En el Parque de la Fuente del Berro hay un hermoso monumento dedicado a Gustavo Adolfo Bécquer.
Es un conjunto escultórico situado en un estanque, obra de Santiago de Santiago, inaugurado el 8 de octubre de 1974. La figura del poeta, de bronce, sobre un pedestal, está acompañada de otros personajes construidos en piedra arenisca rosa. Una mujer a su izquierda personifica sus Rimas y a la derecha una pareja representa una escena de sus Leyendas.
Un bloque de granito muestra la inscripción Madrid a Bécquer.
Gustavo Adolfo Bécquer y su hermano Valeriano Domínguez Bécquer vivieron muy cerca, en este barrio de la Fuente del Berro, lamentablemente por poco tiempo como veremos.
Gustavo nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836, dos años después que su hermano. En 1854, con apenas 18 años, viajó a Madrid en busca de oportunidades para hacerse con un lugar en el mundo literario y cumplir sus sueños. En esos momentos se instaló en una pensión en la calle de Hortaleza a la que sucedieron otras pensiones y varios domicilios. Excepto breves periodos de tiempo Bécquer vivió en nuestra ciudad hasta su muerte.
Trabajó como periodista y escritor, fue director de El Museo Universal, censor de novelas… vivió épocas buenas y otras malas, o muy malas. Tuvo poca fortuna en el amor, siempre enamorado de Julia Espín… fracasó su matrimonio con Casta Esteban, que le fue infiel, tuvo problemas de salud y económicos. En fin, su vida fue azarosa, llena de dificultades.
Tras una corta ausencia, en los inicios de 1870 volvió a Madrid acompañado de su hermano que también se había separado de su mujer, y ambos, el escritor y el pintor, comenzaron a colaborar en La Ilustración de Madrid. La revista nació ese año, dirigida por Eduardo Gasset. Gustavo fue el director literario y Valeriano el dibujante. El primer número fue publicado el 12 de enero.
Conocemos la que en esa época fue casa de los Bécquer en el hoy barrio de la Fuente del Berro gracias a Pedro de Répide que en 1922 escribió en la revista La Esfera un emotivo reportaje sobre los hermanos y su casa, que visitó acompañado de Julia Domínguez, hija de Valeriano, por tanto sobrina de Gustavo.
Era un pequeño hotel en la calle de Valencia –calle de Pedro Heredia desde 1903–, cerca del puente de Ventas, en la antigua colonia construida antes de 1868 –aún existía la Cerca que rodeaba Madrid–, que en aquellos años 20 del siglo pasado cuando Répide escribió su crónica aún se conservaba. La colonia, llamada Quinta del Espíritu Santo, fue promovida por Pascual Madoz a través de la empresa La Peninsular sobre unos terrenos adquiridos junto al arroyo Abroñigal, parajes poco atrayentes en aquellos momentos además de alejados de la ciudad, por lo cual el negocio no prosperó. Aunque los hotelitos con sus jardines debían ser muy bonitos.
Cuenta el cronista madrileño que el barrio llegó a tener un prestigio poético, no solo por su aspecto sino por la calidad de sus habitantes. En otro de los hoteles vivía Blanca, hija de Espronceda y de Teresa Mancha. Y otro poeta, gran amigo, Augusto Ferrán.
Y allí vivieron los Bécquer, uno pintaba, el otro escribía, disfrutaban junto a los niños y cuidaban del huerto y del jardín. Pero la tranquilidad duró poco, en el mes de septiembre de ese mismo año 1870 en esta casa murió Valeriano.
Cuenta Répide, describiéndola, que en el antiguo hotelito de los Bécquer, nº 6 de la calle, había sido instalado el Hospital Evangélico –y así consta en la lista de establecimientos de la beneficencia particular en la memoria municipal de 1929–.
En la actualidad el nº 6 lo ostenta la única construcción de una planta que queda en la calle Pedro Heredia que hoy no tiene nada que ver con lo que debió ser a finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Junto a los únicos hotelitos que subsisten, uno de ellos con su pequeño jardín, en los números 12 y 14, que permiten imaginar lo que pudo ser ese barrio.
Tras la muerte de su hermano, Gustavo abandonó la casa y se trasladó a otro domicilio, con sus dos hijos y sus dos sobrinos, al entonces naciente barrio de Salamanca, calle de Claudio Coello.
Aún en las afueras de Madrid, a la salida de la Puerta de Alcalá, pero más cerca de sus amigos y de la plaza de Matute donde se imprimía La Ilustración de Madrid. Su mujer volvió a vivir con él.
Desgraciadamente solo tres meses después, el 10 de diciembre de 1870, enfermó y pocos días después murió. Aún no había cumplido los 35 años.
Una placa de cerámica en el hoy nº 25 de la calle de Claudio Coello lo recuerda.
En esta casa murió el día 22 de diciembre de 1870 Gustavo Adolfo Bécquer. El poeta del amor y del dolor.
Pedro de Répide contó que ya entonces existía el propósito de levantar un monumento a los hermanos Bécquer en Madrid, y él proponía que fuera en ese barrio de la Colonia La Peninsular, entre los jardines de las casitas, cerca de la que ellos habitaron. Pero no fue hasta 1970, ya no existía la colonia, cuando se presentaron proyectos reales, aunque dedicados únicamente al poeta, olvidando a Valeriano. Al final, como decíamos al principio, fue inaugurado en 1974, en los cercanos jardines de la Fuente del Berro.
