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No son muchos los ejemplos de arquitectura industrial que se conservan en la ciudad de Madrid, y menos en el barrio de Salamanca. Esas construcciones, protagonistas de la historia de las ciudades y de la vida de sus habitantes, han ido desapareciendo. Entre las elegantes calles de Goya, Castelló y Jorge Juan algunos recuerdos de ese pasado, pocos, subsisten discretamente.

El barrio de Salamanca fue proyectado en 1860 por Carlos María de Castro dentro del proyecto de Ensanche de Madrid. Junto a palacios y casas destinadas a viviendas se construyeron otros edificios o locales de tipo industrial, más de lo que podemos imaginar hoy día: el de Salamanca, como los demás distritos, necesitaba una serie de servicios para su vida cotidiana. Llama la atención que en 1950 había 80 industrias en el distrito de Salamanca, el 13,7% del total de Madrid, solo superado por las de Centro (99) y Arganzuela (95); el cuarto puesto lo ocupaba Chamberí (75).

En el nº 18 de la calle Castelló, en el interior de la manzana, casi se esconde una antigua nave de la Fábrica de Platería Espuñes, de Gonzalo Aguado (1905-10), una nave de ladrillo, único recuerdo de la antigua fábrica que se construyó a finales del siglo XIX. Hoy, perfectamente rehabilitada, es sede de la Fundación Botín.

Fundación Botín

En la misma calle, casi enfrente, en el nº 21, entre 1924 y 1925 Antonio Palacios construyó la antigua Subestación Eléctrica de la Compañía Metropolitana, una de las subestaciones eléctricas creadas para el Metro, la del barrio de Salamanca –otra fue la del barrio de Chamberí–.

Subestación eléctrica Metro de Madrid

Muy cerca, en la calle Jorge Juan 48, hay otro edificio interesante, antiguo parque de limpiezas municipal, que hoy pertenece al área de Medio Ambiente del Ayuntamiento. Debió de ser construido en las primeras décadas del siglo XX (por los planos, hacia 1900 parece que aún no existía).

Antiguo parque municipal de limpiezas

Es muy sencillo, pero con detalles decorativos. Además del antiguo escudo de Madrid en el exterior, en el interior destacan sus bonitos zócalos de cerámica, suelos hidráulicos y barandillas de hierro.

En este paseo industrial merece la pena que visitemos otro edificio cercano, en la calle Goya 52 con vuelta a General Pardiñas 14. Esta es una buena ocasión para recordar el abandono que sufre el conjunto del Antiguo Dispensario Antituberculoso, construido entre los años 1926 y 1928 por el arquitecto Amós Salvador Carreras, y pedir una vez más su rehabilitación.

Cubierto por una lona verde desde hace años, está abandonado a su suerte. Su arquitectura racionalista es un tanto industrial. Propiedad de la Comunidad de Madrid, sigue a la espera de recibir atención y cuidado –a lo que por cierto están, estamos obligados todos los propietarios de edificios o locales en Madrid–, cada día más deteriorado.

A sus espaldas, en la calle General Pardiñas, están los primeros pabellones neomudéjares del antiguo dispensario, y su jardín.

Recordamos estos escasos ejemplos de la historia del barrio de Salamanca a propósito de la reciente y lamentable desaparición de un edificio singular, la primera estación telefónica, la más antigua que se conservaba en España, en la calle Hermosilla 47, esquina Núñez de Balboa.

Fue construida en 1916. El arquitecto fue Enrique Martí Perla.

Foto: Ragel (1926) Fundación Telefónica.

Foto: Alfonso (1926) Fundación Telefónica.

Había sufrido reformas, perdido decoración exterior y ya no estaba en uso debido a los cambios tecnológicos, pero la construcción continuaba en pie hasta hace pocas semanas. Su interesante historia se puede conocer con detalle en el blog Historia de la Telefonía, aquí.

Julio, 2022

Julio, 2022

Ya no queda nada.

Noviembre, 2022

Por: Mercedes Gómez

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Bibliografía:

COAM. Guía de Arquitectura. Madrid, 2003.
Carlos J. Pardo Abad. Vaciado industrial y nuevo paisaje urbano en Madrid. Ed. La Librería, Madrid, 2004.
Fundación Botín

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Continuamos conociendo las colonias de hoteles unifamiliares y viviendas colectivas construidas en Madrid gracias a las leyes de Casas Baratas que se promulgaron en España –la primera en 1907– con el fin de asegurar unas mínimas condiciones de higiene, fomentar el crédito a la construcción, etc. en épocas difíciles.

La 2ª Ley de Casas Baratas en 1921 promovía la formación de cooperativas y surgieron una serie de ellas para la construcción de viviendas a determinados colectivos, militares, funcionarios, ferroviarios, carteros, etc.

