En el siglo XVIII la línea del cielo de Madrid estaba dibujada por las numerosas cúpulas de iglesias y conventos que se habían ido estableciendo en la Villa tras la llegada de la Corte en el XVI. En la preciosa Vista de la Villa y Corte desde el Camino de Alcalá conservada en la Biblioteca Nacional se contempla cómo era la ciudad en 1780 y su perfil de sur a norte, desde la Puerta de Atocha a la de Recoletos.
A pesar de que muchas instituciones religiosas fueron desapareciendo debido a la desamortización y a los cambios urbanísticos, algunas se mantienen y guardan sus patios y jardines aunque no se pueden visitar al tratarse de conventos de clausura. Santa Isabel, las Descalzas, la Encarnación… Entre los desaparecidos hay dos casos singulares en los que se ha conservado el jardín o al menos su espacio ajardinado, recuerdo del pasado. Uno es el Huerto de las Monjas que ya hemos visitado, ubicado en el lugar donde estuvo el Convento del Sacramento.
El otro son los Jardines de la Plaza de la Villa de París en terrenos del antiguo Monasterio Real de la Visitación de Nuestra Señora, más conocido como las Salesas Reales, fundado en 1748 por la reina Bárbara de Braganza, esposa de Fernando VI. La plaza fue construida sobre el antiguo Jardín Real o Jardín de la Reina.
Como se aprecia en los planos, fue el convento que alcanzó una mayor superficie. Ocupó el sitio nº 1 de la manzana 280 junto a la Puerta de Recoletos (ubicada a la altura de la actual plaza de Colón), entre la Ronda de la Cerca (hoy calle Génova) al norte, el paseo de Recoletos al este, al sur la calle de San Joseph (actual Bárbara de Braganza).

A.Montes. Vista exterior de la Puerta de Recoletos (1768) y tapia del Convento de las Salesas. (BNE)
El proyecto original, obra de François Carlier (1750), hijo del escultor y jardinero René Carlier, fue realizado por Francisco Moradillo. El Monasterio de las Salesas fue inaugurado en 1757. Un año antes el propio Moradillo había construido la cercana nueva Puerta de Recoletos, seguramente según proyecto de Carlier.
El conjunto estaba formado por el edificio del monasterio, la iglesia y los jardines. De los más de 750.000 pies cuadrados que ocupaba, 600.000 eran espacios verdes: un huerto, la huerta del convento, el jardín de secano, una pradera y el Jardín de la Reina, además de los dos claustros.
Frente al Cuarto Real o habitaciones de Bárbara de Braganza se situó el Jardín de la Reina, creado al estilo francés, de trazado geométrico y formado por parterres adornados por bordados y dibujos con setos separados por caminos de grava o de piedra. En la zona más próxima a la fachada había una fuente, en el centro del paseo que dividía el jardín.
Al este del Convento y del Jardín estaba el Huerto de árboles frutales que se extendía desde la calle San Joseph –hoy Bárbara de Braganza– hasta la Cerca –actual calle Génova– y la Huerta dedicada al cultivo de vegetales. En esta zona había dos ermitas y otras construcciones como la casita del jardinero, varios estanques, una pradera y arboledas junto a la tapia que servían de adorno y facilitaban la intimidad. Los grandes desniveles del terreno se salvaban mediante escalinatas de piedra.
El Jardín de Secano estaba ubicado al norte de la plaza de las Salesas. En el Claustro mayor había cuatro parterres con una fuente de mármol en el centro. Allí estuvo también la estatua de Fernando VI que había sido realizada por Olivieri para la Fuente del Rey de Aranjuez donde fue instalada en 1752. Al patio conventual fue trasladada nueve años después, reinando Carlos III.
El lugar debía ser bellísimo. Los jardines estaban adornados con templetes, pérgolas, placitas, bosquecillos, fuentes, estanques y norias. El agua tan necesaria para poder mantener tan gran extensión de terreno además del convento y las estancias reales, era suministrada por dos Viajes de Agua, el de la Fuente Castellana en su zona norte, y el del Bajo Abroñigal en su zona sur.
