Doña Catalina Téllez, camarera de la reina Isabel la Católica, en 1510 fundó una Casa de Recogimiento cerca de una de las Puertas de la Villa, la de Valnadú, próxima al Alcázar; en la actual calle de Carlos III, junto a la Plaza de Oriente. Fue el origen del Convento de Santa Catalina de Sena o Siena, institución histórica de azarosa vida a lo largo de cinco siglos cumplidos.
En 1574 las beatas convertidas en religiosas, habiendo adoptado la regla de Santo Domingo, se trasladaron a la actual plaza de los Mostenses, donde luego se instalarían los religiosos premostratenses de San Norberto, de modo que las monjas se vieron obligadas a sufrir un nuevo cambio de domicilio.
En 1610 se instalaron entre la Carrera de San Jerónimo, la calle del Prado y la de Santa Catalina, que conserva el nombre en recuerdo de la santa italiana que había vivido en el siglo XIV. Este Convento de Santa Catalina de Sena fue uno de los dos conventos construidos por el poderoso Francisco Gómez de Sandoval duque de Lerma, ambos comunicados con su casa de recreo en el Prado de San Jerónimo por un pasadizo volado.
Durante la guerra de la Independencia fueron expulsadas y en 1824 el convento fue demolido. Las dominicas se mudaron, una vez más, en esta ocasión al Palacio de Santisteban en la calle del Nuncio. Poco después, gracias a la donación del duque de Medinaceli de un edificio de su propiedad, la Comunidad fue trasladada a la calle del Mesón de Paredes en el barrio de Embajadores.
Sobre el solar que desde el siglo XVI y a lo largo del XVII estuvo ocupado por varias casas de diferentes propietarios, en el siglo XVIII el Conde de las Torres edificó su palacio.
Era la casa nº 11 de la manzana 56, con fachada a las calles de Cabestreros (hoy Mesón de Paredes) y de la Comadre (actual calle del Amparo). El edificio fue habilitado para acoger a las religiosas.
Las monjas dominicas lo abandonaron a mediados del pasado siglo XX.
Los arquitectos Francisco Coello de Portugal Acuña y Francisco Moreno López en 1966 construyeron la nueva sede del Convento, en la calle Leonor de Austria nº 2 en el distrito de Hortaleza, donde continúan en la actualidad.
Por esas mismas fechas el edificio de Lavapiés fue adquirido por el Ayuntamiento; su estado era al parecer ruinoso y finalmente fue derribado, conservándose únicamente el muro que daba a Mesón de Paredes. El solar fue urbanizado como plaza pública. En una foto publicada por el diario El Mundo en 2007 se aprecia una entrada adintelada de piedra y sillares de granito del muro que, considerado una “barrera arquitectónica”, había sido demolido el año anterior.
En 1997 se había proyectado la reforma de la plaza y la construcción de un aparcamiento. Los arquitectos seleccionados fueron Emilio Rodríguez y Francisco Domoso. La idea fue dejar la plaza diáfana para evitar la inseguridad denunciada por los vecinos, debido a las escaleras y recovecos existentes. La entrada adintelada y los arcos o zócalos de valor se recolocarían según informó el Ayuntamiento.
Hace más de tres años, hablando de las Fuentes de la República, visitamos la Fuente de Cabestreros, colocada en 1934 frente a los muros del Convento. En los comentarios al artículo surgió el tema del muro, que creíamos desaparecido.
El pasado mes de diciembre, durante uno de sus deliciosos paseos guiados por el barrio de Lavapiés, David Gutiérrez nos descubrió el lugar donde habían sido colocados algunos restos. Los sillares de la puerta de granito y parte del muro se encuentran tumbados sobre el pavimento de la plaza.
Según el Ayuntamiento, de acuerdo con la recomendación de Patrimonio, así se ha mantenido la “Huella histórica” del antiguo convento.
Ha sido una sorpresa saber que no todos los restos del viejo muro del Convento de Santa Catalina de Sena, antiguo Palacio de los Condes de Torres, habían desaparecido tras su demolición.
Aunque la verdad, se trata de una de las conservaciones de elementos históricos más raras que conozco.
Por : Mercedes Gómez
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Bibliografía y fuentes:
Ayuntamiento de Madrid. 11 nov 2004.
Monasterio de Santa Catalina. rtve.es 9 agosto 2009.
P.F. García Gutiérrez – A.F. Martínez Carbajo. Iglesias conventuales de Madrid. Ed. La Librería. Madrid, 2011.
