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Como ya vimos, el pintor Claudio Coello nació en 1642 en Madrid.
A la edad de 35 años adquirió una casa en la calle Calatrava, entre las calles de San Bernabé y del Águila. Como también sabemos, tuvo algunos inquilinos, entre ellos la familia de Teodoro Ardemans; allí vivió hasta su muerte en 1693.
Pero Claudio Coello había nacido en las cercanías de Puerta Cerrada.
En la entrada dedicada al pintor en mayo de 2103 comentamos que no habíamos podido localizar la placa que el Ayuntamiento le había dedicado en 1991. El caso fue que efectivamente por algún motivo no estaba en su lugar.
Hace unos días paseando por el barrio pudimos verla, allí estaba, recordando que en este lugar nació en 1642 Claudio Coello, pintor de cámara del Rey Carlos II.
La placa está situada en la fachada del Palacio Arzobispal que da a la plaza, esquina calle de San Justo. Es la manzana 175.
El Plano de Texeira muestra cómo era el barrio en la época en que vivió Coello, y las casas que ocupaban el sitio nº 1 de la manzana. Imaginamos que la familia del artista llegaría a Madrid desde Portugal y ¿se instalaría de alquiler en las proximidades de la plaza?
Gracias al magnífico especial de la página municipal memoriademadrid dedicado a las Placas de Madrid sabemos que el pasado mes de diciembre 2014 fue repuesta, así que podemos actualizar el artículo.
Aprovecho para recomendar, si es que aún no la habéis visitado, la página mencionada: Placas de Madrid, con información muy detallada y valiosa.
Además, cualquier excusa es buena para darse una vuelta por los alrededores de Puerta Cerrada. Que disfrutéis.
Por : Mercedes Gómez
Queridos amigos:
Un año más me animo a escribir unas líneas para celebrar el cumpleaños de Arte en Madrid, el cumple de todos nosotros, sobre todo para daros las gracias. ¡Cumplimos seis años!
Los números (años, visitas, visitantes, suscriptores…) aunque son gratificantes no tienen mucha importancia en sí mismos, pero sí la tienen en un aspecto: nunca olvido que detrás de cada dato, incluso detrás de cada artículo, estáis vosotros, los posibles lectores. Sin vuestra compañía esto no tendría sentido, y no es una frase manida, es la realidad. Una de las cosas que más animan es cuando contáis que habéis ido a visitar los lugares de los que he hablado o pensáis hacerlo porque os parece interesante, o que os gustaría, si acaso estáis lejos. Es bonito, sobre todo porque se demuestra que Madrid es, poco a poco, más querida y valorada, que a fin de cuentas es nuestro objetivo principal.
Un año más hemos recorrido sus calles y plazas, visitado edificios donde antes nunca habíamos entrado, desde palacios a antiguas fábricas; hemos descubierto nuevos y emocionantes tramos de murallas que no conocíamos; hemos seguido estudiando la historia de la Villa, el pasado prehistórico, las huellas romanas, los arrabales islámicos, la imaginada Cerca del Arrabal del siglo XV…
Hemos accedido a iglesias ubicadas no solo en el centro de la ciudad, Santa María la Antigua en Carabanchel y San Pedro ad Víncula en Vallecas, tan bellas. Incluso este año nos hemos atrevido a llegar más lejos, a algunos pueblos de nuestra Comunidad, Buitrago, Nuevo Baztán, El Escorial, siempre Alcalá de Henares. ¡Hasta hemos viajado a la antigua Cornellá, en tierras catalanas, donde coincidimos con nuestro gran Pedro Texeira! Tampoco olvidamos nuestros preciosos jardines, ni a sus jardineros, a quienes acompañamos en su triste despedida de La Fuente del Berro.
También hemos sabido un poco más de la vida de algunos pintores en Madrid, Teodoro Ardemans y Rubens, el Greco por supuesto, en su año de conmemoración del IV Centenario de su muerte en Toledo. Y, no podía ser otra forma, hemos recordado con emoción a Antonio Machado de cuyo fallecimiento se cumplieron 75 años en febrero, y a Gabriel García Márquez, que murió en abril.
Y, con mucha ilusión, hemos asistido a la reapertura de dos importantes museos, tras años cerrados, el Arqueológico Nacional y el de Historia de Madrid, nuestro antiguo Museo Municipal.
Ya veis, puede parecer que todos los años son iguales, pero no. Y no solo por los lugares o historias nuevas, también por vosotros, los que habéis estado ahí, desde hace mucho tiempo o poco, da igual, dando vida, creedme, sois el verdadero corazón del blog. Con vuestra participación se va construyendo la casa, que de otra forma no sería la misma. Un lugar (como Madrid, también) lo construyen todas las personas que lo habitan y lo visitan, y con su ánimo y calor crean el ambiente que le hace inconfundible, no mejor ni peor, pero sí distinto a otros. Es nuestra casa.
