La Capilla de Santa María y San Juan de Letrán, más conocida como Capilla del Obispo, fue fundada en el siglo XVI por Francisco de Vargas, el licenciado Vargas, funcionario real. Junto con la iglesia de San Andrés y la capilla de San Isidro forma uno de los conjuntos histórico-artísticos más importantes y valiosos de Madrid.
Se considera que las obras de construcción de la capilla comenzaron hacia 1520. Francisco de Vargas murió en 1524, por lo que uno de sus hijos, Gutierre de Vargas y Carvajal, que era obispo de Plasencia, fue quien continuó y concluyó la obra.
Situada en la plaza de la Paja, es uno de los escasos ejemplos de arquitectura gótica que se conservan en Madrid y de su transición al plateresco, inicios del Renacimiento, que se aprecia en su decoración interior.
El obispo encargó las obras escultóricas de su capilla a Francisco Giralte que en los primeros años trabajó en el retablo mayor y los sepulcros de sus padres, Francisco de Vargas e Inés de Carvajal, situados a ambos lados del retablo. Después se encargó del sepulcro del propio Gutierre de Vargas y Carvajal, logrando una obra maestra, de gran calidad, ubicada en el lado de la epístola.
Acometió también otras obras menores, como dos pequeños retablos a ambos lados del retablo central, hoy desaparecidos.
Todas las obras descritas tienen una gran importancia artística, pero no fueron las únicas; para la decoración de la capilla fueron creadas otras piezas, entre las que se encontraban una serie de sargas o colgaduras pintadas, creación del pintor Juan de Villoldo.
Juan de Villoldo
Juan de Villoldo (h.1516–h.1562) se cree que pudo ser discípulo de Alonso Berruguete y que tuvo amistad con Giralte, debido quizá a que ambos tuvieron un aprendizaje y trabajo común con el maestro.
Tuvo actividad sobre todo en Palencia, donde se supone nació, y Valladolid; en Madrid solo se conoce su participación en la decoración pictórica de la Capilla del Obispo: Juan de Villoldo pintó y doró el espectacular retablo mayor.
También fue el autor de las pinturas de los altares situados a ambos lados del retablo, igualmente obra de Giralte, antes mencionados, hoy desaparecidos.
Cada retablo constaba de dos columnas jónicas y una pintura sobre tabla; en el del lado del Evangelio se representaba a Cristo en el Jordán recibiendo el bautismo de mano de san Juan; en el de la Epístola se veía la tortura que sufrió el evangelista san Juan en una caldera de agua hirviendo. Jesús María Caamaño en su trabajo sobre el artista incluye estas imágenes, pinturas que atribuye a Villoldo (*):
Además, para la Capilla del Obispo, para ser colgadas durante la Semana Santa, Villoldo pintó la mencionada serie de sargas.
Las sargas
Las sargas de la Capilla del Obispo fueron obra de Juan de Villoldo. Se conocen los acuerdos de la escritura que firmó el artista en agosto de 1547, que indicaban que los paños debían contener veinticuatro historias sagradas del Antiguo y Nuevo Testamento; uno con el Juicio final y la Resurrección de la carne y otro del Calvario para el altar mayor y que deberían estar concluidos antes del 10 de marzo de 1548.
Durante mucho tiempo en Semana Santa las sargas cubrieron el retablo y paredes de la capilla. Hasta las primeras décadas del siglo XIX en que se consideraron desaparecidas.
En 1861 ocurrió algo importante. El capellán mayor don Miguel Martínez y Sanz publicó Noticia de la fundación, bellezas artísticas y gracias espirituales de que goza la Capilla de Nuestra Señora y San Juan de Letrán de Madrid, llamada comúnmente del obispo. Gracias a su escrito sabemos que este capellán encontró en unos cajones las preciosas colgaduras que se creían perdidas.