Al parecer uno de los motivos para la construcción de las Salesas por parte de Bárbara de Braganza fue la de poder disponer de un lugar de retiro en caso de que el rey falleciera y así quedar protegida frente a Isabel de Farnesio, la Reina Madre. La realidad fue que ella murió antes, en 1758, solo un año después de inaugurado el Convento, a los 47 años. Al año siguiente, a los 45 murió el rey Fernando VI. Ambos fueron enterrados en su fundación sin apenas haber podido disfrutarla.
Las monjas pertenecientes a la orden de San Francisco de Sales continuaron dedicadas a la educación de niñas nobles, que fue el otro motivo para la creación del convento. En 1870 se produjo su exclaustración y la conversión del edificio en Palacio de Justicia. Las religiosas se establecieron durante unos años en el Monasterio de las Salesas Nuevas en la calle San Bernardo 72, hasta que pudieron trasladarse a su nuevo Convento en la calle de Santa Engracia, en el Barrio de Almagro, donde continúan.
Por otra parte, en los años siguientes tuvo lugar un gran cambio urbanístico en toda la zona. Se abrieron las calles del General Castaños sobre el Jardín de Secano, y del Marqués de la Ensenada sobre el Huerto; la de Orellana se prolongó. Después, el Jardín de la Reina desapareció, y con él sus ermitas, fuentes, norias y estanques.
En 1884 se abrieron los Jardines de la Plaza –en aquellos momentos aún llamada Plaza del Palacio de Justicia–, instalándose la estatua de Fernando VI procedente del claustro. Entonces, con el fin de que su amada esposa Bárbara de Braganza le acompañara una vez más, se decidió la creación de otra estatua a ella dedicada, que realizó Mariano Benlliure.
La fuente del Patio fue trasladada al interior del edificio, siendo la actual una copia.
El 4 de mayo de 1915 un grave incendio destruyó casi todo el edificio, siendo su iglesia el único elemento original que se salvó.
El edificio, reconstruido, es actualmente la sede del Tribunal Supremo.
Los Jardines de la Plaza de la Villa de París reciben este nombre desde 1905 cuando se produjo la visita del Presidente de la República francesa Monsieur Émile Loubet.
De titularidad municipal, están formados por dos grandes espacios terrizos que ocupan 7.599 metros cuadrados. En el centro de cada uno de ellos se encuentran las mencionadas estatuas de Fernando VI y Bárbara de Braganza. Igual que antaño, unas escaleras sirven para salvar el gran desnivel que existe entre el parque y la calle Marqués de la Ensenada.
En 1976 se proyectó la construcción de un aparcamiento subterráneo, lo cual provocó bastante preocupación por el futuro de la plaza que reflejó la prensa de entonces. La plaza se conservó.
Rodeada por un paseo arbolado, aunque los dos espacios centrales apenas gocen de sombra, no deja de ser un oasis libre de granito entre las plazas actuales madrileñas, con sus bancos y su fuente de hierro que proporciona agua fresquita.
Según el Plan General de Ordenación Urbana, entre los Parques y Jardines de Interés los Jardines de la Plaza de la Villa de París tiene el máximo nivel de Protección, Nivel 1, al ser considerado un Elemento Urbano Singular, de Interés Histórico-Artístico.
Por su parte la Plaza de las Salesas se convirtió en otro bonito jardín, de Interés Histórico.
Además de hermosos árboles, una fuente para beber y bancos de piedra, en este parque hay dos monumentos, el busto de bronce del filósofo Rousseau, réplica moderna del original de Pradier del siglo XIX que se encuentra en Ginebra. Y un grupo escultórico sobre el césped con una inesperada inscripción en su pedestal que pide inculcar a los niños el amor a la Poesía.
Finalmente, a espaldas del antiguo Convento se encuentra la iglesia, actual Parroquia de Santa Bárbara, en cuya lonja frente a la fachada principal existe otro bello jardinillo.
Dos magnolios a cada lado del paseo central y otros árboles acompañan a las flores de varias especies, rosas, hortensias… que adornan la entrada al antiguo templo.
