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Este año 2021 Madrid celebra el Año Sabatini con motivo del nacimiento del ingeniero y arquitecto hace trescientos años. A Sabatini, como dijo Valentín de Sambricio, «en gran parte débese la transformación y embellecimiento de la villa y corte».

Año Sabatini. Arquitectura y poder en el Madrid ilustrado.

Se conoce muy bien su obra, descrita y analizada por grandes especialistas, la bibliografía es amplia, sin embargo tal vez no es tan conocida su vida ni detalles sobre su persona.

 

I

Francisco Sabatini nació en Palermo, Sicilia (Italia), en 1721.

 

Francisco Sabatini nació en 1721, pero en algunas fuentes importantes aún figura que Sabatini nació en 1722.

¿De dónde parte esta confusión?

Eugenio de Llaguno (1724-1799), contemporáneo de Sabatini, escribió las Noticias de los arquitectos y arquitectura de España desde su Restauración, aunque no fueron publicadas hasta 1829, treinta años después de su muerte, por su amigo Juan Agustín Ceán Bermúdez, a quien había legado su manuscrito y que las publicó «ilustradas y acrecentadas con notas, adiciones y documentos».

En su capítulo dedicado al año 1760 leemos que Sabatini «había nacido en Palermo el año de 1722 y estudiado en aquella ciudad las humanidades, la filosofía y las matemáticas, que le inspiraron afición a las bellas artes. Prefirió la arquitectura, que fue á estudiar á Roma, y hubo de hacer tales progresos en ella, que trasladado a Nápoles fue nombrado segundo director de la gran obra del palacio de Caserta…»

El párrafo fue repetido en otras fuentes, hasta hoy.

Sixto Mario Soto en 1903 aportó que, aunque «todos los escritos de aquel tiempo y posteriores dicen que nació en el año 1722», en su partida de bautismo figura que nació en Palermo el día 10 de marzo de 1721; y que fue «bautizado el día 19 del mismo mes en la iglesia de San Nicolás y se le pusieron los nombres de Carlos, Casimiro, Vicente y Francisco, aunque firmó toda su larga vida con el último…»

Valentín de Sambricio, cincuenta años después,  en 1953 cita también la partida bautismal en la que consta que «en el día 10 de mayo de 1721… y en la iglesia parroquial de San Nicolás de Albergaria, de la ciudad de Palermo, fue bautizado… un niño que nació el día 5 del presente, hijo de D. Erasmo Sabatini y Doña Teresa Sabatini Giuliani…  al que se le puso por nombre Carlos Casimiro Vicente Francisco…»

Aunque Soto y Sambricio citan la misma fuente, –el expediente abierto para el ingreso del arquitecto en la Orden de Santiago, que llegaría a celebrarse en la iglesia de las Comendadoras de Madrid–, las fechas de ambos no coinciden. Qué complicación, no es de extrañar que en ninguna parte figure la fecha de nacimiento de Sabatini (día y mes), y en algunas publicaciones y webs el año aún figure de forma incorrecta. Esperemos que este Año Sabatini sirva para que definitivamente se corrijan los errores.

Sambricio, en su trabajo publicado en 1953, cita todos los libros y archivos consultados, con mucho detalle, así que parece que debemos inclinarnos a considerar sus datos los correctos y aventurarnos a afirmar que:

Francisco Sabatini nació en Palermo el 5 de mayo de 1721.

 

II

Breves apuntes sobre su vida

Sabatini, como vimos, había trabajado con su maestro el arquitecto Luigi Vanvitelli en la construcción del Palacio Real de Caserta, encargado por el rey Carlos VII de Nápoles, futuro Carlos III.

Fue uno de los muchos colaboradores italianos que llegaron a España en 1760 para trabajar al servicio del nuevo rey, Carlos III, quien le encumbró en su carrera militar y como arquitecto, frente a los arquitectos españoles, como Ventura Rodríguez.

Cuatro años después, marzo de 1764, Francisco Sabatini pidió en matrimonio a la hija pequeña del maestro Vanvitelli, Cecilia Vanvitelli; el rey le concedió el permiso para casarse por poderes. La ceremonia tuvo lugar en noviembre, en la iglesia de San Marcos.

Cecilia, a la que Sabatini al parecer no había visto desde que era una niña de 10 años cuando aún trabajaba con su padre en Nápoles, en el momento de la boda tenía 15; Francisco Sabatini tenía casi 43. El matrimonio con la hija del maestro, unido a la protección real, facilitó su ascenso social y profesional.

El primer domicilio del artista en Madrid fue en la calle de las Rejas (actual Guillermo Roland), hacia 1790­ pasó a residir en una gran casa alquilada, en la calle Alta de Leganitos, esquina a la plazuela de los Afligidos (actual Cristino Martos), ricamente amueblada y con oratorio privado. No faltaba su colección de pinturas y grabados. De sus paredes colgaban los retratos de Sabatini y de Cecilia Vanviteli pintados al pastel por Mengs. Había cuadros de Tiépolo, Maella, Bayeu, Goya…

Sabatini era un hombre culto y así lo atestigua su biblioteca. «Sabatini vivía como un señor y como hombre de su época era un Ilustrado. Se movía entre la alta sociedad y por sus amigos y conocimientos debía de relacionarse con los círculos más cultos de Madrid».

Se conoce bien cómo era la casa, sus estancias y mobiliario, gracias al inventario de su testamento, y al interesante artículo de Ruiz Hernando, citado al final.