Durante la Semana Santa del año 1862 los antiguos lienzos volvieron a ser expuestos al público; muchos curiosos acudieron a la capilla y en la entrada podía adquirirse un librito impreso con una breve reseña de las vicisitudes de la historia del templo y la explicación de todas las obras de arte.
Los visitantes pudieron contemplar los notables lienzos pintados al claro oscuro por el célebre artista Juan de Villoldo el año 1547, en los que, además del Calvario, se describían veinticuatro pasajes del antiguo y nuevo Testamento.
En 1915 aún había noticias de que en Semana Santa se revestía la capilla con los paños de Juan de Villoldo. En algún momento dejaron de exhibirse otra vez.
En 1920 tuvo lugar una excursión artística dirigida por el cronista Pedro de Répide para el Gran Liceo de Madrid, en la que se expusieron, como obsequio a los excursionistas, los entonces considerados famosos tapices de Villoldo, que rara vez había ocasiones de admirar, según afirmaba la noticia.
En el retablo de la Capilla del Obispo, como testigos del pasado, actualmente se conservan unas poleas que seguramente sirvieron para subir y bajar las sargas.
Hoy día, por segunda vez, las sargas de la Capilla del Obispo se consideran desaparecidas.
El Descendimiento
Las sargas, como decíamos, hoy día vuelven a considerarse desaparecidas, excepto una, posiblemente: el Calvario, que cubría el retablo de la capilla durante la Semana Santa.
La pintura el Descendimiento de la Cruz ingresó en el Museo Municipal, actual Museo de Historia de Madrid, en junio de 1936, como parte de un lote de fondos procedente de Patrimonio Nacional, concretamente de la iglesia de la Casa de Campo, según información facilitada por el propio Museo de Historia.
La obra figura en el Catálogo de las pinturas del Museo Municipal, con número de inventario 5.388. En la documentación en esos momentos en poder del museo no figuraba atribución a ningún autor y se desconoce el motivo por el cual la obra pudo llegar a la Casa de Campo y de ahí al Museo.
La iglesia de la Torrecilla, iglesia parroquial de la Casa de Campo, obra de Francisco Sabatini, fue prácticamente destruida durante la Guerra Civil; en su interior se encontraban pinturas de calidad, aunque no consta que en ella hubiera obras del siglo XVI.
En cuanto al primer traslado, en caso de tratarse de una de las sargas de la Capilla del Obispo, como se cree, es una incógnita, de momento, cómo pudo llegar a Patrimonio Nacional, antes de su traslado a la Casa de Campo.
En 1931 Patrimonio pasó a ser Patrimonio de la República; así, la última mudanza, la llegada de la sarga al Museo Municipal, podría estar relacionada con el hecho de que ese año el Real Sitio fue cedido por el Estado al municipio de Madrid.
El Descendimiento de la cruz, que ya conocimos cuando hablamos aquí de las sargas, telas pintadas, y del oficio del pintor de sargería en el Madrid del siglo XVI, es una pintura al temple sobre sarga, de 7,90 x 3,10 metros, datada hacia 1547, el mismo año en que Villoldo contrató la creación de las sargas de la capilla del Obispo, una de las cuales se cree podría ser este Calvario, como dijimos.
La escena representa el momento en que el cuerpo de Cristo es descendido de la cruz por José de Arimatea y otros personajes. A los pies de la cruz, la Virgen, San José y la Magdalena lloran su muerte. Otros personajes desclavan los pies del crucificado. En la parte superior dos angelotes en un frontón sostienen una guirnalda con una calavera.
Desde entonces, la sarga ha sido expuesta solo en dos ocasiones.
