Durante más de treinta años el solar, de más de setecientos metros cuadrados, con entrada por la Cava Baja 22 y Almendro 3 ha estado tapiado y cerrado, excepto una época en que al parecer sirvió de aparcamiento. Solo sabíamos que allí se había constatado la existencia de restos de muralla.
En 1983 fue realizada una excavación arqueológica con el fin de localizar dichos vestigios de la muralla, perfectamente documentado su paso por el lugar, y de datarlos. Aún en el siglo XVII se conservaba parte del lienzo y algunas torres que dibujó nuestro cartógrafo Pedro Texeira.
Durante la excavación aparecieron la muralla y el arranque de uno de los cubos semicirculares, y restos arquitectónicos superpuestos o adosados a ella, desde el siglo XIV al XIX; la muralla conserva solo una altura de unos dos metros. Se consideró una construcción de finales del siglo XI, comienzos del XII, o sea de la época cristiana. Los restos del muro hallado son, según los informes entonces, de mampostería con un espesor de unos dos metros y medio.
También se encontraron numerosos vestigios de cultura material, ataifores o platos islámicos y otras cerámicas, de cronología musulmana, de los siglos X y XI, lo cual ratificaba la existencia de un arrabal islámico en la zona.
¡Cuántas veces hemos visto el candado en la puerta de madera en la Cava Baja y observado los muros en la calle del Almendro! solo podíamos ver los árboles que sobresalían magníficos sobre las tapias.
Ahora hace pocos días el Ayuntamiento de Madrid ha abierto sus puertas.
Es una buena noticia. Para los vecinos, que ya han comenzado a disfrutar del espacio; para los amantes y estudiosos de las murallas de Madrid, para quienes era un lugar cerrado y misterioso que escondía sus restos, ahora abierto con la expectativa de su futura restauración; y para todos los madrileños, pues un solar cerrado y desaprovechado en pleno centro de la ciudad ahora es un lugar prometedor.
Un casi poético cartel firmado por los niños del barrio nos cuenta qué hay en este número 3 de la histórica calle.
Es un espacio en el que se puede estar y jugar, un espacio salvajemente romántico en medio de la jungla de Madrid, leemos.
El redactor del cartel lo expresa bien, sí, es salvaje y es romántico, un espacio que se está pensando, hasta hace poco impensable, que se está construyendo, aunque hasta ahora todos esperábamos que se construyeran casas en él… Nos cuentan también los niños firmantes que el solar tiene unas reglas, el tabaco y el alcohol no son bienvenidos. El horario se decide en grupo. Es una buena idea, preservarlo de usos no deseados por todos; y que los visitantes lo mantengan, mantengamos, limpio.
Desde luego de momento esto no tiene nada que ver con un parque ni con un jardín, es un terreno silvestre, aunque parezca mentira un trocito de campo en pleno centro de Madrid.
Pero no olvidemos que el solar estuvo ocupado casi desde los orígenes de Madrid, cuando se convirtió en uno de los arrabales del Mayrit islámico como han demostrado los hallazgos arqueológicos.
Contemplamos el solar y la puerta de madera de la Cava Baja desde dentro, por fin. Dos mamás con sus hijos pequeños se encuentran aquí tranquilas esta mañana en que yo lo he visitado, ellas charlan y ellos juegan.
Aquí, bajo la parcela cubierta de cemento, están los vestigios de la muralla.
No hay fecha, ni quizá presupuesto, para su restauración pero esperemos que en un futuro próximo se saque a la luz. Y que se explique que por aquí pasaba la muralla medieval, un monumento de gran importancia en nuestra historia. Y que aquí vivieron nuestros antepasados desde al menos el siglo X, quedando algunos de los objetos utilizados en su vida cotidiana aquí sepultados como prueba. Colocar un cartel que lo mencionara y lo explicara también sería una buena idea.
En uno de los muros de las antiguas construcciones también hay vestigios de mampostería.
Y aún quedan restos de las casas que en el pasado en ella se apoyaron, tal vez las últimas del siglo XIX, con sus baldosas hidráulicas.
Junto a la entrada de la calle del Almendro hay una fuente de hierro, de 1903, con pilón de piedra, que ignoro desde cuando está aquí. ¿Volverá a proporcionar agua?
A la salida la verdad es que resulta algo enternecedor ver tres viejos bancos de piedra, después de haber visto cómo se destruían sin misericordia en algunos lugares de Madrid, salvados, procedentes vaya usted a saber de qué almacén, colocados en la estrecha antiquísima calle del Almendro, a la entrada de un solar rodeado con una tapia pintada de colores, en el que juegan los niños y en el que hay restos de muralla y recuerdos de otros tesoros.
Otro día volveremos a la calle del Almendro, que tanta historia guarda. Continuará.
Por : Mercedes Gómez
22 comentarios
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1 septiembre 2016 a 00:50
MARIA Paz Ramos
Como me ha gustado este solar lleno de historia y por qué cerrado? Interesante q se documentase y q conserven todo lo auténtico .
1 septiembre 2016 a 20:00
Mercedes
Pues eso nos hemos preguntado durante mucho tiempo, ¿por qué está cerrado este solar?… me alegro de que te haya gustado la historia, Mª Paz.
1 septiembre 2016 a 02:28
Pablo JAURALDE
¡Qué estupendo! Al menos en ese rincón algo que escapa a la avaricia constructora. Me gustaría pensar que es un signo de cambio en el ayuntamiento.
1 septiembre 2016 a 20:03
Mercedes
Sí que es estupendo, en esto y en otras muchas cosas desde luego se ve que es una mentalidad distinta, aunque haya dificultades…
1 septiembre 2016 a 03:05
David Luigi
Un lugar «sin presupuesto» , pero un lugar con historia indudablemente.Curioso hallazgo de Arte en Madrid que no deja de sorprenderme.