Cecilia y Francisco tuvieron cuatro hijos, dos niños y dos niñas, aunque solo sobrevivieron las dos hijas. Pero parece que el matrimonio no fue precisamente feliz, más bien fue un matrimonio de conveniencia, las ausencias de Cecilia del domicilio familiar durante largos periodos de tiempo así lo indican: desde 1768 a 1770 y desde 1777 a 1788 ella vivió en Nápoles.

Anónimo. “F. Sabatini” (1790)

Sabatini casó a sus dos hijas con aristócratas que le facilitaron la relación con la nobleza madrileña y por tanto el ascenso social una vez más.

Apunta Sambricio que en el Archivo de la iglesia de San Martín, donde fue sepultado, se conserva la partida de defunción, «acaecida en su domicilio de la Plazuela de los Afligidos» el día 19 de diciembre de 1797 a la edad de 76 años.

Cecilia aún no había cumplido los 50. Y no estaba de acuerdo con el testamento que había dejado establecido su esposo…

Tras la muerte de Sabatini, que había logrado una notable fortuna –invertida en la banca veneciana y en otros países–, la viuda emprendió un largo pleito con sus hijas a causa de la herencia. Sabatini había introducido una mejora a su favor pero a ella no le pareció suficiente ni estaba en absoluto de acuerdo con los mayorazgos que había dispuesto para las hijas.

Tras un juicio en el que el abogado de la viuda intentó no dejar a Francisco Sabatini en muy buen lugar, el 20 de agosto de 1800 la sentencia dictada fue favorable a Cecilia Vanvitelli.

 

III

Sabatini en Madrid

Sabatini entre otras cosas –su carrera como ingeniero militar fue muy importante pues alcanzó todos los cargos imaginables– llegó a ser Maestro Mayor de las Obras Reales. Como es sabido, fue el autor de numerosas construcciones, incluidas algunas puertas de entrada a la ciudad. Como ingeniero y como arquitecto real proyectó obras nuevas y participó sobre todo en ampliaciones y reformas de edificios ya existentes.

Recién llegado, diseñó los monumentos funerarios del rey Fernando VI y de Bárbara de Braganza en la iglesia de las Salesas Reales, por encargo de Carlos III, hermanastro y sucesor de Fernando.

Uno de sus primeros proyectos, de gran importancia para la ciudad, iniciado en 1761, fue la Instrucción para el nuevo Empedrado, y Limpieza de las Calles de Madrid.

Ese mismo año trazó la antigua Real Casa de la Aduana, edificada en 1769. Hoy son oficinas de Ministerio de Hacienda.

Calle Alcalá 5-7

Como sabemos, en 1769, el día 18 de mayo, Carlos III eligió el diseño que finalmente se iba a ejecutar de la Puerta de Alcalá cuyo autor fue Sabatini, hoy convertida en uno de los emblemas de Madrid.

Fue autor del segundo proyecto (1769) del antiguo Hospital San Carlos (actual Museo Reina Sofía y Conservatorio).

Suya fue la traza primitiva y la Puerta Real del Jardín Botánico (1774).

La zona actualmente está en obras para la recuperación del segundo tramo de la bancada original que forma parte del diseño de Sabatini.

 

En 1775 finalizaron las obras de la nueva Puerta de San Vicente –existió una anterior, de Pedro de Ribera–. La actual es una reconstrucción, como vimos aquí. Parte de sus restos sobreviven sorprendentemente en el Taller de Cantería, almacén municipal, en la Casa de Campo.

Taller de Cantería, Casa de Campo, 2019.

 

En 1776 proyectó el Palacio de los Secretarios de Estado, hoy conocido como Palacio de Godoy.

Sabatini intervino en la ampliación y reformas de diversos edificios: San Francisco el Grande (1761-1784); el Palacio del Pardo (1772); Palacio de los Vargas y sus Jardines en la Casa de Campo (1773); participó en la segunda reforma del Palacio de Uceda o de los Consejos (1778-1783), etc.

Destacable fue su trabajo en la ampliación y primera reforma (1778) del Palacio Real de Madrid.

Fachada del Palacio Real, reformada por Sabatini.

 

El Año Sabatini. Arquitectura y poder en el Madrid ilustrado ha sido organizado por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid. Esperaremos al otoño para asistir a un ciclo de conferencias y una exposición sobre Sabatini y la ciudad de Madrid que tendrá lugar en el Centro Cultural de la Villa. La web sabatini.2021 ofrece toda la información.

Por: Mercedes Gómez

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Bibliografía:

LLAGUNO, Eugenio. Noticias de los arquitectos y arquitectura de España desde su Restauración, por Juan Agustín Ceán Bermúdez, tomo 4, Madrid, 1829.

SOTO, Sixto Mario. Sabatini. Estudio biográfico. Valladolid, 1903.

SAMBRICIO, Valentín de. “La patria de Sabatini”, Archivo Español de Arte, vol. 26 (104), 1953.

AA. VV. Francisco Sabatini 1721-1797. La arquitectura como metáfora de poder. Catálogo exposición. Comunidad de Madrid; Fundación Caja Madrid, Madrid, 1993.

RUIZ HERNANDO, José Antonio. “La testamentaría de Francisco Sabatini”, en Francisco Sabatini 1721-1797. La arquitectura como metáfora de poder. Madrid, 1993.

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Terminamos esta serie de planos de Madrid llegando al último periodo del siglo XVIII, en el que en España reinó Carlos IV.

