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Este año he viajado por primera vez a Denia, Alicante. Además de una maravillosa playa, animadas modernas calles y magníficos restaurantes, tiene una historia muy antigua que vas descubriendo mientras paseas por la ciudad y sobre todo visitando su Castillo.

Me apasiona visitar fortificaciones y recintos medievales pues nos ayudan a comprender nuestra historia y a imaginar muchos elementos desapararecidos de Madrid.

Además, la monarquía de Felipe III está muy presente en el castillo y en el centro histórico. La historia de Denia forma parte de la historia del Mediterráneo y de España.

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Las excavaciones arqueológicas han descubierto en Denia restos de culturas remotas, desde los iberos hasta los romanos, los musulmanes y los cristianos. Todos ellos dejaron sus huellas en estas hermosas tierras.

Denia

La ciudad nació a los pies del monte Montgó, donde se han encontrado los yacimientos más antiguos, restos de la época Ibérica correspondientes a los siglos V al I a. de C.

En el siglo I d. de C. fue un municipium romano que en el siglo siguiente encontró su máximo esplendor. Hasta el siglo VI fue Dianium, ciudad romana que cobró mucha relevancia estratégica y comercial debido a su situación pues se convirtió en centro de distribución de los productos que llegaban aquí desde el norte de África y desde Italia hacia el resto de la Península.

Entre los siglos VI y VIII en la época visigoda formó parte de Hispania, de la que fue población notable, hasta el punto que en el siglo VII se estableció una sede episcopal que dependía del arzobispado de Toledo.

Cuando llegó la época de dominio musulmán se convirtió en la Daniya islámica que una vez más fue un puerto de importancia que originó un gran desarrollo urbano.

Lo cierto es que esta situación privilegiada llevó a Denia a ser un lugar de importancia en todas las épocas. A mediados del siglo X fue el lugar elegido para la construcción de una de las atarazanas de la armada califal. En esa época se sitúa el origen del Castell, el Castillo situado en una colina que con el tiempo se convertiría en emblema de la localidad.

A lo largo de los siglos fue ampliándose y muchas de las construcciones corresponden a épocas posteriores. La entrada hoy día tiene lugar bajo un bello arco de época almohade. Era una de las entradas al albacar.

Portal acceso al Castillo (h. 1200)

Portal acceso al Castillo (h. 1200)

El castillo estaba dividido en dos recintos, en la parte más alta la alcazaba o palacio árabe y en la zona inferior el mencionado albacar, donde el ganado pastaba y se guardaba. Al sur creció la medina.

desde torre consell

La conquista cristiana tuvo lugar en 1244, en tiempos del rey Jaime I el Conquistador, del reino de Aragón.

Posteriormente, en 1304 ya en tiempos de Jaime II en el albacar se instaló la Vila de Dénia, de la que se conservan restos de viviendas, vestigios medievales que siempre me parecen emocionantes.

Vila de Denia (antiguo albacar)

Vila de Denia (antiguo albacar)

En la antigua alcazaba, actual Explanada del Gobernador, en ese mismo siglo XIV se construyó el Palau Vell del que también se conservan restos así como cinco torres semicirculares de esa época.

palacio XV y XVII

Del siglo XV se conservan diversas construcciones, entre ellas en lo alto de la colina un gran aljibe.

aljibe xv

Junto a la entrada contemplamos la Torre Roja, así llamada por estar construida en piedra arenisca local de color rojizo.

Torre Roja (h. 1500)

Torre Roja (h. 1500)

También del XV es la Torre del Consell donde se reunía el Consejo de la villa. Juan de Trastamara traspasó el condado de Denia a la familia castellana Sandoval y Rojas. Diego Sandoval y Rojas fue el primer marqués de Denia. Con el tiempo, como veremos, el poderoso Francisco de Sandoval y Rojas, duque de Lerma y valido de Felipe III, sería el V marqués de Denia.

torre consell

Una de las joyas del recinto es el Portal del Baluard, o baluarte defensivo que comunicaba el albacar con la alcazaba islámica, con tres maravillosos arcos de diferentes épocas. El más antiguo es el arco árabe de herradura.

