Hace unos días, en la entrada dedicada a la Muralla Cristiana, hubo comentarios y aportaciones muy interesantes por vuestra parte, los amigos lectores del blog, recordando la existencia de otros restos arqueológicos conservados en Madrid, como los restos de una antigua Cerca que se encuentran junto al nuevo edificio del Senado, en la calle de Bailén.

Vista del edificio de ampliación en la calle de Bailén, a espaldas de la sede del Senado en la plaza de la Marina Española. (Folleto. Madrid 1998).

Se trata de un trozo de tapia de aproximadamente tres metros de longitud que apareció durante las obras de ampliación de la sede de la Cámara Alta en el año 1991, muy cerca del Palacio Real.

Se encuentra junto a la garita de entrada al moderno edificio, protegido por una verja, sin indicación alguna sobre qué es o a qué época corresponde. Son los vestigios de alguna de las cercas que rodearon Madrid en el pasado.

A medida que la población aumentaba, los límites de la Villa también crecían. Del primer recinto musulmán del siglo IX (9 hectáreas de terreno, aproximadamente), entre los siglos XII y XIII Madrid pasó a tener una extensión de unas 33 hectáreas, protegidas por la muralla levantada por los cristianos.

En el siglo XV, hacia 1438, se construyó la Cerca del Arrabal, que delimitaba el que se convertiría en el tercer recinto madrileño, que abarcaba los nuevos arrabales (Santo Domingo, San Martín, Santa Cruz, etc.).

Esta cerca ya no debería ser calificada de muralla pues su función principal no era la defensa ante el enemigo, como en el pasado, sino de tipo sanitario –defenderse de las epidemias de peste- y administrativo o de recaudación fiscal; carecía de torres y almenas, que ya no eran necesarias, y su material de construcción no era tan fuerte como el de las recias murallas.

En el siglo XVI, después de que Felipe II trajera la Corte a la Villa, ésta se vio obligada a ampliar su recinto una vez más. En 1566 el rey ordenó la construcción de una nueva tapia que rodeó un Madrid que por entonces había llegado a las 125 hectáreas de extensión.

Y ya en el siglo XVII sería Felipe IV quien construiría la última cerca, la conocida Cerca de Felipe IV, que no fue derribada hasta el año 1868.

En cuanto a los restos de la calle Bailén, en el momento de su descubrimiento existieron discrepancias sobre la fecha de su construcción. ¿Se trataba de la Cerca de Felipe IV?, ¿de la más antigua Cerca del Arrabal?…

Según el historiador y especialista Manuel Montero Vallejo, pertenecen a la Cerca de Felipe II (*).

En cualquier caso, se trate de una construcción del siglo XV o del siglo XVI, es el único resto conservado perteneciente a cualquiera de estos históricos muros, muestra importante del viejo Madrid cercado, testigo de nuestra historia y de la vida de nuestros antepasados, que debemos cuidar y conocer.

Mercedes Gómez

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(*) Diario El País, 10 jun 1991.