Hace tiempo, hablando de las Colonias históricas madrileñas tuvimos ocasión de conocer la hoy llamada Colonia Martí, construida en 1927 para la Cooperativa de Funcionarios del Estado, Provincia y Municipio por Eduardo Ferrés y Puig, según la Guía de Arquitectura de Madrid del Colegio de Arquitectos.

La Real Institución Cooperativa para Funcionarios del Estado, Provincia y Municipio, sección de viviendas, construyó una serie de colonias en Madrid en las que intervinieron varios arquitectos y empresas constructoras.

Según un folleto editado por la propia Real Institución Cooperativa: los Hoteles Cruz del Rayo, entre las calles López de Hoyos y Camino Viejo de Chamartín, los Hoteles de la Colonia Manzanares (Fuente de la Teja) y las Casas colectivas de las calles Padilla y Alcántara fueron obra del arquitecto Eduardo Ferrés Puig.

Por otra parte, los Hoteles y Casas colectivas situados en las calles de Montesa, Juan Bravo, Alcántara, Padilla, Lista, Agustina de Aragón, Pasaje de Montesa y Paseo de Ronda fueron construidos por José Gómez Mesa.

Francisco Silvela, 1930 (Imágenes del Madrid Antiguo, Ed. La Librería)

Dentro de los límites del Ensanche, junto al Paseo de Ronda que vemos en la primera foto –actual calle de Francisco Silvela– se crearon dos pasajes, o calles en el interior de una manzana, alrededor de los cuales se construirían las viviendas. Son las actuales calles de Martí y de Agustina de Aragón.

Plano de Madrid, 1929 (Geoportal)

Sabemos por la prensa de la época que «el grupo de casas baratas de la calle de Montesa, con esquina al paseo de Ronda» fue inaugurado en diciembre de 1927, con la asistencia del Rey Alfonso XIII, el Jefe del Gobierno, ministros y numerosas autoridades y personalidades. También asistieron «el ingeniero director Sr. Peña Boeuf y el arquitecto de la Cooperativa Sr. Gómez Mesa». El rey fue entregando las llaves a los propietarios de los trece hoteles inaugurados ese día.

Paseo de Ronda, 1918-1936. Postal Archivo Regional Comunidad de Madrid.

Para entonces ya estaban construidos treinta y ocho. Las obras habían comenzado en febrero de ese año 27, sobre solares propiedad de la marquesa viuda de Aldama, a la espera de la construcción de nuevos hoteles hasta llegar a la cifra de cuarenta y nueve. Serán de varios tipos, algunos con torreón y otros con fachadas enlazadas.

La marquesa de Aldama, recordemos, era también la propietaria de parte de los terrenos sobre los que se construyó la iglesia de Nuestra Señora de Covadonga, en la cercana plaza de Manuel Becerra.

De las doscientas viviendas proyectadas se construyeron muy pocas, y menos se conservan: cuatro bloques en la calle Martí, como decíamos hoy conocidos como Colonia Martí. Se trata de viviendas con planta baja y tres alturas (palazzinas, según el término utilizado por Alfonso Pereira, una construcción intermedia entre el hotel unifamiliar y el bloque de viviendas).

Casa Pasaje Montesa, fachada.

 

Colonia calle Martí

Y otro, el quinto, en Agustina de Aragón, un bloque superviviente en medio de la manzana.

Casa calle Agustina de Aragón

 

En ambos casos se utilizó un estilo historicista, con elementos y adornos clásicos, como arcos, frontones, etc.

El precio de construcción de estas edificaciones para funcionarios de nivel económico medio y medio-bajo oscilaba entre las 8.000 y 49.000 pesetas, dependiendo del terreno y emplazamiento (las mencionadas colonias de Fuente de la Teja, Chamartín, o esta en el Paseo de Ronda). Estaban exentas de impuestos durante quince o treinta años, según las cantidades amortizadas, acogidas a la Ley de Casas Baratas que apoyaba las cooperativas.

Por: Mercedes Gómez

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Bibliografía:

Folleto Real Institución Cooperativa para Funcionarios del Estado, Provincia y Municipio, sección de Viviendas. Madrid.
La Nación, 14 dic 1927; El Liberal 15 dic 1927.
PEREIRA, Alfonso. «Grupo de viviendas para funcionarios en Montesa/Padilla», Un siglo de vivienda social 1903-2003. (Vol. 1). Ed. Nerea. Madrid, 2003.
COAM. Guía de Arquitectura. Madrid 2003.

La iglesia franciscana de San Antonio fue proyectada por el arquitecto Bernardo Giner de los Ríos en 1927, en la esquina de la calle Duque de Sesto con Lope de Rueda.

Revista Arquitectura, 1927 (BNE)

Bernardo Giner de los Ríos nació en Madrid en 1888 y murió en el exilio, en México, en 1970. Era sobrino de Francisco Giner, fundador de la Institución Libre de Enseñanza; allí cursó Bernardo sus estudios de primaria. Luego estudió ingeniería y arquitectura. Además fue político; durante la 2ª República fue diputado y ministro en varias ocasiones.

