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Hace tiempo dedicamos un pequeño homenaje a los primeros arquitectos y a los primeros maestros de obras madrileños, a los musulmanes, los alarifes de la Villa que sin duda hicieron mucho por nuestra ciudad, aunque desgraciadamente quedan escasos recuerdos. Los alarifes titulares de la Villa, que juraban su cargo tras ser nombrados por el Concejo, se llamaban «maestros», título que se concedía a los mudéjares expertos en las actividades artesanas. El más conocido de todos quizá sea Maestro Hazan.
El Maestro Hazan trabajó en Madrid a finales del siglo XV, comienzos del XVI. Se desconocen casi todos los datos de su biografía. No sabemos dónde nació ni dónde murió, ni en qué fechas, pero sabemos que fue maestro de la Villa y maestro del Alcázar.
Al menos en los comienzos de 1485 era maestro de la Villa pues su nombre aparece en un requerimiento en las Actas del Concejo.
Recordemos que las Carnicerías viejas en 1400 se encontraban en la plazuela de San Salvador. Las Carnicerías «nuevas» o «segundas» fueron edificadas en la misma plaza, entre 1484-1487, –las carnicerías definitivas serían construidas en 1530 en la plaza del Arrabal, hoy Plaza Mayor–.
El maestro Hazan fue el encargado de edificar las Carnicerías nuevas. En 1484 se destinaron diez mil maravedíes municipales a dicha construcción, pero en 1485 fue necesario reedificarlas pues «la obra era mala y estaba cayendo». El día 4 de febrero de 1485 consta en las Actas del Concejo un requerimiento a maestre Hazan para que se encargara de su reedificación.
Manuel Montero Vallejo recreó en un dibujo cómo pudo ser la plaza de San Salvador, hoy de la Villa, en el siglo XV, mucho antes de que se construyera la Casa de la Villa. Con el nº 5 marca el lugar donde creía que estuvo situada la Carnicería nueva.

Reconstrucción del solar de la actual Casa de la Villa en el siglo XV. Manuel Montero Vallejo. Ilustración de Madrid, 2009.
La obra más importante que se atribuye al maestro Hazan es la construcción del antiguo Hospital de Nuestra Señora de la Concepción, más conocido como Hospital de la Latina.
El hospital, ubicado en la calle de Toledo, actual nº 52, fue fundado por Francisco Ramírez de Madrid, el Artillero, secretario y despensero mayor, y Capitán General de Artillería, y por su segunda mujer Beatriz Galindo, llamada la Latina, camarera y maestra de latín de la reina Isabel. Al menos en 1499 había comenzado la construcción, según consta en el testamento de Francisco Ramírez.
La participación de Hazan se conoce por una cláusula de dicho testamento:
«…que hoy mando quel dicho Ospital se labre de las pieças de salas, enfermerías, capilla y otros edificios según la muestra que tiene maestre Hazan, moro, que tiene cargo de lo hazer e le requiero se haga en él…»
El hospital formaba parte del conjunto arquitectónico del Monasterio de la Concepción Francisca que, tras la muerte del fundador en 1501, su mujer continuó. Fue el más importante de los hospitales fundados durante el reinado de los Reyes Católicos, citado por los cronistas a lo largo de los siglos. Según Álvarez y Baena, «la fábrica de este Hospital la hizo Hazan Moro… las salas son capaces y bien construidas, la escalera principal, y la puerta que sale a la calle de Toledo están adornadas a lo Gótico».
Lo cierto es que no hay seguridad de que fuera suya la traza del hospital, el único dato que tenemos es la mención en el testamento del fundador, pero sí nos confirma que Hazan fue el constructor.
El hospital, gótico-mudéjar en su estructura, fue demolido en 1903, junto con el convento. Entre 1904-07 el convento fue reconstruido, según proyecto de Juan Bautista Lázaro, pero el hospital desapareció. De la construcción original únicamente se conservan la portada monumental y una parte de la escalera que había en su interior, consideradas obras del alarife maestro Hazan, ambos valiosos ejemplos del arte gótico plateresco.
