Hace unos meses publiqué en Twitter un breve hilo dedicado a La Mariblanca, uno de nuestros símbolos más queridos durante mucho tiempo, como después ha llegado a serlo la Cibeles.
Hace pocos días, gracias a la Jornada de Puertas Abiertas que disfrutamos en la Casa de la Villa, pudimos contemplar la escultura original y así completar la historia que hoy os invito a recordar aquí.
La estatua de la bella diosa llegó a Madrid en 1625, junto a otras esculturas que Ludovico Turqui trajo de Italia. Poco después, la venus bautizada por los madrileños como Mariblanca, fue colocada coronando la fuente –diseño de Rutilio Gaci– frente a la iglesia y hospital del Buen Suceso en la Puerta del Sol.
En el siglo XVIII La Mariblanca adornó una nueva fuente, obra de Pedro de Ribera.
En el siglo XIX sufrió un nuevo cambio, fue instalada en otra fuente, esta vez muy sencilla, en la plaza de las Descalzas, que fotografió Alfonso Begué.
A finales de siglo la estatua de La Mariblanca pasó de las Descalzas a un almacén municipal, luego al parque del Retiro. En 1921 se encontraba en una sala del Museo de la Casa de la Panadería.
Los traslados continuaron. En 1969 fue instalada en el paseo de Recoletos, donde lamentablemente en 1984 fue destrozada por unos vándalos.
Fue restaurada y trasladada a la Casa de la Villa. Era una joya, obra del siglo XVII, que necesitaba protección.
Una réplica de piedra fue instalada en la Puerta del Sol, primero en el lugar donde estuvo la fuente primitiva, entre Alcalá y la Carrera de San Jerónimo. Durante la última reforma de la plaza en 2009 fue cambiada de lugar; desde entonces se encuentra junto al inicio de la calle del Arenal.
Otra copia, realizada en resina, podemos verla en el Museo de Historia de Madrid, seguramente procedente del desaparecido Museo de la Ciudad.
Y finalmente, hay una tercera Mariblanca en el jardín de un restaurante en el antiguo Recinto Ferial de la Casa de Campo. Esta no he podido verla de momento. Según la web del Ayuntamiento de Madrid es una reproducción realizada en 1956 para el Pabellón de la Masía Catalana en la II Feria del Campo. Hoy día es el restaurante La Masía de José Luis. Es de piedra caliza.
La verdadera Mariblanca, la estatua original, es de mármol.
Desde 1985, en que fue restaurada como vimos, majestuosa, preside el vestíbulo de honor de la Casa de la Villa.
Por: Mercedes Gómez
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Bibliografía:
GÓMEZ, Fernando. “La Mariblanca”, en Fiestas de San Isidro 2018. Asociación Casa de Madrid en Barcelona, mayo 2018.
11 comentarios
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14 diciembre 2018 a 19:14
MILA CASTAÑER
MUY INTERESANTE PARA TODOS AQUELLOS QUE AUNQUE NO VIVIMOS EN MADRID,QUEREMOS CONOCER LA CAPAITAL DE ESPAÑA QUE TIENE MUCHO POR DESCUBRIR. ESTE BLOG NOS AYUDA A CONOCERLA MÁS
15 diciembre 2018 a 14:39
Mercedes
Gracias por tu comentario, Mila, me alegro mucho de ayudarte a conocer nuestra ciudad.
15 diciembre 2018 a 20:54
Raúl Martín
Muchas gracias, Mercedes, por tus ilustrados e ilustrativos artículos, que tienen desde el principio carpeta propia en mi correo, y no precisamente de las menos abultadas. Justamente hoy he leído el dedicado a la sufrida y paseada Mariblanda, a la que yo recuerdo discreta y con agua tendida en el paseo de Recoletos, antes de sufrir a los vándalos que por desgracia nunca faltan. A propósito de ella, como desconocía el dato del marchante florentino Ludovico Turchi —siempre hay algo que ignoro de toda la información que sueles proporcionar, amén del entusiasmo, que es difícil de igualar—, me he dado un paseíto por ese Saberdetodos conocido como WIkipedia y me ha sorprendido que entre las varias obras que trajo para ornato de la capital de la monarquía no se mencione a la tan simbólica Mariblanca; la verdad es que el artículo de marras no da mucho de sí, pero no deja de ser curioso. Por el contrario sí que he podido conocer el dato de que normalmente el autor/escultor de las piezas con la que comerciaba don Ludovico salían del cincel diestro de Rutilio Gaci, lo que tomo como el postre del menú que para disfrute de madrileñistas de afición nos has preparado de la mano de la pobre Mariablanca.
Gracias de nuevo.
15 diciembre 2018 a 21:05
Raúl Martín
Mariblanca, Mariblanca y Mariblanca… ni Mariblanda (¡’Susbendito!) ni Mariablanca, que parece de Registro Civil. Lo siento, pero el dedo tonto siempre busca su oportunidad, el muy tal.
16 diciembre 2018 a 11:34
Mercedes
jaja, no te preocupes, se lee perfectamente «Mariblanca». Me alegro de aportar cosas nuevas para ti, de eso se trata.
Sobre lo que comentas de la wiki, es que la primera fuente, luego bautizada por los madrileños como Mariblanca, en la época era conocida como Fuente del Buen Suceso, de la Fe… creo que la wikipedia se refiere a ella con este último nombre. Turchi fue todo un personaje, toda la época es muy interesante 😉
Muchas gracias a ti, Raúl, por tus palabras y compartir el interés por la historia de Madrid.
Saludos.
17 diciembre 2018 a 23:53
Alison
Muy bonita esta escultura. Gracias, no supe de su historia.
19 diciembre 2018 a 00:38
Mercedes
Gracias a ti, Alison.
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