Los orígenes de la calle de Santa Isabel se remontan al siglo XVI cuando en esos terrenos que entonces eran solo campo, situados extramuros, el secretario de Felipe II Antonio Pérez construyó su casa de recreo, que él llamaba su Casilla, según cuentan los cronistas muy suntuosa y llena de riquezas y pinturas valiosas. Eran las afueras de la Puerta de Antón Martín, una de las puertas de la Cerca de Felipe II.
Después de que Antonio Pérez huyera su casa pasó a manos de la Corona y Felipe II creó allí un colegio para niños y niñas desatendidos. Más adelante, en los comienzos del siglo XVII Margarita de Austria, esposa de Felipe III, trasladó a la Casilla a las monjas agustinas que en tiempos de Felipe II habían llegado a Madrid procedentes de Ávila y que desde entonces estaban instaladas en la calle del Príncipe. Fue hacia 1610 cuando la Casilla fue acondicionada para Convento y las monjas, por mandato de la reina, debieron hacerse cargo del colegio que hasta ese momento había sido laico. Fue Felipe IV quien las liberó de esa tarea que al parecer no deseaban y desde entonces es otra la orden religiosa la que dirige el Colegio.
A pesar de su azarosa historia y las sucesivas reformas, el conjunto del Real Monasterio de Agustinas Recoletas de la Visitación de Santa Isabel y Colegio de Nuestra Señora de la Asunción se ha conservado hasta nuestros días, siendo una de las joyas del barroco madrileño.
Como hemos comentado en otras ocasiones, en el Madrid del siglo XVII, aparte los conventos (las monjas de Santa Isabel tenían su propia fuente), hospitales y palacios, pocas casas particulares tenían agua, la mayoría debía surtirse de las fuentes públicas.
La Fuente de Santa Isabel, ubicada junto a los muros del Convento, era una de las fuentes abastecidas por el Viaje del Bajo Abroñigal.
Según el Libro de Juntas de Fuentes conservado en los Archivos municipales, su construcción fue acordada en la Junta del 18 de junio de 1621 y encargada a Martín Gortairy o de Gortairi, quien en 1918 había trabajado como maestro de cantería junto al alarife Pedro de Pedrosa en la fuente de la plaza de la Cebada, de Juan Gómez de Mora.
Recordemos que las actividades relacionadas con los Viajes y el Agua estaban a cargo de una Junta de Fuentes, presidida por el Corregidor. El Maestro Mayor de Fuentes era el que se encargaba de las obras, y se trataba de un cargo que solía recaer en el Maestro Mayor de Obras de la Villa, en aquellos momentos reinando Felipe III era Gómez de Mora.
La fuente tenía su importancia, en el manuscrito de la Biblioteca Nacional que recorre las Casas y Calles de Madrid de mediados del siglo XVII, figura la Tercera traviesa que vuelve de la Calle de Atocha a Santa Isabel, hasta la fuente todo derecho. Era la calle de Santa Inés, que hoy como ayer va desde Atocha hasta Santa Isabel, frente al Convento.
Texeira la reflejó en su plano con el nº 56, aunque no la dibujó.
A juzgar por los documentos, debía ser sencilla, con un número de cuerpos impar, quizá tres, y estaba situada sobre unas gradas, el pilón tenía ocho antepechos. El cuerpo central estaba formado por tres piezas en los que aparecían los escudos reales y de la Villa. Tenía cuatro caños por lo que se supone eran cuatro las caras, la última estaba rematada por una cruz de bronce.
No se conoce con certeza su devenir a lo largo de los siglos. En la foto que mostramos a continuación, de comienzos del siglo XX, no hay ninguna fuente junto al Monasterio.
La fuente actual está datada alrededor de 1900.
Las gradas desaparecieron, también el pedestal de piedra que alojaba el sistema de suministro de agua que fue sustituido por otro de metal fundido por Picazo como muestra la inscripción en la base.
El pilón con basa, cuerpo central y cornisa es de granito; tampoco debe ser el original pues este tiene seis antepechos. En el centro, el mástil de metal atornillado a la base sobre una pieza también de piedra separa dos vasos. En el pilón hay unos hierros forjados que debían servir para apoyar los cántaros.
