El sábado pasado volví a atravesar “el pasadizo”, desde la Corredera hasta Fuencarral, casi como cuando era pequeña, encontrando cosas sorprendentes.
Cuando en junio de 2009 lo visité después de bastantes años y escribí un breve artículo sobre este lugar, recuerdo de infancia, casi vacío y olvidado, el Pasaje Mutualidad, el “Pasadizo”, no pude imaginar que cuatro años después abriría sus puertas al arte.
Aquella otra mañana de sábado aún continuaban abiertas las tiendas de bolsos y maletas, al principio, y de ropa, al final, llegando a Fuencarral. Ambas cerraron poco después. En la actualidad solo subsiste la relojería. Pero ya entonces el aspecto del pasaje era triste, un poco fantasmal, con las paredes pintarrajeadas y sin apenas visitantes.
Hoy día el barrio continúa con su actividad habitual pero el Pasaje Mutualidad ha cambiado, aunque solo sea durante un mes ha recobrado la vida, la alegría de ver pasar, pasear, a los vecinos y curiosos en general. Hasta el próximo 20 de octubre acoge una muestra de arte contemporáneo, organizada entre otros organismos por la Embajada alemana en Madrid, se titula Espacio + Identidad.
El filósofo alemán Walter Benjamin está presente a lo largo de todo el recorrido, con sus pensamientos y frases de su Libro de los pasajes.
Los pasajes son cruceros no solo de transeúntes y cosas sino de pensamientos y voluntades… Y eso es lo que encontramos con sorpresa, personas paseando, pensando, escuchando, hablando de arte… observando obras de todo tipo, instalaciones, videos, fotografía, pintura… leyendo textos que invitan a la reflexión… y todo lo que uno quiera encontrar.
La desaparecida tienda de bolsos, de la que solo subsisten sus letreros dorados y azules, está ocupada por cerámicas, y sus antiguas vitrinas por diversas obras de arte conceptual y libros de artista.
Además, las actividades programadas (talleres, conferencias…) convierten al pasadizo en lugar de encuentro e intercambio.
La plaza central hoy muestra un aspecto mucho más alegre y limpio que hace cuatro años.
Cada local ofrece algo distinto. La Peluquería, la Óptica… En el antiguo Hogar Canario las fotografías de las cocinas de La Laboral de Gijón (orfanato minero hoy convertido en centro de arte, inaugurado en los años 50 igual que nuestro Pasadizo) crean un nuevo e inquietante espacio; la mezcla de las verdaderas paredes y escaleras con las fotografiadas convierten el lugar en un inmenso trampantojo por el que es posible deambular.
Los artistas no solo nos proponen atravesar el pasaje sino detenernos en cada recoveco, entrar en los locales, … el espacio, el edificio, juega un papel importante, se convierte en parte de las obras expuestas.
Las flechas nos invitan a continuar, entrar en lugares inesperados y no pasar de largo.
Así el edificio se convierte en otro protagonista, nos permite asomarnos a los patios y bajar a sus sótanos.
Otro de los textos más sugerentes es el elegido por la artista Antonia Valero para presentar su Cantata silenciosa:
“Es posible que el paseo sea la forma más pobre de viaje, el más modesto de los viajes. Y sin embargo, es uno de los que más decididamente implica las potencias de la atención y la memoria, así como las ensoñaciones de la imaginación …l”. (Miguel Morey, Kantspromenade. Una invitación a la lectura de Walter Benjamin).
Después de ver obras muy diferentes entre sí volvemos a la animación del pasaje central.
A cada uno de nosotros unas propuestas nos pueden gustar, otras no, algunas nos pueden sugerir cosas, o no, todo es posible. Pero de lo que no cabe duda es que, como leemos en el folleto, no se trata de objetos decorativos sino que tratan de hacernos ver que “ocupar el espacio y la vida de otra manera es todavía posible”. Y que el pasadizo ha salido del olvido.
Por Mercedes Gómez
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Espacio + Identidad
Hasta el 20 de octubre
Horario: J-D 11-14 h. y 17,21 h.
16 comentarios
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23 de septiembre de 2013 a 21:14
Maríarosa
Uno de los dones mas preciados del ser humano es la imaginación…y dejarse llevar por la fantasía…Y lo que nos cuentas es un canto a esta facultad aplicada a un espacio que, por lo que nos cuentas estaba olvidado y degradado…En cuanto regrese a Madrid iré a vistarlo..Me ha encantado la idea y cómo la cuentas. Muchas gracias
24 de septiembre de 2013 a 19:44
Mercedes
Lo resumes muy bien, María Rosa, la verdad es que es una iniciativa fantástica que los artistas han sabido llevar a cabo admirablemente.
No dejes de ir, hay tiempo…
Gracias a tí!
23 de septiembre de 2013 a 22:12
Karl
Los alemanes igual estan pensando en llevarselo, otro botín de guerra mas…
?O es otra de las lavadas de cara de la potencia imperial?
24 de septiembre de 2013 a 19:52
Mercedes
¡Hombre Karl! ¿has ido a verlo? es muy interesante y en mi opinión una iniciativa de agradecer a todos los que han participado. Por lo que vi, algunos son españoles y otros de otros paises (Inglaterra, Alemania…) que viven en Madrid.
