refieres al Viaje de Agua que recorría la calle de Segovia, en uso hasta el XIX, como los demás viajes, pero este pasadizo que mide al menos unos 70 metros, no parece un viaje de agua. Sea lo que sea, llaman la atención sus muros de pedernal, quizá reutilizados de la muralla. Un interesante misterio.
28 marzo 2011 a 09:59
Matritensis
Felicidades, cada día te superas.
Me has dejado muy inquieto con ese «continuará» ¿continuará? ¡continúa porfa!
Besos
28 marzo 2011 a 13:22
Miguel Ángel de Mòstoles
¡ESTOY ASOMBRADO!
¿Vais a dar cuenta del descubrimiento?, ¿qué vais a hacer?
¡Un besazo Mercedes! Perdóname que haya tardado en pasar, he estado muy ocupado, y para descansar me he tomado unos días de relax de la blogsfera.
28 marzo 2011 a 20:10
artedemadrid
¡Hola Matritensis! gracias, qué bueno que te guste,
besos
Hola Miguel, no hay nada que perdonar, me parece genial lo de tomarte unos días de relax!,
y sobre el pasadizo… ya veremos.
un beso
Mercedes
29 marzo 2011 a 00:17
jose casado
Mercedes, me surge la misma pregunta que han hecho antes, me refiero a lo de dar parte…..aunque visto los ultimos acontecimientos como el de la Fuente de los Caños del Peral, y el futuro Museo Real, no se si es mejor que permanezcan ocultos, de otra forma pueden ser destruidos y olvidados.
En cualquier caso, enhorabuena por el hallazgo, a los dos.
Un saludo.
29 marzo 2011 a 20:35
artedemadrid
José, creo que tu mismo das la respuesta.
Aunque ayer le dije a Miguel que ya veremos, bien pensado no creemos que haya que dar parte, no hay nada ni nadie en peligro, ni posibilidades de que los ladrones se lo lleven, … ni de que sea convertido en visitable, al menos hoy por hoy, ni… nada.
Además, y esto es solo cosa mía ¿eh?, cada día me sorprenden más los cauces de comunicación con los responsables de NUESTRO patrimonio, o mejor dicho no les entiendo, por poner un ejemplo, aún estamos esperando una respuesta sobre nuestra petición de BIC para Vista Alegre (firmada por más de 400 personas), y eso está en la superficie, bien a la vista. Aunque sea que digan que NO. En fin,
¡gracias José!!
Mercedes
5 abril 2011 a 22:33
cecilia
Es increible cómo era y cómo es hoy ese trozo de la villa. Ese terraplen por el que bajarían los osos (si es que los había) y algún aventurero en busca del río. Hoy los autobuses caracolean por esa callecita que baja bien pero se sube con esfuerzo. Menos esfuerzo quizás si se piensa que estás subiendo por el mismo sitio por donde bajaba un arroyuelo.
Me sumo al coro de elogios porque haces una labor encomiable.
6 abril 2011 a 15:00
artedemadrid
Muchas gracias, Cecilia.
Me encanta la forma en que sueles imaginar como serían los lugares en el pasado, y lo bien que lo expresas.
Mercedes
30 diciembre 2011 a 19:04
Emilio
Os felicito sinceramente. ¿Como lográis el acceso?
Debemos entre todos proteger nuestro Patrimonio Histórico-Cultural. Contar conmigo
Emilio Guerra Chavarino
3 mayo 2012 a 17:11
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30 noviembre 2012 a 14:40
Eowyn
Información interesantísima, sin duda, pero a modo de crítica constructiva, y ya que tanta gente consulta vuestra página, por favor, cuidad un poquito la redacción, que se me han puesto los ojos como platos leyendo «asín» de forma reiterada…
12 agosto 2014 a 23:40
Elena
Del Palacio de las Comunicaciones he pasado a este de la Cuesta de los Ciegos: me he quedado impresionada tanto por la documentación escrita como por la gráfica y toda la historia de esa zona. Qué interesante todo y especialmente ese «pasadizo». Infinitas gracias por descubrirnos tantas maravillas desde todos los puntos de vista, incluyendo la pintura de cómo era Madrid y la del plano de Texeira. Me hago un pequeño esquema para visitar esa parte un día de estos. Enhorabuena. Un abrazo
13 agosto 2014 a 20:52
Mercedes
Hola otra vez, Elena 🙂
Esta zona de Madrid para mi es la más mágica, son nuestros orígenes, me alegra que te haya gustado. No dejes de pasear por allí, seguro disfrutas. A mi encanta bajar los muchos escalones de la Cuesta, cruzar el «Barranco», y subir hasta la muralla árabe en la Cuesta de la Vega.
Y el pasadizo ahí está, escondido, pero a salvo, a lo mejor algún día sale a la luz y podemos conocerlo.
¡Gracias!
23 mayo 2016 a 16:25
Kikeco
Hola:
Es una historia interesantísima, ¿se puede acceder desde la calle o es privado?
Veo que la publicación es de hace 5 años, ¿en qué ha quedado? ¿Sigue abierto?
Un saludo y gracias por descubrir estas maravillas de Madrid.
23 mayo 2016 a 19:08
Mercedes
No, no se puede acceder, pertenece a la red de alcantarillado de Madrid.
Gracias a ti y un saludo.
1 marzo 2017 a 07:57
La Cuesta de Los Ciegos – Madrid
[…] Arte en Madrid […]
20 octubre 2017 a 09:49
Rafael
No son pasadizos medievales, se trata de la alcantarilla de la Cava Baja de Dan Francisco y sus acometidas que iban a verter a la alcantarilla general de la calle de Segovia. Dicha alcantarilla se construyó tras el retorno de la Corte de Valladolid, reinando Felipe III. Estuvo funcionando hasta el último tercio del siglo XIX que fue clausurada por el Canal de Isabel II cuando pone en marcha la nueva red de colectores.
Sobre el alcantarillado de Madrid se puede consultar el libro disponible en la Fundación del Canal de Isabel II, Historia del saneamiento de Madrid. Obra de Rafael Gili Ruiz, Fernando Velasco Medina y Virgilio Pinto. De los mismos autores es el libro los Viajes de Agua de Madrid, también disponible en PDF en la referida fundación y donde se podrá comprobar que por estas latitudes no había viajes de agua. Saludos
21 octubre 2017 a 14:40
Mercedes
Muchas gracias por la información. Saludos.
31 enero 2018 a 07:39
Eduardo González Menendez
Un artículo muy interesante, gracias por compartirlo
Ya dije en otra ocasión que en la calle Factor existe un mesón restaurante que en unas obras hace muchos años encontraron unas escaleras con mazmorras a los lados que debían de pertenecer a la antigua muralla de Madrid y lo utilizaron como reservados para su negocio, se llama Torre Narigues y creo que deberían estar protegidas esas ruinas
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El Alcázar de Madrid en la Edad Media: ¿Quién lo construyó? • La Gazetilla Histórica
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23 julio 2019 a 13:41
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