El plano más importante que describe el Madrid de la época es el Plano Geométrico de Madrid/ demostrado con los 64 barrios/ en que está dividido, dibujado y grabado por Fausto Martínez de la Torre.

El plano se encuentra en la Biblioteca Digital de la Comunidad de Madrid, aquí.

Es una copia reducida del que vimos en la entrada anterior, el plano de Tomás López de 1785.

Se publicó en 1800, encartado en la guía Plano de la Villa y Corte de Madrid en sesenta y cuatro láminas que demuestran otros tantos barrios en que está dividida con los nombres de todas sus plazuelas y calles, números de las manzanas, y casas que comprehende cada uno, con otras curiosidades útiles á los naturales y forasteros, por Fausto Martínez de la Torre y Josef Asensio.

El libro se encuentra digitalizado en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes.

También existen algunas ediciones facsímiles, como la que realizó el Ayuntamiento de Madrid en 1985, que se puede descargar en la web municipal memoriademadrid.

Con motivo de la XXIII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Madrid en 1999 se publicó otra bonita edición, de dos mil ejemplares numerados.

Es un placer recorrer esta guía que nos muestra el Madrid de los últimos años del siglo XVIII, dividido en ocho Quarteles, con otros tantos barrios cada uno, sesenta y cuatro barrios con sus calles, manzanas y edificios.

Por: Mercedes Gómez

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Planos de Madrid del siglo XVIII:

Reinado de Felipe V (1700-1746)

Reinado de Fernando VI (1746-1759)

Reinado de Carlos III (1759-1788)

 

Durante el reinado de Carlos III se realizaron varios planos. Veremos los tres más importantes, que representan las 557 manzanas descritas en la Planimetría General iniciada unos años antes, que vimos en la entrada anterior.

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El primero, el Plan Geométrico y Histórico de la Villa de Madrid y sus contornos, o Plan Geometrique e Historique de la Ville de Madrid et de ses environs, obra del grabador francés Nicolás Chalmandrier.

Se trata de una edición bilingüe, realizada en 1761, con cartelas y descripciones en castellano y en francés. Publicado en Francia, en el propio plano se indica que se vende “à Paris, chez le Sr. Julien a l’Hotel de Soubise/ Con Privilegio de El Rey/ Avec Privilége du Roy/ se vend aussi dans la maison/ de Mr. Franque Architecte du Roy rue/ Guenegaud à Paris».

Es un plano bonito, con los alzados de los edificios representados en perspectiva, y los jardines muy detallados, y desde luego proporciona mucha información valiosa aunque su descripción no sea perfecta. Realizado en los comienzos del reinado de Carlos III, refleja las reformas llevadas a cabo en época de sus antecesores Felipe V y Fernando VI.

Impreso en cuatro hojas, se puede consultar a gran resolución en la web del Instituto Geográfico Nacional.

Plano de N. Chalmandrier (1761). Hoja 1 (IGN)

En este plano ya aparece el Palacio Real, construido sobre el emplazamiento del antiguo Alcázar.

Plano de Chalmandrier (1761) (detalle)

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Otro, importantísimo, es el Plano Topographico de la Villa y Corte de Madrid, dibujado y grabado por Antonio Espinosa de los Monteros en Madrid en 1769. Está basado en los trabajos llevados a cabo para realizar la Planimetría, en los que Espinosa participó.

En él ya figuran las grandes obras de tiempos de Carlos III.

La Biblioteca Nacional conserva 1 plano en 9 hojas de 65 x 95 cm + 2 hojas de texto con la explicación, que se puede ver aquí.

Hoja Plano de Espinosa (1769). Biblioteca Nacional.

En el Instituto Geográfico Nacional se puede consultar el plano digitalizado, ejemplar en color montado sobre tela.

Plano de Espinosa (detalle). Instituto Geográfico Nacional.

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Y para terminar, mencionemos el Plano Geométrico de Madrid, dedicado y presentado al rey nuestro señor Don Carlos III por mano del Excelentísimo señor conde de Floridablanca, realizado en 1785 por Tomás López, Geógrafo de S.M.

Este plano, junto con el anterior, son imprescindibles para el estudio del Madrid del siglo XVIII.

Nuevamente el Instituto Geográfico Nacional nos facilita su consulta aquí.

Plano de Tomás López (1785). IGN.

La Biblioteca Regional posee un ejemplar, disponible en la Biblioteca Digital de la Comunidad de Madrid.

Plano de Tomás López (detalle). Biblioteca Regional Comunidad de Madrid.

Actualización 21 octubre 2020:

Sobre el Plano de Tomás de López, imprescindible escuchar la conferencia de Pedro Moleón en el Instituto de Estudios Madrileños el día 20 de octubre 2020, «El Museo del Prado en los planos de Tomás López». No hay un «Plano Geométrico de Madrid», de Tomás López, sino varios. En la BNE hay tres versiones distintas estudiadas por el autor:

Por Mercedes Gómez

El rey Fernando VI, dentro del plan modernizador de la Ilustración iniciado en el siglo XVIII, impulsado por el marqués de la Ensenada, derogó la Regalía de Aposento con el fin de sustituir esta medida de alojamiento de cortesanos y funcionarios por un sistema de contribución económica. Un Real Decreto de 1749 ordenó la supresión de la Junta de Aposentadores cuya función pasó a depender de la Real Hacienda.

Una serie de funcionarios se dedicaron a visitar y medir las casas de Madrid entre los años 1750 y 1751.