La portada del antiguo hospital está formada por una puerta de entrada y una ventana; sobre ellas un alfiz de moldura lisa al que va unido como elemento ornamental el cordón de San Francisco. La puerta, de arco apuntado, está formada por grandes dovelas. Sobre ella, las figuras de San Joaquín y Santa Ana. Bajo el grupo de la Visitación, una inscripción: «Este hospital es de la Concepción de la Madre de Dios que fundaron Francisco Ramírez y Beatriz Galindo, su mujer. Año de 1507.». A ambos lados, las figuras de San Francisco y San Onofre, sobre ménsulas, como el grupo central. Bajo ambos santos se representa el escudo del fundador.
Tras su demolición, la portada, la escalera y los sepulcros de Beatriz Galindo y Francisco Ramírez se guardaron en los almacenes de la Villa. El fotógrafo Martín Santos Yubero dejó constancia de ello.
Desde 1959 la portada del hospital de la Latina se encuentra frente a la Escuela Técnica Superior de Arquitectura en la Ciudad Universitaria de Madrid. Fue restaurada en 1960 por Fernando Chueca Goitia.
También se conservaron dos tramos de la balaustrada y pasamanos de su escalera, decorada con elementos vegetales y figuras de niños. Es una balaustrada plateresca, como la portada, gótico tardío, labrada delicadamente en alabastro.
En una de las fotografías de Santos Yubero, de las esculturas de los sepulcros de Beatriz Galindo y Francisco Ramírez, al fondo se aprecia un elemento que debía de pertenecer a la escalera.
Dos de los pináculos tuvieron que ser reconstruidos, pero la mayor parte de la obra se conserva en la Casa de Álvaro de Luján, en la Plaza de la Villa, actualmente sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Después de su conversión al catolicismo, Maestro Hazan fue bautizado como Gonzalo Fernández. En la Carta de Poder otorgada por él mismo en 1503 para poder cobrar unos trabajos, se identifica como vecino de Madrid y maestro mayor de las obras en el Alcázar.
El origen musulmán de los maestros mayores reales –como ocurría en el caso de los maestros de la Villa– se explica por su destreza en las labores de carpintería, yesería y albañilería, necesarias para reparar los interiores de las casas y palacios en los que en esos momentos predominaba el gusto mudéjar.
Por : Mercedes Gómez
NOTA:
Si os interesa leer la versión completa de la ficha que escribí dedicada a este alarife madrileño y detallada bibliografía la podéis consultar en la Guía de Artífices de Madrid, realizada por los miembros del Instituto de Estudios Madrileños y publicada en su web, en la que tengo el honor y el placer de colaborar. Y por supuesto os recomiendo la consulta de todas las fichas de la Guía, una fuente completa y única sobre los artífices de Madrid, los arquitectos, ingenieros, paisajistas, alarifes y maestros de obras de la Villa.
Llegamos al último capítulo de la serie dedicada a la historia del Concejo o Ayuntamiento de Madrid y a la plaza de San Salvador, a la que estuvo ligado desde siempre, como hemos visto. Último capítulo, al menos de momento; esperamos poder volver pronto y visitar los restos arqueológicos que veremos a continuación, y contarlo en una quinta entrega.
Hoy regresamos al Madrid medieval, al siglo XV, casi donde comenzamos.
Como vimos en un artículo muy antiguo en el blog, hace más de ocho años, dedicado a la Casa de Álvaro de Luján –actual sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas– a finales del siglo XV uno de los edificios existentes en la plaza de la Villa era el Auditorio. Recupero un párrafo escrito por entonces:
… aún no existía la Casa de la Villa, el Concejo se reunía en la iglesia de San Salvador, a cuyas sesiones por cierto consta que acudía muchas veces Álvaro de Lujan como representante de los Caballeros. Frente a las Casas de los Lujanes había un conjunto quizá algo abigarrado, no resulta fácil imaginarlo, la Cárcel de Villa, la Casa del Corregidor, la bodega de los cueros, la Alhóndiga del Trigo, la Carnicería, alguna vivienda… ese mismo año –1494– se construyó allí un nuevo Auditorio o “sala abierta de Justicia” donde los corregidores tenían sus audiencias para “escuchar y juzgar”… y la plaza llamada de San Salvador aún era lugar de mercado. Casi todas las cosas importantes en la vida de la Villa ocurrían en esta plaza que había sido ampliada y embellecida por orden de Enrique IV…
En octubre del pasado año 2018 el Ayuntamiento de Madrid dio a conocer un impresionante hallazgo, unos restos arqueológicos aparecidos en el sótano de la Casa de la Villa que podrían corresponder al mencionado Auditorio o sala de audiencias medieval.
