Continuando con el ciclo Es Patrimonio Descúbrelo hace unos días hemos viajado al valle del Jarama para conocer el Pontón de la Oliva –para mí un antiguo deseo por fin cumplido– y la pequeña Central Hidroeléctrica de Torrelaguna. Arquitectura industrial, patrimonio hidráulico, historia, bellos paisajes…
La cita era en el Ayuntamiento de Torremocha de Jarama donde a modo de introducción la arquitecta Victoria Monserrat –como siempre, toda la jornada organizada por Dolores Muñoz– nos ofreció una interesante conferencia sobre Los orígenes del Canal de Isabel II. Un relato sin duda apasionante sobre cómo allá por el siglo XIX los Viajes de Agua fueron dejando paso al Canal, cómo el agua pudo por fin llegar a Madrid procedente del río Lozoya. Pero de todo esto hablaremos dentro de unos días… hoy me gustaría contar nuestra breve estancia en el delicioso pueblo Torremocha de Jarama.
Eran las 9,30 de la mañana, esperábamos que comenzara la charla y la llegada de todos los asistentes, la tranquilidad era absoluta, solo se oían nuestras conversaciones y el ruido del agua de la fuente en la plaza Mayor frente al Ayuntamiento. Mientras, pudimos dar un pequeño paseo.
Es un pueblo pequeño, muy limpio y cuidado que en su centro urbano aún conserva edificaciones del caserío tradicional. De los 268 habitantes a mediados del siglo XIX su población ha pasado a alrededor de 900 en la actualidad.
Una de esas construcciones muestra un cartel que explica cómo eran las casas en la Torremocha de la posguerra en el XX, el sistema socio-económico que dominaba, la alimentación y el modo de vida de los vecinos.
El ganado ovino era fundamental, todas las casas tenían olivar, cocedero donde se elaboraba el vino, etc.
Muy cerca de la plaza Mayor se encuentra la iglesia de San Pedro Apóstol.
La cabecera formaba parte de la ermita primitiva construida a finales del siglo XII comienzos del XIII en estilo románico, ampliada a mediados del siglo XV.
En los inicios del siglo XVI fue convertida en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol y por iniciativa del Cardenal Cisneros nuevamente ampliada con una nave y un atrio porticado de estilo renacentista.
El atrio tiene cuatro arcos por cada lado apoyados en columnas sobre una basamento de piedra. Entre dos de dichos arcos se observa el escudo del Cardenal.
La portada del XVI está coronada por un frontón con una hornacina en el centro que guarda la estatua del patrón San Pedro.
El cerramiento del atrio es muy posterior, obra de 1865.
Tras la restauración finalizada en 1992 se han recuperado las pinturas de la primitiva ermita que habían sido descubiertas en 1986, en los muros y bóveda del presbiterio y ábside originales.
Se trata de uno de los ejemplos de pinturas murales restauradas por la Comunidad de Madrid a lo largo de los últimos años. Recordemos las de la Capilla del Espíritu Santo en la calle Serrano, las de la Basílica de Colmenar Viejo, Santo Domingo de Silos en Pinto y las de Santa María la Antigua en Carabanchel de las que esperamos noticias.
Las pinturas están realizadas con una técnica mixta al mezzo fresco, fresco con retoque en seco. Técnica muy delicada ante las filtraciones por lo que a lo largo del tiempo se fueron deteriorando y se conservan solo parcialmente.
Una inscripción en tardías letras góticas hispánicas indica que los frescos fueron creados en la primera mitad del siglo XV, dentro del estilo gótico internacional castellano.
“El conjunto pictórico mural de Torremocha constituye una de las escasas muestras murales conservadas del estilo internacional en Castilla y es un caso excepcional en la Comunidad de Madrid”.
Sin duda hay que volver a Torremocha para conocerlo un poco mejor y contemplar estas valiosas pinturas.
Por : Mercedes Gómez
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Bibliografía:
Pintura mural de la Comunidad de Madrid. Comunidad de Madrid, 2015.
Arquitectura y desarrollo urbano en la Comunidad de Madrid. Zona Norte. Tomo III. COAM, Fundación Cajamadrid y Comunidad de Madrid, 1991.