Fue la llamada Visita General, el primer Catastro realmente importante, llevado a cabo para cumplir con las Ordenanzas promulgadas para la administración, cobranza y distribución del Aposentamiento de Corte. Su objetivo fue numerar las manzanas y las casas de Madrid, ambicioso trabajo que dio origen a la Planimetría General de Madrid.

Varios arquitectos midieron todas las manzanas de la Villa y plasmaron los resultados en 557 planos, uno por cada manzana. Además de medir, se recogían los datos de cada propietario, con fines catastrales.

Por otra parte, se colocaron en la Villa unas placas cerámicas indicando los números de las 557 Manzanas y las Casas numeradas de cada una, en color azul sobre blanco. Hablamos de ellas en el artículo dedicado a los Rótulos de las calles de Madrid.

Todos los expedientes de la Visita General se conservan en el Archivo General de Simancas.

En 1988 la editorial Tabapress publicó una maravillosa obra, la Planimetría General de Madrid, en dos tomos, uno con los asientos y otro con los planos que además incluye varios trabajos teóricos, de obligada lectura.

Por su parte, la Biblioteca Nacional nos permite consultar el Manuscrito Planimetría General de Madrid hecha de orden de S.M.

Son 12 preciosos volúmenes que incluyen todos los planos y los asientos.

La Planimetría, tantas veces utilizada para algunos de los trabajos publicados en este blog, es uno de los instrumentos más valiosos de los que disponemos para la investigación, conocimiento y disfrute de la historia de Madrid.

Por: Mercedes Gómez

 

No volveremos a encontrar planos originales como los de Antonio Mancelli y Pedro Texeira, planos del siglo XVII, pero son muchos los que se realizaron en el siglo XVIII, algunos también bonitos, y que serán muy útiles para conocer la evolución de Madrid.

Varios fueron creados a partir del trabajo del cartógrafo francés Nicolás de Fer, que por su parte utilizó el plano de Gregorio Fosman grabado en 1683, que –recordemos– a su vez, aunque con novedades, fue una copia del plano de Texeira.

Nicolás de Fer fue geógrafo oficial de Felipe V, el “Geographe de sa Majesté Catolique”.

(N. de Fer, 1706)

Uno de los planos que realizó fue el Plano de Madrid grabado en París en 1706. Como decíamos, se trata de una copia del plano de Fosman, más detallado y preciso.

El plano de N. de Fer se puede consultar a muy buena resolución en la Biblioteca Digital de la Comunidad de Madrid, aquí.

Planos posteriores fueron realizados a partir de esta obra.

George Matthaus Seutter publicó varios, como Madrit la plus celebre Ville dans la Castille nouvelle, et la plus magnifique Residence des Monarques d’Espagne (1726).

Una copia de uno de ellos se conserva en la Biblioteca Digital Hispánica de la BNE.

Otro plano de esta época es la Planta exacta de la ciudad de Madrid, capital y residencia de los Reyes de España, obra de Juan Bautista Homann, publicado por sus herederos (h. 1724-35). Este plano es interesante, sobre todo por los detalles que incluye. En la franja inferior hay cuatro vistas de Madrid (el Alcázar, la Plaza Mayor, Palacio del Buen Retiro y el de Aranjuez), y arriba la ermita de San Antonio.

Grabado iluminado, realizado en Alemania, es copia del de Seutter, a su vez recordemos inspirado en el de Nicolás de Fer.

Otro curioso plano, muy interesante, de esta primera mitad del siglo XVIII es el de Joseph Arce de 1734, que representa un proyecto de alcantarillado basado en la pendiente natural de las calles madrileñas, y el modo de recoger las aguas haciéndolas llegar al río Manzanares. Se puede ver en la BNE.

Para terminar, no podemos dejar de mencionar el dibujo Planimetría de Madrid con el reparto y canalización de los viajes de agua municipales y los del patrimonio real que la surtían, con todas las arcas incorporadas a su recorrido, de Pedro de Ribera.

Pedro de Ribera, h. 1739 (AGP, citado por Jesús Aitor Goitia)

La Junta de Fuentes de Madrid encargó el plano a Ribera con motivo de la reparación general de los viajes de agua llevada a cabo ese año de 1739.

Mercedes Gómez

En el Parque del Retiro no solo se encuentran fuentes monumentales sino también otras más sencillas, pero igualmente importantes. Antiguas fuentes para beber, como la Fuente de la Salud que ya conocemos, fuentecillas que esconden su historia y muestran una cierta belleza.

Otra es la que podríamos llamar Fuente de Madrid, adornada con el escudo de la Villa, el Oso y el Madroño.

La fuente es muy sencilla, el único elemento ornamental es el precioso escudo de piedra caliza rodeado de seis estrellas (faltaría la séptima) y roleos o volutas a ambos lados. Se ha perdido la parte superior, incluida la corona.

Este escudo de Madrid, que mide 1,20 m de alto x 1,10 de ancho, se considera una obra que podría haber sido realizada hacia el año 1750.

Está colocado sobre un pilar que mide 40 cm. de alto por 30 de ancho, con un solo caño. En el suelo un sencillo vaso de granito.

De propiedad municipal, tal como nos cuenta el propio Ayuntamiento es su web monumentamadrid, fue restaurado en 1994 dentro del Plan de Actuación del Retiro bajo la dirección del arquitecto Heliodoro Martín Artola.

Se cree que esta pieza, procedente de un almacén, pudo estar en la fachada de algún edificio municipal desaparecido, siendo colocada en la fuente como adorno, o tal vez haber pertenecido a algún otro elemento escultórico. En cualquier caso su antigüedad, considerada de mediados del siglo XVIII como vimos, le otorga un valor histórico y artístico.

