You are currently browsing the monthly archive for mayo 2014.
Hasta el próximo 12 de octubre 2014, en el Palacio de Cibeles se puede visitar una de las exposiciones de arte contemporáneo más curiosas e interesantes del momento. Se titula Cine Bogart. Imaginar un edificio, coordinada y producida por Centro Centro, del Ayuntamiento de Madrid, lugar, según ellos mismos explican, dedicado a “la reflexión y la propuesta de vanguardia en las áreas de cultura, ciudadanía y gestión creativa de espacios públicos”.
En diciembre de 2009 contamos aquí su historia, la que le llevó de Salón Madrid a Cine Bogart, que a algunos nos cautivó. Generó bastantes comentarios, correos privados, incluso una bonita conversación en torno a Un beso de cine. Se unían el ánimo de defender un edificio arquitectónicamente singular, el recuerdo de muchas personas que han pasado por sus salas cinematográficas y escenario teatral, y quizá la curiosidad que despiertan los espacios abandonados.
Nuevamente podemos evocar e imaginar el Bogart, cerrado desde 2001. En otoño de 2013, seis artistas lo visitaron. “Cada uno de ellos documentó su visita y, ahora, en esta exposición, muestran el resultado de sus interpretaciones más personales del edificio; sus espacios, sus símbolos arquitectónicos y las historias que ocurrieron dentro”.
“Arte, arquitectura y memoria; espacios urbanos en desuso que nos invitan a reflexionar sobre la ciudad, sus edificios y sus posibilidades; sobre la interminable, ardua y tan necesaria tarea de mantenerlos vivos.” Son palabras de la comisaria de la muestra, Inés Caballero (la negrita es mía).
Es una buena noticia saber que el Ayuntamiento apoya esta opinión, ya que es el promotor de la exposición; quizá a partir de ahora colabore en mayor medida para conseguir que vuelvan a la vida lugares hace años abandonados a su suerte. El Frontón Beti-Jai, el Palacio Nuevo o del Marqués de Salamanca en la Quinta de Vista Alegre… y otros.
Tras una magnífica labor de búsqueda en hemerotecas nos cuentan la historia completa del edificio, desde su apertura en 1907 como Salón Madrid hasta su situación actual. Imágenes, escenas llenas de vida y de personas, actores y público.
También se exhiben algunos documentos históricos, como el proyecto inicial firmado en 1906 por el arquitecto Luis López y el de reforma para convertirlo en frontón unos años después.
Seis artistas, cada uno a su manera, intentan rescatar la memoria, las emociones guardadas en el interior del edificio. Leonor Serrano recurre a los objetos cinematográficos (focos, butacas…) y a la luz, creando una instalación muy sugestiva.
Allard Van Hoorn se sirve del sonido. Nicolás Combarro también evoca elementos de un cine (el cartel, la taquilla, la butaca). Javier Peña mediante una estructura de hierro recrea los distintos espacios que fueron la suma de realidades encerrada en el Bogart.
Luis Úrculo ofrece un video y algunos dibujos. Finalmente, Marlon de Azambuja juega con la luz de lámparas similares a las que aún se conservan en el interior del cine.
Termina la exposición con otro video, Vacíos, que reproduce una y otra vez una selección de fragmentos de películas que en el pasado fueron proyectadas en este cine ahora abandonado. Se han elegido solo escenas en las que no hay personas, reclamando su presencia, pues los espacios las necesitan “para perdurar”.
La web imaginarunedificio.com presenta la exposición, cuenta la historia del edificio y muestra bellas fotografías de su estado actual. Además, piden a los visitantes que añadan otros edificios a un mapa con el fin de crear un registro documental de edificios vacíos o abandonados. Esperemos que además sirva para protegerlos y darles vida.
Por: Mercedes Gómez
——-
Centro Centro
5ª planta
Cine Bogart. Imaginar un edificio.
Plaza de Cibeles
Continuamos nuestros paseos en busca de los restos de las murallas de Madrid, que siempre nos deparan sorpresas emocionantes.