Como arquitecto municipal desde 1916 a 1936 trabajó en la Sección de Construcciones y Propiedades del Ayuntamiento de Madrid; en 1928 fue nombrado Jefe de Construcciones Escolares. Como responsable de este área, entre 1931 y 1934 edificó varias escuelas, en esos momentos muy necesarias. Trabajó junto a Antonio Flórez Urdapilleta, que había creado los Pabellones de la Residencia de Estudiantes y algunos centros escolares inspirados en la ILE.

Por todo esto, Bernardo Giner es más conocido por los colegios que construyó, algunos se conservan, pero no fue lo único que creó, su huella es notable en Madrid. Participó en algunas reformas como la de las Antiguas Escuelas Aguirre. En arquitectura residencial se le atribuye la construcción de la casa palacio en Padilla 38 (1925) en la que vivió Juan Ramón Jiménez; en 1926 levantó un edificio de oficinas y comercios en la calle Almirante 1. Además de otros edificios que no se conservan, como la iglesia de San Antonio.

La nueva iglesia de San Antonio de Padua –y residencia de los Padres Franciscanos– fue inaugurada en agosto de 1927.

El templo era de una sola nave, con cinco tramos; el ábside, circular en su interior, tenía cinco ventanales con vidrieras policromadas que narraban las vidas de San Francisco y San Antonio.

La torre, adosada a la nave, llevaba a la escalera general de la Residencia y daba paso al coro y a la azotea.

El conjunto, que podría considerarse de estilo neomudéjar, dentro de una gran sencillez, era de ladrillo, menos el zócalo, que era de piedra.

La residencia tenía tres plantas (habitaciones, biblioteca, etc.)

Como parroquia fue erigida canónicamente en 1966.

El conjunto fue derribado en 1975 y en el mismo lugar se construyó el actual templo y nuevo convento, de seis plantas, obra del arquitecto José Manuel Marañón Richi, inaugurado en 1977.

Calle Duque de Sesto 9, esquina Lope de Rueda.

Hoy día es la Parroquia San Antonio del Retiro. Lo cierto es que se encuentra muy cerca del Parque del Retiro, pero pertenece al barrio de Goya, distrito de Salamanca.

La iglesia es también de una sola nave, en ligera pendiente, ocupada por varias filas de bancos convergentes en el ábside circular. Fue construida, como otras en esos años, siguiendo las directrices del Concilio Vaticano II, que pedían la celebración de actos comunitarios, con participación activa de los fieles. Las misas ya no eran en latín ni de espaldas a los asistentes.

Destaca la vidriera de Carlos Muñoz de Pablos.

De la primera iglesia únicamente se conserva una pequeña imagen de la Virgen del Pilar, ubicada en una capilla lateral a los pies del templo.

Por: Mercedes Gómez

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Bibliografía:

“Iglesia de San Antonio”, Arquitectura, nº 101, Madrid, 1927.
COAM. Guía de Arquitectura, Madrid, 2003.
Fiesta patronal y bodas de oro de la parroquia San Antonio del Retiro, Archidiócesis de Madrid, 2016.

 

 

 

Son muchos los arquitectos que a lo largo de los siglos han trabajado para el Ayuntamiento de Madrid, hemos hablado de algunos de ellos; recientemente de Luis Bellido, a propósito de la exposición en el Centro Cultural Conde Duque. Algunos han sido muy importantes para la configuración de la Villa, como Pedro de Ribera, Ventura Rodríguez, etc., pero hay muchos otros, cuya labor es menos conocida y su obra menos influyente en la imagen de la ciudad, pero que trabajaron durante muchos años para Madrid, que también dejaron sus huellas y merecen nuestra atención. Como Felipe Trigo Seco de Herrera (1892- Madrid, 1951).

Felipe Trigo obtuvo el título de arquitectura en 1920. En 1924, tras la marcha de Emilio Vargas, fue nombrado arquitecto de la Compañía Madrileña de Urbanización (C.M.U.), fundadora de la Ciudad Lineal; junto a Agustín Enrile y José González Edo, fueron los nuevos arquitectos y nuevos funcionarios de la C.M.U.

En 1932 se presentó –junto a otros diecisiete arquitectos– a un concurso para una plaza en la Sección de Construcciones y Propiedades del Ayuntamiento de Madrid, la cual ganó, convirtiéndose desde entonces en arquitecto municipal. Trabajó en esa sección junto a Adolfo Blanco Pérez del Camino, Francisco García Nava, Bernardo Giner de los Ríos y Francisco Javier Ferrero.

En 1939 proyectó la segunda reforma de la Casa de Cisneros –la primera, recordemos, fue obra de Luis Bellido en 1909–. En esta ocasión se reformó el interior de las salas de recepción en la segunda planta con el fin de embellecerlas.

