Hace más de seis años visitamos las Grutas del Jardín de Felipe II en la Casa de Campo. Contamos entonces que Felipe II fue el rey más poderoso, también el rey jardinero. Esta es quizá una de sus facetas más desconocidas, aunque es sabido que tuvo un gran interés por el arte.
Enamorado de las plantas, y conocedor de los jardines italianos, franceses y flamencos, transformó el jardín español, hasta entonces encerrado en los claustros de los conventos y palacios medievales. El Reservado de Felipe II fue uno de los lugares más refinados y sofisticados de aquella época; arquitectos reales, los más reputados maestros flamencos en hidráulica, los mejores escultores y decoradores italianos, los más exquisitos jardineros españoles… todos participaron en su creación.
El Reservado de la Casa de Campo -junto con el Jardín de la Isla en Aranjuez- fue el más claro ejemplo de jardín del gusto de Felipe II, trazado por Juan Bautista de Toledo, su primer arquitecto, dentro de la rehabilitación de la antigua Casa de los Vargas.
Las fuentes monumentales llegaron a desempeñar un papel de primer orden en estos jardines; las más notables llegaron desde Italia a Aranjuez y a la Casa de Campo. Eran fuentes clasicistas que se situaban en los lugares de reposo a lo largo del recorrido de los recintos ajardinados. También eran punto de referencia de los ejes del trazado.
El Jardín geométrico frente al Palacete se conformó mediante dos ejes, uno norte-sur, en el que se encontraba la fuente, y otro este-oeste. Más adelante, en el siglo XVII, en el centro se situó la estatua ecuestre de bronce de Felipe III obra de Juan de Bolonia y Pietro Tacca, que actualmente está en la Plaza Mayor.
Pasado
La Fuente del Águila era el elemento decorativo más importante del Jardín, donde se encontraba instalada al menos desde 1584.
Tenía un pilón ochavado con cabezas de león en las esquinas y tres grupos escultóricos superpuestos. Como remate, un águila de dos cabezas, lo cual hizo pensar que fue realizada en tiempos de Carlos V, pero últimos estudios indican que fue construida durante el reinado de Felipe II y que fue obra de autores italianos.
Además de los planos –incluido el de Pedro Texeira-, en el Museo de Historia contemplamos dos pinturas que la reflejan.
Félix Castello la pintó en su cuadro La Casa de Campo (1615-1651), ubicada frente al Palacete de los Vargas.
“… en la misma calle del Caballo se levanta una magnífica y hermosa fuente de mármol, y consta de cuatro tazas unas sobre otras…” (A. Ponz).
En la misma Sala la vemos representada en la Vista de los jardines de la Casa de Campo (1601-1650), anónimo madrileño, propiedad del Museo del Prado, hoy en depósito en el Museo de Historia.
En 1895 el cuerpo central de la fuente fue trasladado al Escorial e instalado en el patio principal de la Casa de la Compaña, que formaba parte del conjunto del Monasterio, actualmente sede del Real Centro Universitario Escorial-María Cristina, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid.
En 1998 se celebró el IV Centenario de la muerte de Felipe II, ocurrida el 13 de septiembre de 1598, con una exposición memorable en El Escorial; y otra en Aranjuez, con la intención de mostrar esta faceta del rey jardinero y defensor de los bosques, comisariada por Carmen Añón, Felipe II, el rey íntimo. Jardín y naturaleza en el siglo XVI.
El jardín privado de Felipe II, en el palacio real de Aranjuez, también obra de Juan Bautista de Toledo, formó parte del recorrido de la exposición. Allí se instaló la Fuente del Águila con las piezas que se encontraban en el propio Palacio y las procedentes del Escorial, del patio de María Cristina; faltaba el águila bicéfala, desaparecida.
La Sociedad Estatal para la conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V financió la restauración y reproducción completa de esta fuente.
Presente
En septiembre del año 2000, la reproducción se instaló en el Jardín del Claustro del Centro Universitario María Cristina, en el mismo lugar donde antes estuvo la fuente original. Como antaño en la Casa de Campo, la fuente se encuentra en el centro de una plazuela, remanso de descanso en un delicioso jardín formado por caminitos rodeados de bancos, parterres y flores.