Dicho mástil o columna de planta cuadrada está decorada con dibujos de inspiración modernista, unas franjas vegetales en la basa, una flor en el fuste -donde se encontraban los caños- y unas bolas en el capitel.
El año pasado se realizaron obras de reforma de la calle, incluyendo renovación de calzada y aceras, que fueron ensanchadas.
Demostrando una valoración de la fuente por parte del Ayuntamiento, en el suelo fue colocada una placa que dice que su construcción fue realizada por el maestro cantero Martín de Gortairy entre 1621 y 1622.
También fue retirada la inoportuna señal de tráfico que estaba situada junto al pilón.
Lo cierto es que no se sabe si conserva algún elemento de la fuente primitiva. En cualquier caso, y aunque no se trate de una fuente monumental, es uno de los escasos antiguos caños de vecindad que a duras penas subsisten en Madrid.
Aunque sin agua, clausurados los grifos, y maltratada por algunas personas que la consideran su basurero y la pintarrajean impunemente, tiene su encanto, y sobre todo es uno de esos sencillos elementos urbanos que discretamente también nos cuentan la Historia de Madrid.
por Mercedes Gómez
—–
Bibliografía:
www.monumentamadrid.es
Manuscrito Libro de las casas y calles de Madrid Corte de España. 1658. Transcripción de Roberto Castilla.
Mª del Sol Díaz y Díaz. Fuentes públicas monumentales del Madrid del siglo XVII. Revista Villa de Madrid nº 53. Madrid 1976.
M. Molina Campuzano. Fuentes artísticas madrileñas del siglo XVII. Ayuntamiento de Madrid – IEM 1970.
35 comentarios
Comments feed for this article
21 de May de 2013 a 00:42
Carlos Nadal
Gracias Mercedes. Te sigo hace tiempo y siempre me sorprendes.
Gracias otra vez.
21 de May de 2013 a 20:08
Mercedes
Muchas gracias a tí por tu comentario, Carlos, me alegro de que te gusten mis historias.
Saludos y bienvenido.
21 de May de 2013 a 09:11
Amparo
estupendas referencias que añadiremos en la próxima actualización,-si la hay- a la web monumentamadrid.es del Ayuntamiento, pues no constan estos datos tan interesantes. Muchas gracias Mercedes por tu trabajo que siempre disfruto.
21 de May de 2013 a 20:13
Mercedes
Gracias a tí Amparo, un placer y una satisfacción tus palabras, sobre todo viniendo de una persona que sabe tanto y profesional como tú.
Ojalá haya una próxima actualización de esa web, es maravilloso el trabajo que hacéis, hace poco tiempo era impensable disponer de tanta información.
Saludos
21 de May de 2013 a 12:22
Manuel Romo
Hola Mercedes,
Cierto que esos caños de vecindad ya no tienen mucho sentido, pero no es menos cierto que había magníficas obras de canteros y forjadores que nuestros munícipes deberían haber dejado «quietecitas».
Besos.
21 de May de 2013 a 20:17
Mercedes
Hola Manuel, es verdad que ya no tienen el sentido que tenían entonces, pero sobre todo en verano echamos un poco de menos el agua de las fuentes públicas, que cada vez escasean más ¿verdad?
Besos
21 de May de 2013 a 13:49
J. J. Guerra Esetena
Hola Mercedes:
Felicidades por el artículo. Como dices, es una fuente sencilla, pero con mucho significado y encanto. Me gusta esa «puesta en valor» que ha hecho el ayuntamiento, que no resulta frecuente. Son muchos los ejemplos de monumentos «afeados» por señales de tráfico, carteles informativos, contenedores de basura o paradas de autobús. Y es tan fácil retirarlos!!
Un abrazo, Jesús
21 de May de 2013 a 20:21
Mercedes
Hola Jesús, tienes toda la razón, se debería tener un poco más cuidado con estas cosas, hay muchos ejemplos por Madrid. En este caso me sorprendió gratamente el resultado. Las fotos que tenía eran de 2004, y cuando el otro día fuí a ver «qué tal estaba la fuente» me encontré con esta mejora. La pena es que los propios ciudadanos no sepamos cuidarla.