Y luego está Walter Benjamin, alemán, que solo nos puede aportar cosas…
Saludos
23 de septiembre de 2013 a 22:58
Guerra Esetena
Dan gusto iniciativas como ésta. No sólo sacan del olvido a un hermosísimo edificio y permiten acercarnos al arte y a la literatura, sino que estructuran el barrio, dándole vida. Un acierto,
Un abrazo, Jesús
24 de septiembre de 2013 a 20:01
Mercedes
De acuerdo contigo, Jesús, aparte su interés como exposición es bueno para el barrio, muchos vecinos parece que están encantados.
Un abrazo
24 de septiembre de 2013 a 10:48
Antonio
¡¡¡Que bonito Mercedes!!!!. Estuve el otro día viendo el edificio por dentro (yo llevo 12 años viviendo por la zona, pero nunca había entrado) y la exposición, pero según lo cuentas tu me ha hecho pensar que no lo vi bien, Un edificio moderno precioso, que junto al cine Barceló es de lo mejorcito que tenemos por la zona de esa arquitectura pensada para el espacio y la función. Que pena que se tirase el edificio de grandes almacenes en la calle Fuencarral que hoy ocupa ese edificio de fachada plana,parking y descontestualizador del VIPS, otro ejemplo de modernidad pero mal entendida.
24 de septiembre de 2013 a 20:06
Mercedes
¡Gracias Antonio! yo ya no vivo allí, pero es un barrio que me encanta, vives en un buen sitio!
Yo fui pensando que sería un ratito, lo que supone atravesar el pasaje central, pero es que tras cada puerta hay algo. Estuve a punto de perderme muchas cosas por no «atreverme» a abrir alguna… pero vi que la gente entraba y salía… la expo está llena de sorpresas. En ese sentido al final resulta muy divertida.
24 de septiembre de 2013 a 11:31
Antonio Iraizoz
Hola Mercedes,
Me ha encantado la propuesta y sobre todo cómo lo cuentas. «Ocupar el espacio y la vida de otra manera» es, en estos momentos, muy importante para dinamizar la ciudad.
Hay otro pasaje espectacular de la misma época entre San Bernardo e Isabel la Católica que merecía salir del olvido como lo ha conseguido este.
Felicidades y un abrazo.
24 de septiembre de 2013 a 20:12
Mercedes
Gracias, Antonio, es que me lo pasé muy bien, son muchas las cosas que vas encontrando en el «trayecto».
Fíjate que no he entrado nunca en ese otro pasaje al que te refieres, y eso que he pasado por la puerta infinidad de veces… pondré remedio cuanto antes.
Un abrazo
24 de septiembre de 2013 a 13:27
J. Casado
Hola Mercedes. Bonito post, de lo que parece una idea magnifica, por varios motivos, pero sobre todo porque ayuda por un lado a presentar una serie de obras, y por otro recuperar un edificio antiguo, que por si solo merece la pena ver. Me pasaré a verlo.
Un saludo.
24 de septiembre de 2013 a 20:14
Mercedes
Gracias José, me alegro de que te haya gustado. Tienes razón, y en estos tiempos en que todo son malas noticias, derribos, sitios que cierran… estas cosas animan.
Un saludo
24 de septiembre de 2013 a 19:14
Doña Umé
Hola Mercedes.
Ayer mismo entré en el Pasage . Yo nunca había pasado por allí, porque con su aspecto anterior, la verdad, no daban muchas ganas de curiosear, pero me gustó mucho ese estilo Retro que recuerda otra época. Yo tampoco he visto todas las cosas que nos cuentas, ni todas las plantas, ni esa escalera.
Tengo que volver.
Mercedes:….Y el pasadizo del que habla Antonio Iraizoz….¿Lo conoces?. Habrá que investigar….
Un beso.
24 de septiembre de 2013 a 20:21
Mercedes
Hola doña Umé:
comprendo que no entraras, el día que comento, hace cuatro años, yo entré por razones afectivas y porque la curiosidad me puede, pero… no te voy a decir que me daba miedo pero sí un poco de «respeto». Por eso verlo tan animado el otro día me alegró muchísimo.
Tienes que volver y tomártelo con calma, hay muchos rincones, escaleras… hubiera puesto montones de fotos, pero es mejor ir a verlo, ¿has visto a esa chica con el carrito de la compra? me pareció fantástico, también había gente mayor cotilleando.
Y bueno, ya ves lo que le comento a Antonio Iraizoz, nunca he entrado en ese pasadizo, ¡sí, habrá que investigar!
Me alegra verte por aquí
un beso
29 de May de 2015 a 18:42
ingestado
Y se sabe qué va a pasar con este espacio abandonado y vacío? Espero que no lo «rehabiliten» y destruyan la estética setentera que tiene. En sí, este espacio es una auténtica pieza de museo.
29 de May de 2015 a 21:48
Mercedes
De momento, yo lo que he leído en alguna parte es que lo han puesto a la venta, nada más… La protección del edificio es estructural, no se qué protección puedan tener algunos de los elementos del Pasadizo, esperemos que no desaparezcan, como dices es una auténtica pieza de museo.