Juan Vicente de Ribera nació en Madrid hacia el año 1668, cuando Juan Carreño de Miranda, Francisco Ricci, Antonio de Pereda, Bartolomé Esteban Murillo y Claudio Coello, los grandes artistas del último barroco, dominaban la escena artística.
Formó parte de una generación de pintores que aún habiéndose formado en los talleres barrocos la mayor parte de su carrera transcurrió ya en el siglo XVIII. Cuando se instauró la dinastía borbónica tenía poco más de 30 años. Vivió el paso del reinado de Carlos II, el último Austria, al de Felipe V y los cambios que ello supuso en todos los terrenos, incluido el del arte.
En sus comienzos, con apenas dieciséis años, fue discípulo de Francisco Ricci. Desde ese momento, y durante dieciocho años, trabajó en la decoración de arquitecturas efímeras, sobre todo en las fiestas y representaciones teatrales que tenían lugar en el Buen Retiro. Se sabe que fue reclamado en varias ocasiones por Teodoro Ardemans, Maestro Mayor de Obras reales, con quien debía tener buena relación, así como con Pedro de Ribera. A lo largo de su vida también fue autor de pintura de caballete, de temática religiosa. Finalmente, destacó por sus pinturas al temple, faceta en la que se mostró heredero de las técnicas ilusionistas introducidas en España por Mitelli y Colonna.
Aunque en su época debió ser un artista valorado y bien situado, Juan Vicente de Ribera ha sido durante mucho tiempo un artista olvidado, por varios motivos: casi ignorado por los historiadores del arte del XVIII, se han conservado escasas obras suyas, y además fue víctima de un error.
Hijo de Lorenza Fernández y Gabriel Jerónimo de Ribera, maestro tramoyista vinculado a las obras reales; tuvo dos hermanos, Juan de Dios, que fue tramoyista como su padre, y Teresa que se casó con Francisco de Peralta, con quien tuvo un hijo, Pedro de Peralta, que también fue pintor, discípulo de su tío.
Juan Vicente se casó con María Prieto, viuda de Juan de Zaldo. No tuvieron hijos pero María tenía una hija, María Zaldo, a la que Juan Vicente consideró siempre como propia. La familia vivía en la calle de las Huertas, muy cerca del Prado y del Buen Retiro.
Unos años después María, la hija, se casó con Pedro, el sobrino de Juan Vicente.
En 1685, al morir el maestro Ricci, continuó su formación con Antonio Palomino con quien trabajó hasta aproximadamente 1700. Desde al menos un año antes ya había establecido sus primeros contactos con la Compañía de Jesús, a la que estuvo vinculado toda su vida y para la que realizó un buen número de obras.
Una de ellas, la que ha dado origen a la revisión de su obra y su recuperación a raíz de su restauración en 1994, fueron las pinturas de la cúpula de la Capilla de las Santas Formas, en la antigua Iglesia del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús, en Alcalá de Henares. Anteriormente habían sido atribuidas a Juan Cano de Arévalo. Las obras sacaron a la luz la firma del autor, Juan Vicente de Ribera.
La iglesia había sido construida entre 1602 y 1625 junto al Colegio, el primero que establecieron los jesuitas en España.
Es un templo magnífico ejemplo del barroco de comienzos del siglo XVII. Su fachada está adornada con cuatro esculturas de Manuel Pereira.
La construcción de la Capilla comenzó alrededor de 1680 con el fin de albergar las Sagradas Formas que dicen se mantenían incorruptas desde 1597, hecho considerado milagroso desde que así lo declarase el Arzobispo de Toledo en 1620. Aunque tiene una entrada desde la iglesia por el lado del Evangelio, a través del Callejón de las Santas Formas abierto hace pocos años se puede acceder directamente a ella, ubicada a espaldas del templo.
Fue inaugurada en 1687 aunque las espléndidas pinturas al temple de la cúpula son posteriores, de 1689 ó 1699. Además de la firma del autor, la restauración puso al descubierto la fecha, algo confusa la penúltima cifra al parecer, siendo más probable la de 1689.
El tambor está dividido en ocho espacios decorados por flores, angelitos, niños y diversos símbolos religiosos, separados por ocho pares de columnas fingidas pintadas de color azul.