Como sabemos, la muralla cristiana del siglo XII, desde la Puerta de Valnadú –en la actual plaza de Isabel II–, en su camino hacia la Puerta de Guadalajara en la calle Mayor, atravesaba lo que luego sería la manzana 418 entre las calles del Espejo, y las calles de la Escalinata y Mesón de Paños, para llegar a la Costanilla de Santiago.
Los tramos que atraviesan esta manzana y siguientes son algunos de los pocos representados en la Planimetría General de Madrid del siglo XVIII, por lo que el paso de la muralla por este lugar no era desconocido, pero solo los trabajos arqueológicos han permitido constatarlo y en algunos casos, como vimos en artículos anteriores, admirar los restos conservados.
En la calle de Santiago nº 2 tras el derribo del edificio que lo ocupaba, que según me cuenta un amable vecino “era muy bonito”, en 1977 en el solar se realizó una intervención arqueológica dirigida por Luis Caballero.
Leemos en el imprescindible libro La Forma de la Villa que “se ciñó al control de la cimentación de la edificación allí proyectada, además de dos pequeños sondeos. Los resultados consistieron en la documentación de un muro de verdugos de ladrillo datado en el siglo XV y la reconstitución de la muralla del II Recinto Amurallado como línea de parcela en época moderna”.
Posteriormente se construyó el nuevo edificio que vemos hoy.
Bajo las viviendas, en el garaje, se guardan muestras de aquellos importantes hallazgos.
Son las huellas del Madrid medieval y de la evolución del urbanismo de la Villa.
Las paredes del aparcamiento bajo esta casa moderna conservan los restos de las casas antiguas que ocuparon este solar junto a la muralla, intramuros, hace alrededor de seis siglos.
En este Madrid que guarda tan pocos recuerdos de su historia no deja de resultar enternecedora además de inapreciable la visión de este humilde muro que en el siglo XV estaba situado junto a la Puerta de Guadalajara, una de las puertas de la Villa.
Reinaron Juan II, Enrique IV… La Villa de Madrid acogía a la Corte como residencia temporal y era escenario de celebración de Cortes, pero en el siglo XV Madrid vivió momentos muy difíciles. Sufrió grandes sequías, lluvias, heladas, etc. la vida cotidiana se vio terriblemente afectada. La fuerza de las lluvias fue tal que derribó desde de las casas más modestas hasta lienzos de muralla. Faltaban alimentos, llegó la peste… Pero también fueron los tiempos en que la nobleza madrileña construyó sus palacios. Recordemos que muy cerca de aquí construyeron el suyo Ruy Sánchez Zapata y los Lujanes.
Como asombrosos testigos de esa época subsisten los ladrillos y la piedra de estos restos históricos.
La muralla cristiana había sido levantada en el siglo XII como elemento defensivo pero con el tiempo perdió su función, y debido a la expansión de la trama urbana su recia construcción sirvió de apoyo a las edificaciones que hoy día siguen ocupando las mismas parcelas delimitadas hace siglos.
Las construcciones se fueron adosando a la cerca por ambos lados, intramuros y extramuros, a medida que la Villa fue creciendo, quedando sus lienzos escondidos entre las viviendas y sus sótanos. Algunos de ellos han ido apareciendo, mostrando los límites del Madrid medieval y contando algunas cosas sobre cómo era la villa entonces.
Después de cruzar la Costanilla la muralla seguía su camino en dirección a la manzana 415, que paralela a la calle de los Milaneses atravesaba hasta llegar a la calle Mayor.
Según noticia publicada el pasado mes en madridiario en el subsuelo del edificio de la calle Milaneses nº 2, en obras desde hace tiempo debido a varios problemas serios, se han hallado nuevos restos arqueológicos. Ojalá podamos conocer más detalles sobre estos hallazgos.
Por : Mercedes Gómez
——-
Bibliografía:
Ortega Vidal, J. y Marín Perellón, F.J. : La Forma de la Villa. Comunidad de Madrid. 2004.
Suárez Fernández, L. : “Madrid desde la Academia. Cap. 4. De ciudadela a villa real”. Historia 16, nº 281, Madrid 1999, págs. 77-87.
Comentarios recientes