La primera noticia que tenemos al respecto es que la soberbia sarga, en palabras del historiador Alfonso Pérez Sánchez, se exhibió por primera vez en la exposición inaugurada en el Museo Municipal a finales de 1979, Madrid hasta 1875: testimonios de su historia. La muestra tuvo mucha importancia, pues significó la reapertura del museo tras veinticuatro años cerrado; la directora en aquellos momentos era Mercedes Agulló. Leemos en su catálogo que la pintura es «de estilo muy próximo al de Juan de Villoldo que en 1547 contrata las grandes sargas que cubrían el retablo de la Capilla del Obispo». La imagen incluida en el mencionado catálogo es en blanco y negro, como vemos, pero se explica que está «pintada con efecto de claroscuro, solamente coloreados los rostros y manos de los personajes», casi una grisalla, como muchas de las sargas religiosas de la época.
Escribió Pérez Sánchez que es un «ejemplo casi único del arte de mediados del siglo XVI, del manierismo más característico…», del refinado arte que Berruguete introdujo en Castilla.
En agosto de 1982 apareció en la Gaceta del Museo Municipal, en el nº 6, que se publicaba bajo la dirección de Mercedes Agulló.
Unos años después, en 1990, el Museo Municipal publicó su Catálogo de las pinturas, ya mencionado. Aunque se deja una puerta abierta a la duda y al final se afirma que quizá perteneciera al conjunto de las sargas de la Capilla del Obispo, la ficha dedicada al pintor Juan de Villoldo recoge El Descendimiento como única obra atribuida al artista, y la describe como un «espléndido ejemplo de la impronta que tuvo el arte de Alonso Berruguete en su discípulo Villoldo».
El mismo Pérez Sánchez –por entonces director del Museo del Prado– en uno de los textos habla de la colección del Museo Municipal y destaca algunas obras de «valor singularísimo»: menciona La Virgen y el Niño de Pedro Berruguete en el siglo XV y «la gran Sarga del Calvario de Juan de Villoldo» del XVI.
Parece que desde esos momentos se acepta la atribución de la pintura a Juan de Villoldo.
Ese mismo año 1990 se emprendió la remodelación de la capilla del antiguo Hospicio, sede del museo, que hasta esos momentos había sido ocupada por los depósitos de la Biblioteca Histórica Municipal, para adaptarla como sala de actos culturales y exposición de pintura religiosa; entonces se decidió sustituir el gran cuadro San Fernando ante la Virgen, de Luca Giordiano, que estaba en muy mal estado, por la obra El Descendimiento de Juan de Villoldo. El lienzo fue descolgado para proceder a su limpieza y la sarga ocupó su lugar.

Sarga «El descendimiento» en la Capilla del Antiguo Hospicio, 1990 (Foto: Museo de Historia de Madrid)
Sería la segunda vez que se exponía, y última de momento. Tras su restauración, la pintura de Giordano se volvió a instalar en la cabecera de la capilla, donde sin duda hoy día luce esplendorosa; la sarga regresó al almacén.
Algunas personas, como la investigadora Mercedes Agulló, entonces jefe del Departamento de Museos y Patrimonio Histórico Artístico, recordaban aquel momento en que se colgó la sarga y pudieron contemplar su belleza. Gracias a Mercedes, que lamentablemente murió el 4 de enero de 2019, conocí la importancia de esta obra que ella tanto valoró, y que debido a su empeño se exhibió en dos ocasiones.
Por: Mercedes Gómez
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(*) En el Archivo Moreno, IPCE, del Ministerio de Cultura, se conservan fotografías de estas dos obras, localizadas en la Capilla del Obispo, pero no atribuidas a Villoldo.
Bibliografía:
PONZ, Antonio, Viage de España, tomo V, Trata de Madrid, Madrid, Joachin Ibarra, 1776.
ANÓNIMO, Explicación de las pinturas de Juan Villoldo hechas en los lienzos de la Capilla del Obispo, Madrid, Imp. de A. Peñuelas y G. Pedraza , 1865.
CAAMAÑO, Jesús María, «Juan de Villoldo», Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, tomo 32, 1966.
Catálogo de las pinturas. Museo Municipal de Madrid, Madrid, Ayuntamiento de Madrid, 1990.