Salón de Fiestas, Casa de Cisneros, 1951 Foto: en “Casa de la Villa de Madrid” (*)

En 1984-86 el arquitecto Joaquín Roldán llevó a cabo una nueva rehabilitación de la zona del alcalde y los salones. En el Salón de Fiestas se conserva no solo el gran tapiz Tideo y Polinices (siglo XV), el más antiguo de la colección, sino también, como se aprecia en las fotografías, algunos cuadros colocados en el mismo lugar y las lámparas, manteniendo en gran medida la decoración que diseñó Felipe Trigo.

Salón de Fiestas, Casa de Cisneros, 2019

En los años 40 Trigo fue Jefe de la mencionada Sección de Construcciones, época en la que trabajó en varias promociones de viviendas municipales. Sucesor de José Lorite como director del Patronato Municipal de Vivienda, después de la guerra reconstruyó las colonias que su antecesor había proyectado entre 1928 y 1931: la hoy conocida como Colonia Moscardó y las Colonias municipales de casas ultrabaratas y baratas Salud y Ahorro, en el distrito de Usera, y la 1ª fase de la Colonia Cerro Bermejo en el distrito de Latina.

En el Archivo de Villa se conservan varios planos firmados por el arquitecto, en algún caso como director del mencionado Patronato Municipal de Vivienda.

Proyecto de viviendas económicas en la Colonia «General Moscardó» (plano GM-7), 1945. (Archivo digital memoriademadrid)

Felipe Trigo compaginó su actividad profesional con su afición a la pintura, llegando a ser un acuarelista apreciado; en 1945 fue el primer vicepresidente de la Agrupación española de acuarelistas que se había constituido como resultado de las reuniones que tuvieron lugar en el famoso café El gato negro, en la calle del Príncipe.

También fue Secretario del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

En 1949 proyectó el Grupo de Viviendas protegidas Florestán Aguilar para funcionarios municipales, construido entre 1949 y 1950 por Adolfo Blanco Pérez. Los bloques de la colonia se sitúan en la calle Cartagena nº 2 y calle de Florestán Aguilar 1-13, con vuelta a Doctor Gómez Ulla.

Sería su última obra.

Calle de Florestán Aguilar

Repentinamente, a la edad de 58 años, el 22 de enero de 1951, tal como reflejó la prensa, el arquitecto municipal y acuarelista Felipe Trigo murió, en plena madurez y actividad profesional.

El proyecto consistía en la construcción de 116 viviendas, englobado en el Plan Municipal de viviendas del Ayuntamiento del alcalde José Moreno Torres, conde de Santa Marta de Babío, que fue ingeniero además de político.

La colonia fue un gran proyecto urbano creado junto al paseo de ronda –hoy calle de Francisco Silvela–, límite del Ensanche de Madrid.

En el Boletín del Ayuntamiento de Madrid de 2 de abril de 1951 se publicó, hablando de la construcción de colonias para la solución del problema de la vivienda modesta, que se habían construido viviendas de clase media con fines además urbanísticos en la calle de Florestán Aguilar, donde también en cuanto al tema benéfico-sanitario se creó un Centro Asistencial inaugurado el mes anterior.

Se lee con dificultad, pero se conservan las marcas del antiguo letrero:

CENTRO MUNICIPAL

ASISTENCIAL

PROTECCIÓN CIVIL?

Se conserva también el escudo de Madrid con el dragón, el oso y el madroño y la corona cívica –en vigor hasta 1967–.

Ese mismo año de 1951, entre la plaza de Manuel Becerra y la colonia, en junio se inauguraron los Jardines Eva Duarte de Perón.

En cuanto a su faceta de acuarelista, el Museo de Historia guarda cinco vistas de Madrid, la serie Rincones de Madrid (1934-42). Pertenecen al conjunto de veinte obras expuesto en la exposición Rincones de Madrid, presentada por el arquitecto en la Casa de Cisneros en 1944; el Ayuntamiento compró estas cinco obras, tres de ellas de la Iglesia de San Sebastián y dos de Calles de Madrid.

F. Trigo. “Calle de Madrid”, h. 1942. Acuarela sobre papel pegado a cartón (30 x 21,5 cm).

Como reconocimiento a su labor en la consecución de los Salones de la acuarela –el primer Salón tuvo lugar en 1946–, se instituyó el premio patrocinado por el Ayuntamiento de Madrid que lleva su nombre, la Medalla Felipe Trigo.

Por: Mercedes Gómez

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Bibliografía:

Diario ABC, 23 enero 1951.
VARELA, Eulogio. Casa de la Villa de Madrid. Madrid 1951. Fotografías (*) : Casariego, Moreno y Muro.
VILARROIG, Pedro. “Los Salones de Estampas de Madrid y la Medalla Felipe Trigo”. Revista Villa de Madrid, nº 53, 1976.
COAM. Guía de Arquitectura. Madrid 2003.
JIMÉNEZ DE TEJADA, César.; HURTADO DE MENDOZA, María. “Un juego perverso: viviendas municipales Florestán Aguilar”, en Un siglo de vivienda social 1903-2003. (Vol. 1). Ed. Nerea. Madrid, 2003.
Museo de Historia. Dibujos en el Museo de Historia de Madrid. Madrid, 2011.

