You are currently browsing the monthly archive for marzo 2023.

Hace tiempo dedicamos un pequeño homenaje a los primeros arquitectos y a los primeros maestros de obras madrileños, a los musulmanes, los alarifes de la Villa que sin duda hicieron mucho por nuestra ciudad, aunque desgraciadamente quedan escasos recuerdos. Los alarifes titulares de la Villa, que juraban su cargo tras ser nombrados por el Concejo, se llamaban «maestros», título que se concedía a los mudéjares expertos en las actividades artesanas. El más conocido de todos quizá sea Maestro Hazan.

El Maestro Hazan trabajó en Madrid a finales del siglo XV, comienzos del XVI. Se desconocen casi todos los datos de su biografía. No sabemos dónde nació ni dónde murió, ni en qué fechas, pero sabemos que fue maestro de la Villa y maestro del Alcázar.

Al menos en los comienzos de 1485 era maestro de la Villa pues su nombre aparece en un requerimiento en las Actas del Concejo.

Recordemos que las Carnicerías viejas en 1400 se encontraban en la plazuela de San Salvador. Las Carnicerías «nuevas» o «segundas» fueron edificadas en la misma plaza, entre 1484-1487, –las carnicerías definitivas serían construidas en 1530 en la plaza del Arrabal, hoy Plaza Mayor–.

El maestro Hazan fue el encargado de edificar las Carnicerías nuevas. En 1484 se destinaron diez mil maravedíes municipales a dicha construcción, pero en 1485 fue necesario reedificarlas pues «la obra era mala y estaba cayendo». El día 4 de febrero de 1485 consta en las Actas del Concejo un requerimiento a maestre Hazan para que se encargara de su reedificación.

Manuel Montero Vallejo recreó en un dibujo cómo pudo ser la plaza de San Salvador, hoy de la Villa, en el siglo XV, mucho antes de que se construyera la Casa de la Villa. Con el nº 5 marca el lugar donde creía que estuvo situada la Carnicería nueva.

Reconstrucción del solar de la actual Casa de la Villa en el siglo XV. Manuel  Montero Vallejo. Ilustración de Madrid, 2009.

La obra más importante que se atribuye al maestro Hazan es la construcción del antiguo Hospital de Nuestra Señora de la Concepción, más conocido como Hospital de la Latina.

El Museo Universal, 1863.

El hospital, ubicado en la calle de Toledo, actual nº 52, fue fundado por Francisco Ramírez de Madrid, el Artillero, secretario y despensero mayor, y Capitán General de Artillería, y por su segunda mujer Beatriz Galindo, llamada la Latina, camarera y maestra de latín de la reina Isabel. Al menos en 1499 había comenzado la construcción, según consta en el testamento de Francisco Ramírez.

Hospital de La Latina. Finales siglo XIX.

La participación de Hazan se conoce por una cláusula de dicho testamento:

«…que hoy mando quel dicho Ospital se labre de las pieças de salas, enfermerías, capilla y otros edificios según la muestra que tiene maestre Hazan, moro, que tiene cargo de lo hazer e le requiero se haga en él…»

El hospital formaba parte del conjunto arquitectónico del Monasterio de la Concepción Francisca que, tras la muerte del fundador en 1501, su mujer continuó. Fue el más importante de los hospitales fundados durante el reinado de los Reyes Católicos, citado por los cronistas a lo largo de los siglos. Según Álvarez y Baena, «la fábrica de este Hospital la hizo Hazan Moro… las salas son capaces y bien construidas, la escalera principal, y la puerta que sale a la calle de Toledo están adornadas a lo Gótico».

Lo cierto es que no hay seguridad de que fuera suya la traza del hospital, el único dato que tenemos es la mención en el testamento del fundador, pero sí nos confirma que Hazan fue el constructor.

El hospital, gótico-mudéjar en su estructura, fue demolido en 1903, junto con el convento. Entre 1904-07 el convento fue reconstruido, según proyecto de Juan Bautista Lázaro, pero el hospital desapareció. De la construcción original únicamente se conservan la portada monumental y una parte de la escalera que había en su interior, consideradas obras del alarife maestro Hazan, ambos valiosos ejemplos del arte gótico plateresco.

La portada del antiguo hospital está formada por una puerta de entrada y una ventana; sobre ellas un alfiz de moldura lisa al que va unido como elemento ornamental el cordón de San Francisco. La puerta, de arco apuntado, está formada por grandes dovelas. Sobre ella, las figuras de San Joaquín y Santa Ana. Bajo el grupo de la Visitación, una inscripción: «Este hospital es de la Concepción de la Madre de Dios que fundaron Francisco Ramírez y Beatriz Galindo, su mujer. Año de 1507.». A ambos lados, las figuras de San Francisco y San Onofre, sobre ménsulas, como el grupo central. Bajo ambos santos se representa el escudo del fundador.

