A propósito de la Chimenea de Torre Arias, en el verano de 2011 recordábamos lo que significaron en la historia de Madrid esos terrenos situados en el antiguo Camino de Alcalá. Contamos que una vez establecida la Corte en Madrid en 1561 la nobleza se fue instalando en la villa, y pronto comenzaron a construir sus quintas de recreo en las afueras. Una de las zonas elegidas fue la que se encontraba en los alrededores del pueblo de Canillejas –anexionado a Madrid en 1949-.
En los comienzos del siglo XX el antiguo Camino, hoy calle de Alcalá, tras cruzar el Arroyo Abroñigal, recibía el nombre de Carretera de Aragón. Por entonces aún existían numerosas villas y quintas, como la de los Ángeles, la de Lourdes, la de Salazar… y la gran Quinta de Canillejas, actualmente llamada Quinta de Torre Arias.
Su historia es larga, su origen se remonta a los últimos años del siglo XVI. Sucesivos propietarios y obras de rehabilitación la fueron configurando. La última reforma fue realizada hacia 1850, recién adquirida por el X marqués de Bedmar, que le dio el aspecto que más o menos ha llegado hasta nuestros días.
Desaparecidas prácticamente todas las quintas de recreo, o muy transformadas, como las de Vista Alegre y Campo Alange en Carabanchel, la de Torre Arias ha subsistido casi en toda su extensión (más de 16 hectáreas) y hasta hace poco ha mantenido el uso residencial gracias a su última dueña, doña Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno y Seebacher VIII Condesa de Torre Arias con Grandeza de España, XI Marquesa de Santa Marta y Marquesa de la Torre de Esteban Hambrán.
Tatiana nació en San Sebastián el 26 de octubre de 1923, ciudad en la que sus padres pasaban una parte del año. Pero residió toda su vida en Madrid y dicen que se consideraba muy madrileña. Nacida en el seno de una familia de las de más rancio abolengo de España, creció en un ambiente propio de la nobleza de pasado más ilustre. Su madre, nacida en Alemania, organizó su educación, que tenía lugar en su casa. Aprendió francés, inglés y alemán, sin embargo, cuentan, no le gustaba salir de casa y, incluso ya mayor, continuaba aprendiendo de sus libros y revistas.
En 1949 se casó con el Físico Julio Peláez Avendaño, quien le transmitió el amor a la ciencia y a la investigación. No tuvieron hijos.
Tras la muerte de su madre Ana Juliana Seebacher y Muller en 1953, se instaló con su marido en la Quinta y allí ambos vivieron toda su vida. A la muerte de su padre, Alfonso Pérez de Guzmán el Bueno y Salabert en 1977, heredó los títulos y el patrimonio familiar.
En 1985, en tiempos del Alcalde Enrique Tierno Galván, a raíz de la recalificación urbanística de algunos terrenos de su propiedad que les permitieron una serie de actuaciones, llegaron a un acuerdo con el Ayuntamiento. A cambio de las ventajas obtenidas los condes cedieron a la ciudad la propiedad de la Quinta, con la condición de que ambos continuarían allí viviendo hasta su muerte. Su voluntad fue que, después, pudiera abrirse para disfrute de todos los madrileños.
Su marido murió en 2003; ella continuó su vida discreta dedicada a su amor a la naturaleza, las plantas y su interés por la ciencia.
El 9 de abril de 2012 creó una Fundación, de la que fue la primera presidenta, con la misión de gestionar su patrimonio con una finalidad de servicio a la sociedad, mediante el desarrollo de acciones concretas en los campos de la formación de la juventud, la investigación científica y el medio ambiente.
Hasta poco antes de morir doña Tatiana vivió en la Quinta, y aún visitaba los invernaderos para cuidar sus plantas como había hecho desde muy joven.
La condesa falleció el 1 de octubre de 2012, faltando pocos días para cumplir 89 años.
Hasta entonces doña Tatiana había sido una gran desconocida. En ese momento las noticias acerca de la gran herencia que dejaba (al parecer más de 500 millones de euros, y otras propiedades), la dieron a conocer y pusieron de manifiesto que fue una persona inquieta, llena de intereses y con las ideas muy claras, una mujer admirable, que a su vez admiraba a las mujeres que destacaban en la ciencia. Y generosa.
Tras la muerte de la condesa el Ayuntamiento de Madrid, la ciudad de Madrid, heredó la Quinta, que debía convertirse en parque público y sede de servicios para los madrileños.
Desde los comienzos de este mes de octubre se están realizando una serie de visitas guiadas, por una zona del recinto, a una de las cuales he tenido el placer de poder asistir. Se aprecia que los campos y construcciones necesitan un gran trabajo de limpieza, cuidado y restauración, que ya ha comenzado. Pero el lugar es una maravilla.