Portal de el Baluard (sg. XI-XII)

Portal de el Baluard (sg. XI-XII)

 

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Portal de el Baluard (sg. XI-XII) (detalle)

 

Portal de el Baluard (sg. XI-XII) Arco del portal interior.

Portal de el Baluard (sg. XI-XII) Arco del portal interior.

A finales del siglo XVI, comienzos del XVII el Duque de Lerma construyó sobre el antiguo Palau Vell su Palacio renacentista del que se conserva la escalera imperial y las estancias que hoy acogen el Museo Arqueológico.

palau vell torres

Restos Palacio duque de Lerma

Aquí, frente a la fachada principal en 1659 se erigió el pedestal y estatua del V marqués de Denia, imagen que dibujó Alexander Laborde de la que se conserva un valioso grabado.

Laborde. Vista de Denia en "Voyage pittoresque et historique de l'Espagne" París, 1811 (BNE)

Laborde. Vista de Denia en «Voyage pittoresque et historique de l’Espagne» París, 1811 (BNE)

Hoy todos los visitantes podemos contemplar la Vista que entonces solo podían ver Lerma y sus invitados, entre ellos el rey.

vista desde palacio lerma

En el palacio se aprecian también pavimentos de cantos rodados pertenecientes a un gran patio.

suelo patio y montgo

En el siglo XIX el Castillo pasó a manos privadas, y la antigua Vila Vella se dedicó al cultivo de la vid y producción de la pasa; se conservan las terrazas o bancales. En el siglo XX volvió a tener uso público.

Terrazas cultivo de la pasa. Al fondo, la ciudad, antigua medina.

Terrazas cultivo de la vid. Al fondo, la ciudad, antigua medina.

De vuelta a la ciudad, contemplamos las murallas que rodean el Castillo y la antigua medina.

murallas

Felipe III, al año siguiente de ser coronado rey, el 8 de febrero de 1599 viajó a Denia junto con su hermana la infanta Isabel Clara Eugenia, soberana de los Países Bajos, camino a Valencia, donde les esperaban las bodas con Margarita de Austria y el Archiduque Alberto.

En el centro histórico, una lápida colocada en 1962, IV centenario del nacimiento de Lope de Vega, nos cuenta que “en la primavera del año 1599 estuvo en Denia el Fénix de los Ingenios Félix Lope de Vega Carpio tomando parte en las fiestas que se celebraron en esta ciudad con motivo de las bodas reales de Felipe III y de su hermana la infanta Isabel Clara Eugenia”.

Iglesia Ntra. Sra. de Loreto

Iglesia Ntra. Sra. de Loreto

Lope, que por entonces era Secretario del Marqués de Sarria, escribió su obra Fiestas de Denia al Rey Católico Felipe III que se conserva en la BNE.

Lope fiestas de Denia

Recordemos que unos años antes encontramos a Lope en Alba de Tormes, al servicio del V duque de Alba, don Antonio Álvarez de Toledo, nieto del Gran Duque como Secretario o quizá gentilhombre. Lope debió ser acompañante del Duque en calidad de poeta y animador literario en las muchas fiestas que en el palacio tuvieron lugar. Y así debió ocurrir en Denia en 1599.

En toda esta historia como ya hemos apuntado juega un papel importante el duque de Lerma, V marqués de Denia, don Francisco de Sandoval y Rojas que fue valido del rey Felipe III. Rubens lo pintó en 1603.

Museo del Prado (expuesto sala 028)

Rubens, «Retrato ecuestre del Duque de Lerma». Museo del Prado.

El 25 de enero de 1604 el V Marqués de Denia con el apoyo del rey fundó el Convento de las Monjas Agustinas Descalzas de clausura que fue inaugurado en presencia del propio Felipe III, tras la llegada de seis monjas procedentes de Alcoy.

convento agustinas

Es en la portada de su iglesia, dedicada a Nuestra Señora de Loreto, donde se encuentra la mencionada lápida.

Todo esto ocurrió antes de que, recordemos, el Duque de Lerma fundara en Madrid dos conventos, el Convento de Trinitarios descalzos de la Encarnación el 7 de abril de 1606, así consta en el Plano de Texeira. Y en 1609 el Convento de Padres Capuchinos de San Antonio.

