La iglesia parroquial de San Pedro ad Víncula se encuentra en el Casco Histórico de Vallecas, uno de los dos barrios del distrito madrileño Villa de Vallecas, antiguo pueblo incorporado a Madrid en 1950, que encierra mucha historia y mucho arte. La advocación hace referencia a la liberación del apóstol San Pedro de la prisión por un ángel.

iglesia S.Pedro ad Vincula

Su fachada principal se asoma a la plaza Juan de Malasaña, dedicada al héroe de la Guerra de la Independencia nacido en Vallecas que fue bautizado en esta iglesia el 10 de febrero de 1759 como recuerda una lápida en el muro junto a la puerta de entrada. Padre de la más famosa Manuela Malasaña, murió en Madrid en 1811.

lapida

La iglesia es una joya, por su antigüedad, su arquitectura y por los tesoros que guarda en su interior. Fue construida en el siglo XVI sobre un templo anterior, probablemente mudéjar, del que se conservan algunos restos, sobre todo en el cuerpo inferior de la majestuosa torre.

torre

En el anexo del documento de Declaración de Bien Cultural publicado en el Boletín Oficial del Estado, que tuvo lugar en 1995 tras el informe favorable de la Real Academia de San Fernando, consta que “la primera noticia documental sobre su existencia se encuentra en el Libro de Visitaciones (Archivo de la Biblioteca Nacional), manuscrito de 1427, que describe una edificación de tres naves con muros de mampostería y pedernal, de estilo probablemente mudéjar, dada la presencia por entonces de un importante núcleo de población musulmana en Vallecas”.

“En 1565, según consta en documento notarial (Archivo Histórico de Protocolos; protocolo 403), se inicia la construcción del crucero de la nueva iglesia, cuyo primer proyecto se atribuye al arquitecto Juan de Herrera, según consta en documentos no originales depositados en el Archivo Municipal de Madrid. No hay datos que permitan asegurar que se efectuara el derribo total de la antigua iglesia para construir la nueva”.

O sea, que sobre ella, tras su derribo o tal vez reforma, debió construirse la estructura del conjunto actual. Como indican los documentos, su traza inicial se atribuye a Juan de Herrera, el gran arquitecto de Felipe II. La torre, de 1775, se atribuye a Ventura Rodríguez. A la base de ladrillo y mampostería se añadieron dos cuerpos más, uno para las campanas y otro con forma de chapitel de pizarra rematado con bola y una veleta.

Así, la iglesia hoy día es el resultado de diferentes épocas y etapas constructivas. Mudéjar, gótico, renacimiento, barroco, neoclasicismo.

Construido en mampostería con hiladas de ladrillo, el templo tiene dos entradas. La principal al oeste, en la plaza de Juan Malasaña, a los pies, a la que se llega tras subir la gran escalinata. La bella fachada está rematada por un singular frontón mixtilíneo.

fachada oeste

La portada de acceso es renacentista, realizada en granito, en arco de medio punto con columnas toscanas a ambos lados sobre las que se asienta un frontón curvo, en el que se halla un relieve que representa La Liberación de San Pedro, a su vez rematado por otro pequeño frontón triangular. Óculos, jarrones y otros adornos completan la decoración. Las puertas de madera con herrajes son una maravilla.

puerta

Al sur, en la calle de Sierra Gorda –antiguamente, calle de la Iglesia–, la segunda portada abierta por el lado de la Epístola en el siglo XVIII es neoclásica, de sillería. Nuevamente, en la parte superior, las armas de San Pedro.

entrada2

Caminando hacia la parte más alta del montículo donde hace siglos se construyó el templo, tomamos la calle de la Sierra de Encinares para rodear la cabecera y poder contemplar todo el conjunto hasta llegar a la calle del Archivo –así llamada desde al menos antes de 1870–, donde las capillas más modernas se unen a la base de la antigua torre.

calle archivo

Después de rodear la iglesia, nuevamente en la plaza, accedemos por fin al interior. Tiene tres naves, separadas por arcos de medio punto, cubierta la nave central con bóveda de cañón.

naves

Muchos de sus elementos son renacentistas, aunque conserva restos góticos, como la espléndida bóveda de crucería en la zona del crucero anterior al presbiterio.

cruceria

Las capillas fueron añadidas en el XVII. En el lado del Evangelio, tras la entrada a los pies, a la izquierda hallamos una capilla de decoración moderna pero que alberga una pila bautismal del siglo XVI, uno de los elementos más antiguos de la bella iglesia. La reja es del XVII; junto a ella un pozo antiquísimo.

pila bautismal

A continuación, la capilla del Cristo de la Salud; la del Nazareno, con cúpula sobre el crucero; y otra capilla con unas lápidas de 1667.

