La madrugada del día 20 de mayo del año 2004 tuvo lugar un robo sorprendente. Dos hombres entraron en la Capilla del Hospital del Niño Jesús en la madrileña avenida de Menéndez Pelayo frente al Retiro, descolgaron uno de los cuadros que adornaban sus paredes y lo robaron. Los ladrones no se entretuvieron en quitar los clavos que unían el lienzo al bastidor, lo cortaron, dañándolo gravemente y enrollado se lo llevaron. Se trataba de una valiosa pintura, la Resurrección de Santa Leocadia.
El Hospital del Niño Jesús fue fundado por doña María del Carmen Hernández y Espinosa (nacida en Motril, Granada, en 1828), recordada como duquesa de Santoña por su segundo matrimonio con don Juan Manzanedo, duque de Santoña y marqués de Manzanedo, hombre de gran fortuna, y por su lujoso palacio en la calle de las Huertas, el Palacio de Santoña, hoy propiedad de la Cámara de Comercio.
El hospital y su iglesia fueron construidos según proyecto de 1879 del cotizado arquitecto Francisco Jareño, que ya había levantado la Biblioteca y Museo Arqueológico Nacionales y el Instituto de Enseñanza Secundaria Cervantes.
De estilo neomudéjar, según la moda dominante en aquellos años finales del siglo XIX, la iglesia en su fachada está adornada con esculturas y bellos detalles.
La iglesia en su interior, con su única nave, es sin embargo neogótica, muy sencilla, pero con obras de gran valor artístico. Óleos sobre lienzo, óleos sobre metal en el púlpito del templo, las vidrieras, obra de 1881 de la Casa Mayer y un extraordinario viacrucis.
La duquesa era poseedora de una gran riqueza; a pesar de ello murió en 1894, a los 66 años, en Madrid, sola y arruinada, ella misma afectada por una historia azarosa. Pero era dueña de un gran patrimonio artístico, en el que destacaba su colección de pintura, que legó al Hospital.
La Colección estaba formada sobre todo por obras de temática religiosa del siglo XVII, principalmente del barroco madrileño. En la actualidad el Hospital, Bien de Interés Cultural desde 1995, cuenta con más de ciento cincuenta obras de arte de gran valor.
En 1992 comenzó la restauración de algunas pinturas, entre ellas el Descanso en la huida de Egipto y la Huida de Egipto de Antonio Castrejón que hoy día podemos admirar en uno de los muros en el interior del hospital.
Otras obras restauradas fueron Caballero orante y Caballero de Santiago (anónimos, también del XVII) ubicadas en el Coro del templo, y Jesús ante Caifás, situada a la derecha del Altar Mayor.
La propia Santa Leocadia, atribuida a Juan de Roelas, fue restaurada por primera vez en 1997.
Juan de Roelas fue un pintor sevillano, al menos durante mucho tiempo se ha considerado que nació en Sevilla (debido a que así lo afirmó Ceán Bermúdez) aunque de padres flamencos; ahora se cree que pudo nacer en Flandes hacia 1570, según investigación de Mª Antonia Fernández del Hoyo. En cualquier caso trabajó en Sevilla, Valladolid y Madrid.
Está documentada su estancia en Valladolid entre 1.598 y 1.603 de donde pasó a estar bajo la protección del Conde Duque de Olivares, en el pueblo de Olivares, cerca de Sevilla.
En 1614 se había convertido en clérigo y fue nombrado Capellán real. Por esto se trasladó a Madrid, con el objetivo de lograr un puesto de pintor en la Corte. Estuvo en la Villa entre 1616 y 1619, periodo en el que se cree pintó esta Resurrección de Santa Leocadia. Al no conseguir sus propósitos de convertirse en pintor del rey volvió a Olivares y desempeñó su labor religiosa como canónigo en la Colegiata. Murió en su ciudad en 1625.
Al parecer la obra le fue encargada por don Antonio de Loaisa, que vivía en Granada, pero se cree que debió de ser pintada en su etapa madrileña por dos motivos: el tema característico de la advocación toledana y su procedencia de la colección de la Duquesa de Santoña. Probablemente fue un encargo de alguna iglesia de Toledo:
Santa Leocadia resucita milagrosamente de su sepulcro en el mismo instante en que San Ildefonso corta con la daga del Rey Recesvinto un trozo de su mortaja, que el pintor imagina como un velo transparente. Alrededor de un espacio de arquitectura religiosa asisten atónitos al prodigio el pueblo de Toledo.
Tras el robo gracias a la existencia de una cámara la policía pudo localizar a los ladrones y pocos días después la pintura fue recuperada. El lienzo se encontraba en muy malas condiciones, con cortes, desgarros y dobleces que provocaron pérdida de capas de pintura. Se procedió a una delicada y minuciosa restauración.
En los comienzos del año 2006 fue expuesto en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en la exposición Huellas. Actuaciones de la Comunidad de Madrid en el Patrimonio Histórico, llena de maravillas entre las que pudimos contemplar el cuadro de Roelas.
En la actualidad felizmente podemos verla en su lugar de siempre, en la iglesia del Hospital del Niño Jesús, a la izquierda del Altar Mayor.
Por : Mercedes Gómez
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Bibliografía:
FERNÁNDEZ DEL HOYO, Mª Antonia. “Juan de Roelas, pintor flamenco”. Boletín del Museo Nacional de Escultura, nº 4, 2000, págs.. 25-28.
Diario El Mundo. 7 junio 2004; 8 junio 2004.
Catálogo Huellas. Actuaciones de la Comunidad de Madrid en el Patrimonio Histórico. Comunidad de Madrid, 2006.
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