Por fin, después de casi seis años de trabajos, conflictos y hallazgos arqueológicos, el pasado sábado 27 de junio se ha inaugurado la Estación de Cercanías de Sol.
La exposición tras un cristal de parte de los restos de la antigua Iglesia del Buen Suceso hallados durante las obras quizá represente el último capítulo, al menos de momento, de la historia de esta iglesia, una larga y azarosa historia que vamos a intentar recorrer.
En esta primera parte veremos la evolución desde sus orígenes en el siglo XV, su construcción a cargo de Francisco de Mora, sucesivas reformas y reconstrucción, hasta su derribo en el siglo XIX. Después, la construcción de una nueva iglesia en el barrio de Argüelles, obra de Agustín Ortiz de Villajos, que desgraciadamente también sería derribada en 1975. En una tercera parte visitaremos la iglesia actual, construida en 1982. Y una cuarta y última en la que regresaremos a la Puerta del Sol.
Historia de la Iglesia del Buen Suceso (1590-1854)
La primitiva Iglesia y el Hospital del Buen Suceso estaban situados en la Puerta del Sol, entre las calles de Alcalá y la Carrera de San Jerónimo. Herrera y Maldonado escribieron en 1633: «…se ha labrado un edificio grandioso, puesto en lo mejor de Madrid a la puerta que llaman del Sol…»
Su origen se remonta al siglo XV cuando, aún en tiempos de Juan II, se fundó la Ermita de San Andrés y un hospitalillo, con el fin de atender a los numerosos enfermos de la «cruel y rigurosa peste» que entró en Madrid en 1438, tal como nos cuenta León Pinelo en sus Anales.
Algunos años después los Reyes Católicos fundaron el Hospital de Corte para atender a los soldados y personal de la Corte, aunque en esos principios fue itinerante, y las tiendas que lo componían se instalaban allí donde la batalla o la situación lo requería. El mismo Pinelo cuenta que fue el Emperador Carlos V quien resucitó el hospital movible y lo convirtió en permanente otorgándole el título de Hospital Real de Corte.
En un principio se trataba de un conjunto de construcciones variopintas, formado por la antigua ermita y el humilladero, algunas viviendas y corrales, todo ello organizado alrededor de un patio. La construcción de un nuevo edificio para hospital finalizó en 1561, ya en tiempos de Felipe II.
La iglesia formaba parte del conjunto del Hospital, cuyas instalaciones eran sin duda muy modestas, por lo que continuamente resultaban necesarias obras de acondicionamiento, hasta que por fin en 1590 los claros síntomas de ruina provocaron la decisión de Felipe II de reedificar la iglesia y la enfermería.
Lo más probable es que las trazas de la nueva construcción se realizaran en el estudio del Arquitecto Mayor de las Obras Reales, por entonces Juan de Herrera (1530-1597), y lógicamente los primeros diseños debieron ser suyos, pero sus problemas de salud fueron la causa de que Francisco de Mora (1553-1610) fuera participando cada vez más activamente en las obras reales. Gracias a la documentación de la Junta del Patronato Real ya nadie duda de la importante participación de Francisco de Mora en las obras del primitivo templo y de que la construcción de la Iglesia fue sobre todo responsabilidad suya y de su más directo colaborador y aparejador Diego Sillero, enmarcándola dentro de la arquitectura clasicista del primer y maravilloso barroco madrileño.
Me gustaría valorar en su justa medida la importancia que tuvo en su momento la construcción de esta iglesia y la participación de Francisco de Mora, obra quizá menospreciada, con escasas representaciones o descripciones, y poco conocida por tanto. Parece dominar la idea de que su valor artístico o arquitectónico eran escasos. Aunque es cierto, y probablemente este hecho haya influido en esta falta de valoración, que excepto la cimentación de piedra, la construcción era muy modesta, prácticamente en su totalidad de ladrillo revocado, debido por otra parte y entre otras cosas a la mala situación económica que se vivía en Madrid. La sociedad madrileña atravesó momentos difíciles durante la última década del siglo XVI, lo cual unido al traslado de la Corte a Valladolid el año 1601, provocó que las obras de la iglesia se interrumpieran. Mientras tanto, el culto tuvo lugar en algún lugar del hospital. Por fin, en 1606, al volver la Corte a Madrid se reinició la construcción.