MARTÍNEZ Y SANZ, Miguel, Noticia de la fundación, bellezas artísticas y gracias espirituales de que goza la Capilla de Nuestra Señora y San Juan de Letrán de Madrid, llamada comúnmente del obispo, Madrid, Higinio Beneses, 1861 (1ª edición); Madrid, La Esperanza, 1868 (2ª edición).
PARRADO DEL OLMO, Jesús María, «Testamento y otros datos de Juan de Villoldo», Publicaciones de la Institución Tello Téllez de Meneses, 42, 1979.
PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso E., «Pintura y dibujo de los siglos XVI y XVII», en catálogo Madrid hasta 1875. Testimonios de su historia, Ayuntamiento de Madrid, Museo Municipal, 1979.
RECHE, Carmen, «Recuperación y restauración de la obra San Fernando ante la Virgen de Luca Giordano», en San Fernando ante la Virgen de Luca Giordano. La recuperación de una obra maestra del Museo Municipal de Madrid, Ayuntamiento de Madrid, 1994.
UCETA, Óscar. San Isidro y la Capilla del Obispo. Historia, Arte y Espiritualidad. Cabildo Catedral de Madrid. Madrid, 2022.
22 comentarios
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19 febrero 2023 a 23:29
Volfredo
Muy documentada y excelente publicación. Las imágenes son bellísimas.
20 febrero 2023 a 21:44
Mercedes
Muchas gracias, Volfredo
20 febrero 2023 a 08:31
Pablo Jauralde Pou
Todo lo que hacían Mercedes Agulló y Pérez Sánchez… era de calidad. La entrada merece la pena para trazar la peculiar historia de Villoldo -soy palentino, allá la onomástica se repite…- Habría que rehacer la historia artística de Villoldo. Conocí a Agulló, en Andalucía, su retiro, con motivo de sus hallazgos sobre el Lazarillo, del que publiqué su ultimo libro.
Un paseo excelente, Mercedes.
Tus archivos… son muy importantes para Madrid.
20 febrero 2023 a 21:59
Mercedes
Sí, la época de Mercedes Agulló en Madrid, vista ahora en perspectiva, creo que fue magnífica, aún vivimos de su trabajo en muchos temas. Yo no llegué a conocerla en persona pero hablé a menudo con ella por teléfono en sus últimos años, gracias a su generosidad, siempre me ofrecía ayuda…
Pablo, mil gracias, esta entrada tiene mucha historia detrás y meses de trabajo, así que me encanta que te haya gustado el paseo.
20 febrero 2023 a 14:02
alrenlle
Hola Mercedes, Enhorabuena y muchas gracias por esta investigación. Esto pueden ser palancas que muevan a otros a recuperar esas sargas y, sobre todo, a mostrarlas (las que existan). Mira este enlace, seguramente lo conoces. Realmente no es fácil seguir (y distinguir) a los Vargas. No sé si pequeña calle Vargas tiene que ver algún Vargas, pero los Vargas podrían tener algo más foco, dada su relevancia del siglo XI al XVII (después parece que…). Historia y noticias genealógicas de la casa de los Vargas de Madrid – CHDE Trujillo
La próxima vez que vaya al Museo del Prado me interesaré por las sargas que tienen. Se mueven cosas en el palacete de la Casa de Campo. La poco delicada intervención del siglo pasado pudo privarnos de recuperar mayores trazos del edificio original y la reforma de Sabatini, pero parece que vamos a recuperar -mejor o peor- ese rincón agradable de Madrid. Ojalá, como ya hemos comentado, trasladen allí la Fuente del Águila (de todos modos, tendríamos que verla este verano en la Galerías de la Colecciones Reales). El otro día pensé si no sería una locura que la escultura de Felipe II (la que estaba en la Plaza de la Armería) quedara en el lugar de figura ecuestre de Felipe III, de la Plaza Mayor. Sería una recuperación lógica aunque no totalmente fiel. En fin, que me enrollo. Un abrazo, Alfonso
20 febrero 2023 a 22:12
Mercedes
Hola, Alfonso, ¡muchas gracias a ti! Leeré ese enlace, el tema de los Vargas es muy interesante y complejo, al menos tres ramas descendientes del «primer» Vargas vivieron en Madrid desde el siglo XI en adelante.
