Esta historia es muy antigua, comenzó mucho antes de que Felipe II trasladara la Corte a Madrid, convirtiera a la Villa en Capital, y de que los Austrias nos gobernaran. Quizá se remonta al año 1466 en que el rey Enrique IV de la dinastía Trastamara, dictó órdenes para ampliar y embellecer la Plaza de la Villa, entonces Plazuela de San Salvador, así llamada por estar junto a la iglesia del mismo nombre.

Por entonces se inició también la construcción de las Casas de los Luján o Lujanes, una de las familias más poderosas e influyentes de la Edad Media madrileña por lo que no les debió resultar difícil instalarse en la plazuela que entonces era el corazón de la Villa, centro comercial ya que allí estaba instalado el Mercado, y centro político y social pues el cercano templo era el lugar de reunión del Concejo madrileño.

Existen sin duda huellas medievales en Madrid, en el trazado de algunas de sus calles, en construcciones de tipo militar como la muralla, y por supuesto en la arquitectura religiosa, pero las Casas de los Lujanes quizá sean una de las escasas edificaciones civiles que perviven en Madrid anteriores al siglo XVI, si no la única.

Fueron construidas por orden de Álvaro de Luján, y están formadas por tres inmuebles. La Casa de los Lujanes, en la plaza de la Villa nº 3, cuyo origen se remonta a 1494, en su fachada muestra un arco de herradura único en Madrid. En este edificio estuvo la Hemeroteca Municipal hasta 1983, año en que fue trasladada al Cuartel del Conde Duque. Y en el nº 2, la Casa y la Torre de los Lujanes, esta última con entrada por la calle del Codo nº 3, construidas entre los años 1460 y 1490. La espléndida portada principal de piedra que da a la plaza conserva los escudos de la familia Luján.

Plano de Texeira (1656)

La historia de la Torre de los Lujanes ha sido larga y azarosa, incluso objeto de leyendas –como la famosa estancia del rey francés Francisco I allí encarcelado- que aunque no sean ciertas algunos autores coinciden en señalar que quizá sea lo que haya salvado a esta antigua torre de su demolición en varias ocasiones.

Está construida en mampostería y ladrillo, con el cuerpo superior adornado por pequeños arcos ciegos de herradura. A causa del tiempo y los sucesivos inquilinos sufrió graves daños y reformas que alteraron su aspecto original. En el siglo XIX el edificio llegó a presentar un estado tan deteriorado que estuvo a punto de ser derribado.

Siglo XIX (en “Madrid Musulmán, Cristiano y Bajo Medieval” de M.Montero Vallejo)

En 1854 se aprobó un plan de Alineación de los edificios de la plaza lo cual contribuyó a poner en peligro a la torre, que se salvó, siendo declarada poco después Gloria Nacional. En 1858 tuvo lugar la gran reforma para la instalación de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Matemáticas; la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, y la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

"Torre de Luján y plaza de la Villa. 1859" Jesús Evaristo Casariego

La planta baja fue la sede de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, fundada en 1834. En 1894 fue trasladada a la calle de Valverde 22, al edificio que hasta entonces había ocupado la Academia de la Lengua, que a su vez se trasladó a su sede actual en la calle Ruiz de Alarcón número 17.

En 1865 el Ministerio de Fomento compró los edificios, momento en que se produjo el enfoscado de los muros, la creación de los adornos en las ventanas y cornisas y de las almenas que desvirtuaron su aspecto original. Al año siguiente es cuando la Torre –a excepción de la planta baja- pasó también a ser ocupada por la Academia de Ciencias Morales.

Fines del siglo XIX

Las obras parciales eran continuas, hasta que en 1910, dentro de una reforma general de la Plaza de la Villa, el arquitecto municipal Luis Bellido acometió la restauración que le devolvería parte de sus características originales, la piedra y el muro de ladrillo visto. En 1991 el edificio fue rehabilitado, y entre 1997-98 la Torre tuvo su última restauración, fecha en la que el Ayuntamiento cedió a la Academia de Ciencias Morales y Políticas el edificio que había ocupado la Hemeroteca por un periodo de 50 años a cambio de que esta institución costeara las obras de rehabilitación. Así, la Academia pasó a ocupar los tres inmuebles de los Luján, excepto la planta baja de la Torre, ocupada por la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, que hoy os invito a visitar.

La Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País fue creada en 1775 por Carlos III, bajo los principios de la Ilustración, con el fin de “promover la agricultura, la industria y los oficios”.

Se accede a ella a través de su bellísima portada lateral en la calle del Codo, en arco de herradura apuntado con grandes dovelas de piedra, de reminiscencias árabes, también único en Madrid.

Atravesando el arco de piedra y la vieja puerta de madera llegamos a la Sociedad Matritense, qué emoción.

Pasillo de entrada

Sus escasas dependencias parecen un pequeño y agradable museo que te traslada a tiempos pasados, parece mentira que acabemos de abandonar el bullicio y el tráfico de la Calle Mayor. Las paredes están adornadas por valiosas pinturas propiedad del Museo del Prado.

Despacho

El Salón de Actos está presidido por un espléndido retrato del fundador, Carlos III, obra de Antón Rafael Mengs quien desde 1761 y hasta su muerte en 1779 estuvo al servicio del rey, realizando varios retratos, uno de ellos, pintado en 1761, está en el Museo del Prado. Otro, realizado también hacia la misma fecha, pertenece al Museo pero se encuentra en depósito en la Real Sociedad Económica Matritense.

"Carlos

Salón de Actos. Al fondo, "Carlos III", óleo sobre lienzo, 153 x 106, h. 1761.

La Sociedad realiza actividades culturales y de formación, edita la Revista Torre de los Lujanes y otras publicaciones, y de vez en cuando ofrece ciclos de conferencias muy interesantes, como el que me permitió a mí conocer este delicioso lugar. Si tenéis ocasión, no dejéis de visitar la Torre de los Lujanes, merece la pena.

Salida a la calle del Codo

Texto y fotografías por: Mercedes Gómez