Añado (*) a modo de homenaje el Retrato de Gustavo Adolfo Becquer, basado en la pintura al óleo que realizó su hermano Valeriano en 1862 y que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Es una acuarela obra de Vicente Benítez Blanco.
Por : Mercedes Gómez
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Bibliografía:
RÉPIDE, Pedro de. “La Casa de los Bécquer”, La Esfera. Madrid, 19 agosto 1922.
QUIRÓS, Francisco. “Colonias suburbanas en Madrid y Sevilla hacia 1860”, Revista Ería, 1995.
cervantesvirtual
monumentamadrid.es
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(*) Actualización 2 febrero 2019
16 comentarios
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6 de noviembre de 2018 a 00:42
Armando
Hola Mercedes, magnífico el post, donde había muerto Gustavo Adolfo lo había visto en la placa de Claudio Coello, por cierto muy bonita, pero de donde venía y su domicilio en Fuente el Berro no tenía ni idea. Gracias por hacernos recorrer Madrid. Un abrazo.
6 de noviembre de 2018 a 09:57
Pablo Jauralde Pou
He buscado inútilmente es placa y no la veo, la de Claudio Coello, ¿la habrán quitado? Hace muchos años estaba. Me pasa como la placa sobre Espronceda al final de la calle Santa Isabel, a la izquierda, frente al convento de Santa Isabel, que también ha desaparecido.
6 de noviembre de 2018 a 17:56
Mercedes
La foto es del sábado pasado, la placa está ahí, entre dos balcones, sobre el portal…
6 de noviembre de 2018 a 17:54
Mercedes
Gracias, Armando, es un placer poder compartir paseos por nuestro Madrid. Este recorrido desde la Fuente del Berro hasta Claudio Coello merece la pena, hay mucha historia ahí escondida. ¡Un abrazo!
6 de noviembre de 2018 a 20:24
ensondeluz
Gracias, Mercedes.
Me has traído el recuerdo de ese parque tan especial y recoleto. Iba con mis hijos cuando vivimos muy cerca (en la calle Lanuza) durante algo más de un año (bajábamos por la calle de los Peñascales) y del monumento al sufrido Gustavo Adolfo Bécquer.
Un abrazo
Ramón
6 de noviembre de 2018 a 21:57
Mercedes
¡Hola, Ramón! es verdad, recuerdo ahora que me contaste que habías vivido en este barrio y disfrutado del parque con tus hijos pequeños. Es un parque precioso, con unos árboles magníficos, como los hay en pocos lugares. Me alegro de haber despertado tus recuerdos.
Muchas gracias por tu visita, un fuerte abrazo.
7 de noviembre de 2018 a 09:45
Maribel Piqueras
Me ha gustado mucho conocer estas curiosidades de G.A Bécquer. Su monumento es de los más bonitos del Parque Fuente del Berro ( con esa mezcla de granito, bronce, arenisca y agua que le dan un aire muy romántico). No sabía que vivió por la zona. Eso lo hace más interesante. Efectivamente, aún quedan algunos hotelitos de final del s. XIX en la zona cercana al parque: de dos alturas, con cerámicas decorativas, su pequeño jardín y pavos reales merodeando a sus anchas. Un beso
7 de noviembre de 2018 a 19:10
Mercedes
Me alegro, Maribel. De acuerdo contigo, es uno de esos rincones encantadores de este precioso parque. Hacía años que guardaba ese artículo de Répide, por fin lo rescaté, es bonito saber que Bécquer vivió cerca de su monumento. Gracias por tu comentario y aportación, un beso!
19 de noviembre de 2018 a 23:33
Elena
Hola Mercedes: me ha encantado este gran homenaje-recorrido por la vida madrileña de Bécquer. ¡Genial tu pormenorizado itinerario con sus fotos!. Gracias por todo ello. Un abrazo.
20 de noviembre de 2018 a 20:43
Mercedes
Gracias a ti, Elena, me alegra un montón que te haya interesado.
Un abrazo
27 de diciembre de 2018 a 14:08
lagartijatrotamundos
Que interesante tu post, sabía bastantes cosas de él y he estado junto a la escultura que tiene en Sevilla pero no sabía que tuviera una en Madrid también y he pasado mil veces por la zona sin verla. Gracias por la información.
3 de febrero de 2019 a 18:46
vicente benitez blanco
Mercedes el post es estupendo y la acuarela ha quedado muy bien, aunque es una imagen muy conocida. tiene la novedad de ser en otra técnica pictórica.. Hoy he estado viendo los lienzos de Valeriano en el Museo del Romanticismo. Un abrazo.
3 de febrero de 2019 a 22:00
Mercedes
Gracias, Vicente, me alegro de que te guste cómo ha quedado. Y ya me contarás tu visita al precioso museo del Romanticismo. Un abrazo.
8 de julio de 2019 a 20:29
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15 de diciembre de 2019 a 20:05
Rocío
No es posible visitar la casa de Gustavo Adolfo Bécquer en Madrid, ¿verdad?
Lo pregunto ya que la de Sevilla sí es visitable. ¡Gracias!
15 de diciembre de 2019 a 23:46
Mercedes
Lamentablemente, en Madrid, no.