29 comentarios
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6 enero 2015 a 22:54
murallareciclada
Mercedes, por favor, ¿sabes qué relación tenía este Convento, que según dices estuvo en la calle de Carlos III, con el Hospital de Santa Catalina de los Donados, que estaba al otro lado de la plaza de Isabel II, donde hoy está la Capilla del Niño del Remedio?
Saludos
7 enero 2015 a 19:10
Mercedes
Yo creo que ninguna, me parece que son dos instituciones distintas, el convento de Santa Catalina de Siena (por Catalina Benincasa, italiana del siglo XIV), y el hospital de beneficiencia (bajo la advocación de Santa Catalina de Alejandría) fundado anteriormente.
Saludos, Rafael
7 enero 2015 a 10:04
Antonio Iraizoz
Hola Mercedes, totalmente de acuerdo en calificar de conservación rara estos elementos históricos. Yo añadiría que se trata de mantener una huella histórica al modo «low cost» actual que todo lo invade: «¡Paco!, echa ahí tumbadas las piedras viejas formando un cuadrao pa que la gente se siente y los chavales pinten».
Magnífico post para arrancar el año. Un abrazo
7 enero 2015 a 19:13
Mercedes
🙂 tienes toda la razón, Antonio. Parece que no sabían qué hacer con las «piedras viejas» y como no las podían tirar todas a la basura… pues las colocaron por ahí.
¡Muchas gracias!
7 enero 2015 a 11:01
davidguty77
Muy buenas Mercedes y Feliz Año!!! Gracias por tu mención. Lo maravilloso que es descubrir cosas nuevas y darles su contexto para poder contarlas ¿verdad? Maravilloso post y a seguir sorprendiéndonos. Besos.
7 enero 2015 a 19:16
Mercedes
¡Gracias a ti, David! si no es por ti, no me hubiera enterado de que estaban allí los restos del muro, creía que habían desaparecido.
¡Feliz año, espero que sigamos descubriendo muchas cosas!
Besos
7 enero 2015 a 11:31
J. Esetena
Hola Mercedes:
Fantástica investigación, felicidades!! Siguiendo con el irónico comentario de Antonio, yo añadiría: «¡Paco! Y ya verás cómo todos los medios van a publicar lo preocupados que estamos los gobernantes con las cuestiones patrimoniales y lo bien que las defendemos». En fin…
Un abrazo, Jesús
7 enero 2015 a 19:18
Mercedes
¡Muchas gracias, Jesús!
La verdad es que a veces es mejor tomar las cosas a broma, con el ingenio de Antonio, que da en el clavo. Nunca dejaremos de sorprendernos ¿verdad?
Un abrazo
7 enero 2015 a 13:31
Boro
Recuerdo pasear por Mesón de Paredes cuando llegué a Madrid y ver esos restos, de repente un día volví a pasar y la portada ya no estaba y me sorprendió porque parecía una portada del XVIII, y nunca se supo más de ella… hasta ahora.
Sorprendente que se se considere conservación del Patrimonio dejar una portada desmontada sobre una plaza, perdiéndose todo significado de que es, ni de a donde perteneció. Que clase de huella histórica es ésta, he pasado por esa plaza decenas de veces y ni si quiera me había dado cuenta de que la portada estaba ahí.
Un saludo
7 enero 2015 a 19:24
Mercedes
Lo mismo me ocurrió a mi, Boro. Había vuelto a veces por Cabestreros, pero nunca imaginé que la portada estaba ahí. La verdad, cuando David nos la mostró a los que seguimos su paseo, no daba crédito…
Gracias y un saludo
7 enero 2015 a 13:56
J. Casado
Hola Mercedes. Tienes razón, conservación rara, rara, rara, que dijera aquel. Nunca se me hubiese ocurrido, ni aunque lo hubiera visto. Un acosa es mantener la, como dicen: «huella histórica», sera porque se pueden pisar?
Vaya tela! Un excelente trabajo de investigación.
Un saludo.
7 enero 2015 a 19:40
Mercedes
Hola, José, la verdad es que llamarlo «huella histórica» tiene su gracia…
¡Muchas gracias!
un saludo
7 enero 2015 a 21:47
Elena
Enhorabuena por este trabajo, y qué pena el no haber podido seguir la ruta de Embajadores con David. Yo creo que esos restos deberían de haberlos llevado a algún museo con el diseño del antiguo convento y la historia como la has narrado tú en este blog, para que todos supiéramos cuál es la historia de Madrid. Así colocado me parece bastante chapucero. Magnífico post. Un abrazo.
ps. me equivoqué en lo de la iglesia de S. Lorenzo; ya te lo contaré si algún día te veo o te encuentro por el barrio.