La villa de Denia obtuvo el Título de Ciudad, privilegio que fue dado en Madrid el 4 de abril de 1612.

El mismo Pedro Texeira dibujó en su precioso Atlas de la costa peninsular, “La descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos, la población de Denia.

P. Texeira (h. 1634) (detalle)

P. Texeira (h. 1634) (detalle)

Las antiguas embarcaciones del siglo XVII han sido sustituidas por otras modernas y lujosas pero el Castillo sigue en su lugar, vigilando y contando su historia.

Denia. Junio 2016.

Denia. Junio 2016.

 

Por : Mercedes Gómez

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Bibliografía:

Gisbert, J.A. Castell de Dénia. Ayuntamiento de Denia, 2014.
Denia, patrimonio histórico y monumental. Turismo de Denia.

 

El pasado mes de mayo tuvimos el placer de asistir a la presentación de una de las exposiciones más bellas e interesantes de esta temporada, I Segni nel tempo. Dibujos españoles de los Uffizi, en la sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Primero intervinieron los representantes de las instituciones organizadoras. Fernando de Terán, director de la Academia, Pablo Jiménez Burillo, director del Área de Cultura de Fundación Mapfre y Marzia Faietti, directora del Gabinetto Disegni e Stampe de las Gallerie degli Uffizi. Después Benito Navarrete, comisario de la exposición, presentó el resultado del proyecto desarrollado durante dos años en una breve pero intensa y fascinante conferencia.

El origen de la colección de dibujos españoles en las Gallerie degli Uffizi se encuentra en los dibujos adquiridos en Madrid por el comerciante florentino Giovanni Filippo Michelozzi durante su estancia en nuestra ciudad hacia 1745-1746. Es un ejemplo del gran interés por el dibujo español que por entonces mostraron los coleccionistas italianos. Después de diversos avatares los dibujos llegaron a la Galería de los Uffizi en Florencia.

portada catalogo

Su riguroso trabajo además de estudiar la Colección en profundidad ha permitido descubrir autorías desconocidas hasta el momento. El profesor Navarrete a lo largo de una larga y minuciosa investigación ha aclarado la autoría de más de setenta dibujos que estaban mal atribuidos.

Alonso Berruguete. “Estudio para un ángel” (h. 1511)

Alonso Berruguete. “Estudio para un ángel” (h. 1511). Lápiz negro, pluma de tinta parda, aguada grisácea sobre papel verjurado.

La exposición muestra ciento veintinueve dibujos de los artistas más notables desde el siglo XVI al XVIII en un deslumbrante recorrido dividido en cinco partes.

La primera está dedicada a mostrar El primado del dibujo italiano. Castilla y El Escorial (1515-1600).

Tanto la influencia flamenca como la italiana fueron importantes en la formación de los estilos del dibujo español en el siglo XVI. Pero hubo un hecho decisivo, la llegada a Madrid por deseo de Felipe II de artistas toscanos y genoveses para trabajar en el Monasterio de El Escorial como fresquistas. Estos pintores influyeron en los artistas locales que a su vez contribuyeron a difundir el dibujo italiano por otras zonas de la Península.

A continuación, Madrid y el arte de corte: de Carducho a los gustos de Francia (1600-1730). Esta parte de la muestra, en la que nos vamos a detener con calma, ofrece numerosos detalles de interés para los estudiosos y amantes de nuestra ciudad.

Como leemos en uno de los paneles, Madrid, sede de la Corte, fue “el principal centro artístico en que comenzaron a desarrollarse las formas gráficas herederas del Escorial”, a cargo de artistas como Eugenio Cajés y Vicente Carducho. El dibujo se convirtió en un paso decisivo en el proceso de creación de la obra de arte.

Este uso del lápiz, la pluma y la aguada lo mantuvieron los grandes artistas del barroco madrileño. Félix Castello, Claudio Coello, José Donoso, Francisco Rizi, Juan Carreño de Miranda, etc.