La fuente está situada junto al Paseo de Bolivia del Parque del Retiro, cerca de un pequeño estanque, a espaldas del monumento a los Hermanos Álvarez Quintero.

Por: Mercedes Gómez

Hace pocos días se han presentado en el Museo de Historia de Madrid varias obras recientemente restauradas. Una pintura de Ángel Lizcano, titulada Agua, azucarillos y aguardiente, óleo sobre lienzo, de 1897, mobiliario de los siglos XVIII y XIX y dos esculturas en las que vamos a detenernos hoy.

Son dos obras muy distintas, una representa dos figuras de la religión cristiana, la otra una escena de la mitología. La primera es una talla realizada en madera de cedro, la imagen de San Joaquín y la niña María, y la segunda un conjunto de terracota que representa el mito de Diana o Selene y Endimión en su sueño eterno. Las obras tienen en común que ambas fueron realizadas en el siglo XVIII.

En la Sala de cartografía y maquetas, en el sótano, se expone San Joaquín con la Virgen niña en brazos, talla anónima realizada en madera policromada y estofada que pertenece a los fondos fundacionales del museo pues ingresó en 1927. Un panel junto a la escultura explica el complicado proceso de limpieza y restauración a que ha sido sometida.

Nos comentan en el museo que existe una pareja de esta escultura, Santa Ana, que aún está a la espera de restauración.

En la misma sala se pueden ver algunas piezas del mobiliario restaurado. Las obras permanecerán expuestas, de 12 a 14 horas, de martes a domingo. El museo justifica la reducción de horario para su conservación.

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En el Patio de acogida del Museo se encuentra el grupo escultórico de René Michel o Michel Ange Slodtz, Diana y Endimión, realizado en terracota en el año 1738.

El escultor francés Slodtz trabajó en Italia y es autor de grandes obras, entre ellas el San Bruno que se encuentra en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

Este conjunto barroco representa el tema de la mitología griega en que Endimión, condenado por Júpiter a dormir eternamente a cambio de la juventud y la belleza eterna, era visitado cada noche por la diosa Diana. Otros personajes y numerosos detalles completan el grupo.

La firma del artista y la fecha 1738 en la base ha llevado a pensar que se trata del modelo del conjunto realizado en mármol en 1740 que se conserva en una colección particular en Ginebra.

La escultura se encontraba en el Palacio de la Quinta de Torre Arias, bastante deteriorada por el paso del tiempo y el abandono. Se procedió a la limpieza de las capas de suciedad que tenía y así se pudo conocer la naturaleza de la obra.

El modelo fue realizado por piezas, algunas de ellas perdidas, en arcilla hueca y cocida. Los elementos desaparecidos no se han reproducido con el fin de respetar la obra y no crear un falso histórico.

Muestra una capa de engobe rosada que no se sabe si es original o añadida posteriormente, según leemos en el panel explicativo expuesto junto a la obra.

Las obras se podrán contemplar en su emplazamiento actual durante unas semanas, posiblemente al menos hasta después de las Navidades.

Por: Mercedes Gómez

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Bibliografía:

Museo de Historia
Calle Fuencarral, 78

TELLERÍA, Alberto. Una escultura ignorada de Michel-Ange Slodtz en Madrid. Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, 2015.

Como ya vimos, Roberto Michel fue un escultor de gran importancia para Madrid. Participó en la decoración de iglesias, edificios civiles, del Palacio Real y en algunos de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.

Hoy visitamos el Museo de la Casa de la Moneda que expone algunas bonitas obras de este artista. Este museo, además de contarnos la historia del dinero, numismática y filatelia, posee una importante colección artística que incluye algunos de los valiosos modelos creados por Roberto Michel previos a la realización de sus esculturas.

Según leemos en su propia web, el motivo es que, siendo escultor de Cámara, Michel tuvo una gran vinculación con la Casa de la Moneda.

En una de las Salas correspondientes al siglo XVIII un cuadro de autor Anónimo nos muestra la imagen de un Roberto Michel maduro, muy diferente a la imagen del joven escultor, otra pintura anónima conservada en el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando que vimos en la anterior entrada.

“Roberto Michel”. Anónimo. Museo de la Casa de la Moneda.

“Roberto Michel”. Anónimo. Museo de la Casa de la Moneda.

En la misma Sala vemos el modelo para los Leones de la fuente de La Cibeles de cera y lacre realizado en 1780.

Modelo

La fuente fue instalada dos años después en el Salón del Prado con los dos leones que tiran del carro de la diosa esculpidos en mármol.

Frente a ellos contemplamos dos deliciosos modelos para los Tritones de las fuentes del Paseo del Prado hechos al año siguiente (1781). Y un Niño con caracola, de escayola.

tritones modelos

Las Cuatro fuentes del Prado se terminaron igualmente en 1782, con la participación de Roberto Michel en la creación de los remates escultóricos; dos de sus modelos de terracota son los que ahora admiramos.

modelo triton

Como sabemos, las esculturas de los Tritones, muy desgastadas por el tiempo y el agua, fueron sustituidas por réplicas. Los originales se encuentran en el Patio del Museo de San Isidro.