 

Después de la Colonia Iturbe 1 y la Colonia Iturbe 2, en 1927, una nueva Colonia Cooperativa de Casas Baratas y Económicas, la Iturbe 3, fue proyectada por el mismo arquitecto, Enrique Pfitz, para la «Propiedad Cooperativa» dirigida por Gregorio Iturbe.

En esta ocasión abandonamos el barrio de la Fuente del Berro para trasladarnos al de la Guindalera, dentro del mismo distrito de Salamanca.

(Plano Colonia Iturbe 3, COAM)

Los nuevos hoteles se construyeron entre la avenida de los Toreros y la calle Rafaela Bonilla; las obras se desarrollaron entre 1929 y 1931.

Entrada Colonia Iturbe 3. Av. de los Toreros

En esta promoción se construyeron menos viviendas unifamiliares que en las dos anteriores, pero tenían más metros cuadrados, más de cien, lo cual no ocurría en las colonias I y II, aunque las características eran muy similares.

Hoy día, igual que en la Fuente del Berro, la revalorizada colonia de la Guindalera ha sido muy alterada en cuanto a fachadas, revocos, huecos, decoraciones, etc.

Pero también igualmente conserva todo su encanto.

Por: Mercedes Gómez

 

La Cárcel de mujeres de Ventas fue creada en 1931, dentro de un nuevo proyecto penalista de la Segunda República, concebida originariamente como «Prisión Modelo» por Victoria Kent, en esos momentos Directora General de Prisiones. Después de la guerra el nuevo régimen la convirtió en todo lo contrario: una cárcel en la que mujeres y niños vivieron en las peores condiciones imaginables. Toda su historia, testimonios de lo que fue y significó, fotografías, etc. se pueden conocer visitando la magnífica página creada por el Ayuntamiento de Madrid en 2017: La Cárcel de Ventas

Cárcel de Ventas (foto carceldeventas.madrid.es)

La prisión se vació de reclusas en el verano de 1969 y pocos años después, en 1972, se empezó a demoler el edificio construido por Manuel Sainz de Vicuña Camino en estilo racionalista.

En el solar se levanta hoy un complejo de viviendas y un parque municipal, zona verde emplazada entre los números 27 y 29 de la calle de Rufino Blanco con vuelta a la calle de Ramón de Aguinaga, en el barrio de la Fuente del Berro, distrito de Salamanca.

Antigua Cárcel de Ventas y edificio actual. Montaje carceldeventas.madrid.es

En 1978 se terminó de construir el complejo de viviendas, llamado «Parque Residencial Isabel II».

El parque, de más de 800 metros cuadrados, tiene su propia historia.

Los jardines se llamaron de Isabel II, como el conjunto residencial en el que se encuentran. El parque era de titularidad pública desde 1996, pues había sido cedido al Ayuntamiento al convertir la parcela de la antigua cárcel, pero durante años estuvo cerrado debido a que una parte de los residentes de estas viviendas se oponían, tras haber disfrutado durante años de los jardines de forma privada.

Por fin, después de casi diez años de reclamaciones y pleitos, en el mes de mayo de 2005 fueron abiertos al público. Aunque el conflicto entre la Junta Municipal de Salamanca y los vecinos del inmueble, que cerraban el jardín con candado, continuaron. En enero de 2007 los juzgados resolvieron a favor del Ayuntamiento.

Jardines Isabel II (Foto: año 2013)

Hace unos tres años el jardín fue reformado, transformado completamente.

(Foto: junio 2020)

Con zonas infantiles y de gimnasia, flores, bancos, una decorativa pérgola que además proporciona sombra…

Todo organizado alrededor de la zona estancial circular con un olivo en el centro.

Desde junio de 2018, en que por mayoría el Pleno municipal aprobó la propuesta, recibe el nombre de Jardines de Las Mujeres de Ventas.

No hay ninguna referencia expresa a la cárcel, sí un bonito recuerdo a ellas, a las mujeres de Ventas. Hoy día son unos jardines muy acogedores, frecuentados por los vecinos del barrio.

Por: Mercedes Gómez

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madridiario, 6 mayo 2005.

El Distrito. Salamanca y Retiro, enero 2007.

Hace casi nueve años que publiqué el artículo contando la historia del antiguo Dispensario de la calle Goya.

El edificio racionalista, construido entre los años 1926 y 1928 por el arquitecto Amós Salvador Carreras, era el Antiguo Dispensario Antituberculoso. Pero su historia y la del solar resultó ser mucho más antigua, se remontaba al menos a los años finales del siglo XIX, como vimos. Tenía doble entrada, por la calle de Goya 52, y por la del General Pardiñas, por donde se accedía al jardín y a los antiguos pabellones con elementos de estilo neomudéjar, que continúan existiendo tras un muro y una verja, en el actual nº 14 de dicha calle.