Muchas gracias y un abrazo
21 de May de 2013 a 16:49
enrique
No lo sabía, pero ese cambio de fuente debería estar constatado en el Archivo de la Villa, todo está allí, y si Teixeira no lo indica…igual ya no estaba.
Un saludo
21 de May de 2013 a 20:25
Mercedes
Hola Enrique, quería decir que Texeira no dibuja la fuente (¿quizá porque estaba pegada al muro?) pero sí indica su existencia, la representa con el número 56.
Gracias por tu comentario y saludos
21 de May de 2013 a 18:02
Anónimo Castellano
Hola Mercedes,
Maravillosa entrada de una de las fundaciones reales más antiguas y desconocidas de la capital. La verdad es que a vista de la foto antigua que muestras y otras antiguas que he podido ver, el pilón que estaba frente al monasterio debió desaparecer mucho tiempo atrás.
Me parece una gran iniciativa haber quitado la señal de tráfico y la reivindicación por tu parte de los caños de vecindad.
Un saludo
21 de May de 2013 a 20:30
Mercedes
Muchas gracias por tus palabras Anónimo.
No he podido localizar más fotos, solo ésta, pero es bastante clara.
En cualquier caso es muy curiosa su historia, y parece que «casi siempre» ahí hubo una fuente.
Saludos!
21 de May de 2013 a 23:54
ARMANDO
Hola Mercedes, que buena labor de documentación y fotográfica, cuantas cosas aprendemos este, cada vez creo, mayor grupo de seguidores, de una simple fuente la mayoría saca agua, tu eres capaz de sacar petroleo.
Un afectuoso saludo
ARMANDO
22 de May de 2013 a 20:22
Mercedes
Gracias, Armando, me alegro un montón de que te haya gustado.
Un abrazo
22 de May de 2013 a 13:22
J. Casado
Hola Mercedes. Lo de mantener la estructura original de la fuente, poner una placa, y quitar los elementos que afeaban el conjunto, es una actuación a la que no estamos acostumbrados, por parte del ayuntamiento, para el que es más facil quitarlo y si te he visto no me acuerdo.
Esta vez, lo aplaudiremos, ya que no hay muchas ocasiones.
Bonito post, perfectamente documentado.
Un saludo.
22 de May de 2013 a 20:25
Mercedes
Hola José, tienes razón, hay tantas ocasiones en las que protestamos, que justo es reconocer las cosas bien hechas.
Muchas gracias por tu comentario.
Saludos!
22 de May de 2013 a 20:05
Antonio Iraizoz
Hola Mercedes, tus artículos resultan siempre tan evocadores, que me he dado cuenta que antes, mucho antes, cuando los niños jugábamos en las plazas, siempre había a mano un caño de agua para saciar la sed provocada por los juegos o lavar las heridas de las rodillas. Es un mundo que desaparece por lo que es bienvenida cualquier iniciativa municipal como la que nos muestras.
Gracias por el estupendo artículo.
Un abrazo
22 de May de 2013 a 21:04
Mercedes
Hola Antonio, ¡me has descubierto! 😉
creo que ese gusto por las fuentecillas procede de esos tiempos, cuando era pequeña, y como tú dices, ¡siempre había una! y a los niños nos encantaba.
Gracias a tí por tu bonito comentario,
un abrazo.
23 de May de 2013 a 19:18
Mercedes
Aunque esta entrada está dedicada a la Fuente de Santa Isabel y no al Monasterio, era obligada una pequeña referencia al Convento junto a cuyos muros fue instalada la fuente pocos años después de que las monjas agustinas se trasladaran a la calle de Santa Isabel desde la calle del Príncipe.