La visita es muy interesante y los rincones bonitos poco a poco van apareciendo antes nuestros ojos.
Cerca de la entrada, donde se encuentra la caseta del guarda, hay dos invernaderos (los que visitaba doña Tatiana para cuidar sus flores) que van a ser restaurados y recuperados.
Lógicamente, el agua era muy importante para el mantenimiento de los campos, arbolado y jardines. Los terrenos, como se puede ver en el plano en el comienzo de esta entrada, estaban atravesados de oeste a este por el Arroyo de la Quinta.
Se conservan dos de los puentes que lo cruzaban sobre su cauce hoy seco, que aún muestra vestigios de una antigua canalización de ladrillo en los laterales.
Además, dos Viajes de Agua discurrían por su subsuelo, el de Minaya y el de la Isabela.
Caminando llegamos a otra casita, en muy mal estado por lo que no podemos entrar, pero importante pues en su interior aún guarda el Pozo.
Muy cerca, una gran Alberca junto a la cual estaba el Lavadero.
Son muchos los detalles que llaman nuestra atención. El hierro juega un papel destacado; fue utilizado en elementos como bancos, farolas, pararrayos… además de la utilidad se buscaba la belleza.
En la casa-palacio, igual que en otras construcciones de la quinta, el principal material utilizado es el ladrillo.
El edificio construido en estilo ecléctico destaca por su torreón y otros detalles medievalistas así como elementos neomudéjares.
Uno de los árboles singulares es un cedro espectacular, situado frente al palacio.
Bajo sus ramas, frente a la entrada principal, hay una fuente en muy mal estado, que ojalá sea recuperada.
Las dudas y la polémica surgen en cuanto al futuro uso del Palacio.
El Ayuntamiento ha aprobado un Plan Especial de Protección y Ordenación para la finca “Torre Arias”, sita en calle Alcalá, número 551, Distrito de San Blas-Canillejas, publicado en el Boletín de la Comunidad de Madrid el 22 de agosto de 2014. En él se detallan los niveles de protección de los elementos en grado singular Nivel 1 (el palacio, las caballerizas y la casa del guarda), los elementos singulares según niveles de protección. Histórico-artística (puente principal sobre el arroyo de la Quinta, estanque…); histórica (invernadero, alberca…); y referencial. Así como algunos de los árboles calificados como singulares.
Algunas construcciones no han sido catalogadas y serán derribadas. Según nos cuentan durante la visita solo se van a derribar elementos cuyo estado de ruina hace muy difícil su rehabilitación, pero estos casos no pudimos verlos.
Los últimos meses han aparecido en la prensa noticias según las cuales el palacio podría destinarse a campus de una universidad privada, la Universidad de Navarra, interesada en el edificio. La realidad es que aún se desconoce el uso futuro del palacio.
La condesa deseaba que tras su fallecimiento su dinero y sus posesiones continuaran fomentando sus grandes aficiones: el estudio y cuidado de la naturaleza, la investigación científica, con especial atención a la labor de las mujeres, y la ayuda a los jóvenes, favoreciendo su formación. Para ello creó la Fundación. En cuanto a la Quinta, la legó a la ciudad de Madrid.
E imaginamos que querría que continuara siendo un conjunto unitario, como lo ha sido a lo largo de más de cuatro siglos. Y eso esperamos.
Por : Mercedes Gómez
—-
Fuentes y bibliografía:
Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno.
COAM. Guía de Arquitectura. Madrid 2003.
Miguel Lasso de la Vega. Quintas de recreo y casas de campo aristocráticas alrededor de Madrid. Tomo I. Ayuntamiento de Madrid, 2006.
Alberto Tellería. Informe Torre Arias. Madrid Ciudadanía y Patrimonio, julio 2014.
27 comentarios
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14 octubre 2014 a 08:15
Guerra Esetena
Hola Mercedes,
Un reportaje excelente, felicidades. Creo que eres uno de los pocos madrileños que has podido ver la quinta; tengo entendido que las listas de espera son de aúpa. Ojalá se cumplan los deseos de su propietaria y la quinta pueda rehabilitarse «en todo su conjunto», pero mucho me temo, por lo que ha salido publicado, que no va a ser así. Es un regalo que nos han hecho a todos los madrileños y, como tal, deberían preservarlo en toda su integridad y para uso y disfrute de todos.
Felicidades nuevamente. Abrazos, Jesús
14 octubre 2014 a 19:56
Mercedes
Hola, Jesús. Cuando vi la noticia llamé y me dieron dos plazas para el primer domingo de octubre, tuve suerte, y me hizo mucha ilusión, ahora sí parecer ser que ya está todo completo para las visitas guiadas. Pero creo que no soy una de las pocas personas que ha podido ver la quinta, de una forma u otra me parece que bastante gente está teniendo esa suerte.
