Se acaba de abrir al público la nueva exposición de la Colección Permanente del Museo de San Isidro, el Museo de los Orígenes de Madrid.

Hemos visitado muchas veces en este blog este querido museo –inaugurado en el año 2000­–, gracias al cual hemos conocido quienes fueron los primeros pobladores de Madrid, cómo era el Madrid islámico, hemos reencontrado con ilusión los sepulcros de La Latina y El Artillero, visitado su Patio renacentista, el Jardín Arqueobotánico, su Almacén… son varios los artículos a él dedicados, como no podía ser menos en una página dedicada a nuestra ciudad. Pero hoy no puedo dejar de contar mi nueva visita, ayer, el primer día de su apertura al público, y animar a todos a visitarlo.

La nueva exposición permanente ha sido organizada en tres ámbitos: Antes de Madrid; Mayrit: Madrid; y San Isidro.

Los espacios totalmente renovados son los dos primeros con una nueva museografía, moderna y didáctica.

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Antes de Madrid explica nuestros orígenes más remotos. Este ámbito nos muestra la gran colección paleontológica, los restos de elefantes, mamuts… y otras especies extinguidas que vivieron en los valles de los ríos, los primeros habitantes cazadores-recolectores y sus herramientas de piedra. Cómo eran los poblados prehistóricos… En el nuevo museo los videos y las nuevas tecnologías juegan un papel importante.

Nos ayudan a comprender cómo gracias a la arqueología desenterramos el pasado.

Asistimos a la formación de la Carpetania y a la llegada de los romanos y de los visigodos.

Una de las grandes y gratas sorpresas es la exposición de los mosaicos romanos de la villa de Carabanchel del siglo IV-V, antes dispersos, ahora juntos, ubicados de forma que se puede apreciar mejor su belleza. Han sido restaurados y lucen espléndidos.

Además, con gran acierto, la maqueta de la villa romana ha cobrado vida en la pantalla facilitando a los visitantes la comprensión de lo que pudo ser. Un video nos permite adentrarnos en ella.

Otra buena noticia es que la Colección se ha visto ampliada y completada con piezas cedidas por el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares. Y ha adquirido especial relevancia el Legado de Sáez Martín a los museos municipales, con numerosas piezas.

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En Mayrit : Madrid, la zona dedicada a la historia de Madrid desde su fundación islámica hasta la llegada de la Corte en el siglo XVI es espectacular.

La novedad más llamativa y sorprendente procede del Museo del Prado: los restos del primitivo Monasterio de los Jerónimos.

Para admirarlos y conocer bien su historia es obligado leer el artículo que ha publicado nuestro Sereno de Madrid: El primitivo Monasterio de los Jerónimos renace en el Museo de San Isidro.

Los Sepulcros de Beatriz Galindo La Latina y su esposo Francisco Ramírez El Artillero continúan en su lugar pero igualmente explicados con un video.

Otro de los museos que colabora es el Museo Lázaro Galdiano con un delicado Retrato femenino que podría representar a La Latina.

Anónimo. «Retrato femenino ¿Beatriz Galindo La Latina?»(1501-1525). Museo Lázaro Galdiano.

El montaje museográfico, la iluminación, etc. son magníficos. Pero tal vez el mayor acierto del nuevo San Isidro sea que el museo no se limita a exponer piezas u obras de arte, las explica y las sitúa en un contexto histórico de forma amena y sugerente. Nos cuenta la historia de Madrid.

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Finalmente, la sala dedicada a San Isidro es la menos modificada pero también muestra interesantes novedades, entre ellas dos extraordinarias pinturas de Eduardo Vicente, San Isidro Labrador y El milagro de la fuente, adquiridas en 2005.

Eduardo Vicente. “San Isidro Labrador” (h. 1950-60)

Os recomendamos vivamente visitar el Museo de San Isidro, merece la pena. Además se encuentra en uno de los lugares más bonitos de nuestra ciudad, la plaza de San Andrés nº 2.

Y para terminar, solo añadir que la historia de Madrid, desde 1561, donde finaliza el relato que nos ofrece este Museo de los Orígenes, continúa en el Museo de Historia, en la calle de Fuencarral nº 78. Allí podemos conocer nuestro pasado y nuestro arte desde la llegada de Felipe II a la Villa en el siglo XVI hasta el siglo XIX.

Por : Mercedes Gómez