Sus dibujos nos permiten conocer detalles de las pinturas que decoran nuestros templos barrocos. Como San Plácido, para el que trabajó Francisco Rizi. Se conservan varios de sus dibujos, proyectos de decoración para la cúpula.

F. Rizi. “Proyecto de decoración para cartela” (h. 1660)

F. Rizi. “Proyecto de decoración para cartela” (h. 1660)

También otro tipo de edificios, como la Casa de la Panadería, de cuya decoración se expone algún dibujo realizado por Claudio Coello.

Además de su indiscutible belleza, nos explican el proceso que siguieron sus autores en la creación de sus obras. Y algunos nos proporcionan información decisiva.

Uno de los dibujos que llama nuestra atención es la Sección longitudinal de la iglesia de San Antonio de los Portugueses (h. 1624), firmado por Pedro Sánchez.

san antonio seccion

P. Sánchez (h. 1624 ) Lápiz negro, pluma y aguada parda sobre papel 675×440 mm.

Como leemos en el Catálogo dirigido por Benito Navarrete, esta firma corrobora que el autor del proyecto de la iglesia madrileña fue el arquitecto jesuita y no Juan Gómez de Mora, quien como Maestro Mayor de las Obras reales y de la Villa de Madrid sí debió ver y aprobar las trazas, aunque no las proyectó. Este dibujo junto a otro de la fachada conservado en la Hermandad del Refugio y Piedad avalan su autoría, que como decimos, no corresponde a Gómez de Mora como algunos autores han defendido.

En la sala dedicada a Madrid están representados todos los autores y expresiones artísticas del barroco madrileño en las que el dibujo jugó un papel de gran importancia. Bocetos para pinturas, escenografías, arquitecturas efímeras, dibujos para decoraciones de las iglesias, proyectos para decoraciones murales…

Juan Cano de Arévalo. “Decoración efímera de la Puerta de Guadalajara para la entrada de Mariana de Neoburgo” (1690) Lápiz negro, tinta negra y aguadas de colores sobre papel verjurado.

Juan Cano de Arévalo. “Decoración efímera de la Puerta de Guadalajara para la entrada de Mariana de Neoburgo” (1690)
Lápiz negro, tinta negra y aguadas de colores sobre papel verjurado.

También se exponen dibujos de Andalucía y los distintos modelos que siguieron sus artistas: Flandes, Italia y el peso de la Academia (1540-1700). Valencia entre la tradición mediterránea y la influencia de la corte (1550-1700). Y finalmente la última sala está dedicada a José de Ribera “Hispanus Velentinus”.

Llegando al siglo XVIII terminamos este breve recorrido que comenzó en el siglo XVI, apenas unas notas sobre una exposición imprescindible, con uno de los magníficos retratos de un joven Felipe V realizados por Miguel Jacinto Meléndez.

felipe v

Solo añadir, como ya apuntamos, que completa la muestra un extraordinario Catálogo, I segni nel tempo. Dibujos españoles de los Uffizi, fundamental para el estudio de la Colección, del dibujo español en general y de su importancia dentro de la historia del arte.

Por : Mercedes Gómez

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Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
I Segni nel tempo. Dibujos españoles de los Uffizi.
Hasta el 24 de julio

El General José Miaja, Jefe de las Fuerzas de Defensa de Madrid, el día 6 de enero de 1937 decidió ocupar la Alameda de Osuna e instalar en ella la brigada de carros de combate. Era un lugar perfecto por varios motivos, entre ellos su espeso arbolado, que servía de camuflaje natural, y su situación estratégica, fuera del frente pero cercana a Madrid y bien comunicada con la base de Alcalá de Henares.

Sin embargo los carros de combate solo estuvieron unos meses en la Alameda de Osuna. En la primavera de 1937 el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Centro Vicente Rojo comunicó a Benito Crippa, Capitán Jefe de la Compañía Obrera, la orden de Miaja de realizar las obras necesarias para instalar en ella el Cuartel General del Ejército de Centro. El Jardín de El Capricho fue denominado desde entonces Posición Jaca.