7 enero 2015 a 23:24
Mercedes
Gracias, Elena. El paseo fue muy bonito, te hubiera gustado, aunque ya sabía que no estabas en Madrid… ¡recibí tu postal «tradicional»! menuda sorpresa, muchas gracias.
Explicas muy bien lo que se podría y debería hacer en estos casos: conservar, mostrar y explicar nuestra historia.
Espero que nos veamos pronto, ya me contarás lo de San Lorenzo!
Abrazos
8 enero 2015 a 13:53
Maríarosa
Has empezado el año con un tema muy muy interesante…respecto a lo de las «huellas históricas» es que «no me lo puedo ni creer»…¡¡cielos que chapuza!!…bueno, al menos no las han tirado…pero indigna el desprecio. Muchas gracias por contarnos tantas cosas…
8 enero 2015 a 21:58
Mercedes
Muchas gracias a ti, Mariarosa, ¡me alegro de que te haya interesado!
11 enero 2015 a 15:20
Pepe
Hemos ido a ver la fuente y los «restos» del convento
La plaza de Cabestreros ha cambiado de nombre
Ahora se llama Plaza de Nelson Mandela aunque todo el mundo sigue conociendola por el nombre anterior gracias a la fuente
11 enero 2015 a 22:26
Mercedes
Gracias por la información, Pepe, y por contarnos tu visita. La verdad es que no se si el nombre de la plaza de «Cabestreros» era oficial, en cualquier caso creo que seguiremos llamándola así, por la fuente y por la historia del lugar.
12 enero 2015 a 03:23
Andrés
Gracias por la Información, llevaba tiempo pasando por ahí y preguntándome que habría pasado.
Enhorabuena también por tu labor de difusión, aunque creo que a veces era demasiado tibia con este tipo de tomaduras de pelo…
Siempre se repite lo mismo: vaciado de plazas para hacer aparcamientos, con resultado de espacios públicos invivibles, inflexibles y condenados por rampas de entrada y salida. Aún me gustaría conocer una plaza pequeña que funcione con un parking subterráneo.
12 enero 2015 a 18:36
Mercedes
Es verdad, Andrés, es una más de tantas plazas asoladas por un aparcamiento, uno de tantos destrozos, supongo que ya no saben qué hacer con tantos coches, que no caben en la superficie. En este blog, tienes razón, unas veces con más tibieza que otras 😉 hemos clamado bastante por la ola de granito que ha invadido plazas y calles… este caso del muro del convento es que hasta roza lo absurdo.
¡Muchas gracias por tu visita y tu comentario!
19 enero 2015 a 10:15
ANTIGUAS PORTADAS DEL BARRIO DE LAVAPIÉS (MADRID) / Antique façadas of the neighborhood of Lavapies (Madrid) | Historia del arte / Art History
[…] Descripción: Portada formada por seis sillares de igual tamaño en piedra berroqueña y dintel con cinco sillares radiales y sillares de esquina. Se conservan tres pequeñas ménsulas en piedra blanca y algunos elementos decorativos de la fachada del antiguo palacio o convento. Se trata de una portada del siglo XVIII, quizás la más noble de todas las expuestas en este post y la más monumental. Para conocer la historia de esta portada y el antiguo convento de Santa Catalina de Sena me remito al reciente post que ha escrito la especialista madrileña y miembro del Instituto de Estudios Madrileños, Mercedes Gómez, quien recientemente ha publicado un post completo sobre esta obra en su blog Arte en Madrid. […]
30 mayo 2015 a 21:18
jose
Aquí se ha ido parte de los 7000 millones de deuda de Gallardón (el «legado»)
Tengo que mencionar que el solar del convento había sido ajardinado (muy pobremente mantenido), donde había una cancha de baloncesto con gradas para espectadores (nunca la he visto utilizar), una zona para perros, unas pérgolas sobre la calle del Amparo, una zona para niños (tobogán etc) una zona con árboles donde había bancos y algunas mesas con bancos (creo recordar con un damero de ajedrez).
El caso es que, aun muy mal mantenido, cumplía una función social importantísima, porque las casas de la zona son muy pobres, pequeñas y mal aisladas, lo que hacía que la gente del barrio se aliviaba del calor en el parque. También hacía de centro social al aire libre.
Gracias a Gallardón, nunca más.