Durante un tiempo se atribuyó la autoría de la fuente al escultor Juan Antonio Sormano, hoy se cree que debió ser realizada en Italia por Giovanni Angelo Montorsoli.
Así consta en la placa colocada al pie de la fuente.
Casi todos los autores reproducen el texto de Antonio Ponz, el historiador viajero que pudo verla en el siglo XVIII, por ser la mejor descripción. Esta es la transcripción:
La fuente del Águila «… consta de cuatro tazas, unas sobre otras. La mayor y más baja es de figura octogonal, puesta sobre tres gradas: en cada ángulo hay una cabeza de león, haciendo pie en la parte inferior una garra del mismo animal; en los espacios intermedios alternan águilas de dos cabezas y máscaras, formando con el collar del Toysón una especie de festón, que pende de las cabezas de leones, de las máscaras y de las águilas.
En las molduras de dicha taza hay diferentes labores de conchas, delfines, hojas, etcétera.
Para sostener la segunda taza hay tres figuras de tritones agrupadas a una columna, ejecutadas con mucha inteligencia y grandioso carácter, y en el reverso tiene labores de delfines, conchas y otras cosas.
La tercer taza está sostenida por otras tres figuras más pequeñas que las de abajo, esto es, menores que el natural; no tienen representación determinada, y son desnudos de hombres hechos con gran inteligencia. Su relieve es casi entero y están arrimadas a la columna que sostiene dicha taza, en la que hay tres mascarones para echar el agua.
La taza cuarta se sostiene por tres niños enteramente relevados y una columnita en el medio. Las manos y brazos de todas estas figuras se unen mutuamente, y las actitudes tienen contraste y variedad.
Es una bellísima réplica de la Fuente del Águila, que desde la Casa de Campo viajó hasta este patio en el siglo XIX y desde aquí a Aranjuez para ser restaurada en 1998.
Pero entonces… ¿dónde se encuentra la Fuente del Águila original, la fuente del jardín renacentista de Felipe II?
Según me cuentan en el propio Centro, permanece guardada en Aranjuez, desmontada, desde 1998.
¿Futuro?
La Fuente del Águila es la fuente monumental más antigua de Madrid -aún más que la Fuente de los Tritones-, una verdadera joya artística e histórica. Ya que fue restaurada debería ser expuesta al público, ojalá vuelva a Madrid y podamos contemplarla.
Como vimos en el artículo mencionado al principio dedicado a las Grutas, en junio de 2009 el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicó el Acuerdo por el que se incoaba el expediente para la Declaración de Bien de Interés Cultural, en la categoría de Sitio Histórico, a favor de la Casa de Campo.
Se anunciaba que el antiguo Palacete o Casa de los Vargas y las Grutas Renacentistas tendrían “un uso característico cultural-museológico, ligado preferentemente a hechos o actividades relacionados con el Sitio Histórico”.
En el apartado dedicado a los Edificios históricos se afirmaba que se recuperaría la antigua Casa de Campo de los Vargas, eliminando los añadidos recientes que falsean su apariencia. Esto se ha cumplido, la Casa ha sido restaurada.
También se establecía como objetivo “la recuperación de los elementos arquitectónicos trasladados o perdidos a lo largo del tiempo, que puedan documentarse con fidelidad, en especial la Fuente del Águila, instalada en 1890 en el Colegio Universitario Reina Cristina de San Lorenzo de El Escorial…”
Según Decreto de 15 de julio de 2010 la Casa de Campo de Madrid se declaró Bien de Interés Cultural, en la categoría de Sitio Histórico.
Desde 2010 hemos vivido tiempos difíciles, de todo esto poco se ha convertido en realidad, ¿qué ocurrirá en un futuro próximo?
