A Juan,
por hablarme de Luis Quintanilla, y de otras cosas.
Luis Quintanilla nació en 1893 en Santander. Su familia pertenecía a la burguesía acomodada, conservadora. Luis fue la oveja negra, decían. Fue pintor y fresquista, también dibujante y grabador; artista importante, comprometido con la República, fue activista político, socialista. Vivió la guerra y finalmente el exilio. Fue boxeador, espía…Conoció a personajes notables, escritores, pintores… seductor… su vida fue apasionante y apasionada.
En 1912, con poco más de 18 años, como tantos artistas viajó a París donde conoció a Juan Gris, aprendió y vivió el ambiente cubista. A los tres años volvió a España, donde en Madrid participó en las tertulias de moda por entonces, nuevamente a París… Tuvo relación con grandes pintores, Chagall, Modigliani… y entabló una gran amistad con Ernest Hemingway.
Su interés por la técnica del fresco y una beca de la Junta de Ampliación de Estudios en 1924 le llevaron a Italia.
Dos años después regresó y expuso en el Círculo de Bellas Artes de Madrid los bocetos que había hecho en Italia, a partir de lo cual le salieron encargos de pintura mural, entre ellos, en Madrid, los frescos del Palacio de Liria (1927).
En 1929 había ingresado en el Partido Socialista. Tuvo amistad, entre otros, con Juan Negrín y Largo Caballero.
Otros encargos que recibió fueron los frescos de la Sala de Conferencias de la Casa del Pueblo (1931), el fresco Mujeres (1931) para el antiguo Museo de Arte Moderno (1931), los del Pabellón de Gobierno de la Ciudad Universitaria (1932) y los del Monumento a Pablo Iglesias, que realizó junto con el escultor Emiliano Barral (1934-1936). De todos el de Mujeres es el único que se conserva, hoy propiedad del Museo Reina Sofía.
Llegó la guerra, que vivió en primera fila, recorrió el frente, conoció el horror, lo pintó y lo dibujó.
Sus dibujos se expusieron en plena guerra, en 1937, en el Hotel Ritz de Barcelona.
Después, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Todo esto fue un éxito para el pintor, y fue uno de los elegidos en 1938 para representar a España en la Exposición de Nueva York -como en 1937 lo había sido Pablo Picasso, cuando creó el Guernica para la Exposición de París-.
Así, por encargo del Gobierno de la República, junto a otros artistas españoles viajó a Nueva York para decorar el Pabellón de España en la Exposición Universal de 1939. Fue uno de los muchos intelectuales que trabajaron en defensa de la República, Miguel Hernández lo llamó el batallón del talento.
Pero cuando finalizó los frescos terminó la guerra, y el nuevo Gobierno del General Franco anuló la muestra, España no participó en la Exposición de Nueva York.
Los frescos se expusieron por última vez en Nueva York en 1940, creyéndose desaparecidos desde entonces.
Luis Quintanilla llegó a ser muy famoso en Nueva York, como artista y por su compromiso con la defensa de la democracia en España. Cuando llegó el momento del exilio allí se instaló, en la calle 8, con su mujer, a la que había conocido en Madrid –se habían casado en febrero de 1939- y su hijo, que nació en enero de 1940. Vivió años de bienestar, entre 1940 y 1945, en los que entre otros trabajos realizó bocetos para películas en Hollywood, como escenógrafo, retratos a personajes famosos, Gary Cooper, John dos Passos, etc. En 1946 publicó el libro Franco’s Black Spain, la España Negra de Franco, serie de 40 dibujos realizados durante la guerra.
Su vida ha sido narrada en un magnífico y emocionante documental emitido en La 2 de TVE en 2014, titulado Los otros Guernicas. En el documental, una de las intervenciones más interesantes, emotiva, y también triste, es la de su hijo Paul, que recuerda aquella época. Cuenta que su padre entonces tenía muchos amigos, disfrutaba de una vida rica en Estados Unidos, pero que “fue muy duro para él” el estar lejos de su país.
A finales de la década de los 40 la situación, la visión política americana cambió, su pintura dejó de interesar, y comenzó a escribir para poder tener ingresos.
En 1958 se marchó, abandonando a su familia. Resulta dramático escuchar a Paul Quintanilla (por entonces debía tener 18 años) hablar ahora de su padre, también triste ver su mirada : “Se fue a París para intentar revalorizar su nombre como artista, y pensamos que iba a volver, mostrar sus pinturas, venderlas… pero las cosas no funcionaron así… y mis padres se separaron”.
Luis Quintanilla vivió veinte años en París, fue una etapa en la que creó buenas pinturas pero una vez más perdió clientes y llegaron tiempos difíciles.

En su “Palomar” , el nombre que dio a su estudio en 61 Franklin D. Roosevelt Avenue en Paris. (Foto: lqart.org)
En 1976 volvió a España, ya mayor y con problemas de salud. Murió en Madrid a finales de 1978.