La linterna, con falsas pilastras, y el cupulín, están igualmente divididos en ocho partes.
Sobre las ventanas el artista dibujó frontones también imaginados. Toda la cúpula fue realizada utilizando el color (azul, oro…), la perspectiva y la ilusión óptica para dar una sensación de grandiosidad. Las figuras, símbolos y alegorías representadas en el conjunto de la cúpula muy complejas, han sido ampliamente descritas por los autores de los artículos citados en la bibliografía, Ismael Gutiérrez y Natividad Galindo.
Hoy día es la Parroquia de Santa María la Mayor desde que la primitiva, situada en la plaza de Cervantes, fuera destruida. Solo se conservan la torre, la capilla del Oidor, convertida en Sala de Exposiciones, y unas fotografías de las pinturas que decoraban los ábsides de la cabecera de la desaparecida iglesia realizadas por Moreno entre 1920 y 1930. También se conservan las ruinas de dichos ábsides.
Estos murales fueron también atribuidos a Cano de Arévalo, aunque lo más probable es que fueron obra de Ribera, igualmente ayudado por Cano, como veremos.
Las pinturas partían de una falsa barandilla en espléndido trampantojo, que continuaba en las pinturas de las naves laterales.
Uno de sus maestros, Antonio Palomino, en su libro El Museo pictórico y escala óptica no mencionó a Ribera, se cree que cumpliendo su norma de no incluir a pintores vivos. Pero sí incluyó a Juan Cano de Arévalo, que había muerto en 1696 antes de cumplir los 40 años.
Cuenta Palomino que Cano “pintó algunas obras en diferentes capillas como es en la de las Santas Formas del Colegio de la Compañía de Jesús de Alcalá de Henares en que ayudó a otro pintor de Madrid que fue a ejecutarla; y también en la pintura de la capilla mayor, y colaterales de la iglesia de Santa María de dicha ciudad”.
No nombra al otro pintor que sin duda era Ribera, a quien conocía sobradamente pues había sido su alumno y además trabajaron juntos durante mucho tiempo en el Buen Retiro.
Después Ceán Bermúdez en su famoso Diccionario histórico de los más ilustres profesores de bellas artes en España, sí dedicó un breve párrafo a Ribera, de quien decía era un “pintor acreditado en Madrid a principios del siglo XVIII. Por real cédula del año 1715 el consejo de Castilla le nombró tasador de pinturas». Y añadía algunos datos sobre su obra:
«… Pintó las pechinas de la cúpula de la iglesia de San Felipe el Real; y dos cuadros al óleo sobre los arcos de las capillas en la iglesia de la Victoria, relativos a la vida de San Francisco de Paula. Y es de su mano el martirio de San Justo y Pastor colocado en la tesorería de la magistral de Alcalá de Henares, pintado con franqueza. Las demás obras de Ribera están en las casas particulares y conventos de Madrid.»
Pero, en referencia a Cano, afirmaba que “pintó al temple la capilla de las santas Formas del colegio de los jesuitas de Alcalá”. Nada más. Omitió lo más importante, que había ayudado a otro pintor, el que fue a ejecutarla.
Así se originó el equívoco arrastrado durante dos siglos y el olvido del pintor Juan Vicente de Ribera, verdadero autor de la obra, aunque ayudado en su ejecución por Juan Cano de Arévalo.
Según Galindo, habría un tercer grupo de pinturas al temple realizadas por Juan Vicente para los jesuitas en Alcalá, las de la Capilla de San Ignacio a los pies de la iglesia del Hospital de Antezana, que no pudimos visitar pues actualmente está en obras.
A Ribera y su taller también se le atribuye la decoración de la capilla de la Inmaculada Concepción de la Iglesia parroquial de Navalcarnero. Y en Vallecas pudo ser el autor de la Cúpula de la Capilla del Sagrario en la iglesia de San Pedro ad Víncula.
En cuanto a la pintura de caballete, hacia 1691 realizó dos cuadros sobre San Francisco de Paula que estuvieron en la iglesia del Convento de la Victoria. Después pasaron al Museo del Prado y actualmente ambas se encuentran en depósito en la Catedral y Museo de Ciudad Real.