Las sargas son muy delicadas, pero deberían mostrarse más a menudo. En el Prado suelen estar guardadas, pero la que sí puedes admirar, es una maravilla, es la de Bruegel, «La fiesta del vino».
Ay, espero que sí, que veamos la fuente del Águila en la ahora llamada Galería de CCRR, no se si se mantiene ese proyecto… creo que ahora lo más importante es proteger las obras tan antiguas, pero la escultura de Felipe II, no se dónde, pero sí creo que se debería recuperar. En fin, un placer hablar de todo esto contigo. Un abrazo.
22 febrero 2023 a 16:00
Marcos
Buenos días, Mercedes:
Gracias por esta excelente investigación. Son muy importantes, al menos para mí, los aportes documentales sobre el arte de Madrid anterior a la capitalidad. Tal vez, la Capilla del Obispo sea el testimonio monumental más relevante de esa etapa de Madrid. Sería muy interesante volver a ver una de las sargas cubriendo el retablo mayor, una visión de otros tiempos.
Felicidades, una vez más.
Un fuerte abrazo.
22 febrero 2023 a 23:07
Mercedes
Hola, Marcos, muchas gracias a ti, compartimos el interés por el Madrid anterior a la llegada de la Corte con Felipe II, y de acuerdo contigo, la Capilla del Obispo es algo único, testigo de aquellos tiempos.
¡Ojalá alguna vez podamos ver esa sarga!
Otro abrazo
23 febrero 2023 a 18:45
Emilio guerra
Propuse hace tiempo que la expusieran pero ni me dejaron verla. En mi libro tengo un gráfico en donde se exponen las diferentes escenas que componían las sargas. no manejo las redes sociales. De conocer como se puede incluir pdf y jpg, lo haría con mucho gusto. Os mandaría manuscritos sobre ellas. En la biblioteca Iván de Vargas podéis consultar mis libros.
a vuestra disposición
23 febrero 2023 a 20:48
Mercedes
Te lo agradezco, Emilio. Este artículo forma parte de un trabajo más largo que no me parecía apropiado para el blog, pero conozco la descripción de las diferentes escenas que se puede leer en la que hicieron varios autores, y en ese librito, lo cito en la bibliografía. Debían de ser todo un espectáculo.
22 febrero 2023 a 18:15
Emilio guerra
Estimada Mercedes. Alabo tus trabajos y deseo comentarte que las pinturas en los dos retablos pequeños situados a ambos lados del principal, no son de Villoldo sino de Blas de Prado, como demuestro en mi libro sobre la capilla del Obispo editado por La Librería 2010. Además tengo otros dos libros sobre dicha capilla autoeditados, consultables en la BNE, en la Regional, en los museos de Historia y de San Isidro, en la parroquia de S. Adrés, etc. Con mucho gusto te los regalaría, si los deseas, junto a otros siete libros autoeditados sobre S. Isidro. Mi correo: egchava@gmail.com
Saludos cordiales
Emilio Guerra Chavarino
22 febrero 2023 a 23:17
Mercedes
Hola, Emilio, muchas gracias, por supuesto que me interesa mucho leer tu explicación. Fue Palomino quien escribió, al hablar de Blas de Prado, que era el autor de esas tablas laterales de la Capilla, pero luego, ya en el siglo XX, parece que se atribuyeron a Villoldo (en la exposición del Antiguo Madrid, y luego Caamaño, al que cito). Por eso claro que me gustaría comentarlo contigo, te escribiré a tu correo.