La sorpresa surgió en 1990 cuando aparecieron los frescos que se creían desaparecidos. Él contó que se habían perdido en una inundación, pero no era cierto. Los debió vender, nunca se sabrá qué ocurrió, ni por qué lo hizo. Aparecieron en los muros de un pasillo de un cine en Nueva York, y tras grandes esfuerzos y negociaciones fueron recuperados, los otros Guernica llegaron a Santander en febrero de 2007. Hoy se encuentran en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria. Son cinco grandes paneles titulados: Dolor, Destrucción, Huida, Soldados y Hambre, agrupados bajo el nombre genérico de Ama la paz y odia la guerra.
En 2010 en la exposición dedicada a Miguel Hernández en la Biblioteca Nacional, La sombra vencida, fueron expuestos tres de ellos, Hambre, Soldados y Dolor.
Dice Paul Quintanilla, que nació y creció en Estados Unidos : “Creo que fue una gran pérdida, si no hubiera tenido que abandonar España…”, ¡cuántos grandes frescos hubiera podido pintar!
En Madrid podemos ver algunos dibujos, propiedad de Paul, que están depositados en el Museo Reina Sofía.
En la segunda planta, en la que el Guernica de Pablo Picasso acapara casi todas las miradas, al fondo, la última sala, la 206.09, a la que quizá no todos los visitantes lleguen, está dedicada a Luis Quintanilla.
En ella se encuentran sus Dibujos de la guerra, de 1937 y la España negra, de 1938.
Y tres bellos dibujos con grafito y acuarela, de 1942-43.
Todas las obras son depósito de su hijo Paul Quintanilla.
Paul también mantiene una página web, The art and world of Luis Quintanilla, El arte y el mundo de Luis Quintanilla, hermoso homenaje a su padre.
Luis Quintanilla, que en cierto modo iba a ser el pintor de la República, fue el pintor de la guerra.
Por : Mercedes Gómez
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Bibliografía:
Gil Orrios, Ángel: “Los frescos de Luis Quintanilla sobre la guerra Civil aparecen en un cine «porno» de Nueva York”. El País, 8.11.1990, p. 35.
López Sobrado, Esther. “Sobre la pintura mural de Luis Quintanilla”. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, Tomo 58, 1992.
Los frescos de Luis Quintanilla sobre la guerra. Catálogo. Universidad de Cantabria. 2007.
Luis Quintanilla, testigo de guerra. Catálogo. Universidad de Cantabria, 2009.
9 comentarios
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9 julio 2015 a 13:35
joseluisgarcimorillo
Reblogueó esto en NUTRIDIET 27.
9 julio 2015 a 14:24
Ramón Oria
No le conocía, interesantísimas, su vida y su obra.
¡Gracias Mercedes!
9 julio 2015 a 19:05
Mercedes
¡Gracias a ti, Ramón, por tu comentario! Aunque parezca mentira, es muy desconocido, empezando por mí hasta hace poco no tenía ni idea de su historia. Si te ha parecido interesante, te recomiendo que veas el documental, es muy bueno.
9 julio 2015 a 21:25
Elena
Hola Mercedes: muchas gracias por darnos a conocer a este pintor, cuya existencia desconocía. Es muy apasionante a la vez que interesante la historia de su vida y también el legado de su obra Por supuesto que me acercaré a ver la sala 206.09 del R. Sofía. ¡Enhorabuena por este trabajo tuyo que nos abre las puertas, a los que te seguimos, a mundos e historias sugestivas y atractivas! . Un abrazo.
9 julio 2015 a 23:41
Mercedes
¡Hola Elena! gracias a ti por tu visita, en estos días tan calurosos!
Me alegro de que te haya interesado.
Un abrazo
11 julio 2015 a 18:33
Antonio Iraizoz
Gracias Mercedes. Es una historia apasionante y llena de tristeza. Un artista con mayúsculas casi desconocido. Veré el documental completo. Abrazos
11 julio 2015 a 22:14
Mercedes
Gracias a ti, Antonio. El documental es excelente, con intervenciones muy buenas, hasta Woody Allen nos habla de ese cine donde aparecieron los frescos. Sin embargo los alumnos de la Universidad no le conocen… Ya me dirás qué te ha parecido.
Abrazos
8 mayo 2016 a 18:15
Alfonso
Me gustaría saber si alguien tiene conocimiento de entre 1948-1978 Luis Quintanilla pintaba y daba clases en Madrid en la calle La Ronda de Valencia .
25 enero 2018 a 20:21
Francisco Rodríguez
No, Quintanilla estaba en América por entonces. Hasta 1958, alcoholizado por el ajenjo, no abandonó a su familia para irse a París con el dinero que estafó a la familia de su mujer. Nunca más les volvió a ver. De su vida, suma de consecutivos desastres y mentiras enfermizas, no se ha estudiado su periodo como responsable de la checa del Cuartel de la Montaña; de los secuestros que practicaba para utilizar a madres como rehenes hasta que los hijos perseguidos se entregaban o de las torturas despaciosas a las que se dio para acabar, entre muchos, con un joven estudiante de Filosofía con el que se había enfrentado en un bar unos meses antes. Muy simpático, Quintanilla.