Llegado este año de 1606, y antes de continuar comentando la construcción de la iglesia, quizá es el momento de conocer el origen de la imagen que daría nombre a la institución, la pequeña imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso.
Dos hermanos obregones, así eran conocidos los integrantes de la orden fundada por Fray Bernardino de Obregón, encargada de atender los hospitales madrileños, Gabriel de Fontanet y Guillermo Martínez, se dirigían a Roma a solicitar la autorización papal para poder extenderse por todo el país, cuando en una cueva encontraron una pequeña imagen de la virgen.
Lo cuenta el antiguo cronista Jerónimo de la Quintana (1629) cuando habla de Nuestra Señora del Buen Suceso: “… Trájola por los años de mil y seiscientos y siete, a veinte y ocho de marzo, el hermano Gabriel de Fontanete, de la Congregación de los Siervos de los Pobres, de un humilladero del reino de Aragón. Colocóla en este hospital en cuatro de julio de mil y seiscientos y once. Es grande el concurso y frecuencia de los fieles, e infinitas las maravillas que la Majestad Divina obra por su devoción, como lo testifican las memorias, ofrendas y lámparas de plata que la piedad de las personas agradecidas le han ofrecido»
El Papa se mostró conforme con las pretensiones de los hermanos, y además, según se cuenta, le pareció un buen suceso el hallazgo de la imagen, así que los hermanos volvieron con su aprobación y con la imagen de la Virgen “del buen suceso”. En un primer momento, cuando al año siguiente los hermanos llegaron a Madrid, la virgen fue colocada en el Hospital General.
Como ya hemos comentado, en la nueva iglesia la obra de cantería realizada por Agustín de Argüelles se limitaba a los cimientos, pilares y arcos que sustentaban la cúpula. El resto de la construcción, muy humilde, era toda de ladrillo. A pesar del tiempo trascurrido durante la interrupción de las obras, con su reanudación las modificaciones no afectaron a la disposición y planta original puesto que los diseños seguían bajo el control del maestro mayor de las obras reales, por entonces Francisco de Mora.
En septiembre de 1611, ya en tiempos de Felipe III, se dieron por finalizadas las obras de la iglesia.
Por aquellas fechas los hospitales atendidos por la Orden se habían reducido a tres, después de la reforma acometida por Felipe II. Gabriel fue destinado al Hospital de Corte, se llevó la imagen con él, y la instaló en la enfermería, pero no estuvo mucho tiempo ahí escondida, pronto fue trasladada a la iglesia, debido a la insistencia del hermano, que deseaba un lugar más importante para la imagen de la virgen, así que en marzo del año 1621 la cedió a la Junta de Diputados del Hospital. Unos años después, el 19 de septiembre de 1641, pasó por fin al Altar Mayor.
Desde muy pronto esta pequeña y nueva imagen fue objeto de una gran devoción tanto popular como real. En 1618, el rey Felipe III envió dos carabelas al Estrecho de Magallanes con dos nombres significativos: una recibió el nombre de “Virgen de Atocha” y la otra el de “Virgen del Buen Suceso”.
Pero los eternos problemas del Buen Suceso continuaron y hacia 1693 eran verdaderamente preocupantes. Se realizaron algunas reparaciones de urgencia, pero en 1695 se observó que uno de los lienzos de la iglesia estaba amenazando ruina.
Ante la grave situación advertida se plantearon dos posibilidades: o mantener la planta del edificio antiguo, aunque las crecientes necesidades de culto empezaban a pedir más espacio, o ampliarla a costa de la lonja añadiendo así un tramo a los pies de la nave principal y las correspondientes capillas laterales, aunque esto obligaría a levantar una nueva fachada y modificar la cúpula.
Los miembros del Patronato adoptaron esta última propuesta, de José del Olmo, en esos momentos Maestro Mayor de las Obras Reales, y en el mes de octubre se iniciaron los derribos de la zona más deteriorada.
Y comenzó la reedificación del templo.
La forma y disposición del viejo edificio construido por Francisco de Mora lógicamente condicionó las soluciones adoptadas. Las obras significaron en parte una verdadera reedificación del edificio, pero aunque modificaron sustancialmente la disposición del templo original, por otra parte consistieron en una reconstrucción acorde con el modelo clasicista de Francisco de Mora.
Así pues, se construyó una nueva fachada, aunque a la entrada, bajo un arco de medio punto entre dinteles, sobrevivió la antigua portada dórica con los escudos reales, testigo feliz de los orígenes de la construcción en tiempos del anterior arquitecto.