Ojalá por fin se recupere el Jardín renacentista de Felipe II. Ojalá las Grutas, restos de un conjunto arquitectónico único en nuestra ciudad, construido en la segunda mitad del siglo XVI, y único vestigio de un jardín del Renacimiento madrileño, y uno de los pocos ejemplos en España, sean restauradas y rehabilitadas. Y ojalá la Fuente del Águila vuelva a su lugar.
Por : Mercedes Gómez
———–
Bibliografía:
Tejero Villarreal, Beatriz. “Las fuentes genovesas en los jardines de Felipe II”, en Felipe II, el rey íntimo. Jardín y naturaleza en el siglo XVI. Sociedad Estatal para la conmemoración de los centenarios de Felipe II y Carlos V, 1998, pp. 399-420.
Samaniego, F. “El palacio de Aranjuez ofrece una visión de Felipe II como rey jardinero”. El País. 23 sept. 1998.
Luengo Añón, Ana. Aranjuez, utopía y realidad: la construcción de un paisaje. IEM, CSIC y Ed. Doce Calles. Madrid 2008.
23 comentarios
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13 de septiembre de 2015 a 20:19
Angel Chamorro
Reblogueó esto en Música y Pitanzas.
13 de septiembre de 2015 a 22:36
Mercedes
Gracias Ángel!
13 de septiembre de 2015 a 20:37
Maríarosa
La curiosidad lleva a la investigación…y ambas te han hecho profundizar en un tema que tanto incumbe a Madrid y a la Casa de Campo en concreto…¿Cómo es posible que una Fuente original haya «viajado» tanto y esté ahora tan escondida…? Enhorabuena por tu trabajo, y ojalá llegué a buen puerto…o mejor dicho a buenos oidos, tu valiosa investigación.
13 de septiembre de 2015 a 22:41
Mercedes
Gracias, querida María Rosa, sí que ha sido un camino desde la curiosidad al llegar a ese precioso patio y ver la fuente (ya sabes ¡qué ganas tenía de verla!)… hasta conocer su gran historia.
Besos
14 de septiembre de 2015 a 17:08
Investigart
Hola Mercedes,
Un artículo excelente. Creo que la Fuente del Águila se encuentra en el Palacio Real de Madrid, demostanda en un lugar que se llama Camelias. Al menos es ahí donde estaba a principios del 2000…
14 de septiembre de 2015 a 22:07
Mercedes
Hola Investigart! muchas gracias. Yo también creía que estaba en el Palacio Real de Madrid, pero allí, en el Centro Univ. María Cristina, alguien que ha vivido todo esto me dijo que estaba en Aranjuez. De todas formas, quizá eso sea lo de menos, ¿verdad? Lo que no entiendo es porqué está desmontada y guardada.
Saludos!
14 de septiembre de 2015 a 22:40
Investigart
Puede que esté equivocada entonces o que la cambiaran de ubicación. Como tú dices, da igual. Lo importante aquí es que no esté montada y se exhiba, y eso parece una vez más otro de los grandes misterios de Patrimonio Nacional…
14 de septiembre de 2015 a 23:04
Mercedes
No lo se… igual tienes tú razón, pero estamos de acuerdo en que es un misterio, ¿se restauró para no exhibirla?
Gracias por tus comentarios y tu apoyo
14 de septiembre de 2015 a 18:10
Carlos R.Zapata
Gracias Mercedes como siempre por tus artículos que nos enseñas a todos parte de nuestra historia más desconocida de Madrid. Nunca te lo agradeceremos lo suficiente. Ojalá tengamos musealizados el parque, el palacio, la fuente y las grutas pronto para disfrute de todos los madrileños y visitantes.
14 de septiembre de 2015 a 22:09
Mercedes
¡Gracias a ti, Carlos! comentarios como el tuyo animan mucho en caso de «desfallecimiento» 🙂
Ojalá se rahabiliten las Grutas, sería un sueño cumplido.
Besos
16 de septiembre de 2015 a 13:40
Ramón Oria
Otra historia importante sobre Madrid que aprendo hoy gracias a tu trabajo. ¡Gracias Mercedes!