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Nota actualización 5 junio 17:
Por su fuera de vuestro interés: el próximo jueves día 8 de junio tendrá lugar la última visita del Programa Es Patrimonio Descúbrelo que hemos disfrutado a lo largo del curso 2016-17. La cita será en el Museo del Agua en El Berrueco para luego trasladarse a las presas de El Villar y El Atazar. Todos los detalles y correo para la inscripción, en el cartel a continuación:
12 comentarios
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4 junio 2017 a 21:07
PEPA
Como siempre magnífico reportaje
Una pena que no nos abriesen la iglesia por la tarde para ver las pinturas
Tendremos que volver
5 junio 2017 a 14:33
Mercedes
Gracias, Pepa. No me digas que al final no abrieron… sí tendremos que volver 🙂
4 junio 2017 a 21:58
Mariarosa
Un encantador pueblo. Tienes toda la razón. E imagino que seguirán haciendo, en Navidad, uno de los más bonitos «Belenes vivientes» que yo ví hace unos años. Y es que el pueblo se presta a ello. Enhorabuena por el post
5 junio 2017 a 14:35
Mercedes
Ya lo creo, sí que es encantador, lo del Belén debe ser bonito. Gracias por tu comentario, Mª Rosa.
5 junio 2017 a 10:25
El Cerro de San Juan del Viso (en la Alcarria madrileña) - Viajando tranquilamente por Madrid y su Comunidad
[…] eso agradecí tanto a mi buena amiga Mercedes de Artede Madrid que me avisara de una exposición, en la Casa de Vacas del Retiro, donde había un gran lienzo […]
5 junio 2017 a 16:26
Marcos
Muy interesante, Mercedes. En cada pueblo de España hay todo un «mundo». Que una pequeña villa de Madrid tenga esos frescos es algo único. Toda mi vida será un continuo descubrimiento de pequeñas y grandes maravillas artísticas de España, que desconozco y no tienen fin. Gracias por todo lo que nos aportas. Un 10 para Torremocha de Jarama! Besos
5 junio 2017 a 20:37
Mercedes
Qué certero, Marcos, parece mentira ¿verdad? Cuando vi esa iglesia desconocía que en su interior se conservaban esas pinturas, ¡aún me hubiera dado más rabia no poder entrar!
Es muy bonito, que hasta el pueblo más pequeño guarde estos tesoros y que siempre haya cosas nuevas por descubrir.
Gracias y ¡besos!
5 junio 2017 a 20:45
PEPA
No, no nos abrieron. Fuimos a las 17.30 a la de Torrelaguna que está restaurada y hay una exposición del Cardenal Cisneros
5 junio 2017 a 21:13
Mercedes
Qué pena, pero aprovechasteis bien el día, la iglesia de Torrelaguna es una maravilla. ¡Saludos, Pepa!
13 junio 2017 a 17:26
Carmen Requejo Sánchez
Un milagro que se hayan conservado las pinturas murales que enriquecen el patrimonio, más bien escaso, de la Sierra Norte de Madrid….y mucho mayor el milagro de recuperarlas. Aprovecho la oportunidad para decirte que, si tienes oportunidad, visites en la misma zona un pequeño arco ¿mudéjar? conservado en el pueblo de Villavieja del Lozoya a tres kilómetros de Buitrago y muy próximo a San Mamés.
13 junio 2017 a 17:58
Mercedes
Pues sí, parece un milagro, y una gran noticia que se hayan restaurado. Te agradezco la recomendación, me encantaría ver ese arco. He buscado información y parece ser que sí, que es un arco del siglo XIII-XIV, espero volver por la zona y visitar ese pueblo, Villavieja, solo el nombre ¡ya cuenta mucho!
Gracias Carmen por tu comentario.
17 julio 2017 a 20:05
El Pontón de la Oliva | Arte en Madrid
[…] Oliva y la pequeña central hidroeléctrica de Torrelaguna. La primera parada de la jornada fue en Torremocha de Jarama donde conocimos la historia de los orígenes del Canal de Isabel II que se remontan a la […]