Un abrazo
23 febrero 2023 a 18:22
Emilio guerra
Cuando quieras, lo comentamos
23 febrero 2023 a 18:24
Emilio guerra
otro abrazo para ti, Mercedes
27 febrero 2023 a 10:21
Salvador Quero Castro
Una pequeña matización, según creo recordar cuando se colgó la sarga en la capilla del Museo municipal no se delcolgó la pintura que resultó ser de Luca Giordano, sino que se cubrió con unas cortinas; La pintura de Luca Giordano la restauró Carmen Reche in situ, no se movió de su sitio. La sarga atribuida a Villoldo estuvo expuesta durante la exposición «Madrid testimonios de su historia hasta 1874» en el primer descansillo de la escalera de acceso a la primera planta del museo debido a que era el único lugar que tenía altura sufifiente para exponerla.
Te reiteri mi más entusiasta felicitación por la calidad y constancia de tu blog.
27 febrero 2023 a 19:46
Mercedes
Hola, Salvador, es importante tu matización porque seguramente lo recuerdas porque entonces debías de estar allí. Yo saco la información del libro en que la propia Carmen Reche (lo cito en la bibliografía) cuenta que el cuadro fue descolgado.
Dice: «La remodelación de la Capilla para su nueva utilización … planteó la necesidad de sustituir el gran cuadro del testero, «San Fernando ante la Virgen», de ínfima calidad y en muy mal estado de conservación, por la obra de Juan de Villoldo «El descendimiento». Para ello se descolgó el lienzo que estaba encajado en un rebaje del testero…»
Como la investigación previa a la restauración del que sería la gran obra de Giordano duró varios años ¿estaremos hablando de diferentes momentos?
Gracias por tus palabras, tu visita y tus aportaciones, siempre valiosas.
28 febrero 2023 a 11:04
Salvador Quero
En esos años estaba yo destinado en el Museo Municipal, recuerdo que se montó un gran andamio delante del cuadro al que con frecuencia me subía y Carmen Reche me daba explicaciones de como avanzaba la restauración. Otra cosa es que se planteara sustituir el cuadro con malos repintes, posiblemente de un hospiciano, por la sarga de Villoldo, pero al descubrirse la pintura de Lucas Jordán , se decidió restaurarla en su jugar y no se movió..
28 febrero 2023 a 11:57
Mercedes
Muchas gracias, Salvador.
1 marzo 2023 a 22:19
Elena
Extraordinario trabajo de investigación, Mercedes. Gracias por esta documentación fundamental para un edificio tan singular y con tanta historia.
Un abrazo
1 marzo 2023 a 23:53
Mercedes
¡Gracias, Elena! es un lugar maravilloso que hay que visitar muchas veces. Un abrazo.
4 marzo 2023 a 19:03
Emilio Guerra
En las bibliotecas más importantes de Madrid podéis encontrar tres libros sobre la Capilla del Obispo. Son los únicos publicados sobre dicha Capilla. Soy el autor de ellos. Los dos últimos no están a la venta. Son autoedición para donar a bibliotecas. Escribo sin ánimo de lucro. Los textos están basados en manuscritos fotocopiados del archivo de dicha Capilla de los Vargas. Tengo además 7 libros sobre San Isidro que tambien he donado a dichas bibliotecas, Ademas de la Nacional y de la Regional, se encuentran en Iván de Vargas, en el arzobispado (san Dámaso), Museo de historia y de los origenes, en el Csic, en la parroquia de san Andrés, etc Saludos
12 marzo 2023 a 23:51
Dos retablos colaterales de la Capilla del Obispo, hoy desaparecidos. | Arte en Madrid
[…] el artículo anterior publicado sobre Juan de Villoldo en la Capilla del Obispo hablamos de dos retablos menores, hoy desaparecidos, que estaban situados a ambos lados del retablo […]