Ahora es un acumulador de calor que solo sirve para crear alacranes.
No entiendo la manía de desmontar las puertas y poner las piezas en el suelo (¿algo posmoderno?). Tarde o temprano. olvidado que era una portada monumental, como es un acumulador natural de porquería, se trasladará a algún vertedero.
Si no querían las portadas ¿por qué no la han vendido a alguien que las hubiesen apreciado? Al menos seguirína existiendo
15 junio 2015 a 20:11
Lola Magano Perez
A modo de información adicional. Ese convento durante muchos años hizo las veces de parroquia, por estar quemada desdes la guerra, la de San Cayetano. Esto no admite discusión porque yo estoy bautizada allí, y segun me dijeron, se monto una buena porque no llegaba el padrino, y tuvo que hacer una amiga de mi madre del mismo, de manera que creo que soy la unica niña que estoy bautizada, por dos madrinas. Añadir que al salir del evento,todas las amigas de mi madre dijeron que para que fuera totalmente castiza, tenia que beber agua de la fuente de Cabestreros.
Recientemente pase por mi barrio y senti mucha tristeza, alli no quedaba nada para recordar, yo todos los dias, tenia que pasr por allí, para ir a mi colegio, ( de la Asunción) situado en la calle del Casino. Yo vivia en la plaza de Tirso de Molina.
Me gusta mucho la página, enhorabuena
17 junio 2015 a 14:34
Mercedes
Gracias, Lola, por tus palabras y por contarnos tu historia.
Saludos y bienvenida.
11 agosto 2016 a 19:34
juan luis
No estoy en contra de la construcción del aparcamiento en el solar, pero si en la forma de destrozar el poco patrimonio que queda en el barrio.
Durante las obras, tanto la portada y ventanales que daban a la calle de Mesón de Paredes fueron desmontadas y numeradas, lo mismo ocurrió con la puerta que se encontraba en la calle Amparo.
Pensamos, por ello, que serían restituidas en algún lugar de la nueva plaza, pero han desaparecido misteriosamente, quedando sólo el trozo de portada que comentáis, casi oculta y en un estado lamentable………
Me echo a llorar, cada vez que veo las fotos antiguas del barrio y como han desaparecido los restos de edificios tan importantes como la iglesia de las Escuelas Pías, el edificio de la Inclusa, y el colegio y convento de la calle Embajadores.
Lo peor, es que el expolio continua, como el derribo de la casa de la calle Embajadores, esquina a la calle San Cayetano, que contaba con una señorial portada de piedra y un precioso escudo………..
Así poco a poco desaparecen los pocos vestigios históricos de nuestro barrio, que o bien se han perdido para siempre, o estarán en manos de algún expoliador para su venta o disfrute personal.
11 agosto 2016 a 19:37
juan luis
Por cierto, alguien tiene alguna foto del Convento de Santa Catalina de Siena de la calle Mesón de Paredes antes de su derribo. Me ha parecido curioso que siendo derribado a principios de los años sesenta no quede documentación gráfica.
7 febrero 2020 a 08:35
José Luis González Garcia
Barbara demolición, en un lugar de los mas céntricos, se le podía haber dado otro uso, aún recuerdo jugar de chaval en su interior cuando cayó el muro de la calle Amparo de un metro de ancho pues las monjas dejaron de salir a los huertos y jardines, inútiles administradores del ayuntamiento, grave daño al patrimonio histórico.
24 marzo 2023 a 12:27
Jorge Domingo Soro
En la película LA NOVIA DE LAZARO, 2002, de Fernando Merinero, se ven planos de la plaza cuando aún se llamaba plaza de Cabestreros. Se distingue, fugazmente, la fachada del Convento que daba a la calle Mesón de Paredes, pero por su parte interior.
Me parece acertadísimo, por lo menos, mantener los restos de la puerta tal como los han dejado, es un detalle, si pones la mano sobre uno de esos sillares, estás tocando un trazo de la historia de Madrid. Claro que otros podrán pensar que podrían haberlo desmontado y mandado levantar frente a una Universidad, como hicieron con la entrada del Hospital de la Latina.
Pero a buen seguro que si esas piedras tuvieran alma, quizás preferirían quedarse recibiendo el mismo sol que cuando estaban erguidas, y oír a sus vecinos, los de antes y los de ahora, subir y bajar por la calle de Mesón de Paredes. Si tuvieran alma . . .
25 marzo 2023 a 00:16
Mercedes
Bonitas palabras, Jorge, y gracias por la información.