Recorriendo estas calles y rodeando los caminos que delimitaban el Monasterio hace más de doscientos cincuenta años comprobamos su gran extensión, evocamos sus espacios verdes e imaginamos cómo pudo ser la lujosa y exquisita posesión real. Y aunque hayan desaparecido los juegos de agua, los árboles frutales y los mármoles de los pilones, hoy podemos disfrutar de un agradable paseo por los jardines que actualmente adornan y refrescan este elegante barrio de las Salesas.
por Mercedes Gómez
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Bibliografía:
E. Rodríguez Romero. El Paisaje de la Clausura. CEU ed. Madrid 2012.
Teodoro Martín. El jardín de las salesas Reales. Real Centro Univ. Escorial-María Cristina, 2011.
Ayuntamiento de Madrid.
Planimetría de Madrid.
J. Gómez Renovales. Las Salesas Reales. La Esfera. 15 mayo 1915.
Hoja del Lunes. 26 julio 1976 y 24 octubre 1977
29 comentarios
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7 julio 2013 a 21:13
Guerra Esetena
Hola Mercedes:
Un artículo magnífico e impagables las vistas que nos traes, son preciosas!! El lugar debió ser impresionante. Aunque nos ha llegado muy transformado, es verdad lo que dices, la impronta de aquel complejo todavía se mantiene en esas calles y en esas plazas.
Gracias por este paseo. Un abrazo, Jesús
7 julio 2013 a 22:26
Mercedes
Hola Jesús, muchas gracias.
¿Has visto la primera imagen?, es preciosa ¿verdad?.
Me alegro de que te haya gustado el paseo!
Feliz semana y un abrazo
7 julio 2013 a 23:29
Anónimo Castellano
Muy bello y evocador post Mercedes,
Realmente un bello paseo, ahora que el calor aprieta. Una lástima que se quemara el palacio de justicia, pues se dice que la decoración era la original del convento y que era realmente sorprendente.
Un saludo
8 julio 2013 a 20:23
Mercedes
Gracias, Anónimo, sí que es un bonito paseo, con muchas sombritas, en estos días de calor.
Desde luego fue una pena el incendio, su decoración debía ser una maravilla, aunque también el interior del edificio actual es espectacular, uno de los más bonitos que yo he visto en Madrid.
Saludos
7 julio 2013 a 23:36
Antonio Iraizoz
Hola Mercedes,
Bárbaro artículo a tono con el famoso dicho de «bárbaro edificio, bárbara renta, bárbaro gasto, Bárbara reina».
Lo cierto es que hoy, después de grandes alteraciones, tenemos uno de los barrios más elegantes de Madrid nacido alrededor de ese antiguo Convento de la Visitación.
Enhorabuena y un abrazo
8 julio 2013 a 20:34
Mercedes
Hola Antonio, la obra costó muchos reales, pero la reina puso mucho, y donó joyas y obras de arte, pero las bromas populares fueron inevitables por lo que se ve.
No se cómo, al final se me pasó enlazar tu espléndido trabajo sobre doña Bárbara (¡ya lo he solucionado!).
Muchas gracias y abrazos.
8 julio 2013 a 23:16
Antonio Iraizoz
¡Qué bárbaro! Muchas gracias a ti Mercedes por el enlace.
Un abrazo
8 julio 2013 a 08:38
Jose Luis Díaz
Preciosas las fotos, magníficos planos y, como siempre, artículo estupendamente documentado. Mi más sincera felicitación Mercedes.
8 julio 2013 a 20:36
Mercedes
Hola José Luis, muchas gracias por tu visita y por tus palabras.
Besos
8 julio 2013 a 11:37
Gonzalo Díe
Tiene razón Anónimo Castellano. ¡Un bello y evocador paseo! Recuerdos de adolescente de los años cincuenta jugando al futbol, montando en bici y patinando en una plaza de la Villa de París, tranquila y amable, no sometida como hoy a estrictas medidas de seguridad. Los grabados preciosos, me ha encantado el de la puerta de Recoletos, pegados a esas tapias subían los chisperos al encontrarse al valón protagonista de mi historia Siempre contigo, nunca sin ti. Supongo que se conoce, pero como no lo mencionas y por aportar un granito de arena, la calle de San Joseph se llamó también costanilla de la Veterinaria por dar acceso a dicha escuela. Mercedes gracias por vestir así de bien nuestros recuerdos.