Explicaba la noticia municipal que “las obras de redistribución de espacios y acondicionamiento interior llevadas a cabo por la Dirección General de Patrimonio del Ayuntamiento de Madrid en el edificio de Casa de la Villa (plaza de la Villa, 5) han sacado a la luz un hallazgo sorprendente”. Las fotos del propio Ayuntamiento son espectaculares.
Manuel Montero Vallejo, el gran estudioso del Madrid Medieval, lo situó al sur de la manzana, en la esquina con la actual calle de Madrid, basándose en los documentos municipales. En ese lugar es donde se encuentran los vestigios que han salido a la luz, que corresponden a varias épocas, desde el siglo XV al XVII, según la noticia.
Recordando la historia que hemos ido recorriendo en las entradas anteriores, se trata de los terrenos donde se situarían las casas consistoriales adquiridas por el Concejo casi un siglo después y los mismos donde en el siglo XVII se levantaría la Casa de la Villa (zona de la cárcel, como vimos).
Acudo una vez más a las Actas, a los Libros de Acuerdos municipales.
En una de las sesiones a comienzos del año 1492 los miembros del Concejo incluyeron en el orden del día la construcción de un nuevo auditorio que “se haga en el rincón de la plaza questa a espaldas de casas de Diego González, platero, y se quite donde está, pues es tan pequeña la que agora ay, y en lugar tan encubierto; lo qual sea honra desta Villa y ennoblecimiento de la plaza de San Salvador”.
Dos años después aún se repetía lo de que era un lugar muy estrecho, lamentando que un pueblo como este tenga semejante audiencia, suplicando a sus altezas que se concediera licencia y se hiciera el nuevo, que la honra y nobleza de la villa es mucha.
Entre 1492 y 1495 la necesidad del nuevo auditorio aparece mencionada bastantes veces en las actas de reunión.
En su web, el Ayuntamiento cuenta los detalles y conclusiones: ¿El primer Ayuntamiento de Madrid debajo de la Casa de la Villa?
El hallazgo es una maravilla, ojalá pronto podamos visitarlo. Decía la noticia que la intención es que próximamente los restos puedan ser expuestos al público.
Por: Mercedes Gómez
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Bibliografía:
Diario de Madrid. Noticias Ayuntamiento de Madrid.
MONTERO VALLEJO, Manuel. El Madrid medieval. La Librería, Madrid, 2003.
VARELA, Eulogio. Casa de la Villa de Madrid. Ayuntamiento de Madrid, 1951.
Libros de Acuerdos del Concejo madrileño (1464-1515, cinco vol.). Ayuntamiento de Madrid, 1932-1987.
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Artículos anteriores:
Como vimos en el artículo anterior, el Concejo o Ayuntamiento de Madrid tardó mucho tiempo en tener una sede de reunión fija. Las reuniones concejiles desde sus comienzos en la Edad Media casi siempre tuvieron lugar en la plazuela de San Salvador, luego plaza de la Villa, sobre todo en la iglesia de San Salvador la cual recordemos que a finales del siglo XVI los regidores se vieron obligados a abandonar.
Entre 1574 y 1579 el Concejo había adquirido unas casas en la propia plaza. En ellas se reunieron hasta el año 1619; por entonces tuvieron que buscar un nuevo lugar debido a su estado ruinoso.
Las viejas casas consistoriales fueron derribadas y el solar, ya que era propiedad del Ayuntamiento de Madrid, sería el elegido unos años después para construir la Casa de la Villa, como veremos.