Por otra parte, según comentó la guía, la idea es ir abriendo poco a poco, aún hay zonas cerradas al público.
En efecto hay noticias poco alentadoras respecto al palacio, que por cierto es enorme (como toda la quinta). Al parecer la dueña quería dedicarlo a «formación». Por eso sería deseable que en lugar de una universidad pública se creara un centro público, pero a ver cómo se integraría todo eso. Ya veremos.
Muchas gracias por tus palabras y abrazos.
14 octubre 2014 a 08:53
Isabel
Muchas gracias por descubrirnos cosas de Madrid que, por lo menos yo desconozco, ya estoy deseando de conocer
14 octubre 2014 a 19:58
Mercedes
Muchas gracias a ti, Isabel. Ojalá pronto amplíen los horarios de visita y puedas visitarlo, te va a encantar.
14 octubre 2014 a 10:01
Mariarosa
¡¡Las ganas que tenía de leer tu post sobre Torre Arias!! He disfrutado un montón leyéndote…Es gratificante ver que aún existen personas tan amantes del saber, de la naturaleza, de la ciencia que son capaces de llevar toda una vida discreta y laboriosa como la condesa de Torres Arias y su marido. Su testamento y su Fundación deberán ser plenamente respetados. Muchas gracias Mercedes por esta valiosísima información.
14 octubre 2014 a 20:05
Mercedes
¡Muchas gracias, María Rosa! qué bien que te haya gustado el post.
El personaje de la condesa era desconocido para mi, y me parece que debió ser muy interesante. Era riquísima y sin embargo parece que tenía constumbres bastante sencillas y muchos intereses científicos y culturales.
La verdad es que en su testamento y acuerdo con el Ayuntamiento (en su momento) estará la clave, o debería estar.
14 octubre 2014 a 12:39
JOSÉ CASADO
Hola Mercedes. El sitio esta claro que merece una visita, pero….como dice Jesús, han salido unas noticias, con denuncias de por medio ante la Fiscalia de Medio Ambiente, ya que parece ser que ese plan aprobado por el Ayuntamiento, recoge el proyecto de eliminación de varias infraestructuras de la finca (Invernaderos, casetas,…), la construcción de un edificio de dos plantas y un parking subterráneo de dos pisos.
Todo esto, realizado por el Opus Dei (Universidad de Navarra), a quien el Ayuntamiento, ha donado, graciosamente, la gestión de la finca, en la que ubicaran un centro de estudios.
En fin, veremos como acaba esto.
Un saludo.
14 octubre 2014 a 20:13
Mercedes
Hola, José. En efecto, en un caso como este debe haber abogados por medio… si es que de verdad se pretende hacer algo en contra de los términos de la herencia (que desconozco). Creo que, al menos de momento, el Ayuntamiento no ha «donado» nada a nadie. Bueno, yo siempre quiero ser optimista…
Sobre los invernaderos, también he leido en alguna parte que los iban a derribar, pero durante la visita nos contaron que se iban a recuperar, y que debajo seguía intacta la «instalación» para su funcionamiento, no recuerdo el término que utilizaron.
Gracias por tu comentario.
Saludos
14 octubre 2014 a 13:08
Antonio Iraizoz
Hola Mercedes, yo también me temo lo peor, una interpretación retorcida de la voluntad de los propietarios y falta de respeto a su testamento, clarísimo, por otra parte. El caso es sacar dinero fácil de donde sea.
Gracias por el recorrido por la quinta, tan bien documentado y por la interesante y discretísima vida de su última propietaria.
Un abrazo
14 octubre 2014 a 20:19
Mercedes
Hola Antonio, la verdad es que aunque quiero ser optimista, las cosas no pintan bien. Aunque lo que son jardines, cuando estén restaurados, pueden ser una maravilla (inevitable no pensar en la cercana Quinta de los Molinos y el Capricho, y sus palacios). Al entrar, lo que queda claro es que aquí hace falta muuuucho tiempo y dinero…
Mi duda es si la Fundación tiene aquí algo que opinar, o es solo este Ayuntamiento, que como bien dices, busca dinero donde sea.
Muchas gracias a ti, y abrazos.
14 octubre 2014 a 18:19
Carlos R.Zapata
Interesantísimo como todos tus post Mercedes. La Asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio está haciendo de vez en cuando quedadas para que efectivamente la Quinta sea para todos los madrileños y no para unos pocos. Es una joya que quede esto en Madrid y lo deberían de disfrutar todos los madrileños.
14 octubre 2014 a 20:22
Mercedes
Gracias, Carlos. Sí, la Asociación MCyP hace un gran trabajo. Su informe sobre la Quinta, que cito, es magnífico.
Y, por cierto, han solicitado la declaración de BIC, a la que nos sumamos.
15 octubre 2014 a 20:52
Doña Umé
Hola Mercedes.