En Madrid son escasas las obras que se conservan. En 1722 realizó el dibujo San Antonio de Padua en una hornacina, que estuvo en el alta mayor del Convento de Capuchinos de San Antonio del Prado, derribado a finales del siglo XIX. Hoy pertenece al Museo del Prado. Lamentablemente no está expuesto.
Parece ser que el palacio Arzobispal posee otras dos obras del autor de hacia 1724 dedicadas a la vida de San Pedro mártir.
Sí podemos admirar, quizá la única obra a la vista del público en Madrid, a los pies de la bella iglesia de San Nicolás de los Servitas un pequeño retablo la Huida a Egipto, considerado Anónimo del siglo XVII. En el templo no disponen de documentos sobre esta pintura que es posible llegara aquí procedente de la iglesia del Salvador.
Según la especialista Natividad Galindo, sin duda se trata de una obra de Juan Vicente de Ribera.
Solo recientemente los historiadores han comenzado a valorar a este olvidado artista. Aún existen dudas respecto a algunas de sus posibles obras que ojalá los expertos continúen estudiando y aclaren, y este pintor madrileño alcance el reconocimiento que se le ha negado durante tanto tiempo.
Se conocen detalles de su vida gracias a los documentos redactados por él mismo, su testamento y un Memorial que presentó en 1703 solicitando la plaza de Pintor del Rey (que había dejado vacante Isidoro Arredondo). Enumeraba sus trabajos para el rey en las decoraciones del Buen Retiro y sus otras obras, entre ellas las que había realizado para la Compañía de Jesús, incluida la decoración de la capilla de las Santas Formas. Y hablaba de sus maestros, Ricci, Palomino, y el propio Arredondo. La plaza no se le concedió.
En la calle de las Huertas tenía su vivienda, y su taller, cuyos útiles legó a su sobrino Pedro de Peralta.
Murió el 27 de diciembre de 1736, a la edad de sesenta y ocho años, y así consta en el archivo de la Parroquia de San Sebastián donde fue enterrado. Cerca de cuatro años después murió su mujer quedando como heredera su hija María.
En la Planimetría General de Madrid, que describe el Madrid de la segunda mitad del siglo XVIII, figura como propietario de la casa Pedro de Peralta, que recordemos estaba casado con María.
El edificio ya no existe, sabemos que debió ser la Casa nº 14, la mayor de la Manzana 245, actual nº 66 levantado en 1884, pero la calle, corazón del barrio de las Letras o de las Musas, aún conserva el sabor y el recuerdo de lo que pudo ser en aquellos años en que Juan Vicente y su familia, y tantos otros artistas, lo habitaban.
Por Mercedes Gómez
——-
Bibliografía:
Antonio Palomino. El Museo pictórico y escala óptica. Madrid 1797.
Ceán Bermúdez. Diccionario histórico de los más ilustres profesores de bellas artes en España. Madrid 1800.
Ismael Gutiérrez Pastor. Juan Vicente de Ribera, pintor (Madrid c.1668-1736). Aproximación a su vida y su obra. Anuario Dpto. Hª y Teoria del Arte, UAM. Vol.VI, 1994.
Natividad Galindo. El pintor madrileño Juan Vicente de Ribera. Boletín del Museo del Prado. Vol XV, nº 33, Madrid 1994.
Matías Fernández García. Parroquia madrileña de San Sebastián: algunos personajes de su archivo. Caparrós editores. Madrid 1995.
VVAA.La antigua Iglesia del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús en Alcalá de Henares, actual Parroquia de Santa María. D.Gral. Patrimonio Histórico Artístico Diócesis Alcalá de Henares, 2001.
24 comentarios
Comments feed for this article
10 de septiembre de 2013 a 13:25
Guerra Esetena
Hola Mercedes:
Precioso artículo. Es una buenísima noticia que este pintor vaya saliendo a la luz y que poco a poco se le vaya descubriendo. Enhorabuena por toda esta serie que le estás dedicando a los pintores madrileños, especialmente a los de la escuela barroca, que se está convirtiendo en toda una referencia enciclopédica.
