La primera Real Fábrica de Porcelana creada por el rey Carlos III en el siglo XVIII fue instalada en El Retiro en los terrenos cercanos a los que hoy ocupa la estatua del Ángel Caído, en la antigua ermita de San Antonio de los Portugueses. Convertida en cuartel por los franceses en 1808, fue destruida por los ingleses durante la Guerra de la Independencia.

Finalizada la guerra, unos años después, durante el reinado de Fernando VII, en 1816 se construyó una nueva Real Fábrica promovida por la reina Isabel de Braganza, cuyo amor al arte le llevó no solo a impulsar la creación del Museo del Prado sino otros lugares como esta nueva Real Fábrica de Loza y Porcelana de la Moncloa, en el Real Sitio de La Florida, ubicada en la Granjilla de los Jerónimos, tierra de labor que perteneció a los Jerónimos, y que antes se llamó El Paso –aquí, cerca de donde hoy se encuentra la ermita de San Antonio, estuvo el primer Convento de los Jerónimos, el Monasterio de Nuestra Señora de El Paso, fundado por Enrique IV en 1464, antes de su traslado al Buen Retiro–.

Las obras fueron dirigidas por Joaquín García Rojo, en calidad de teniente arquitecto mayor; su ayudante fue Pedro Vargas. Su planta en «L» aparece representada en un plano del Real Sitio conservado en la Biblioteca Nacional.

Real Sitio de La Florida (plano 1860-1900 (BNE)

«La Fábrica de la China» en el Real Sitio de La Florida (plano 1860-1900 (BNE)

El primer director fue Antonio Forni. La cerámica era de gran calidad, como lo fue la del Retiro, pero la fábrica no funcionaba como se esperaba, de modo que en 1820 Forni fue sustituido por Bartolomé Sureda, que ya había dirigido la Fábrica del Retiro antes de la guerra. Pero las cosas seguían sin marchar bien y en 1850 se cerró.

Los talleres de la Fábrica de la Moncloa aún vivieron una última etapa, en tiempos de Alfonso XII. Con los hermanos Zuloaga al mando fue reabierta en 1874 como Fábrica y Escuela de Artes Cerámicas de La Moncloa.

Eusebio Zuloaga, director de la Real Armería del Palacio Real, fue quien inculcó el arte de la cerámica en sus hijos Guillermo, Daniel y Germán, consiguiendo que fueran a estudiar a la Escuela de Cerámica de Sèvres, lo cual les proporcionó además de enseñanzas mucho prestigio. Los tres protagonizaron el resurgir de la Fábrica aunque el camino estuvo lleno de dificultades.

Sus trabajos pudieron contemplarse en el Pabellón de Cerámica de la Moncloa, en la Exposición Internacional de Minas que tuvo lugar en el Retiro en 1883. Esta muestra trajo consigo encargos y un cierto alivio económico, pero las cosas seguían sin ir bien. Guillermo, su director desde 1881, se hipotecó, estuvo a punto de ir a la cárcel, y le tuvieron que ayudar Daniel y Germán. En el Museo Zuloaga de Segovia se conserva una foto de los hermanos junto con sus operarios en aquellos tiempos difíciles.

Real Fábrica de la Moncloa, h.1883 (Museo Zuloaga, Segovia)

Real Fábrica de la Moncloa, h.1883 (Museo Zuloaga, Segovia)

Finalmente la antigua Fábrica fue clausurada; de ella subsisten algunas construcciones, la chimenea, el pabellón Florida…

 pabellon

… y el espectacular horno conocido como La Tinaja, construido después de 1881 para la cocción de vidrio.

tinaja

La fábrica y la escuela se cerraron pero estos terrenos no iban a olvidar fácilmente su pasado.

En 1911 se fundó la Escuela de Cerámica de Madrid, en un primer momento instalada en la calle Fernando el Católico nº 12, en un edificio cedido por el Ayuntamiento que pertenecía al Asilo de San Bernardino. El lugar no era apropiado y los talleres se trasladaron a las antiguas dependencias de La Tinaja, donde antes estuvo la Escuela de los Zuloaga, que fueron rehabilitadas.

El arquitecto municipal Luis Bellido y Leopoldo José Ulled construyeron los nuevos pabellones y la tapia que hoy día se conservan.

Su fundador y primer director Francisco Alcántara en 1929 consiguió que el entonces Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes colaborara con el Ayuntamiento en el mantenimiento de la Escuela y su mecenazgo. Convivían la Escuela Oficial y la Escuela municipal de Cerámica.

abside

Como sabemos, fueron profesores de la Escuela los ceramistas Enrique Guijo y Daniel Zuloaga, que llegaron solicitados por Alcántara, artista y crítico de arte, vinculado a la Institución Libre de Enseñanza, a la Junta de Ampliación Estudios, y a sus protagonistas, entre ellos Ramón Menéndez Pidal quien recordemos decoró los muros de su jardín, que hemos visitado hace pocos días, con azulejos de la Escuela de Cerámica.