Contaba entonces que el edificio figuraba en la lista de inmuebles propiedad de la Comunidad de Madrid que iban a ser rehabilitados, en este caso para centro de salud.

Han pasado los años y el conjunto continúa sin ser restaurado ni rehabilitado. Hace tiempo, no recuerdo cuánto, una lona de obra fue colocada en la fachada de la calle Goya.

Recientemente he recibido un correo de un lector del blog hablándome del Dispensario. Se trata de una persona que vivió en el barrio hace unos años y que guarda un buen recuerdo y cariño por el conjunto, lo visita a menudo y se interesa por sus avatares. De vez en cuando habla con los vecinos de la zona que siguen el día a día y conocen la situación.

Me cuenta que al parecer existe el proyecto de construir un nuevo edificio de viviendas en la calle del General Pardiñas 14, ocupando una parte del jardín, a partir del lugar donde está la tapia entre las medianerías de los edificios colindantes. El espacio sería cedido por la Comunidad de Madrid; a cambio la Consejería de Sanidad utilizaría dos plantas de la nueva construcción, según parece para un Centro de Atención Primaria.

No podemos asegurar que todo esto sea cierto. En cualquier caso hay que recordar que según el Plan General de Ordenación Urbana del Ayuntamiento de Madrid la parcela y sus edificios continúan ostentando la calificación de equipamiento básico, con uso específico de equipamiento de salud, no residencial.

Pero si el proyecto fuera cierto, teniendo en cuenta que además de equipamiento básico se trata de patrimonio público, con valor histórico y artístico, nos preguntamos:

¿Qué pasa con las edificaciones que llevan años esperando cuidados? ¿El antiguo dispensario racionalista de los años 20 será por fin restaurado…? ¿No son suficientes para instalar un centro de salud bien acondicionado como desde hace unos años estaba previsto?

Si se llevara a cabo ese supuesto proyecto, el antiguo y bonito pabellón neomudéjar ¿quedaría oculto en el patio resultante tras el nuevo edificio?

Sería deseable que las construcciones del antiguo Dispensario y su Jardín fueran recuperados y el pabellón neomudéjar, que forma parte de la historia de Madrid y la del distrito de Salamanca, quedara a la vista de todos.

Esperamos poder recabar noticias más claras. Cualquier información será bienvenida. Gracias.

Por: Mercedes Gómez

 

Volvemos a la calle del Marqués de Villamejor donde hace poco visitamos las viviendas para el conde de Artaza construidas en 1909 por Cesáreo Iradier.

Antes recordemos que el barrio de Salamanca, destinado a la burguesía y clases más acomodadas, fue proyectado en 1860 por Carlos María de Castro dentro del plan de Ensanche de Madrid. Hacia 1866 estaba trazado pero apenas había comenzado su construcción; ya existían las primeras manzanas junto a la Puerta de Alcalá y la calle de Serrano pero poco más.

La breve calle del Marqués de Villamejor se abrió unos años después, desde el paseo de la Castellana hasta la calle de Serrano. El nombre fue asignado por acuerdo municipal en julio de 1901. Sus solares, entonces ya rodeados de algunos palacios y palacetes, se destinaron a la construcción de lujosos edificios de viviendas de alquiler.

La acera de los impares de la calle Marqués de Villamejor, números 1 al 7, tiene el sello de Antonio Palacios.

El edificio más antiguo, levantado hacia 1880, es el actual nº 7, con vuelta a Serrano. Eran las viviendas para don Luis Harguindey, reformadas y ampliadas por Palacios en 1903; fue una de las primeras obras del gran arquitecto. Actualmente está otra vez en obras y por lo que se puede observar del edificio de principios del siglo XX únicamente debe quedar la fachada.

Calle Marqués de Villamejor 7, c/v Serrano.

En 1906 Antonio Palacios y Joaquín Otamendi construyeron otro edificio de viviendas, en esta ocasión para don Tomás Rodríguez. Es el actual nº 3.

Calle Marqués de Villamejor, 3

Tengamos en cuenta que para entonces Palacios y Otamendi ya habían proyectado el Palacio de Comunicaciones en Cibeles.

El portal es majestuoso.

Muestra una decoración de inspiración modernista.

En él se observa el maravilloso uso de las artes decorativas que Palacios y Otamendi harían en toda su obra. El hierro, la escultura, la vidriera, en este caso obra de la casa La Vidriera Artística.

Los detalles inspirados en el arte clasicista conviven con el modernismo del momento.

Los mármoles de la escalera, el pavimento de dibujo geométrico, las lámparas… cada elemento que podamos observar es bello y de calidad.

