Retomamos la historia del pintor Juan Vicente de Ribera cuya vida y obra conocimos en el artículo Juan Vicente de Ribera, pintor madrileño. Entre otras facetas, el artista destacó por sus pinturas al temple, en la que se mostró heredero de las técnicas ilusionistas introducidas en España por Mitelli y Colonna.
Como vimos, en 1685, al morir su maestro Francisco Rizi, continuó su formación con Antonio Palomino con quien trabajó hasta aproximadamente 1700. Desde al menos un año antes ya había establecido sus primeros contactos con la Compañía de Jesús, a la que estuvo vinculado toda su vida y para la que realizó un buen número de obras. Una de ellas, la que ha dado origen a la revisión de su obra y su recuperación a raíz de su restauración en 1994, fueron las pinturas de la cúpula de la Capilla de las Santas Formas, en la antigua Iglesia del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús, en Alcalá de Henares. Anteriormente habían sido atribuidas a Juan Cano de Arévalo. Las obras sacaron a la luz la firma del autor, Juan Vicente de Ribera.
Recordábamos en dicho trabajo el equívoco que arrastrado durante dos siglos provocó el olvido de este pintor, verdadero autor de la obra.
En esos momentos, estábamos en 2013, no pudimos visitar ni el Camarín de Nuestra Señora del Rosario en la iglesia de San Pedro Ad Víncula de Vallecas, ni la Capilla de San Ignacio en la iglesia del Hospital de Antezana en Alcalá de Henares, ambas en obras de restauración. Y ambas actualmente atribuidas a nuestro protagonista.
El Camarín de Nuestra Señora del Rosario en Vallecas por fin tuvimos el placer de conocerlo. Hoy os invito a visitar la Capilla de San Ignacio de Loyola en Alcalá de Henares.
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La Capilla de San Ignacio está situada a los pies de la iglesia del Hospital de nuestra Señora de la Misericordia, conocido como Hospital de Antezana. El origen de la casa se remonta al siglo XV, reformada y transformada en hospital en el XVI.
La primera Capilla de San Ignacio de Loyola se construyó en 1616 en recuerdo del santo que había llegado a Alcalá casi un siglo antes. En el Hospital estuvo alojado y trabajó como enfermero.
En 1667 fue ampliada y posteriormente decorada con pinturas murales, como decíamos atribuidas a Ribera, de las cuales quedan algunos restos.
El espacio que ocupa hoy la Capilla barroca corresponde a los dos pisos existentes en la época en que aquí vivió San Ignacio. El piso bajo, que ya sería alguna dependencia de la iglesia, y el piso superior que probablemente era el aposento que ocupó el santo. Eliminada la separación entre ambos pisos, quedó el lugar tal como hoy lo contemplamos.
La planta es rectangular, con una antecapilla cubierta con una bóveda de arista.
Y la capillita propiamente dicha cubierta con una cúpula sobre pechinas con linterna. Ambas estancias están separadas por un arco.
Las pechinas sobre las que se apoya la cúpula muestran la imagen de cuatro santos de la Compañía de Jesús: San Francisco de Borja, San Francisco Javier, San Luis Gonzaga y San Estanislao de Kostka.
Curiosamente, la Capilla se construyó en el siglo XVII en el interior de una edificación anterior, del siglo XVI. Debido a ello la cúpula queda oculta a la vista –sobresale la linterna–. Actualmente, tras las obras de rehabilitación del Hospital, durante las visitas guiadas que ofrecen, desde el patio se puede observar el exterior de la construcción de ladrillo que conforma la cúpula, en el interior de una de las habitaciones del piso superior.
La casa original del siglo XV fue transformada en el XVI para alojar el hospital de caridad, como comentamos.
El estudio de los materiales ha mostrado que los utilizados en la capilla corresponden al siglo XVII.
En el interior de la capilla, en el retablo dorado hay un cuadro de San Ignacio de Loyola pintado en 1669 por Diego González de la Vega, discípulo de Francisco Rizi –igual que lo fue Ribera por cierto–. Debajo hay dos tablitas que representan a la Virgen y Cristo con la cruz, que podrían ser del mismo autor.
Los muros laterales muestran restos de las pinturas murales realizadas al temple por Juan Vicente de Ribera que un día los decoraron.
En el lado izquierdo hubo una cartela, que recogió Cabello Lapiedra en 1922, que decía: » I H S / ESTA CAPILLA FUE EL APOSENTICO / EN QUE VIVIÓ PARA / ASISTIR A LOS ENFER / MOS S. IGNACIO / DE LOIOLA.»