De momento, el Concejo se trasladó, de alquiler, a las casas que habían sido de don Juan de Acuña, uno de los muchos nobles, familias poderosas y cortesanos que se habían instalado en las proximidades de la plaza. Estas se encontraban en la calle Mayor, en la esquina contraria a la iglesia de San Salvador.

Plano de Mancelli, 1623 (detalle). Casas de Juan de Acuña (amarillo) y Casas consisitoriales (naranja).
Juan de Acuña, conde de Buendía, fue un personaje importante de la época. Entre otros títulos y cargos, fue presidente de Hacienda para Felipe III y presidente del Consejo de Castilla. Había nacido en Valladolid en 1543, murió en Madrid en 1615.
El Concejo pagaba una cantidad anual considerable por el alquiler, 800 ducados, lo cual empeoraba la ya maltrecha situación económica madrileña.
Por fin, en 1629, reinando Felipe IV, una Licencia Real concedió la autorización para construir la Casa Ayuntamiento de Madrid. Como vimos, se decidió utilizar el terreno de las casas que había adquirido el Concejo en la plaza junto a la cárcel vieja –que Texeira dibujó en su plano con el nº 25–.
La construcción de la Casa de la Villa, que ocuparía toda la manzana, no comenzó hasta 1644.
Por: Mercedes Gómez
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Bibliografía:
Planimetría General de Madrid.
VARELA, Eulogio. Casa de la Villa de Madrid. Ayuntamiento de Madrid, 1951.
La historia del Concejo de Madrid y sus lugares de reunión es larga y compleja. Desde sus inicios estuvo ligada a la plazuela de San Salvador, actual plaza de la Villa. Así ha sido durante siglos. Hasta hace pocos años.
El Concejo de Madrid en la Edad Media y la iglesia de San Salvador
En el camino que iba de la Puerta de la Vega a la Puerta de Guadalajara, hoy calle Mayor, se encontraba la iglesia de San Salvador, una de las más antiguas de la Villa que ya figura en el Fuero de 1202. Frente a ella había una pequeña plazuela que pronto se convertiría en protagonista de la vida madrileña.
En la primera época en que el Concejo era abierto, la asamblea general de vecinos tenía lugar en la plaza, en la que por supuesto aún no existía ninguno de los edificios que hoy conocemos; el Concejo reducido –alcaldes y otros cargos– debían ya de reunirse en la iglesia.
Una vez establecido el Regimiento regulado en 1346 por Alfonso XI las reuniones municipales continuaron celebrándose en el templo.
Ya hemos comentado en alguna ocasión que Enrique IV, rey de Castilla entre 1454 y 1474, fue un benefactor de Madrid, así lo recuerda hoy una placa en la fachada de la Casa de Álvaro de Luján en la Plaza de la Villa.
A Enrique IV le gustaba mucho la Villa de Madrid, a juzgar por sus actuaciones y las largas temporadas que aquí residió –igual que por otra parte ocurrió con otros monarcas en aquellos tiempos en que la Corte era itinerante, como el mencionado Alfonso XI; Felipe II no fue el primero–.
En 1460 el rey, mediante una Real Cédula dirigida al Corregidor, instaba a empedrar las calles y a ensanchar la plaza. En años posteriores otras cartas fueron enviadas al Concejo solicitando que fuera allanada y otras obras de mejora; en 1469 concedió que en ella cada jueves se celebrase mercado, en lugar de hacerlo extramuros, junto a la Puerta de Guadalajara, como venía haciéndose hasta entonces.
La plaza de San Salvador se convirtió en el centro del Madrid medieval, centro económico, político y social. Allí se celebraba el mercado, se reunía el Concejo, se instalaron instituciones y se establecieron poderosas familias.
En el solar donde hoy se encuentra la Casa de la Villa había un conjunto de construcciones variopintas. La Cárcel de Villa, la Casa del Corregidor, la Alhóndiga del Trigo, la Carnicería, alguna vivienda…Las obras volvían de vez en cuando, en enero de 1487 el Concejo decide que la delantera del portal de San Salvador se debe empedrar.
