Esta mañana he estado en la Biblioteca Nacional visitando la exposición Miguel Hernández 1910-2010. La sombra vencida. Me ha gustado muchísimo, completa y bien explicada, emocionante, aunque me ha producido tristeza. Mediante documentos, fotografías, pinturas, música… la vida del poeta va pasando ante nuestros ojos y nos conmueve.
Miguel Hernández nació en Orihuela el 30 de octubre de 1910, ayer hubiera cumplido 100 años. Pero murió con apenas 31. Aunque plena, rica y generosa, su vida fue corta y muy difícil.
Su familia era muy modesta, una familia de pastores, y el niño Miguel acudió a una escuela para niños pobres. Pronto su padre le pidió que dejara de estudiar, tenía que trabajar, pero el continuó formándose acudiendo a las bibliotecas públicas. Muchas ganas de saber debía tener. Y de escribir. Se reunía con otros jóvenes ávidos como él, en su primera tertulia literaria en la panadería de un amigo, La Tahona. En 1930 comenzó a colaborar en la prensa local.
Miguel Hernández realizó cuatro viajes a Madrid. El primero, recién proclamada la República, en diciembre del año 1931. Pero el Madrid que encontró no era el que esperaba, “Madrid es cruel”, “no es como yo lo soñaba”, escribió a su querido amigo Ramón Sijé. Llegó a la capital con una pobre maleta, expuesta en la sala, que hoy resulta enternecedora, hacía frío, se le quedaban “las manos heladas”. Miguel Hernández tenía poco más de 20 años.
Aquí vivió hasta la primavera del año siguiente. Realizó un segundo viaje a Madrid en 1934, en que las cosas fueron mejor, encontrando trabajo, y, quizá el más importante, un tercer viaje a finales de 1934. Fue entonces cuando entró en contacto con los pintores de la Escuela de Vallecas, Benjamín Palencia, Alberto Sánchez, Maruja Mallo… y conoció a Pablo Neruda.
Aún realizó un cuarto viaje a Madrid, en marzo de 1935. En ese tiempo participó en uno de los grandes proyectos de la República, las Misiones Pedagógicas, que recorrían los pueblos y aldeas más pobres con el fin de acercar la cultura a lo rincones más recónditos de la España rural.
Pero llegó la guerra y el frente, Miguel se alistó en el bando republicano. Se casó con su novia Josefina Manresa y nació su primer hijo, que murió a los pocos meses, siendo esta una de las experiencias más amargas que pudo vivir en plena guerra. Luego nació su segundo hijo… Tras la guerra, la condena a muerte en un consejo de guerra, que seis meses después sería conmutada por 30 años de cárcel.
Cárcel en la que enfermaría de tuberculosis y quizá de pena. Murió el 28 de marzo de 1942. Hasta 1976 su obra no pudo ser publicada libremente en España.
A los cien años de su nacimiento, casi setenta de su muerte, parece mentira, Miguel Hernández merece nuestro homenaje y nuestro recuerdo.
por Mercedes Gómez
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Miguel Hernández 1910-2010. La sombra vencida.
Sala Recoletos de la Biblioteca Nacional de España
Hasta el 21 de noviembre de 2010.
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20 comentarios
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31 de octubre de 2010 a 23:41
María Rosa
Mercedes eres estupenda y con una gran sensibilidad: este emotivo y emocionado recuerdo de Miguel Hernández y este rápido aviso para que no dejemos de ver la exposición de la BN así lo demuestra… Nada justifica su condena a muerte o una prisión tan cruel que le costó la vida…¡¡tan joven!! El último Cultural de el periódico El Mundo (www.elcultural.es) publica muchos artículos muy interesantes sobre su persona; el catedrático José Carlos Rovira expone una escalofriante versión de porqué ni siquiera fue trasladado a un sanatorio antituberculoso (el Porta Coeli de Valencia) donde quizá hubieran podido salvarle…
31 de octubre de 2010 a 23:51
elena asins
mi más cordial enhorabuena, mercedes !!!
cuánto quiero a miguel hernandez !!!!
¡cómo me gusta su poesía!
hace muchos años, en mi primera juventud, cuando estaba prohibidísimo leerle, yo me sabía sus poemas de memoria. en el circulo de bellas artes, la gente más madura, nos los enseñaba.
es un gran poeta, merece mucho más de lo que se ha hecho para restablecer su memoria y poner las cosas en su sitio.
la vida, la perversidad de los que ya sabemos quien, le condenó al silencio y a la muerte.
que bella su poesía, que ternura, que gran delicadeza!!!!
si a una persona así no se la respeta, ¿a quien se respeta en esta españa cruel? ¿y de qué vale la cultura?
no quiero extenderme, porque me hierve la sangre de irritación y angustia. pero quiero agradecerte con toda mi alma, que le hayas dedicado estas páginas.
abrazos
elena asins
1 de noviembre de 2010 a 00:30
mcarmen
Coincido contigo Mercedes. Es una exposición estupenda, que no hay que perderse.
También debió ser interesante la lectura durante 12 horas de su poesía, que organizó este sábado el Cervantes de Madrid, en el marco del centenario.