En el solar que existía entre este edificio y el anterior, el que hace esquina con Serrano, en 1925 se construyó el «Garaje Villamejor», del arquitecto Mariano Aznárez Torán, hoy sede de una Escuela de Finanzas. Según la Guía de Arquitectura del Colegio de Arquitectos de Madrid la relación que se observa con la obra de Palacios, autor de los edificios de esta acera como hemos visto, “permiten suponer su intervención en alguna traza previa que desarrollaría como proyecto Aznárez Torán”.

Calle Marqués de Villamejor, 5

Finalmente, en 1914 Antonio Palacios proyectó el edificio en el solar en la esquina con el paseo de la Castellana, actual nº 1, las viviendas para doña Luisa Rodríguez.

Calle Marqués de Villamejor 1, c/v Castellana, 28.

Palacios diseñó este edificio en la esquina de ambas vías rematado por un espectacular torreón, y un patio circular en el interior. En 2003 fue rehabilitado para ser ocupado por oficinas; no solo se modificó su interior sino que, con la construcción de una especie de castillete sobre el patio, se modificó también su aspecto exterior.

Por Mercedes Gómez

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Bibliografía:

COAM. Guía de Arquitectura. Madrid, 2003.

VVAA. Antonio Palacios. Constructor de Madrid. Catálogo Exposición Círculo de Bellas Artes, nov.2001-ene.2002.

 

La calle de Peñascales, en el actual barrio de la Fuente del Berro, distrito de Salamanca, es un ejemplo de calle nacida siguiendo los accidentes del terreno, en este caso un antiguo camino, el Camino de la Fuente del Berro.

A finales del siglo XIX el camino bajaba desde la plaza de toros –actualmente en su lugar se encuentra el Palacio de los Deportes–, cruzaba la ronda o foso del Ensanche –hoy calle del Doctor Esquerdo– y llegaba hasta la Quinta de la Fuente del Berro.

Plano de F. Cañada (h. 1900)

Junto al Camino, antes de llegar a la Quinta, se encontraba la Fábrica de Relojes de J. G. Girod que había sido fundada en 1860.

Nuevo Mundo, 1910 (Ayuntamiento de Madrid)

La Casa Girod era una de las industrias más importantes de Madrid. Sin embargo la barriada en la que se hallaba la fábrica no disfrutaba de buenas condiciones pues aún se encontraba sin urbanizar como se aprecia en la fotografía.

La empresa de Jorge Guillermo Girod construía relojes elegantísimos de alta precisión que ya se anunciaban en la prensa de comienzos de siglo, relojes de pared para viviendas o despachos, en los que trabajaban además de técnicos relojeros los mejores artistas ebanistas, y relojes de torre.

Uno de los relojes más famosos de la prestigiosa fábrica Girod que se conservan es el de la Casa Encendida, que fue la segunda sucursal de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid. El reloj de la torre fue sustituido por uno moderno pero la maquinaria original restaurada se guarda en una vitrina y se puede admirar en uno de los descansillos de la escalera que lleva a la azotea.

La sede central estaba en la calle Postas y tenían sucursal en Barcelona y en Suiza, desde donde se importaban relojes.

Nuevo Mundo, 1910 (Ayuntamiento de Madrid)

Allí donde estaba la fábrica, al norte del Camino, tal como vemos en los planos de la época, se creó el barrio del Porvenir del Artesano.

El Porvenir del Artesano era una Sociedad cooperativa que a finales de 1879 había adquirido terrenos cerca de la Fuente del Berro para la construcción de casas para obreros. Se construirían aproximadamente cincuenta viviendas para los miembros de la asociación que pagaban una pequeña cuota semanal. La asociación ya tenía por entonces una primera sección en la Moncloa; esta era la segunda, fundada en 1873, posteriormente se fundaría alguna otra. Cada sección estaba formada por cincuenta socios.

Aunque con muchas dificultades la cooperativa salió adelante y la primera casa se comenzó a construir en septiembre de 1881.

Plano Núñez Granés, 1910 (idehistoricamadrid.org)

La fábrica en 1910 tenía unos doscientos empleados muchos de los cuales eran vecinos del barrio.

Nuevo Mundo, 1910 (Ayuntamiento de Madrid)

En 1912 la fábrica Girod sufrió un grave incendio que la dejó prácticamente destruida. Para los trabajadores fue un drama pues perdían el empleo.

Foto: Alfonso (El Liberal, 1912) (BNE)

Pero fue reconstruida y aún tendría una larga vida en este barrio.

El antiguo Camino de la Fuente del Berro recibe el nombre oficial de calle de los Peñascales desde el 28 de diciembre de 1944. Para entonces la Casa Girod había abierto otra sucursal, una tienda con artículos de regalo, en el inicio de la calle Goya, en pleno barrio de Salamanca.

En la actualidad la calle Peñascales nace en la calle del Doctor Esquerdo. El gran desnivel del terreno sigue existiendo, hoy salvado por unas escaleras. Tras llegar a la Iglesia Parroquial de la Sagrada Familia, levantada en 1946, la rodea y continúa, adaptándose a las curvas del camino como antaño, hasta llegar a la Quinta, donde finaliza.