16 de septiembre de 2015 a 20:10
Mercedes
¡Gracias a ti, Ramón! encantada de que te haya interesado.
17 de septiembre de 2015 a 06:01
jose
Bueno, en España no damos valor a la jardinería, y por eso hemos perdido lo poco que teníamos. Muy al contrario que otros países civilizados.
La buena noticia de la mala noticia de la desaparición del jardín de Felipe II, es que se puede recrear de nuevo (esto sería el sueño dorado de cualquier jardinista ingles en Inglaterra, pero en España, ya hemos visto lo que no han hecho. porque llevan 30 o 40 años hablando de éste proyecto)
Respecto a la fuente, yo soy de la opinión de que hay que hacer una copia y poner la copia en la Casa de Campo. Para evitar la erosión por contaminación (el azufre de la gasolina disuelve el mármol, como está pasando en las estatuas del Retiro)- Y siempre habría el peligro de que alguna rama cayese y partiese una taza.
Además, esta fuente, como muchas de la época en toda Europa, parece que de los leones salía agua, que caía al suelo del jardín, fuera de la taza.
Ésto debe recuperarse, ya que ha dejado de existir en todas partes, Es lo auténtico.
Respecto al águila que falta, es fácil hacer una reproducción de plomo dorado, como está en el cuadro.
(Seguramente no era de bronce, sino de plomo, que era lo usual en las fuentes, y más barato. En todo caso, si fuese de bronce, al oxidarse teñiría de verde el mármol, y el mármol es una piedra porosa.
El Ayuntamiento hablaba de falsificar el jardín añadiendo cosas que nunca tuvo, como una esfera armilar….
Aunque en el cuadro aparece Felipe III a caballo, yo no lo pondría. por que es posterior, descompensa el jardín, desvirtúa el diseño de Felipe II y rompe la visión que va desde la casa a la fuente blanca, que se recortaría sobre el cielo azul rodeada del verde y sombras de los árboles.
Era un jardín humanista, de un aficionado a las plantas y a los pájaros, con sus grutas mitológicas, que se pueden recuperar en lo que se pueda, aun poniendo estatuas que no hayan sido las originales. Como sabrá, en Bornos (Cádiz ) se encuentran unas galerías muy similares.
Tiene la originalidad de la influencia árabe: las fuentes bajas cerca de la casa, y los tiestos de agrios esmaltados.
Si fuese posible, restauraría la fachada que aparece en el cuadro, abriendo las logias ahora cegadas,, y reponiendo las columnas (que llevadas a la ermita de la Casa de Campo, fueron destruidas o robadas
con la guerra civil) (tal vez eran las que estaban el la calle del Prado) . Y naturalmente pondría rosa damascena cuatro estaciones trepando por ellas.
Repondría la teja árabe en el palacete.
Los orbes que coronan los miradores TIENEN QUE ESTAR DORADOS, como estaban en su momento. Tenemos la mala costumbre de no redorarlos. Es una característica hispana que tiene su origen en las bolas doradas que coronaban los minaretes de las mezquitas.
Si se observa el cuadro de Castello, que es una instantánea del jardín, el jardín tiene 3 partes, como se establece en Italia y codifica Serlio: un jardín bajo de dibujos y flores,cercano a la casa, a continuación un jardín de árboles, con 3 fuentes. Al rededor de la fuente del águila hay un banco corrido de madera pintada de verde al rededor de la fuente principal . Como en Italia, la fuente de tres pisos blanca está entre árboles y resalta entre el verde y la oscuridad (seguramente eran olmos, por lo que habrá que elegir un árbol similar o alguna variedad que no tenga grafiosis. También es posible que fueran álamos de Lombardía. que Felipe II plantó bastantes en Aranjuez). Y luego está lo salvaje.al fondo, con la sierra de Guadarrama como límite
Todo unido por un eje axial que sale de la logia de la casa.
A ambos lados de la fuente del águila hay sendas fuentes también de mármol, de taza cuadrada alta. Están unidas por un pasillo que va de este a oeste (y aunque no figura en el cuadro, se abren al paseo que rodea los parterres siguiendo la tapia por dentro.