Saludos,
1 de noviembre de 2010 a 19:05
artedemadrid
Hola María Rosa, muchas gracias, es que la reconstrucción de su vida me pareció de lo más triste. Miguel Hernández fue uno de los grandes poetas y eso que apenas tuvo tiempo, merece al menos nuestro recuerdo. Creo que tiene un monumento en Madrid, pero no lo conozco, tengo que ir a verlo. Y muchas gracias por la información, me leeré ese Cultural y ese artículo al que te refieres.
Elena, me alegro de que te haya gustado este pequeño homenaje al gran poeta, es muy bonito eso que cuentas, cómo a pesar de las prohibiciones se leía su poesía.
Hola M.Carmen, me hubiera encantado ir al Cervantes el sábado, pero no pude, una pena, seguro fue un día precioso, con grandes actores leyendo su obra.
¡saludos y gracias!
Mercedes
1 de noviembre de 2010 a 21:35
Paco
Hola Mercedes.
Ahora, después de leerte, creo que fue una exposición a la que no presté la atención que se merece. Como comenté, el ver allí a personas que vivieron la guerra civil, como se emocionaban, me hizo ir un poco a prisa. Donde más tiempo pasé fue en la proyección final.
Quizá no se le haya dado la difusión que se merece a este centenario. Lo que sí creo que está a la altura es la exposición de la BN.
Un beso
1 de noviembre de 2010 a 22:18
artedemadrid
Hola Paco, con las exposiciones pasa como con casi todo, a veces depende como te pille, la gente (como te pasó a tí)… todo influye en la visita.
Yo en este caso fui un poco por «trámite», y sin embargo me emocionó, comprendo lo que deben sentir las personas que vivieron la guerra civil.
La proyección final con la música de Serrat es muy bonita, aunque también pone la piel de gallina.
He vuelto a leer tu post, que no recordaba todo, y ¡hiciste fotos!, eres terrible 🙂
un beso
2 de noviembre de 2010 a 08:52
Paco
Buenos días, Mercedes. Si de ánimo me pilló muy bien, venía de ver las de Mapfre que me habían encantado, quizá un poco saturado.
En la BN no me suelen decir nada cuando hago fotos. Me conocen, saben para qué las quiero, y como además no soy de los que para hacer una foto montan el pollo 🙂 Más bien es al revés, como suelo sacar gente procuro que no se enteren.
Disfruta de esta semana tan cortita.
Besos
2 de noviembre de 2010 a 19:32
artedemadrid
Hola Paco, pues me parece estupendo que te dejen, así podemos disfrutarlas todos en tus posts 🙂
disfruta tu también del buen tiempo
un beso
2 de noviembre de 2010 a 19:36
artedemadrid
María Rosa, he leído los artículos de El Cultural que recomendaste, y me han parecido realmente interesantes, cuentan muchas cosas de la obra y de la vida de Miguel Hernández, algunas muy curiosas.
gracias
Mercedes
3 de noviembre de 2010 a 12:45
ROMO XIII
Lo intentó por todos los medios posibles la «inquisición» del siglo XX, pero no lo consiguió, ni con Miguel Hernández, ni con Lorca, ni con Reynaldo Arenas y otros muchos. Nadie podrá acallar sus voces en tinta.
Miguel Hernández ha muerto, ¡Viva Miguel Hernández!
Un abrazo.
3 de noviembre de 2010 a 23:19
artedemadrid
Romo XIII, Miguel Hernández vive gracias a su poesía, eso ya nadie se/nos lo podrá quitar.
muchos saludos
7 de noviembre de 2010 a 22:51
Lucie
Pues tengo que visitar esta esposición. El otro día vi que se está organizando un concurso de escultura para hacer un monumento a Miguel Hernández.
Qué bonito el dibujo que has puesto.
Abrazos
8 de noviembre de 2010 a 19:32
artedemadrid
Hola Lucie, si vas, espero que te guste, ya nos contarás.
La historia del dibujo es muy triste. Al final, estando en la cárcel, no le dejaban ver a su hijo, y él temía que el niño no le conociera y se olvidara de su cara. Buero Vallejo, el dramaturgo, que compartía cárcel con él, le hizo el dibujo para enviarlo y que su hijo le viera.
No le leído nada sobre el concurso de escultura, ¿quién lo convoca?, a ver si hacen algo bonito.
un abrazo
10 de noviembre de 2010 a 12:33
Lucie
Qué triste… el dibujo es más emocionante todavía sabiendo esto.
El concurso para un monumento en homenaje a Miguel Hernandez está organizado por el Ateneo socio cultural Viento del Pueblo en Orihuela (Alicante). Aquí estan las bases: http://www.concursoses.com/concursos/concursos-de-escultura/concurso-monumento-homenaje-a-miguel-hernandez.html
Será muy interesante ver las propuestas (esperemos que veremos fotos). Habrá una seleccion de las maquetas presentadas en enero 2011.
A mi no me va a dar tiempo presentar nada, pero tengo curiosidad de ver los proyectos.
Abrazos
10 de noviembre de 2010 a 19:29
artedemadrid
Gracias por la información Lucie, estaremos atentos a los proyectos, yo también tengo curiosidad. Es una pena que no puedas presentarte.
un beso
Mercedes
1 de diciembre de 2010 a 23:42
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