En el solar donde se encontraba la fábrica se levantó un gran edificio de viviendas.

Aún hoy algunos vecinos del barrio recuerdan la fábrica y a personas que en ella trabajaron, incluso los más jóvenes saben que ahí donde viven antes existió una fábrica de relojes. Según me cuentan algunos inquilinos del edificio actual, comenzó a ser derribada a finales de los años 60, comienzos de los 70 del pasado siglo XX.

Aunque al menos en 1972 seguía existiendo pues leemos en un anuncio de prensa que ese año la empresa buscaba un “cronometrador” y se indicaba que las solicitudes debían ser enviadas a J.G. Girod, S.A., calle Porvenir número 13.

Derribada la fábrica, durante un tiempo la manzana solo fue una gran descampado. En la década de los años 70 tuvo lugar la construcción del edificio actual que ocupa toda la manzana, entre las calles de Porvenir, Peñascales, Lanuza y Fundadores. En 1979-1980 ya vivían en él algunos de los primeros ocupantes.

Del Porvenir del Artesano únicamente subsiste como recuerdo la pequeña calle, la calle del Porvenir.

El nombre fue asignado por acuerdo municipal en 1887 aunque anteriormente ya se utilizaba de forma extra-oficial pues desde que nació esta calle fue el centro del antiguo barrio del Artesano y de la vida alrededor de la fábrica de relojes.

Por : Mercedes Gómez

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Bibliografía:

La Unión, 6 nov 1879; El Globo 27 oct. 1879; La Iberia, 29 oct. 1879; Nuevo Mundo 21 abr. 1910; El Liberal, 16 agosto 1912.

 

Hoy celebramos el Día de la Mujer por cuyo motivo se han producido movilizaciones, celebrado actos, instalado placas, entregado premios, programado ciclos de conferencias, etc., todo ello muy bienvenido. Lo cierto es que todavía hoy, en España, y por supuesto en el mundo entero, a estas alturas, las mujeres aún necesitamos un reconocimiento de la igualdad en general, y laboral en particular. También un mejor conocimiento de nuestra historia.

Por mi parte he visitado la exposición Mujer y trabajo en España 1875-2015. Es una pequeña pero intensa muestra fotográfica en la que podemos comprobar que el trabajo femenino no es algo reciente. Hacia 1900 no solo había lavanderas, también carboneras, trabajadoras en las fábricas de papel, textiles…

Es emocionante contemplar algunas de las imágenes y comprobar la dureza de algunos trabajos desempeñados por las mujeres a finales del siglo XIX, comienzos del XX.

Con la industrialización se incorporaron al trabajo fuera del hogar, no todas permanecían en casa desempeñando sus labores, las clases más bajas tuvieron que salir en busca de un salario.

Con la II República se produjo un avance intentando la concesión de nuevos derechos. La mujer se incorporó a casi todos los sectores laborales. Igual acudían a los tradicionales talleres de costura que preparaban la celebración de Elecciones o trabajaban en el Metro. Enseguida llegó la guerra que lo truncó todo.

Es sabido que después, a partir de 1939 el papel reservado y potenciado para la mujer fue el de ama de casa. A pesar de todo, la incorporación al trabajo fue creciendo. Y ocurrió otra cosa significativa: muchas mujeres, igual que los hombres, se vieron obligadas a emigrar y trabajar en otros países.

A partir de los años 70 volvieron los avances, la visión sin duda fue más abierta y favoreció el trabajo femenino.

Mujer trabajadora, h. 1980 (Fund. Largo Caballero)

Y llegamos al siglo XXI. Sin duda todo ha cambiado respecto a 1900, aunque aún queda mucho camino.

La exposición se puede visitar hasta el 31 de marzo en la Escuela Julián Besteiro, en la calle Azcona nº 53, de lunes a sábado de 9 a 19 h.

La visita merece la pena, la muestra sobre la mujer y el trabajo a lo largo de la historia española, organizada por la Fundación Largo Caballero con la colaboración de UGT y la Universidad de Alcalá, con fotografías de diversos archivos, es muy interesante.

El edificio que la alberga, construido según proyecto de Guillermo Diz Flórez en 1944 para albergar la Escuela de Capacitación Social Francisco Aguilar y Paz es hoy la Escuela de Formación Sindical Julián Besteiro. Tiene un precioso jardín a la entrada con hermosos árboles.

Y otro jardín interior, remanso de paz con su fuente en el centro, alrededor del cual se encuentra el claustro en el que se han situado los paneles con las fotografías.

Además en el mismo pasillo podemos ver una vitrina con objetos que pertenecieron a Julián Besteiro, que entre otras cosas fue presidente de las Cortes durante la etapa republicana, o relativos a la época.

Por todo ello os animo a visitar la Escuela Julián Besteiro, en el barrio de la Guindalera, distrito de Salamanca.

Por : Mercedes Gómez

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