Otros modelos de terracota que conserva el Museo son La Piedad y la Virgen del Carmen; esta última escultura recordemos que adorna la fachada de la iglesia de San José.

virgen del carmen modelo

El modelo de estatua ecuestre para Fernando VI, de cera. Y el de la estatua ecuestre para Felipe V; esta escultura está, como ya vimos, en el Museo de Bellas Artes de San Fernando.

modelo felipe V

En otra sala se encuentra el modelo de escayola de la figura de Carlos III, creado según indica la cartela para el vestíbulo del Palacio Real.

carlos iii modelo

Aunque la escultura Carlos III como general romano que efectivamente se encuentra en el gran zaguán de entrada frente a la escalera principal del Palacio Real se considera obra de Pedro Michel, su hermano, con quien trabajó estrechamente como también sabemos.

carlos iii palacio real

Y ya que estamos en tan bello lugar resulta inevitable subir la espectacular escalera para visitar el Palacio. En el gran rellano que la divide en dos tramos laterales dos nuevos leones vigilan.

escalera palacio real

Uno de ellos es obra de nuestro protagonista, Roberto Michel.

leon palacio real2

En otro artículo más adelante conoceremos otros detalles sobre la participación del gran escultor en la decoración del Palacio Real de Madrid.

Por : Mercedes Gómez

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Museo Casa de la Moneda
Calle Doctor Esquerdo, 36

Palacio Real
Plaza de Oriente

Los palacios de Ustáriz y de Villagonzalo se encuentran entre la plaza de Santa Bárbara, la calle de Hortaleza, Mejía Lequerica, Beneficencia y Serrano Anguita.

dos palacios

El espacio ocupado por ambos edificios, separados por la calle de San Mateo, corresponde a las manzanas 330 y 336. En la segunda mitad del siglo XVIII gran parte de esos terrenos eran propiedad de la señora viuda del Marqués de Ustáriz y herederos.

Casimiro de Uztáriz o Ustáriz Azuara fue el primer marqués. Falleció en 1751 a la edad de 52 años sin descendencia; su sobrino Gerónimo de Uztáriz y Tovar, nacido en 1735, heredó el título y el mayorazgo, incluido su palacio madrileño. El II marqués de Ustáriz murió en 1809.

Plano de Espinosa (1769)

Plano de Espinosa (1769)

La manzana número 336, entre San Mateo y la calle de la Florida (actual Mejía Lequerica), San Benito (actual Beneficencia) y de San Opropio (hoy Serrano Anguita) estaba formada por una sola Casa propiedad de la Marquesa, ocupada por el Palacio del Marqués de Ustáriz que había sido construido en 1748 por el arquitecto José Pérez.

El plano del general Ibáñez de Ibero realizado un siglo después lo representa con sus construcciones anejas y el gran jardín. Junto a él  en la manzana contigua ya se había levantado el Palacio del Conde de Villagonzalo adaptado a la parcela de forma triangular.

Plano Gral. I. Ibero (h.1875)

Plano Gral. I. Ibero (h.1875)

A pesar de la ampliación y reforma acometida en 1878 y el deterioro sufrido por el paso del tiempo, conserva su singular fachada dieciochesca con su gran escudo de piedra y los relieves en forma de columnas.

ustariz

Años después la posesión pasó a manos del Conde de Villagonzalo, por lo que el originalmente llamado Palacio de Ustáriz pasó a ser conocido como de Villagonzalo, nombre con el que figura actualmente en el registro municipal, con dirección principal en la calle de San Mateo 25.

Según el Plan de Ordenación Urbana de 1997 el edificio goza de la máxima protección Nivel 1, Grado Singular. En 2011 fueron derribadas las construcciones que se asomaban a la calle de Mejía Lequerica.

Al parecer en su interior existen elementos de interés artístico que esperemos sean conservados.

Ayuntamiento de Madrid (Urbanismo)

Fotos : Ayuntamiento de Madrid

El Jardín, incluido en el Catálogo de Parques y Jardines de Interés, también gozaba teóricamente del Nivel 1 de Protección. Actualmente subsisten algunos árboles.

La manzana 330 que empieza a numerarse por la calle de Hortaleza, vuelve por la de Mejía Lequerica (antigua de la Florida), sigue por la San Mateo y continua por la plaza de Santa Bárbara, constaba de cuatro Sitios; los dos primeros, la zona más próxima a Santa Bárbara, a mediados del XVIII también pertenecían a la señora viuda y herederos del Marqués de Ustáriz.

El edificio que hoy la ocupa fue proyectado en 1862 por Juan de Madrazo y Kunt para Palacio del Conde de Villagonzalo. En el registro del Ayuntamiento aparece únicamente con la denominación de “Palacio” con su dirección principal en la calle Hortaleza 85.

villagonzalo entrada

Recordemos que aquí tenía su domicilio oficial la propietaria del Humilladero de la calle Fuencarral, doña María Luisa Maldonado y Salabert, nacida en 1888, hija de don Mariano Maldonado, séptimo conde de Villagonzalo y de doña Fernanda Salabert y Artega, marquesa de Valdeolmos. El inmueble, en el que también estaba fijada la sede de su Administración, era este Palacio del Conde de Villagonzalo, su padre. La marquesa murió el día 11 de mayo de 1947.

El arquitecto Juan de Madrazo y Kuntz se caracterizó por la búsqueda de un racionalismo en sus edificios al margen del historicismo imperante. Aquí levantó uno de planta trapezoidal organizado en torno a un pequeño patio. Construido en ladrillo visto con elementos neomedievales, destacan sus miradores de hierro en las esquinas y el alero de madera.

villagonzalo mirador

Ha sido reformado en dos ocasiones, por Antonio Ferreras en 1916 y por Ignacio de Aldama en 1932.