8 julio 2013 a 20:47
Mercedes
Hola Gonzalo, es verdad que ahora el edificio está marcado por ser la sede del Tribunal Supremo y las medidas de seguridad, pero un domingo de verano por la mañana la calma y la tranquilidad, casi la soledad, dominan el jardín y el barrio. Seguramente un martes, pongo por caso, será distinto.
He recordado tu historia Siempre contigo, nunca sin tí… qué bonita. Da gusto leerte, gracias por compartir tus recuerdos y tus bonitas palabras.
Un beso
8 julio 2013 a 17:19
JuanZevi
Una vez más, Mercedes, provocas en los periféricos el deseo de volver a Madrid y gozar de sus «oasis libres de granito» (y cemento). Si, además, estuvieran libres de los ruidos de la modernidad, afinando el oído podríamos escuchar los comentarios que suscitaría en Rousseau la invitación a la poesía, seguramente tan paradójicos como toda su obra.
Gracias, Mercedes.
8 julio 2013 a 20:54
Mercedes
Hola Juan:
las fotos las hice el domingo pasado y, como puedes apreciar, no había un alma. Te aseguro que la tranquilidad era absoluta. En Madrid el ruido y el jolgorio depende de los lugares y las horas, imagino que como en todas partes. Seguro que cuando vuelvas a Madrid encontrarás esos sonidos que imaginas.
Gracias a tí por tu compañía.
Un afectuoso saludo.
8 julio 2013 a 23:20
Carlos osorio
Bonito paseo. La verdad es que casi nunca hay nadie en esta plaza. Debe ser por las sucesivas reformas y por la seriedad que imponen los edificios judiciales…Gracias, un abrazo.
9 julio 2013 a 20:26
Mercedes
Gracias a tí Carlos por tu visita!
Un abrazo
10 julio 2013 a 13:45
J. Casado
Hola Mercedes. Precioso post, para recordarnos un enclave de Madrid, muy transformado por la modernidad…… y por la cercanía del Tribunal.
Un saludo
10 julio 2013 a 20:55
Mercedes
Hola José, ¡gracias! y saludos.
6 octubre 2013 a 22:05
Victoria García Crespo
Hola Mercedes! Enhorabuena por tus artículos. Me he enganchado a este blog hace muy poquito y estoy cotilleando entre lo que ya estaba publicado. Un apunte que a lo mejor te interese: el grupo escultórico del que hablas, en el que se pide inculcar en los niños el amor por la poesía, es obra del escultor madrileño José Chicharro Gamo, y se titula precisamente así «Poesía». Con él ganó el primer premio del Concurso Nacional de Escultura en el año 1924. Uno de los motivos por los que he recalado en este blog es que, desde hace un año, estoy recopilando todo lo que encuentro sobre la vida y obra de este artista, relacionado conmigo por lazos familiares, y tengo en mente tramitar una solicitud para que al menos pongan una plaquita con su nombre en el pedestal. Aunque la obra esté muy deteriorada (durante la guerra llegaron incluso a decapitarla), por lo menos que se sepa quién la creó.
Aprovecho para darte las gracias porque alguno de tus artículos me ayudado en esta investigación, que estoy haciendo a base de quemarme las pestañas porque no sé dónde buscar los datos, pero todo es ponerse. Y por cierto, alguien me puede contar algo sobre la antigua calle Oquendo? (la de zona Reina Victoria, no la actual). Cualquier ayuda es bien recibida.
Gracias a todos, y un saludo a Mercedes muy especial.
7 octubre 2013 a 19:50
Mercedes
Hola Victoria ¡muchísimas gracias!
Te agradezco los datos y que nos cuentes tu trabajo, ojalá consigas tu objetivo, cuentas con mi apoyo, sería justo que se reconociera el trabajo de este escultor.
Me alegra haberte sido útil, ya nos contarás cómo va todo.
Saludos y bienvenida!