¡Qué gusto de explicaciones y de fotos sobre la finca!. Ya he visto desde la entrada, que están haciendo una buena limpieza de la maleza , y eso tiene muy buena pinta.
No sabía nada de lo de las visitas guiadas, no tengo perdón, porque paso por delante con mucha frecuencia. No sé si la información está en la entrada, pero voy a ver si le pongo remedio.
Todos tenemos muchas ganas de disfrutar de este espacio. Alguna vez, en la entrada de la finca, me he sumado a las «manis», por libre y a mi aire, pero da pena ver que estábamos cuatro gatos. Creo que no nos vamos a librar ni de la universidad, ni del aparcamiento. Todas las alegaciones las han echado para atrás. ¡ una pena!.
Un beso.
15 octubre 2014 a 23:16
Mercedes
Hola doña Umé, fíjate, ¿quién nos iba a decir cuando visitamos «tu chimenea» que al cabo de un tiempo íbamos a poder conocer la Quinta?… esperemos que podamos disfrutarla pronto, es una preciosidad.
Yo lo de las visitas lo leí en una noticia de prensa, según comenta Jesús ya hay lista de espera, pero inténtalo, a veces hay personas que no pueden acudir y queda sitio libre. Ya que pasas por allí a menudo, ¡acércate!
Muchas gracias y un beso
18 octubre 2014 a 20:08
Marco Aurelio
Pues yo conservo la esperanza de que la Quinta pueda ser para el disfrute de los madrileños, vivir para ver. Gracias Mercedes por el delicioso paseo, ojalá yo lo pueda hacer pronto.
19 octubre 2014 a 16:58
Mercedes
Hola Marco, gracias a ti por tu visita. Creo que es seguro que vas a darte ese paseo… y te va a encantar.
21 octubre 2014 a 15:27
José
Perdonar
Alguien me puede decir qué hay que hacer para asistir a la visita de la finca?
mi correo es: jofresgut@@gmail.com
gracias mil
21 octubre 2014 a 21:57
Mercedes
El teléfono de las Visitas guiadas era el 91 639 78 69.
23 octubre 2014 a 00:10
A
Hola Mercedes:
A propósito de «La condesa deseaba que tras su fallecimiento su dinero y sus posesiones continuaran fomentando sus grandes aficiones: el estudio y cuidado de la naturaleza, la investigación científica, con especial atención a la labor de las mujeres, y la ayuda a los jóvenes, favoreciendo su formación.», he recordado un proyecto con el que fantaseaba Carmen Añón (veterana y reconocida paisajista) de donar los fondos de su biblioteca y hacer un centro de estudios del jardín y el paisaje.
Ojalá empecemos a valorar nuestros jardines históricos como se merecen.
Un abrazo.
24 octubre 2014 a 13:15
Mercedes
Hola A.
Carmen Añón es una gran historiadora y paisajista, da gusto leerla y escucharla, y esa fantasia suya me parece maravillosa. Ojalá su idea se convierta en realidad, sería estupendo crear un centro de estudios del jardín, ¡qué buena idea!
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo
24 octubre 2014 a 20:00
Paisajismo Entreverde
Hola, gracias por el reportaje. Realmente creo que a Carmen Añón y cualquier paisajista como ella gran experta y restauradora de jardines históricos deberían permitir al menos tomar parte en el asunto. Restaurar adecuadamente el jardín y devolverlo para poder disfrutar del legado de su dueña. Me parece fatal que se vaya a dar a la Universidad de Navarra, desvirtuándose el deseo de la antigua propietaria. Un poco de sentido común. Si esto ocurriera en Inglaterra, ya tendríamos planes para hacer un Sissinghurst. ¿donde se puede hacer presión?. Un saludo. ramón ( paisajista)
24 octubre 2014 a 22:13
Mercedes
Gracias a ti por tu comentario, Ramón.
Un saludo
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2 noviembre 2020 a 17:11
ANA ROMERO MUÑOZ
Me gustaría apelar al sentido común del ayuntamiento de Madrid, para que no intente nuevamente apoderarse de un bien donado al pueblo de Madrid y dedicarlo a fines particulares como son la Universidad de Navarra.
No es la primera vez que esto ocurre ya con anterioridad se quiso dedicar toda la finca al hospital y a la Universidad de Navarra y hubo oposición de los madrileños y por eso mismo la Universidad de Navarra comprar unos terrenos un poquito más arriba.
Me gustaría saber, a qué instancias hay que recurrir, para que no se atropellen los derechos de los madrileños y se usurpen estas posesiones dedicando las a fines particulares como son la Universidad de Navarra. De esa forma los perjudicados serían los madrileños y los beneficiados? Quién es serían los beneficiados? Porque no creo que el Ayuntamiento pretenda cederle estos derechos a una empresa particular por muy Universidad de Navarra que sea.