He actualizado ese párrafo gracias a la información que me ha enviado Roberto, uno de nuestros estimados amigos de Anónimo Castellano, quien ha estudiado en profundidad los orígenes de esta institución religiosa. El rey Felipe II creó un colegio que instaló en la antigua Casilla de Antonio Pérez pero nunca tuvo intención de trasladar aquí a las monjas agustinas. Esto solo sucedería unos años después, ya en tiempos de Felipe III.
Muchas gracias, Roberto, por tu ayuda.
Saludos a todos
Mercedes
23 de May de 2013 a 22:46
Anónimo Castellano
Muchas gracias a ti Mercedes, ha sido un placer.
un saludo
25 de May de 2013 a 21:52
Gonzalo
En el Plano de la Villa y Corte de Madrid de Fausto Martínez de la Torre y Josef Asensio 1800 en la páginas 113 y 114 bajo el título Fuentes públicas y particulares aparece la de Santa Isabel. Antonio Iraizoz, los niños que a finales de los cuarenta jugábamos en el Paseo de la Castellana entre Abascal (entonces se llamaba General Sanjurjo) y García de Paredes acera de los impares teníamos una fuente donde saciar la sed. Hoy puede verse restaurada en la puerta del hotel Miguel Ángel.
Un abrazo a Mercedes y a sus entusiastas seguidores.
26 de May de 2013 a 19:30
Mercedes
Hola Gonzalo:
siempre que paso por delante de esa fuente, junto a la entrada del hotel, me he preguntado por el motivo de su presencia, una fuente antigua y modesta junto a un hotel moderno y elegante, llama la atención. Qué historia tan bonita y rara (en el buen sentido… porque ¿quién decidiría restaurarla?… hay que agradecérselo), muchas gracias por contárnoslo.
Un beso.
1 de junio de 2013 a 14:34
Maríarosa
Una información preciosa y muy interesante, como siempre, la que haces de la historia de esta fuente, EN cuanto al Monasterio, antigua «Casilla» de Antonio Pérez,,, en las obras completas de Gregorio Marañón y en la dedicada a Antonio Pérez ví,hace muchos años, una fotografía del patio del actual colegio en el que se conservaban unas columnas de la casa original…Un día pude entrar y me dejaron verlas…Hace poco volví a intentarlo pero no hubo suerte.
2 de junio de 2013 a 19:36
Mercedes
Pues tuviste mucha suerte al poder ver ese patio, María Rosa. No sabía que se conservaban unas columnas… muchas gracias por contarlo.
1 de junio de 2013 a 21:00
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30 de May de 2014 a 11:48
Noticia New
Interesante la información sobre la fuente de Santa Isabel. Creo que desde principios de siglo XX se convirtió en «fuente-farol». La parte de farol de luz de gas duró hasta aproximadamente 1980. Creo que se podría reponer el farol. No encuentro fotografías de esta «fuente-Farol».
30 de May de 2014 a 22:47
Mercedes
Gracias por la aportación Noticia New.
Saludos
21 de agosto de 2016 a 13:32
Iñaki Abalos
Gracias por esta informacion, soy de la calle Santa Isabel y me parece un sitio lleno de magia, me enorgullece vivir en ella
21 de agosto de 2016 a 19:06
Mercedes
Gracias a ti por tu comentario, Iñaki. Vives en una calle maravillosa, disfrútala.
9 de octubre de 2016 a 08:12
Adrián
Gran artículo como siempre. La calle de Santa Isabel es una de las más ignoradas y desconocidas por los madrileños y eso que hay numerosos tesoros como palacios y conventos. La fuente es una pena que actualmente sea moderna, pero bueno mejor eso que nada.
9 de octubre de 2016 a 20:18
Mercedes
Gracias, Adrián. Bueno… yo creo que es una calle muy viva, como bien dices llena de cosas interesantes 🙂
11 de septiembre de 2017 a 12:30
elchicodelbio
Había una fuente muy muy similar , muy parecida, con ese mismo pilastre pero en su lugar era de piedra. Hay fotos, de la antigua Avenida de la Albufera con avenida de Monte Igueldo que lo atestiguan. Tenía una escultura como tope.
11 de septiembre de 2017 a 18:08
Mercedes
Gracias por la aportación.
27 de agosto de 2019 a 20:36
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