Fachada Hospital de La Latina. J.Laurent. Archivo Ruiz Vernacci, IPCE.

Tras su demolición, la portada, la escalera y los sepulcros de Beatriz Galindo y Francisco Ramírez se guardaron en los almacenes de la Villa. El fotógrafo Martín Santos Yubero dejó constancia de ello.

M. Santos Yubero. Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.

Desde 1959 la portada del hospital de la Latina se encuentra frente a la Escuela Técnica Superior de Arquitectura en la Ciudad Universitaria de Madrid. Fue restaurada en 1960 por Fernando Chueca Goitia.

Portada Hospital de la Latina, Ciudad Universitaria

También se conservaron dos tramos de la balaustrada y pasamanos de su escalera, decorada con elementos vegetales y figuras de niños. Es una balaustrada plateresca, como la portada, gótico tardío, labrada delicadamente en alabastro.

Escalera Hospital de La Latina. J.Laurent. Archivo Ruiz Vernacci, IPCE.

En una de las fotografías de Santos Yubero, de las esculturas de los sepulcros de Beatriz Galindo y Francisco Ramírez, al fondo se aprecia un elemento que debía de pertenecer a la escalera.

M. Santos Yubero. Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.

 

Escalera en la Casa de Álvaro de Luján en la actualidad.

Dos de los pináculos tuvieron que ser reconstruidos, pero la mayor parte de la obra se conserva en la Casa de Álvaro de Luján, en la Plaza de la Villa, actualmente sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Escalera en la Casa de Álvaro de Luján.

Después de su conversión al catolicismo, Maestro Hazan fue bautizado como Gonzalo Fernández. En la Carta de Poder otorgada por él mismo en 1503 para poder cobrar unos trabajos, se identifica como vecino de Madrid y maestro mayor de las obras en el Alcázar.

El origen musulmán de los maestros mayores reales –como ocurría en el caso de los maestros de la Villa– se explica por su destreza en las labores de carpintería, yesería y albañilería, necesarias para reparar los interiores de las casas y palacios en los que en esos momentos predominaba el gusto mudéjar.

Por : Mercedes Gómez

NOTA:

Si os interesa leer la versión completa de la ficha que escribí dedicada a este alarife madrileño y detallada bibliografía la podéis consultar en la Guía de Artífices de Madrid, realizada por los miembros del Instituto de Estudios Madrileños y publicada en su web, en la que tengo el honor y el placer de colaborar. Y por supuesto os recomiendo la consulta de todas las fichas de la Guía, una fuente completa y única sobre los artífices de Madrid, los arquitectos, ingenieros, paisajistas, alarifes y maestros de obras de la Villa.

 

 

En el artículo anterior publicado sobre Juan de Villoldo en la Capilla del Obispo hablamos de dos retablos menores, hoy desaparecidos, que estaban situados a ambos lados del retablo mayor –obra de Giralte, policromado por Villoldo–. Estos fueron obra del mismo Francisco Giralte, y en ellos además de esculturas había sendas pinturas sobre tabla.

Antonio Palomino, en su El Museo pictórico y escala óptica, publicado en 1724, al hablar de Blas de Prado (1545-1599), «insigne pintor, discípulo de Berruguete», afirmaba que este era el autor de «las dos tablas colaterales de la Capilla del Señor Obispo de Plasencia, la una del Bautismo de Cristo Señor Nuestro, y la otra del Martirio de San Juan Evangelista… y también la Colgadura, que ponen la Semana Santa en dicha Capilla…»

Como vimos, las colgaduras o sargas fueron obra de Juan de Villoldo (h.1516–h.1562), contratadas en 1547 –cuando Blas de Prado contaba con unos dos años de edad–.

Fue Antonio Ponz en su Viaje de España, publicado en 1776, quien escribió que se sabía por documentos o escrituras que las colgaduras no eran obra de Blas de Prado, como había afirmado Palomino, sino de Juan de Villoldo.

Ponz describió los dos altaritos, inmediatos al presbiterio, que constaban de dos columnas jónicas cada uno. Había en cada uno cuatro esculturas de santos y «en el medio de el del lado del Evangelio se ve expresado el bautismo de Cristo pintado en una tabla; y en el de la epístola el martirio de San Juan Evangelista en la caldera de aceite». Y añadió que, aunque en un primer momento él mismo los atribuyó a Blas de Prado –siguiendo a Palomino– , sin duda los hizo Juan de Villoldo, lo cual se sabe por los papeles del archivo y por el estilo del pintor, diferente al de Blas de Prado.