Felicidades, un abrazo, Jesús
10 de septiembre de 2013 a 22:36
Mercedes
Muchas gracias, Jesús. Para mí ha sido un descubrimiento, no tenía ni idea de su existencia, me alegro de que te haya interesado también.
Un abrazo
10 de septiembre de 2013 a 13:44
Maríarosa
¡¡¡Qué contentísimo que se habrá puesto el espíritu de JUan Vicente allá donde se encuentre con los de todos los artistas que en el mundo han sido!!! Un descubrimiento y una reivindicación muy merecida la de este pintor madrileño. Como siempre enhorabuena por tus dotes «detectivescas»
10 de septiembre de 2013 a 22:41
Mercedes
Gracias María Rosa 🙂
no es una frase hecha, este artículo hubiera sido imposible sin tu ayuda. Gracias, sobre todo por «empujarme» un poquito, y tus ánimos.
10 de septiembre de 2013 a 17:43
davidguty77
Bueno, bueno, bueno…. después de leer este artículo, sumado al historias que llevas escritos, no me cabe la menor duda de que eres una gran historiadora del arte redactando e investigando. Me ha encantado este post Mercedes, como siempre.
Felicidades y un besazo
David
10 de septiembre de 2013 a 22:45
Mercedes
Querido David: como imaginarás, tu comentario me da muchos ánimos, viniendo de un profesional como la copa de un pino, como eres tú.
Muchas gracias y besos
10 de septiembre de 2013 a 23:42
Antonio Iraizoz
Hola mercedes,
Enhorabuena por el magnífico artículo. Es todo un descubrimiento para mi la obra de este pintor madrileño. Me ha encantado la profusa decoración de la cúpula de la capilla de las Santas Formas dentro de ese barroco jesuítico tan característico. Además me empujas a sacar ya de una vez el artículo de Pereira que tengo cocinando a fuego lento desde no se cuando.
Gracias y un abrazo.
11 de septiembre de 2013 a 20:33
Mercedes
Pero bueno, Antonio, ¡decídete a hablarnos del gran Manuel Pereira!, seguro que tienes preparado algo bueno.
Y muchas gracias, me alegro de que te haya gustado, la verdad es que casi nadie debíamos conocer a este pintor, es lo bueno, que siempre nos quedan cosas por descubrir.
Un abrazo
11 de septiembre de 2013 a 22:35
Sisenando Carretero
Buenas Mercedes, como buen complutense y madrileño que soy, disfruto mucho de tu blog que sigo con asiduidad. Sobre éste artículo sólo señalar que en Alcalá se puede disfrutar de otra obra de Juan Vicente de Ribera. Se trata de un óleo sobre lienzo de 165×124 cm. Firmado en el ángulo inferior derecho: Juan Vicente de Ribera fact. 1704 (sic.). La obra en cuestión se titula: Apoteósis de San Felipe Neri y en la actualidad preside el altar mayor (sobre un retablo fingido pintado) del Oratorio de San Felipe Neri, bajo otro cuadro de Maella y entre dos esculturas. he intentado buscar una fotografía decente en la red pero solo he conseguido una general de dicho retablo: http://www.chordicortes.com/decoracion-iglesias/obras/retablo_fingido.jpg. Atentamente Sisenando Carretero
12 de septiembre de 2013 a 20:25
Mercedes
Hola Sisenando, muchas gracias por la información, abre un tema interesante, Ribera y San Felipe Neri… En cuanto pueda actualizaré la entrada.
Y te agradezco mucho también tu comentario, siempre alegra saber que hay por ahí lectores desconocidos que les gusta nuestro trabajo.
Saludos cordiales y ¡bienvenido!
12 de septiembre de 2013 a 10:43
J. Casado
Hola Mercedes. Estupendo post, magníficamente ilustrado y documentado. No conocía casi nada de este pintor, asi que ha sido un descubrimiento para mi.
Un saludo.
12 de septiembre de 2013 a 20:27
Mercedes
Gracias José, me alegro de que te haya aportado cosas nuevas.