La planta baja de la calle Mejía Lequerica nº 2 está ocupada por una ferretería. En el extremo más estrecho que se asoma a la plaza de Santa Bárbara se encuentra la entrada bajo un bonito pórtico sobre el cual hay un balcón rodeado de una zona ajardinada.

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Esta parte del edificio últimamente se alquila para bodas y otro tipo de eventos. El pasado domingo 29 de septiembre acogió una interesante acción publicitaria que nos permitió visitarlo.

villagonzalo escalera

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Por unas horas las obras de algunos grafiteros o conocidos artistas urbanos que anunciaban una marca de vino ocuparon las paredes y salones del antiguo palacete.

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Okuda y Remed

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por: Mercedes Gómez

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Fuentes:

Planimetría General de Madrid.
COAM. Guía de Arquitectura. Madrid 2003
Ayuntamiento de Madrid
A. Cardozo. Don Gerónimo Enrique de Uztáriz y Tovar. II Marqués de Uztáriz. Protector y maestro de Simón Bolívar. Presente y Pasado. Revista de Historia. Universidad de los Andes 2011.

La Real Academia Española nació el día 3 de agosto 6 de julio de 1713 en la plaza de las Descalzas, frente al Monasterio Real, en la desaparecida casa-palacio de don Juan Manuel Fernández Pacheco, Marqués de Villena. Allí, frente a los antiquísimos muros de ladrillo y pedernal, ese día se celebró la primera sesión, recogida en el primer libro de actas de la institución, iniciado el 3 de agosto.

desde descalzas

Juan Manuel había nacido el año 1650 cerca de Pamplona, ciudad a la que se dirigían sus padres donde el VII Marqués de Villena, su padre, iba a tomar posesión del cargo de Virrey de Navarra. Pero primero su madre, y poco después su padre, murieron siendo él aún muy pequeño así que el niño creció bajo el cuidado de su tío Juan Francisco Pacheco, obispo de Cuenca, en cuyo ambiente adquirió el gusto por los libros, la literatura, el aprendizaje de las lenguas clásicas y modernas, y las ciencias. Heredó varios títulos nobiliarios, entre ellos el de marqués de Villena, duque de Escalona y marqués de Moya. En 1674 se casó con doña María Josefa de Benavides Silva y tuvieron tres hijos. Ella murió muy joven, en 1692 a la edad de 30 años.

Él no se volvió a casar y tuvo una vida azarosa, como militar y como político, acaparando cargos, batallas y al final incluso un encarcelamiento. Llegó a ser un personaje importante de la época, Virrey de Navarra, Aragón y Cataluña. Fiel al nuevo rey Felipe V, fue nombrado Virrey de Nápoles. De vuelta a España, en 1711 el rey le nombró Mayordomo Mayor, a la vez que le liberaba del cumplimiento de sus obligaciones con el fin de que pudiera dedicarse a sus estudios y tareas literarias.

Retrato de J.M. Fernández Pacheco h. 1712 (BNE)

Retrato de J.M. Fernández Pacheco h. 1712 (BNE)

Dos años después, a la edad de 63 años, el 6 de julio de 1713 fue nombrado primer Director de la Real Academia. Como decíamos al principio, menos de un mes después se celebró la primera sesión oficial.

Falleció en 1725 y le sucedieron otros tres directores de su misma familia, su hijo Mercurio y sus nietos, hijos de éste, Juan Pablo y Andrés.

Desgraciadamente no he podido encontrar apenas información sobre el Palacio del Marqués de Villena, y la poca localizada me ha resultado confusa. Lo que sigue está basado sobre todo en la Planimetría General de Madrid, cuyos planos fueron realizados en 1750, y un lento y tranquilo paseo alrededor de la plaza y de la manzana 393, que empieza a numerarse por la calle de los Capellanes (hoy Maestro Victoria), baja por la del Arenal, sube por la de Bordadores (actual San Martín), y vuelve por la plaza de las Descalzas.

Planimetria Gral. Manzana 393

Planimetria Gral. Manzana 393 (en rojo, sitio nº 5)

En la casa nº 7 que había sido de María de Pisa, unida a las Descalzas por un pasadizo volado, ese mismo año de 1713 comenzaron las obras para la instalación del Monte de Piedad que había sido fundado por el Padre Piquer once años antes.

Mediado el siglo XVIII, como nos muestra la Planimetría, el edificio que era propiedad de su Majestad, servía de uso del Monte de Piedad de las Ánimas del Purgatorio, que instituyó don Francisco Piquer, capellán que fue del monasterio. La nº 1 pertenecía al duque de Arcos y Maqueda, y la nº 2 al conde de Torrubia, ambas con fachada a la calle del Arenal. El estrecho sitio nº 6 era propiedad de las Descalzas Reales.

Lindando con todas ellas, en el nº 5 tuvo su Palacio el fundador de la Real Academia, Juan Manuel Fernández Pacheco. En la Planimetría aparece como propietaria la Marquesa de Villena, ¿quizá Mª Ana XI marquesa de Villena que había nacido en 1727 hija de Andrés, nieto de nuestro protagonista?.

En él venía teniendo lugar una de las tertulias que a finales del siglo XVII se habían puesto de moda entre los nobles y que fueron el origen de las Reales Academias, junto a los modelos de otras ya existentes en Francia e Italia. Allí hablaban de Filosofía, Literatura, Medicina… construyendo ese nuevo Madrid ilustrado de la recién instaurada dinastía de los Borbones.