En el Altar Mayor se conserva la espléndida obra de Francisco Ricci, La liberación de San Pedro, pintado en 1669, óleo sobre lienzo de 5,75 x 3,80 metros.

altar ricci

Originalmente formaba parte de un gran retablo barroco –que sustituía a otro anterior–, obra de Pedro y Francisco de la Torre realizado entre los años 1669 y 1672, desaparecido durante la guerra civil. La guerra causó graves daños en el templo. El cuadro, junto a otras obras de esta iglesia y de otros lugares, fue salvado por las tropas republicanas que las entregaron a la Junta de Incautación del Tesoro Artístico Nacional. Todas ellas fueron inventariadas, fotografiadas por la Junta de Incautación de Madrid y depositadas en la Junta del Museo del Prado. Las fotografías se conservan en el Ministerio de Cultura, Fototeca del Patrimonio Histórico.

A ambos lados de la obra de Ricci se sitúan otras dos pinturas del siglo XVII, Santiago Matamoros de la Escuela Madrileña, y otra Liberación de San Pedro atribuida a Angelo Nardi.

En el lado de la Epístola, caminando hacia los pies, la escultura de Nuestra Señora del Rosario… Otra de las capillas está cerrada con otra reja de hierro forjado del XVII.

A ambos lados del crucero, existen dos antiguos vanos de puerta adintelados. A los pies, un coro alto desde el que se accede a la torre.

coro alto

A lo largo del tiempo la parroquia de San Pedro ad Víncula ha sido restaurada en varias ocasiones. Por Francisco Caballero hacia 1965. En 1995, como ya comentamos, fue declarada Bien de Interés Cultural, comenzando poco después las nuevas obras de restauración a cargo de José Miguel Ávila (1996-2004). En 2012 se acometieron las nuevas reformas y restauraciones, que continúan.

Junto al altar se encuentra la Capilla del Santísimo, antiguo Camarín de Nuestra Señora del Rosario, actualmente cerrada por dichas obras. En principio, conocer esta capilla fue el motivo de nuestra visita, así que tendremos que volver en cuanto sea posible. Como comentamos en su momento, está decorada con pinturas atribuidas a Juan Vicente de Ribera.

Recordemos que Ribera fue el autor de las pinturas de la cúpula de la Capilla de las Santas Formas en la antigua Iglesia del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús, en Alcalá de Henares, entre otras obras. Según Natividad Galindo, que ha estudiado al pintor en profundidad, pudo ser el autor de la Cúpula de la Capilla del Sagrario en la iglesia de San Pedro ad Víncula, a finales del XVII, principios del XVIII.

La cúpula está decorada con alegorías marianas pues como ya hemos comentado en origen la capilla estaba dedicada a la Virgen del Rosario. Natividad Galindo describe las pinturas: “En los ocho gajos aparecen ángeles portadores de alegorías marianas y al pie de cada recuadro, dentro de unas barrocas tarjas que interrumpen el anillo, aparecen unas letras que, conjuntadas, forman la advocación de Nuestra Señora a la que estuvo dedicada la capilla: María del Rosario.”

Vallecas. Decoración de la bóveda de la capilla del lado de la Epístola adosada a la Mayor. Protegida por la Junta. 15 agosto 1937. Fototeca Mº Cultura.

Bóveda de la capilla adosada a la Mayor. Protegida por la Junta. 15 agosto 1937. Fototeca M. Cultura.

 

A primeros de año varios medios publicaron la noticia de que durante las obras de restauración que se llevaban a cabo habían aparecido restos de bóvedas y pinturas de la primera mitad del siglo XVII y que “en la actualidad se trabaja en la identificación del arquitecto y del autor de la decoración de esta primera capilla”, que fue ampliada a mediados de siglo siendo dividida en dos estancias, y posteriormente decorada; fue entonces cuando debió intervenir el pintor Ribera. También se ha hallado “un arco o ventana de conexión con la iglesia en estilo herreriano”. Todos estos hallazgos son muy importantes, quedamos a la espera de nuevas noticias y de poder visitar la sin duda valiosa capilla, ejemplo del primer barroco madrileño. Mientras, ha sido un placer conocer esta hermosa iglesia.

Salimos de nuevo a la plaza de Juan Malasaña para tomar el autobús de vuelta al centro de Madrid (otra posibilidad es la línea 1 del metro), con la intención de volver pronto a este histórico barrio y conocerlo mejor.

plaza de Manuel Malasaña

Por : Mercedes Gómez

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Bibliografía:

COAM. Guía de Arquitectura. Madrid 2003.
García Gutiérrez, P.F. y Martínez Carbajo, A.F. Iglesias de Madrid. Ed. La Librería 2006.
Díaz Fernández, A.J. “El retablo mayor de la parroquial de Vallecas (Madrid): una arquitectura desaparecida de Pedro y Francisco de la Torre (1672)”. Espacio, Tiempo y Forma, Hª del Arte, t. 17, 2004, págs.. 149-172”.
Aparisi Laporta, L.M. Toponimia madrileña. Ayuntamiento de Madrid 2001.

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