En 1494 se construyó allí un nuevo Auditorio o Sala abierta de Justicia donde los corregidores tenían sus audiencias para escuchar y juzgar. Para entonces, frente a estas casas, ya existía la Casa y Torre de los Lujanes y es la época en que se construyó la Casa de Álvaro de Luján.
El Concejo madrileño tardó mucho tiempo en tener una sede fija.
Conocemos los lugares de reunión en el siglo XV por los Libros de Acuerdos. Generalmente era la iglesia de San Salvador, siempre a campana repicada. Las Actas suelen comenzar indicando el lugar de reunión, a menudo la Claustra de la iglesia o galería porticada, o el interior del templo. A veces se menciona el portal. Y otras la Cámara de la Claustra, que era una estancia pequeña que debió ser construida sobre la galería. Más raramente se menciona que los regidores estaban ayuntados en la plaza de San Salvador.
Con menor frecuencia aparece mencionado también el Mirador del Campo del Rey, seguramente situado frente al Alcázar. En ocasiones el Concejo se reunía en la Casa del Corregidor.
Hasta que en 1480 las Leyes de las Cortes de Toledo convocadas por los Reyes Católicos regularon las reuniones concejiles y surgió la necesidad de construir una casa dedicada exclusivamente a ellas. La vieja Cámara debía estar en muy mal estado así que se decidió la construcción de una nueva. Por fin, después de muchas dificultades, cerca de diez años después, la nueva Cámara del Concejo estuvo terminada y fue lugar de reunión habitual.
«El Concejo de la noble Villa de Madrid, estando ayuntados en la sala, ques encima del portal de la iglesia de San Salvador de la dicha villa, a campana repicada, segund que lo avemos de uso e de costumbre» (25 octubre 1512)
Pasó más de un siglo aún; fue en 1599 cuando los miembros del Concejo tuvieron que abandonar la iglesia. La calle Mayor fue ensanchada y la Cámara desapareció. Los munícipes se trasladaron a unas casas en la misma plaza, cuya ubicación creo que se desconoce.
La Iglesia de San Salvador se encontraba en la esquina de la calle Mayor y la calle de los Señores de Luzón –antes de San Salvador-, frente a la Plaza de la Villa. La primera representación conocida es la de Antonio Mancelli.
Pedro Texeira también la dibujó. La plaza en el siglo XVII ya recibía el nombre de Plazuela de la Villa y en este plano está representada, con el nº 25, la Cárcel de Villa, la cárcel vieja, sobre cuyos terrenos, y los de las casas colindantes –futura manzana 182–, se construiría la Casa de la Villa, que incluiría la Cárcel nueva, que no fue terminada hasta finales del XVII. (*)
Una de las pocas representaciones de la iglesia es la de la pintura atribuida a Lorenzo de Quirós Ornato de la calle de las Platerías realizada hacia 1760 con motivo de la entrada de Carlos III en Madrid.

Atribuido a L. de QUIRÓS, «Ornato de la calle de las Platerías» (calle Mayor) h. 1760 (detalle), Museo de Historia.
Por supuesto la iglesia aparece representada frente a la plaza de la Villa en la Maqueta, el Modelo de Madrid de León Gil de Palacio de 1830.
La parroquia fue demolida pocos años después, en 1842. Sus terrenos fueron ocupados por un edificio de viviendas.
En el lugar donde estuvo la iglesia hoy una placa nos recuerda que en ella celebraron durante más de tres siglos sus sesiones públicas los Regidores del Concejo de Madrid creado por Real Cédula de Alfonso XI el 6 de enero de 1346.
Por: Mercedes Gómez
(*) Actualizado 23 febrero 2019
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Bibliografía:
Libros de Acuerdos del Concejo madrileño (1464-1515, cinco vol.). Ayuntamiento de Madrid, 1932-1987.
VIZCAINO, María A. «La iglesia de San Salvador en el antiguo Madrid (I)», en Anales de Historia del Arte, UCM, Madrid 1991-92.
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