El Marqués de Villena desde sus inicios prestó su casa de la plaza de las Descalzas Reales para sede de la Academia. La casa del marqués debía de tener su entrada por la calle de San Martín, entonces aún llamada calle de Bordadores –la vía cruzaba la del Arenal y subía hasta las Descalzas–, frente al Convento de San Martín, situado en el solar donde hoy se levanta la Casa de las Alhajas, a un paso de la iglesia de San Ginés.

Vista del Convento de las Descalzas Reales. Minguet, 1758. Museo de Historia (memoriademadrid.es)

Vista del Convento de las Descalzas Reales desde la calle de Bordadores. Minguet, 1758. Museo de Historia (memoriademadrid.es)

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Vista del Convento de las Descalzas Reales desde la calle de San Martín, antes Bordadores (2013)

Posteriormente el lugar pasó a ser ocupado por la Caja de Ahorros creada en 1838 y fusionada con el Monte de Piedad en 1869. En el siglo XIX la zona sufrió muchos cambios, y los edificios sucesivas reformas y ampliaciones.

En fotografías de los primeros años del siglo XX podemos contemplar la antigua construcción.

Caja de Ahorros 1920-1925 (memoriademadrid.es)

Caja de Ahorros 1920-1925 (memoriademadrid.es)

Finalmente, derribados los antiguos inmuebles, en los años 70 del pasado siglo XX se construyó el edificio actual, al menos inapropiado para una plaza histórica como la de las Descalzas. Es la sede central de la que hasta hace poco ha sido la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid la cual conserva escasos recuerdos del pasado.

El más llamativo, aunque no en su lugar original, la puerta de la antigua Capilla del Monte de Piedad, obra de Pedro de Ribera de 1733, según indica una inscripción en la piedra de la propia obra. Fue por entonces cuando se abrió puerta a la calle para dicha capilla hasta entonces privada (la podemos ver un poco más arriba, en el grabado de Marquet), gracias al empeño del Padre Piquer, en la fachada del primer edificio del Monte de Piedad, junto a la puerta principal, hoy perdida.

Manzana 393, actualmente

Manzana 393, actualmente

En la fachada que da a la calle de San Martín hoy hay otra puerta un poco misteriosa con una inscripción en letras doradas y el símbolo de la Virgen de las Ánimas bajo cuya advocación estaba la institución.

Es la entrada a la Capilla de Nuestra Señora de las Ánimas del Monte de Piedad.

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Aunque no está ubicada en el mismo lugar que el Oratorio original, o sea en el primer edificio del Monte de Piedad, esta desconocida iglesia que como decíamos el Padre Piquer consiguió fuera de culto público a pesar de la proximidad de San Ginés (que no quería perder las limosnas de los feligreses del barrio), conserva algunos elementos de la primera Capilla de la Casa Real de Nuestra Señora del Sacro Monte de Piedad.

Normalmente casi oculta por los automóviles aparcados y los contenedores de basura, es de uso privado de la Compañía bancaria, aunque alguna Navidad ha abierto sus puertas al público mostrando su bonito Belén.

capilla animas

Calle de San Martín

En el vestíbulo de entrada hay dos lápidas dedicadas a la memoria del Marqués viudo de Pontejos, fundador de la Caja de Ahorros de Madrid, y a la del Padre Piquer, fundador del Monte de Piedad, cuyos restos “fueron trasladados a este lugar en día 4 de mayo de 1971 desde la antigua capilla de la institución”.

iglesia

A la derecha del altar moderno se guarda la antigua imagen de Nuestra Señora de las Ánimas del Monte de Piedad.

virgen

Nuestra Señora de las Ánimas del Monte de Piedad

imagen virgen animas

Además de los citados sepulcros y de la delicada imagen de la virgen se conservan diversos objetos litúrgicos de la capilla primitiva, y alguna pintura del siglo XVIII.

Anónimo siglo XVII. Adoración de los Reyes Magos.

Anónimo siglo XVIII. Adoración de los Reyes Magos.

Volviendo por un momento al pasado recordemos que en 1754 la Academia aquí cobijada consiguió casa propia, una habitación en la Real Casa del Tesoro cedida por el Rey Fernando VI. En 1793 el rey Carlos IV concedió la casa de la calle de Valverde 22, donde hoy se encuentra la Real Academia de Ciencias Exactas. Allí permaneció hasta que consiguió su propio edificio, el actual de la calle de Felipe IV, que ocupa desde 1894.

Hoy, en la fachada de la plaza de las Descalzas del edificio construido sobre los terrenos antaño ocupados por palacios, luego por el Monte de Piedad y la Caja de Ahorros, próxima a la esquina de la calle de San Martín, hay una lápida instalada en 1990 por la institución bancaria con la imagen del Marqués de Villena, fundador de la Real Academia Española.

lapida

Y una inscripción que nos recuerda que en este lugar se encontraba su Palacio, en el que la Real Academia Española celebró sus primeras reuniones, hace 300 años.

por: Mercedes Gómez

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Bibliografía:

Real Academia Española

Discurso de Rafael Alvarado Ballester de la Real Academia Española con motivo del XXV aniversario del I.E.S. Marqués de Villena de Marcilla (Navarra) el 4 de abril de 1992.

Mª Teresa Muñoz Serrulla. Francisco Piquer y la creación del Monte de Piedad de Madrid, (1702-1739): moneda, espiritualidad y su proyección en Indias. UCM, Madrid 2004.

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