Lo dijo el propio Alcántara: “En la Escuela de Cerámica se aprende, a la vez, a pintar y a modelar, a preparar toda clase de tierras, a manejar la rueda del alfarero, a vaciar y a reproducir por todos los procedimientos los trabajos escultóricos, a caldear los hornos y conducirlos al fin deseado, y fomentar el continuo anhelo de belleza y de arte en sus dos expresiones de la pintura y de la escultura”.

La Escuela en 1924 (La Esfera 19.7.24)

La Escuela en 1924 (La Esfera 19.7.24)

Continuó su labor su hijo Jacinto, solo interrumpida por la guerra, otra vez. En los años 40 se reanudó la actividad. El conjunto escolar fue reconstruido y ampliado con nuevos pabellones formando una “U” alrededor del jardín, que hoy se mantiene.

jardin2

En 1966 Jacinto Alcántara fue asesinado por un loco. Igual que a su padre una escultura le recuerda en el jardín.

Don Francisco Alcántara

Don Francisco Alcántara

Don Jacinto Alcántara

Don Jacinto Alcántara

El Jardín fue diseñado en 1925 por el pintor y jardinero-paisajista Javier Winthuysen (1874-1856).

Hoy día, cuando el arte de la alfarería casi ha desaparecido y la cerámica es en su mayor parte de producción industrial, ya no existe la fábrica, pero sí las dos escuelas: la Escuela municipal de Cerámica de la Moncloa, y la Escuela de Arte Francisco Alcántara, actualmente dependiente de la Comunidad de Madrid.

Tras una complicada sucesión de denominaciones y titularidad, desde la Fábrica y Escuela de Artes Cerámicas de La Moncloa donde estuvieron los hermanos Zuloaga a fines del siglo XIX, y la Escuela-taller municipal de Artes industriales fundada por Francisco Alcántara en los comienzos del XX junto a la Escuela Oficial estatal, llegamos al siglo XXI. Hoy, una frente a la otra, separadas por el jardín, funcionan independientes desde 1984 en que la antigua colaboración estatal y municipal se rompió. Pero en 2011 ambas celebraron juntas el Centenario de la fundación de la Escuela de Cerámica de Madrid, dirigida por Francisco Alcántara.

escuela municipal

Con motivo de la Semana de la Ciencia hemos tenido ocasión de visitar algunas de las instalaciones. Después de una charla en el Salón de Actos que pertenece a la Escuela municipal, conocimos alguna de las aulas y talleres de la Escuela de Arte Francisco Alcántara en el antiguo Pabellón Bellido.

Visitamos el taller de alfarería y tuvimos el placer de contemplar cómo uno de los profesores trabajaba en el torno. Después en una de las aulas vimos cómo los alumnos trabajaban en el difícil arte del modelado, todos alrededor de una mesa, como antaño.

modelado

Conocimos el taller de moldes y matricería, con vistas al Parque del Oeste. En el laboratorio de química vimos un pequeño horno eléctrico funcionando a muy alta temperatura. Apenas quedan recuerdos de los comienzos… en el taller de alfarería, un poco escondida, cerca del techo hay una pieza en forma de media luna que recuerda las cerámicas antiguas en la que, solo ampliando la foto, podemos leer: Escuela Especial de Cerámica 1911-1919 Madrid.

recuerdo 1911

Las obras que ahora adornan las estanterías y los pasillos del pabellón son modernas, realizadas por los alumnos de la escuela.

Pero no todo se puede olvidar fácilmente. Desde el patio trasero se divisan los restos de la antigua Fábrica y Escuela de los Zuloaga, a su vez construida sobre la antigua Real Fábrica de Loza.

Tinaja desde escuela

En 1991 el Pabellón Florida fue rehabilitado por Joaquín Roldán para centro cultural y sala de exposiciones, pero desde 2001 está ocupado por oficinas de la Policía municipal.

La Escuela se encuentra junto al Cementerio de la Florida, en el nº 2 de la calle de Francisco y Jacinto Alcántara así llamada en homenaje a su fundador y primeros directores; merece la pena asomarse a ver el edificio de Luis Bellido y el precioso Jardín de Winthuysen. Y por supuesto disfrutar de los alrededores, del hoy llamado Parque de la Tinaja, inaugurado en 1973 sobre terrenos de la antigua Fábrica de Cerámica, en el Parque del Oeste.

por Mercedes Gómez

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Bibliografía:

La Esfera. 28.6.1919
Mª Teresa Fernández Talaya. El Real Sitio de La Florida y La Moncloa. Caja Madrid. Madrid 1999.
COAM. Guía de Arquitectura. Madrid 2003.
Abraham Rubio. La Fábrica de Cerámica de la Moncloa en la época de los Zuloaga (1877-1893). En Revista de Arte, Geografía e Historia nº 7, Comunidad de Madrid. 2005.