Continuamos disfrutando del magnífico Programa Es Patrimonio Descúbrelo organizado por Dolores Muñoz, Un recorrido por el Patrimonio Industrial de la Comunidad de Madrid, que recordemos fue inaugurado el pasado mes de octubre en la antigua Fábrica de Cervezas El Águila, actual sede de la Biblioteca y Archivo Regionales.

Tras varias visitas a edificios importantes de nuestro patrimonio industrial (Serrerías Belgas, Instituto Torroja, etc.) el pasado día 23 de febrero visitamos una de las construcciones más notables de la arquitectura española contemporánea, el Centro de Estudios Hidrográficos, de Miguel Fisac.

Vamos conociendo poco a poco la obra de este arquitecto, en este blog el pasado mes hemos tenido ocasión de descubrir sus edificaciones para el CSIC y la iglesia del Espíritu Santo en la antigua Colina de los Chopos. Hace más tiempo, con motivo de la exposición Miguel Fisac y Alejandro de la Sota: miradas en paralelo organizada por el Museo ICO en 2013 conocimos algo mejor a la persona y su obra, y entramos en la iglesia de Santa Ana en Moratalaz, obra de 1965.

Viga-hueso (en la exposición Museo ICO, 2013)

Anterior es el Centro de Estudios Hidrográficos, construido entre 1960-1961 e inaugurado en 1963. El conjunto constaba de dos edificios debido a que, en origen, fueron dos los organismos que participaban, el Centro de Estudios Hidrográficos y el Laboratorio de Hidráulica.

Dijo Miguel Fisac que siempre le hacía ilusión recibir un encargo profesional, grande o pequeño, pero la petición del proyecto para un Centro de Estudios Hidrográficos y un Laboratorio de Hidráulica representó para él una proposición llena de posibilidades por su programa singular, sus exigencias técnicas, su emplazamiento, al borde del río Manzanares, junto al Puente de Segovia.

Fue uno de los primeros edificios en que el material principal utilizado fue el hormigón armado, en este caso acompañado de hierro laminado y aluminio en las ventanas y puertas.

Y fue el primero en que se consiguió construir un espacio adintelado con vigas de hormigón pretensado con una luz de nada menos que 22 metros, como veremos.

Trabajó con el ingeniero José María Pliego y, para la realización de las famosas vigas postensadas con anclajes para la cubierta del espectacular Laboratorio, con Ricardo Barredo.

Además de las vigas, otro elemento prefabricado llama la atención nada más entrar en el edificio, los peldaños empotrados en el muro de hormigón visto que configuran sus escaleras voladas.

Fisac siempre quiso demostrar que el hormigón bien tratado también podía ser bello (igual que hizo Eduardo Torroja). Hay en este edificio muros de hormigón visto que parecen madera.

Igual que en otros edificios, como los del CSIC (recordemos la Librería Científica), Fisac diseñó techos, suelos, los muebles… y todos los detalles, cada uno cumpliendo una función.

Salón de actos

Su objetivo además de la belleza era lograr el máximo confort y funcionalidad. Por ejemplo, que la forma de los techos de escayola favoreciera la mejor acústica.

Las formas curvas y la madera además de decorativas eran funcionales. Las utilizó aquí y en el mobiliario en otros edificios, bajo la influencia de la arquitectura nórdica.

Los muebles, aunque algunos han sido cedidos a museos otros se conservan aquí, en el lugar para el que fueron ideados.

Todo lo que no diseñó personalmente lo encargó a artistas de primer nivel. Hay algún sillón de Mies Van der Rohe y una placa de bronce del escultor Pablo Serrano creada para la inauguración, actualmente en el interior del Centro, en el vestíbulo.

Sin duda, la parte más espectacular del CEH es la llamada Nave de Modelos, una obra extraordinaria.

Se trataba de crear un espacio rectangular de 80 por 22 metros con una iluminación de bóveda celeste uniforme, sin ningún punto de apoyo.

Las vigas hueso, así llamadas por Fisac por su parecido con los huesos de los animales fueron un hallazgo para conseguir que la gran nave aprovechara lo mejor posible la luz natural.

El paso del tiempo provocó un cierto deterioro en las vigas que fueron sustituidas, no son por tanto las originales, pero las nuevas sí fueron realizadas con el molde original, que se conserva.

En 1969 la nave fue ampliada por José Antonio Torroja, hijo de Eduardo Torroja. La nueva construcción, a continuación de la nave de Fisac, paralela al río, es triangular, en forma de sierra.

Se mantuvo el uso de los mismos materiales, aunque es una obra muy diferente a la estructura innovadora de Fisac.

Finalmente visitamos la Cafetería, otra muestra de cómo Fisac cuidó la decoración de todos los rincones del Centro. En ella se conservan murales de pintura y cerámica obra de Juan Ignacio Cárdenas.

Cárdenas, hijo del arquitecto que conocemos por ser el autor del gran edificio de la Telefónica, Ignacio Cárdenas, de quien también hablamos aquí, estudió arquitectura, como su padre, pero se convirtió en pintor, grabador y ceramista. Fue un artista muy valorado en los años 60 y 70, pero nunca llegó a ser reconocido tanto como quizá hubiera merecido.

Como pudimos comprobar, este CEH es sorprendente por su arquitectura, también por su interior cuidado, y por las obras de artistas, alguno ya conocido en este blog como Pablo Serrano, pero otros que fueron un descubrimiento, como el pintor Juan Ignacio Cárdenas.

Por supuesto es también muy interesante conocer la actividad del actual Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación Obras Públicas) y los numerosos proyectos que se muestran en la Nave de Modelos, algunos impactantes. Son «modelos», reproducciones a pequeña escala de grandes obras hidráulicas.

El edificio suele abrir sus puertas en diferentes ocasiones (durante la Semana de la Arquitectura, etc.). También se puede solicitar una visita siguiendo las indicaciones en su web.

Por : Mercedes Gómez

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Bibliografía:

FISAC, M. «Centro de Estudios Hidrográficos». Informes de la Construcción, nº 157, 1964.
MENDILUCE, E. y ARQUÉS, F. Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX (separata del libro conmemorativo de los 40 años del edificio)
Centro de Estudios Hidrográficos