Ceán Bermúdez, en su Diccionario histórico (1800), recogió la misma información: que la mencionada escritura demostraba que las colgaduras eran obra de Villoldo, y que «siendo por el mismo estilo y gusto de dibujo las dos tablas al óleo del bautismo de Cristo y del martirio de San Juan, que están en sus retablos de la misma capilla, no queda duda alguna de que los pintó también Villoldo».

En un dibujo de Genaro y Juan Pérez Villaamil se aprecia, aunque con poco detalle, uno de los retablitos, el del lado de la Epístola.

Capilla del Obispo. Dibujo de Genaro y Juan Pérez Villaamil; litografía de Louis Julien Jacottet y Philippe Benoist.. (1842-44). Museo de Historia (web memoriademadrid)

En 1868 el Capellán don Miguel Martínez y Sanz –recordemos, el capellán que encontró en unos cajones las preciosas colgaduras que se creían perdidas– también describió «los dos retablitos inmediatos al presbiterio» que constaban de «dos columnas jónicas cada uno, laboreados a manera del altar mayor, así en las columnas y pilastras como en lo demás.»

Capilla del Obispo. Dibujo de G. y J. Pérez Villaamil (detalle)

Y luego describía las pinturas:

«En el lado del Evangelio se ve una que figura el Jordan y a Cristo recibiendo el bautismo de mano de San Juan, todo pintado en tabla. En el de la Epístola se ve el cruel tormento que sufrió el Evangelista San Juan delante de la puerta Latina metido en una caldera de aceite hirviendo: el autor de estos cuadros fue Villoldo; son de gran mérito.»

En 1881, el pintor Juan García Valdemoro presentó en la Exposición General de Bellas Artes una pintura titulada «Interior de la capilla de Nuestra Señora y San Juan Evangelista, llamada del Obispo, en Madrid, (estudio del natural)».

Esta pintura fue expuesta en 1926, en la famosa muestra El Antiguo Madrid, en el Antiguo Hospicio, como sabemos precedente del Museo Municipal, hoy Museo de Historia de Madrid. Según el Catálogo, en ella aparecen representados los retablos laterales. Dicho Catálogo explica que los altarcitos laterales –a esas alturas del siglo XX ya desaparecidos– ostentaban pinturas de Juan Villoldo, no de Blas de Prado, como creyó Palomino, recogiendo las palabras de Ponz.

En el Archivo Moreno, Instituto del Patrimonio Cultural de España, del Ministerio de Cultura, se conservan fotografías de ambas obras, localizadas en la Capilla del Obispo. La primera, Martirio de una santa, en la ficha del IPCE no se atribuye a ningún autor ni fecha.

“Martirio de una santa”, Casa Moreno (Archivo de Arte Español, 1893-1953). Archivo Moreno.

La otra, el Bautismo de Cristo, la ficha del IPCE la atribuye a Pedro Berruguete.

(Tengamos en cuenta que Pedro Berruguete, padre de Alonso, murió en 1503, antes de la construcción de la Capilla).

“Bautismo de Cristo”, Pedro Berruguete (h. 1450-1504), Casa Moreno (Archivo de Arte Español, 1893-1953). Archivo Moreno.

De esta última pintura hay otra fotografía, también de Casa Moreno, pero en este caso guardada en el Archivo de la Junta del Tesoro Artístico, anterior a 1938. Sin atribución a ningún autor.

“Bautismo de Cristo”, Casa Moreno. Archivo Junta del Tesoro Artístico (anterior a 1938)

Son las pinturas que Caamaño incluyó en su trabajo sobre Juan de Villoldo en 1966 y que también describe: cada retablo constaba de dos columnas jónicas, etc. Según este autor, que como vimos incluye estas imágenes, las tablas de los Santos Juanes han de considerarse obra de Villoldo.

En caso de encontrar nueva información, continuará…

Por: Mercedes Gómez

 

Contacto

artedemadrid@gmail.com

Política de privacidad

Lee nuestra Política de Privacidad antes de introducir tu dirección de correo-e para recibir notificación de nuevas entradas

Contenido del blog

Los textos y fotografías publicados en este blog están a disposición de todos aquellos a quienes puedan interesar.
Pueden ser utilizados, citando su procedencia y a su autor.
No deben ser utilizados sin autorización en ninguna publicación con ánimo de lucro.

Contenido protegido por el Registro de la Propiedad Intelectual de la Comunidad de Madrid.

© Mercedes Gómez

Archivos

Estadísticas del blog

  • 4.210.660 Visitas totales

Sígueme en Twitter