Parte de su singularidad estaba en el hecho de que la planta se tuvo que adaptar a la forma trapezoidal de la parcela, y en su zona más estrecha.
A mediados de 1697, terminada la fachada, ya únicamente faltaba cubrir la iglesia y terminar la cúpula, y a principios del año siguiente se acordaron los detalles para la finalización de la obra.
El templo se dio por terminado en febrero de 1700.
Pero no acabaron aquí las desventuras de esta iglesia objeto de gran devoción popular, poco más de un siglo vivió en paz el Buen Suceso. Los graves acontecimientos del 2 de mayo de 1808 dañaron el edificio, tanto en la fachada como en su interior, el templo fue saqueado por los franceses, y el retablo central destruido; no se sabe muy bien porqué, pero la imagen de la Virgen, quizá tan chiquita alguien pudo esconderla, se salvó. Al año siguiente el rey francés José Bonaparte convirtió el templo en cuartel y hospital para sus tropas, todas las propiedades de la fundación real fueron requisadas y la Virgen fue trasladada a la cercana iglesia del Carmen. Allí estuvo hasta 1813 cuando el francés salió por fin de Madrid, y la imagen del Buen Suceso pudo regresar a su casa.
En la década de los 30 se volvió a reformar, en este caso según proyecto atribuido a Narciso Pascual y Colomer.
Pero ya a estas alturas de su azarosa historia a la Iglesia del Buen Suceso le quedaban pocos años de vida. La demolición comenzó el día 24 de febrero de 1854.
Fue una muerte anunciada, la demolición se veía venir desde bastantes años antes, algo que desgraciadamente no sería la última vez que le ocurriría a la iglesia del Buen Suceso. Esta vez la Virgen encontró refugio en el Real Colegio de nuestra Señora de Loreto, en la calle Atocha.
por Mercedes Gómez
Continuará…
Historia de la Iglesia del Buen Suceso II (1854 – 1975)
Historia de la Iglesia del Buen Suceso III (1975 – 2008)
Historia de la Iglesia del Buen Suceso IV (2009)
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Bibliografía:
CASTILLO OREJA, Miguel. «La Iglesia del Buen Suceso: la reedificación de un templo singular en el Madrid de Carlos II», Revista de Arte, Geografía e Historia, nº 3, Madrid 2000. pp. 125-162.
DEL CORRAL, José «El Hospital de Corte. Llamado del Buen Suceso”. Ciclo Conferencias en Centro Mesonero Romanos 1999. Publicada por Instituto Estudios Madrileños. Madrid, 2000.
LEON PINELO, Antonio de. “Anales de Madrid (desde el año 447 al de 1658)”. Transcripción, notas y ordenación cronológica de Pedro Fernández Martín. Madrid. Instituto de Estudios Madrileños 1971.
HERRERA Y MALDONADO, F. “Libro de la vida y maravillosas virtudes del Siervo de Dios Bernardino de Obregón Padre y Fundador de la Congregación de los enfermos pobres…” Madrid 1633.
16 comentarios
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30 de junio de 2009 a 07:55
mcarmen
Muchas gracias, Mercedes, por un post tan completo. Tengo ganas de entrar a la nueva estación, precisamente, para ver estos restos. Ahora con toda esta información los «veré» de otra manera.
30 de junio de 2009 a 20:28
artedemadrid
Gracias, MCarmen, me alegro. Gran parte de este texto y parte de lo que vendrá después, lo escribí hace mucho, cuando se encontraron los restos (con otro fin, que nunca se concretó).
Como muchas veces en Madrid, surgió la polémica, que si son cuatro piedras, que si eso no vale para nada… ¡qué rabia me daba! desde el principio me pareció algo muy importante, por eso me alegro muchísimo de que se le haya dado el valor que se merece. Así podré «escribir» también la última parte de mi historia.
Cuando lo visites tú también, ya me contarás qué te parece.
3 de julio de 2009 a 11:11
dani.mtr
El redescubrimiento en Sol me habia llamado mucho la atencion sobre esta iglesia. Me parece increible que la gente no le pueda dar valor. no se si es incultura o que no saben apreciar nada.