Igual que las pinturas de la cúpula, prácticamente todas las de la parte inferior de los muros se han perdido.
En la derecha, donde hay una ventanita que da al patio, se conserva algo más de los murales de Ribera. Jarrones, flores, guirnaldas y falsos mármoles se combinan con restos de arquitecturas fingidas.
Realmente es una pena que no se conserven y poder contemplar la recoleta capilla en todo su esplendor, pero en cualquier caso merece la pena acercarse a visitarla y por supuesto conocer la iglesia y sus obras de arte.
Por: Mercedes Gómez
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Hospital de Antezana. Visitas guiadas.
Calle Mayor, 46
Alcalá de Henares.
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Bibliografía:
VVAA. “El hospital de Antezana (Alcalá de Henares, Madrid): estudio arqueométrico y análisis arquitectónico de ladrillos y morteros”. En: X Congreso Ibérico de Arqueometría: 2013, Museo de Bellas Artes de Castellón.
ROMÁN, C. y FERNÁNDEZ, J. Datos históricos y evolución arquitectónica de la Fundación Antezana. Alcalá de Henares, 1996.
GALINDO, Natividad. “El pintor madrileño Juan Vicente de Ribera”. Boletín del Museo del Prado. Vol XV, nº 33, Madrid 1994.
CABELLO LAPIEDRA, L.M. “San Ignacio en Alcalá”. Arte Español, Madrid 1922.
10 comentarios
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12 de febrero de 2018 a 23:46
Mariarosa
Un buenisimo reportaje sobre este hospital y la iglesia…otra de las joyas de Alcalá de Henares
13 de febrero de 2018 a 19:41
Mercedes
Una auténtica joya. Gracias, María Rosa 🙂
13 de febrero de 2018 a 08:18
PEPA
El hospital es una joya. Gracias por recordar el maravilloso Camarín de Ntra. Sra. del Rosario en Vallecas.
13 de febrero de 2018 a 19:42
Mercedes
A ti, Pepa, ¡gracias por tu comentario!
14 de febrero de 2018 a 12:55
Marcos
Tengo pendiente comenzar un cuaderno con un título más o menos así: «Cuánto desconozco aún de España». En este cuaderno sin fin debería apuntar todos los rincones, paisajes, monumentos, pueblos, obras de arte, etc; cuya existencia aún desconozco. Una entada de ese cuaderno sería, necesariamente, esta capilla de San Ignacio en Alcalá. Gracias, Mercedes, por traerla, contarnos su historia y describirnos su patrimonio artístico. Me encanta cuando posas el ojo en estos pequeños tesoros fuera de Madrid.
¡Un gran abrazo!
14 de febrero de 2018 a 23:24
Mercedes
Seguro que apuntarás muchas cosas, España es inmensa, pero pocas personas la conocen tan bien como tú, incluso los que aquí vivimos 🙂
La Capilla tiene interés por su historia y, para mí, por formar parte de la obra de un pintor olvidado durante mucho tiempo. Pero la visita al Hospital es realmente bonita, una de las pocas casas mudéjares que siguen en pie, magníficamente restaurada.
Gracias, Marcos, por compartir siempre mi entusiasmo por estos «pequeños tesoros». ¡Abrazos!
17 de febrero de 2018 a 23:52
Armando
No conocía este edificio del barroco de Alcalá, así, ya me he puesto deberes para uno de estos días. Magnífico reportaje, un abrazo.
18 de febrero de 2018 a 10:48
Mercedes
Me alegro, Armando, te gustará. Si puedes apúntate a la visita guiada al hospital, es muy bonita.
Pues te pongo yo otro «deber»: si llevas la cámara, por favor, haz una foto de la bóveda de la antecapilla, que a mí me salió mal 🙂
¡Gracias, un abrazo!
2 de marzo de 2018 a 23:50
Capilla de San Ignacio en la iglesia del Hospital de Antezana, Alcalá de Henares. — Arte en Madrid – Recuerdas…?
[…] a través de Capilla de San Ignacio en la iglesia del Hospital de Antezana, Alcalá de Henares. — Arte en Madri… […]
16 de May de 2019 a 12:00
Madrid
Cada vez que me escapo a Alcalá no paro de sorprenderme con la cantidad de patrimonio que tiene la ciudad y lo bien conservado que está todo. Sin duda la Capilla de San Ignacio en la iglesia del Hospital de Antezana es otro de los puntos de la ciudad para no perderse.