En fin, todo cambia, hasta este intrincado mundo de internet va cambiando. La vida cambia, nosotros cambiamos, ¡Madrid cambia! En lo que afecta al blog sucedieron algunas cosas importantes para mí. Que el Instituto de Estudios Madrileños, al que pertenecen autores e investigadores ¡tan admirados desde hace tanto tiempo!, me nombrara miembro Colaboradora fue una gran alegría, que compartisteis conmigo, algo inolvidable que siempre os agradeceré.
Y lo más bonito, diversas circunstancias en distintos momentos a lo largo del año propiciaron que haya tenido ocasión de conoceros a algunos de vosotros, lectores y/o colegas blogueros, ha sido un gran placer. Una de ellas, que tuve el atrevimiento de dar mi primera conferencia, y algunos de vosotros fuisteis a escucharme, y si no pudisteis, me disteis ánimos, ¡gracias!
Queridos amigos, ojalá que el tiempo que sigamos juntos, quién sabe cuánto, lo pasemos bien. Y que Madrid, por favor, señores gobernantes y ciudadanos en general, reciba un buen trato.
Miles de gracias, saludos y besos
Mercedes
Cuando hace dos años hablamos de los Puestos, tenderetes y tinglados de libros, lugares muy queridos por muchos de nosotros, quedó pendiente hablar de Librerías. Tanto las de libros nuevos como las de viejo, algunas de ellas llenas de verdaderos tesoros, no necesariamente muy caros, basta con que sean valiosos para nosotros.
Hoy de momento os invito a visitar unas muy especiales, en ellas encontramos libros de segunda mano, pero no son tiendas comerciales, son librerías solidarias, maravillosas iniciativas de las que hay ejemplos en Madrid. La semana pasada pude conocer dos de ellas, ambas fantásticas, que ofrecen mucho y esperan nuestra colaboración.
En la calle Covarrubias nº 38 se encuentra TUUULIBRERÍA, librería benéfica creada por la ONG YOOOU para fomentar la lectura y frenar la destrucción de libros.
El proyecto, uno de los varios que desarrollan, es muy bonito, dando una nueva vida a los libros que nosotros ya hemos leído.
Recogen libros de todo tipo, excepto enciclopedias y libros de texto, que luego ponen a disposición de todos, a cambio de un donativo, cantidad que cada uno decide. El precio depende de nuestro criterio y generosidad. Es una postura valiente, que confía en la buena voluntad de los demás.
Aparte el mantenimiento del local, en el que colaboran voluntarios para atender a los visitantes, los ingresos son destinados a impartir clases gratuitas de apoyo extraescolar en varios centros educativos de Madrid y Asturias, becas en Nicaragua y Colombia, etc. La organización nació como una Asociación de Maestros y Alumnos Solidarios, y con el tiempo han ampliado su actividad, podéis descubrir todos los detalles en su web.
Una forma de participar es hacerse socio, solo son 12 euros al año. Así, en cierto modo, también se forma parte de una comunidad, de un proyecto común.
Los libros, que desbordan las paredes y los rincones de la habitación, están ordenados por temas en estanterías y montoncitos en los que uno puede disfrutar buscando títulos deseados o encontrando otros inesperados.
Un colorido tablón de anuncios recolecta peticiones de libros buscados, notitas dejadas con la esperanza de que alguien nos llame ofreciendo la novela o ensayo anhelados.
El local es un canto a los libros, el intercambio y la solidaridad.
Salimos del lugar, cercano a la Glorieta de Bilbao, y dando un paseo por la Corredera Baja de San Pablo llegamos a la calle de la Puebla nº 14, a LIBROS MELIOR, de la Fundación Melior, donde igualmente se intenta dar una nueva vida solidaria a los libros usados.
Como en el caso anterior, los libros están ordenados por temas. Ahora los precios fijados oscilan entre 1 y 5 euros, cada volumen marcado con un color.
Aquí sí recogen libros de texto que destinan a familias con pocos recursos, siendo éste uno de sus proyectos más notables.
El local es muy acogedor, anima a sentarse un ratito y tomarse un café o un te por un euro. Además de librería es una pequeña sala de exposiciones; actualmente podemos contemplar la pintura abstracta de Eduardo Vega de Seoane. También organizan talleres de filosofía y de escritura creativa, y ofrecen conciertos. Los fondos recaudados están siempre destinados a financiar los proyectos de la Fundación, también explicados en su web.
Ambas librerías son deliciosas, diferentes, pero con algo en común: el amor por los libros, el objetivo de animar a la lectura, compartir experiencias y el deseo de ayudar a los demás.
Os animo a visitarlas, pasaréis un buen rato y seguramente, como mínimo, encontraréis un buen libro. ¡Ah! y también películas. Las dos abren todos los días, de lunes a domingo.
Por : Mercedes Gómez
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TUUULIBRERÍA. Calle Covarrubias, 38.
LIBROS MELIOR. Calle Puebla, 14.
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