Tiene que haber un pasillo en dirección norte-sur que uniese cada fuente cuadrada con el camino que hay entre los dos parterres que hay a cada lado delante de la casa (o tal vez a uno de los andadores del parterre delantero exterior de cada lado . O tal vez al medio de cada parterre, que como están a ras de suelo, no entorpecen la visión del eje.
Las cuatro calles que se cruzan en las fuentes bajas, están cerradas por una puerta de madera en reja. Esto parece que es de influencia flamenca.
Se sabe que después de muchos intentos fallidos, Gregorio de los Ríos logró cultivar naranjos en espaldera (los mataba el frío), naranjos que naturalmente habrá que reponer. Si no se encuentra polen,deben ir en contra la tapia que da al manzanares -las espalderas siempre se ponen en dirección oeste, para que el sol caliente la pared y esta irradie el calor durante la noche, protegiendo la planta (aunque en el Escorial, estaban en hornacinas orientadas hacia el sur que se cerraban con tablones durante el invierno)
Recuerdo que el origen de la casa era la construcción de los Vargas, y que Felipe II no quiso quitar sus escudos, por lo que habrá que reponerlos.
El trazado de los jardines es más fácil de lo que parece, porque, a parte de las cañerías de las fuentes que se pudieran conservar, solo habría que encontrar el módulo de los parterres (corrales) que lo forman, y que están relacionados con elementos arquitectónicos tales como puertas, el centro de una gruta…
Muy seguramente, con técnicas de arqueología de jardines se puede localizar donde estaban los pies de los arrayanes.
Desgraciadamente parece que no se pueden rescatar los estanques, ya que se unieron para hacer el que conocemos hoy. (aunque habría que ver)
Me imagino que no se ha hecho ningún estudio de polen.
Tenemos que pensar que no era el jardín de una corte (y en todo caso, la corte de los Austrias era mucho más pequeña que la de los Borbones). Era el jardín privado de una persona con dinero, y por eso tiene esa sencillez.
Todavía no desarrollará la jardinería los grandes proyectos tipo Versalles, y eso puede chocar al principio.
Muy seguramente, si no lo trazó él, sí que tuvo que ver en el diseño final. Se conserva de su mano el diseño que él hizo para el patio interior del palacio de Valsaín, con detalles como la fuente que mana debajo de una torre, y de su intervención en el Escorial da prueba el hecho de que cuando Herrera le eleva un memorial con sus servicios para solicitar una pensión, no menciona para nada el Escorial. También intervino directamente en el palacio del Pardo….
Como ven, merece la pena que se invierta en su plena restauración.
Nota: hoy día nos resulta raro el tipo de dibujo de los parterres.
Eso era muy común en toda Europa.
17 de septiembre de 2015 a 22:16
Elena
Mercedes: me ha parecido extraordinario el recorrido que nos has mostrado de esta fuente, desde todos los puntos de vista. Muchísimas gracias, una vez más, por darnos la posibilidad de conocer y, para ser justos, con todo lujo de detalles, esta parte de la historia y del arte. ¡Mi más sincera enhorabuena por este magnífico trabajo.Un gran abrazo
18 de septiembre de 2015 a 18:25
Mercedes
Muchas gracias, Elena. Un abrazo para ti.
18 de septiembre de 2015 a 22:28
Armando
Gracias Mercedes por el artículo, y yo creía que tenía todo visto en el Escorial, ya me has dado un motivo para volver. Un abrazo.
18 de septiembre de 2015 a 23:22
Mercedes
Hola Armando, me alegro, siempre es un placer volver al Escorial, es una maravilla del mundo. Estos días he «descubierto» lugares preciosos…
Un abrazo
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Pablo Jauralde
Estupendo todo, tanto la exposición como las apostillas (sobre todo, de «Jose»).
Las estatuas, por ejemplo la de Tacca, ¿se fundían en Italia o en España?como sabes existe un poema de Quevedo a esa estatua, y siempre sospeché que vino en el barco que le devolvió a España.
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