Saludos
16 de septiembre de 2013 a 02:39
Anónimo Castellano
Nos ha encantado tu artículo Mercedes, como todos realmente. Es una suerte que este pintor poco a poco se esté haciendo un hueco en el panorama artístico madrileño. Estaría muy bien que en ese intercambio que hizo el Ayuntamiento de Madrid con el Prado se integrasen alguna de las obras de este pintor para poder ser admiradas en su lugar de creación en lugar de Ciudad Real.
Un saludo
16 de septiembre de 2013 a 20:28
Mercedes
Muchas gracias Anónimo, me alegro de que os haya gustado. La verdad es que no se porqué esos cuadros del Prado están en Ciudad Real, de acuerdo en que estaría bien que volvieran a su ciudad y fueran mostrados.
Saludos
21 de septiembre de 2013 a 18:20
Teresa S.Lázaro m
Mercedes, llevo tiempo siguiendo tu blog que me gusta mucho… Antonio me ha recomendado que siguiera tu pista de Pereira y aquí estoy descubriendo mucho más : esto es como las cerezas.
La foto de la portada me encanta.
Un saludo.
21 de septiembre de 2013 a 22:53
Mercedes
Muchas gracias Teresa por seguirme y por tu comentario, es muy bonita esa comparación de un blog con las cerezas.
Antonio es estupendo ¿verdad?… esperamos su segunda entrega sobre el gran Pereira…
Saludos y bienvenida!
5 de octubre de 2013 a 23:12
Pintores Madrid
Suerte que tenemos en poder disfrutar de las obras de estos artistas.
9 de enero de 2014 a 21:00
Teodoro Ardemans, joven Pintor en Madrid | Arte en Madrid
[…] del Altar Mayor del Oratorio de San Felipe Neri en Alcalá de Henares –además del cuadro de Juan Vicente de Ribera Apoteosis de San Felipe Neri– en una Capilla a la derecha se encuentra un cuadrito, […]
15 de May de 2014 a 00:52
La ermita de San Isidro de Alcalá de Henares | Arte en Madrid
[…] La verja de entrada procede de una de las capillas de la antigua iglesia del Colegio Máximo de los Jesuitas. […]
17 de junio de 2014 a 23:25
Iglesia de San Pedro Ad Víncula, Villa de Vallecas | Arte en Madrid
[…] Junto al altar se encuentra la Capilla del Santísimo, antiguo Camarín de Nuestra Señora del Rosario, actualmente cerrada por dichas obras. En principio, conocer esta capilla fue el motivo de nuestra visita, así que tendremos que volver en cuanto sea posible. Como comentamos en su momento, está decorada con pinturas atribuidas a Juan Vicente de Ribera. […]
8 de octubre de 2015 a 10:05
Frescos de Madrid: maestros olvidados, obras destruídas | Investigart
[…] aparición de su firma en la cúpula de las Sagradas Formas durante su restauración en 1994 (ver aquí). Los retablos de las capillas de la Iglesia de Santa María, templo destruido del que apenas […]
16 de noviembre de 2015 a 00:21
Imágenes de San Felipe Neri en el Oratorio de Alcalá de Henares | Arte en Madrid
[…] desde 2005 en que fue restaurado, en el centro se encuentra la Apoteosis de San Felipe Neri de Juan Vicente de Ribera, custodiada por las dos esculturas ya mencionadas, San Felipe a su derecha, Santa Teresa a la […]
5 de enero de 2016 a 19:44
Camarín de la Virgen del Rosario de la iglesia de San Pedro Ad Vincula, Vallecas. | Arte en Madrid
[…] al arte de Lucas Jordán hasta que Natividad Galindo, como ya vimos en el artículo dedicado a Juan Vicente de Ribera, la relacionó con la Capilla de las Sagradas Formas de Alcalá de Henares. Su similitud en cuanto […]
12 de febrero de 2018 a 22:52
Capilla de San Ignacio en la iglesia del Hospital de Antezana, Alcalá de Henares. | Arte en Madrid
[…] la historia del pintor Juan Vicente de Ribera cuya vida y obra conocimos en el artículo Juan Vicente de Ribera, pintor madrileño. Entre otras facetas, el artista destacó por sus pinturas al temple, en la que se mostró heredero […]