Gracias a tu genial post me ha ahorrado la busqueda que quería hacer sobre la iglesia. gracias
3 de julio de 2009 a 12:00
artedemadrid
Pues no se, Dani, yo a veces tampoco lo comprendo, pero en este caso hay que tener en cuenta que era una obra muy cara, muy larga y muy molesta para todos, así que para muchos las «cuatro piedras» solo eran un incordio. Y encima, como no se ponían muy de acuerdo, la obra estuvo parada demasiado…
Y muchas gracias!, me alegro de que te haya gustado la historia.
21 de julio de 2009 a 23:13
Hª de la Iglesia del Buen Suceso III (1975-2009) « Arte en Madrid
[…] imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso, venerada por los vecinos del barrio de Argüelles en la calle de la Princesa, es la misma que fue […]
13 de enero de 2010 a 21:18
Don Eduardo
Soy el Sacerdote de un pueblo de la provincia de Castellón llamado Traiguera y según relata el libro de la historia de nuestro pueblo la imagen de la virgen del Buen Suceso fue hallada en una cueva de nuestro municipio.
Querría saber si alguien de la congregación o devoto de la virgen pudiera darme algún dato más desde Madrid.
Hace tiempo un señor de nuetro pueblo que vivió en Madrid intentó hacer un encuentro con las dos parroquias para poder hermanarlas. A ver si la Virgen nos da su bendición y podemos llevar a término este objetivo.
Saludos.
14 de enero de 2010 a 15:18
artedemadrid
Don Eduardo,
en el libro que cito en el capítulo II dedicado a la iglesia actual (de Carlos MONTES, y Ana Mª GUIRAO, “La sonrisa de la señora. Historia de la Virgen del Buen Suceso”), efectivamente el primer capítulo cuenta que la imagen fue hallada en la serranía de Traigara. Respecto a este pueblo no cuentan nada más, pero si quiere yo puedo escanear ese primer capítulo y enviárselo.
Antes de escribir todo esto visité la Parroquia, fueron muy amables y me contaron cosas sobre su historia. Le sugiero se ponga en contacto con ellos, están en la calle de la Princesa 43, tel.: 91 548 22 45.
un cordial saludo
Mercedes
11 de julio de 2013 a 19:30
Nuevos restos del Hospital del Buen Suceso | Arte en Madrid
[…] Iglesia del Buen Suceso I (1590-1854). Iglesia del Buen Suceso II (1854-1975). Iglesia del Buen Suceso III (1975-2009). Iglesia del Buen Suceso (y IV). […]
27 de junio de 2014 a 23:59
Nuevos restos del Hospital del Buen Suceso (y II) | Arte en Madrid
[…] Las obras de rehabilitación del antiguo Hotel París en la Puerta del Sol destinado a albergar un centro comercial de una famosa marca tecnológica, cumpliendo con las obligadas excavaciones arqueológicas, habían sacado a la luz los cimientos del antiguo hospital situado junto a la Iglesia del Buen Suceso. […]
10 de febrero de 2015 a 00:02
Puerta del Sol, siglo XV. | Arte en Madrid
[…] en las afueras de la Puerta del Sol, con el fin de atender a los numerosos enfermos, origen del Hospital y de la Iglesia del Buen Suceso, que también hemos […]
7 de May de 2019 a 10:24
José Antonio García López
Alguien sabe dónde están los Libros (bautismos, defunciones, etc.) de la antigua Iglesia del Buen Suceso.
16 de febrero de 2020 a 21:00
Pedro Nieto, fotógrafo en Madrid – Colección Fernández Rivero de fotografía histórica
[…] de la Calle de Alcalá (antiguo nº 5 manzana 265), justo un año después de la demolición de la iglesia y el hospital del Buen Suceso, que inaugura las obras de remodelación de la Puerta del Sol. Las noticias sobre este primer tramo […]
30 de junio de 2020 a 20:05
Vicente Benítez
Ayer estuve viendo la imagen de la Virgen en su actual templo del Buen Suceso, y me interesaba por estos remotos orígenes.
Vicente Benítez
1 de julio de 2020 a 10:26
Mercedes
Gracias, Vicente, espero que te haya gustado el relato. Es una historia muy antigua.
10 de marzo de 2022 a 20:01
Las Fuentes de la Puerta del Sol | Arte en Madrid
[…] trajo de Italia., que fue colocada coronando la fuente –diseño de Rutilio Gaci– frente a la iglesia y hospital del Buen Suceso que habían sido construidos tras el establecimiento de la Corte en Madrid en el siglo […]
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