26 enero 2014 a 20:25
Antigua Fábrica y Taller de Carruajes Lamarca Hermanos | Arte en Madrid
[…] entonces sin duda este barrio próximo a las Salesas Reales era el barrio de los Lamarca. En 1893 en el número 8 de la cercana calle de Santo Tomé, el […]
2 mayo 2014 a 20:48
De Galerías | Arte en Madrid
[…] en la calle del General Castaños nº 9, bajo derecha, frente a los Jardines de las Salesas, donde se encuentra la Galería Joan […]
4 junio 2014 a 21:20
Kapa
Hola Mercedes, soy Antonio Caparrós. Hemos creado en Facebook un grupo en defensa de la Plaza Villa de París ante las obras que están afectando de forma muy grave a este espacio histórico de Madrid. Os animo a todos y todas a que forméis parte de él y colaboréis en su protección. Por favor difúndelo en tu blog. Muchas gracias.
https://www.facebook.com/groups/1496552493896741/
5 junio 2014 a 19:19
Mercedes
Hola Antonio, he leído algo sobre la ampliación del edificio de la Audiencia, al parecer más alta de lo permitido, pero no se muy bien qué está ocurriendo en la plaza, espero dar una vuelta por allí en cuanto pueda y leeré vuestro facebook. Aunque yo no estoy en la red social, gracias por la información y la iniciativa.
10 junio 2014 a 09:00
Kapa
Muchas gracias Mercedes, estaremos atentos a tu blog. El día 21 de junio de 10 a 14h vamos a tener actividades lúdico-reivindicativas. SI te pasas allí estaremos.
9 marzo 2015 a 00:17
Real Monasterio de Santa Teresa | Arte en Madrid
[…] Conventos de Santa Bárbara de padres mercedarios descalzos, que había sido fundado en 1606; el de las Salesas, de 1748; y el de Santa Teresa, que ocupaba la casa nº 5 que, recuerda la Planimetría General, […]
23 octubre 2016 a 20:44
Iglesia de Santa Bárbara (1) - Viajando tranquilamente por Madrid y su Comunidad
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23 octubre 2016 a 22:48
Las Salesas Reales. Parroquia de Santa Bárbara. | Arte en Madrid
[…] en 1915, es actualmente la sede del Tribunal Supremo, uno de los más espectaculares de Madrid. Los Jardines ya no existen, pero sobre el antiguo Jardín de la Reina hoy día se encuentran los Jardines de la […]
22 noviembre 2016 a 23:18
Celeste
Dos cosas interesantes:
1 la lonja de la iglesia, que tiene ese jardincillo, no era así:
Al rebajarse la calle de Fernando VI, se tuvo que poner una escalerilla fuera de la reja actual para poder acceder al compás.
En un momento determinado se quitó la escalerita, se bajó la reja a nivel de la calle y se adecuó el espacio que ahora es un jardín para poder subir a la escalinata original de la iglesia.
La parte del exconvento que queda a la derecha, es la antigua entrada del convento, lo que pasa que está tapiada. Pero conserva el grupo escultórico de la Sagrada Familia, de Olivieri.
(esta forma en ele en que la iglesia y el convento están en ángulo recto dejando una plaza o compás, es típica de la arquitectura conventual española).
2 si se ve el plano de Chalmandrier, el templo da a una calle (en el plano: «calle de S. Joseph», hoy calle de Fernando VI; y a la altura de la puerta principal de la iglesia, sale una calle perpendicular: hoy «Calle del Conde de Xiquena». Los dos edificios que hacen esquina a Fernando VI tienen forma de chaflán.
Pues, bien: En el proyecto del convento, formando parte del mismo diseño, pero en la acera de enfrente de Fernando VI , se proyectaron -no sé si se llegaron a edificar- unos edículos a ambos lados de Conde de Xiquena, con la misma arquitectura que el convento. El objetivo era realzar el convento y dar una visión digna a quien saliera de la iglesia o del convento hacia el caserío.
Los edificios actuales que forman esquina con Fernando VI, conservan el chaflán.
Es importante, porque este tipo de conjuntos urbanísticos es raro -por no decir inexistente- en la arquitectura española. Por ejemplo, uno de estos arreglos es la plaza de San Ignacio en Roma, hecha exprofeso para adecentar la plaza donde está la basílica.
23 noviembre 2016 a 21:49
Mercedes
Gracias por las aportaciones, Celeste.