El puesto de mando se ubicó en el Palacio de la Duquesa de Osuna, edificio principal de la Alameda. Existe una conocida imagen en la que el General Miaja aparece en la portada del diario ABC del día 7 de noviembre de ese año 37, en aquellos momentos diario republicano de izquierdas, junto a las columnas y verjas de entrada al Palacio.

Foto: Hemeroteca Dº ABC

Foto: Hemeroteca Dº ABC

Para la instalación del Cuartel General se llevaron a cabo una serie de obras que modificaron el jardín y su entorno. Se construyeron varios pabellones además de otras edificaciones varias. Benito Crippa proyectó y dirigió las obras, excepto las del Refugio antiaéreo subterráneo. Las obras del refugio fueron dirigidas por el Comandante Valero aunque el proyecto fue firmado por Gustavo Agudo.

Hoy, felizmente recuperado el Jardín, de todas las construcciones realizadas para el Cuartel las únicas que se conservan son las subterráneas: el Refugio antiaéreo, una Galería de escape que se creó bajo el Comedor del Palacio y el llamado Polvorín. Este último, aunque debió ser un refugio en origen, probablemente al no ser utilizado como tal se convirtió en un almacén y por eso se le conoce con ese nombre.

 

El Refugio antiaéreo

El Refugio antiaéreo, conocido como Búnker de El Capricho, fue realizado para que en el caso de que se produjera un bombardeo sobre el Cuartel –que nunca llegó a producirse–, pudiera servir de protección al personal que estaba acuartelado, aunque como hemos visto en realidad tenía su sede en el Palacio. De forma que el refugio como tal se cree que nunca llegó a ser utilizado. Estaba previsto que pudiera alojar unas doscientas personas.

Los planos conservados en el Archivo Militar de Ávila proporcionan muchos datos sobre este refugio, proyecto firmado el 5 de septiembre de 1937, tal como nos informa Mª Isabel Pérez Hernández. Era uno de los cincuenta y seis que entonces se estaban construyendo o proyectando en Madrid a cargo de la Sección de Refugios, de la Comandancia de Fortificaciones.

Dentro de la compleja organización del Ejército, existía una Unidad de vaciado de tierras, en el Estado de mediciones, por la que se sabe que fueron 442,324 metros cúbicos las tierras extraídas del subsuelo para la construcción del refugio, que se extendieron por el jardín, entre otras cosas por la dificultad de trasladarlas a otro lugar pero también porque se pensó servirían como mayor protección ante posibles bombardeos.

refugio 2005

El Refugio o Búnker de El Capricho, tras varios años de demanda y lucha por parte de los vecinos del barrio y de los madrileños en general, y varios intentos por parte del municipio, por fin acaba de abrir sus puertas al público. Se puede visitar, previa inscripción, los fines de semana.

refugio 2016

Su superficie, sin contar las escaleras, es de aproximadamente 330 metros cuadrados. Entramos por el acceso principal –uno de los cuatro existentes–, situado frente a la fachada norte del Palacio. Traspasada la puerta, bajamos dos tramos de escaleras de ladrillo, unos 15 metros.

refugio escaleras

Para llegar a un descansillo al que también va a parar la escalera de otra entrada paralela.

refugio bajada

Una puerta de hierro separa esta zona del pasillo central, abovedado, de unos 34 metros de longitud, con espacios separados por otras puertas metálicas estancas.

refugio puerta cierre

El pasillo tiene una altura de 2,50 m. y una anchura de unos 2 m. Las once estancias se dispusieron a ambos lados del pasillo en zigzag con el fin de evitar las consecuencias de las posibles explosiones.

(Plano expuesto en la entrada al Refugio)

(Plano expuesto en la entrada al Refugio)

La primera que encontramos a la izquierda es un cuarto en el que estaba el depósito y una bomba que regulaba el agua, que ya no existe.

deposito agua

La segunda es en la que estaban los aseos, con duchas y otros elementos sanitarios de los que se aprecian las huellas.

refugio duchas

Una segunda puerta de hierro separa esta zona del centro del refugio donde estaban la mayor parte de las dependencias.

refugio entrada

La mayoría estaban separadas por puertas con marcos de madera, muchos de los cuales se conservan. El suelo es de hormigón, cubierto por baldosas de varios tipos, algunas de gran calidad, formando dibujos, diferentes según las zonas.

refugio suelo y puerta

Y los muros están alicatados. Los azulejos son blancos, con unas molduras rojizas en una parte de los pasillos y estancias.