1 septiembre 2016 a 20:05
Mercedes
Encantada de sorprenderte David Luigi 🙂 ¡Muchas gracias!
1 septiembre 2016 a 12:00
Mariarosa
Una buenísima noticia para ese barrio y su historia y en consecuencia para Madrid. Esa tapia, y esos árboles asomando, siempre han llamado la atención de los que por alli hemos andado buscando las huellas de San Isidro y los orígenes de Madrid. Iré a verlo en cuanto regrese. Una buena iniciativa del Ayuntamiento y una buena información del querido blog de Mercedes.
1 septiembre 2016 a 20:08
Mercedes
Sí que es una buena noticia ¿verdad?
¡Gracias, María Rosa!
1 septiembre 2016 a 18:59
Fernando
Viendo y escuchando estos días en tv las intervenciones de determinados políticos para el nombramiento de un eventual futuro gobierno, hay momentos en que pasa uno de la pena al furor. Creo que a la mayoría nos produce una gran inquietud quién o quienes pueden obtener la gobernación del país. Tus escritos en general y este de la calle del Almendro en particular me ha hecho sentir todo lo contrario, contiene paz, amor y sosiego.El poner a disposición de los vecinos «simplemente un trozo de campo en el centro de Madrid» me parece un buen, un excelente trabajo, como me pareció hace unos meses el anuncio de que habían rescatado el nombre de SOL a la Puerta del Sol. Estas «pequeñas noticias» son las que me alegran el día y espero no ser el único.Te felicito por tu callada y ejemplar labor.
1 septiembre 2016 a 20:17
Mercedes
Muchas gracias, qué comentario tan bonito. Realmente es un placer leer que mis textos pueden alegrar al posible lector, sobre todo en estos tiempos llenos de preocupaciones efectivamente.
Para mí también fue una alegría descubrir este lugar tan singular, poder verlo por fin, con tanta historia bajo su suelo, acogiendo a los niños del barrio.
Muchos besos, me ha hecho mucha ilusión tu comentario.
2 septiembre 2016 a 09:44
madridconm
Me ha encantado esta historia de la puerta de madera que encerraba un lugar misterioso, que ahora podemos ver. Nos acercaremos a conocerlo ¡Enhorabuena!
2 septiembre 2016 a 20:44
Mercedes
¡Me alegro un montón! muchas gracias, espero que os guste 🙂
4 septiembre 2016 a 19:38
Mariarosa
Vuelvo a escribirte…pero más que a ti me dirijo al desconocido para mi Fernando, cuyo comentario me ha «calado» mucho y emocionado..
Porque es verdad que estas noticias de descubrimientos y mejoras en la ciudad que tú nos vas contando nos dan alegría y serenidad, por ver que hay gente que trabaja por mejorar cosas y hacer la vida más vivible a todos…Bueno Fernando lo dice muy bien. Le doy gracias y a ti Mercedes por tu blog. Se
5 septiembre 2016 a 16:05
Mercedes
¡Gracias, Mariarosa! Esperemos que lleguen más noticias buenas ¡ojalá!
besos
20 septiembre 2016 a 17:26
sonila
Es maravillosa tu labor, Mercedes, acabo de descubrir tu blog y no puedo dejar de leer. Me siento atrapada en ese pasado que nos pertenece y del que sabemos cada día un poco más, gracias a personas como tú y, sobre todo, por tu saber hacer. ¡Qué bien!
20 septiembre 2016 a 20:34
Mercedes
Hola sonila, te agradezco mucho tu comentario, es muy bonito eso de que te sientes «atrapada en ese pasado que nos pertenece», encantada de que te guste mi blog. Gracias y ¡bienvenida!
6 octubre 2016 a 20:50
Carmen Santiago Jaquete
Gracias Mercedes por darnos la información, pasaré a verlo, siempre me he fijado en los árboles. Besos
6 octubre 2016 a 22:37
Mercedes
¡Hola Carmen!, me alegra tu visita, ¡bienvenida!
Espero que te guste el lugar, es, como decimos, un trocito de campo en Madrid, con grandes árboles. Espero que te guste.
Besos
4 enero 2017 a 19:45
La muralla cristiana en la calle del Almendro | Arte en Madrid
[…] volvemos al solar que visitamos a finales del pasado mes de agosto, solar con entrada por la calle del Almendro nº 3 y la Cava Baja 22. Actualmente, tal como estaba previsto, el espacio está en obras. El […]
27 abril 2017 a 14:23
ungatopormadrid
Parece mentira que se haya salvado tanto patrimonio madrileño gracias a que estaba ignorado y alejado de la mano de políticos y demás personajes responsables. Por suerte, todavía tenemos historias en Madrid que acaban bien, como esta. Gran artículo Mercedes, tenía mucha curiosidad en conocer el origen de este lugar tan especial.
27 abril 2017 a 22:03
Mercedes
Gracias gato 🙂 me alegro de que haya colmado tu curiosidad.
La verdad es que no se cómo ha llegado hasta aquí, pero como bien dices, lo importante es el final feliz, que a mí me ha alegrado mucho.
Como ya se ha inaugurado oficialmente creo que escribiré el tercer y último capítulo de la historia.
26 febrero 2022 a 23:09
Madrid, siglo XII. La muralla cristiana. | Arte en Madrid
[…] treinta años el solar, de más de setecientos metros cuadrados, con entrada por la Cava Baja 22 y Almendro 3 estuvo tapiado y cerrado, excepto una época en que al parecer sirvió de aparcamiento. Solo […]