Algunas de ellas a su vez se comunican por un pasillo trasero de 1 m. de anchura, al que solo podemos asomarnos.

refugio pasillo trasero

Todos los cuartos tenían sus salidas de ventilación.

refugio ventilacion

En el cuarto de maquinaria se supone había un motor que facilitaba la ventilación de todo el refugio.

refugio sala maquinas

Sin duda, debido a sus importantes destinatarios, los militares del Cuartel General, la construcción fue muy cuidada, incluso en la medida de lo posible se tuvo en cuenta la estética, perceptible en los suelos y muros, algo totalmente impensable en los refugios construidos para la población civil, obviamente funcionales.

refugio pasillo

Tras la breve visita, de unos quince minutos, salimos nuevamente al exterior.

Junto a la entrada principal del Refugio hay una fuente, fin de uno de los cuatro viajes de agua que abastecían a la antigua posesión.

remate fuente

Curiosamente, una las galerías de este viaje discurre sobre el refugio, a unos 7 metros de profundidad. Por debajo, el refugio fue construido a unos 14 metros. Este hecho es el que según sus estudiosos prueba el hecho de que el refugio fue construido en mina, no desde el exterior.

 

Galería de escape

Se construyó también una galería de escape desde el Palacio, una salida rápida de seguridad al jardín para caso de necesidad, que igualmente sigue existiendo.

Tras la visita al Refugio continuamos paseando por el bellísimo jardín, que nos depara alguna sorpresa.

 

El Polvorín

Frente a la Casa de la Vieja llama nuestra atención una pequeña edificación cubierta por la vegetación que desde fuera parece una casa encantada.

polvorin

Lo que vemos a través de la mirilla, similar a las de las puertas del refugio, nos parece la galería de un viaje de agua… pero tampoco es eso…

Resulta ser el llamado Polvorín, edificación posterior pues fue realizada en los comienzos de 1938, en origen otro refugio subterráneo.

polvorin entrada

Seguramente fue construido debido a la gran extensión del jardín, entonces Cuartel. Algunas de las instalaciones estaban demasiado alejadas del refugio principal, así, ante un posible bombardeo se creó este más sencillo, más próximo a la entrada. Su construcción es similar aunque a menor escala, y en este caso sin ningún tipo de ornamentación.

Los pasillos son galerías con bóvedas de ladrillo, sin estancias secundarias, y sin revocos ni enfoscados.

polvorin boveda

Los muros, igualmente de ladrillo, sin alicatar.

polvorin muro

Según leemos en la bibliografía citada al final, únicamente existen bancos corridos en algunos de los tramos.

Estas imágenes del inicio de la bajada, aunque apenas nos permiten imaginar cómo serán los siete tramos de galería de este refugio, cada uno de entre tres-siete metros, nos recuerdan el Refugio de Cuatro Caminos excavado frente al antiguo Hospital de Jornaleros cuando este fue ocupado por las Milicias Populares y utilizado como hospital de sangre con el nombre de Sanatorio de Milicias Populares. Acaso otro de esos cincuenta y seis proyectados por la Sección de Refugios.

banco

 

Por : Mercedes Gómez

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Bibliografía:

CASTELLLANO, Ricardo. “El Parque de El Capricho en la Alameda de Osuna: de jardín romántico a Cuartel General.” Revista Madrid Histórico, nº 6, Madrid 2006, pp. 30-36
PÉREZ HERNÁNDEZ, Mª Isabel. “El jardín histórico El Capricho de la Alameda de Osuna en la Guerra Civil española”. Revista Frente de Madrid, nº 27. Gefrema, Madrid, julio 2015, pp. 5-30.
MORCILLO LÓPEZ, Antonio. Artículos en el número monográfico “La Guerra Civil en la Alameda de Osuna. Los Refugios Subterráneos”. Revista Frente de Madrid, nº 27. Gefrema, Madrid, julio 2015, pp. 31-41

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