Hasta mediado el siglo XIX en que se inauguró el Canal de Isabel II, el abastecimiento de agua en Madrid estaba a cargo de los Viajes de Agua, viajes subterráneos, verdaderas obras de ingeniería traídas a la Villa por los árabes, y que funcionaron hasta hace relativamente poco tiempo.
Un Viaje de Agua constaba de:
1) La zona de captación del agua, que se encontraba aproximadamente a unos 10 kilómetros al norte de la ciudad.
2) Las galerías de captación o minas que unían los pozos de la zona de captación hasta las puertas de la ciudad. En determinados trechos se comunicaban con el exterior, mediante pozos de aireación, cubiertos en superficie por medio de un cascarón de piedra o “capirote”, de los que quedan algunos ejemplos en la Dehesa de la Villa y algún otro lugar.
El cerramiento se llama de cucharón o cierre de cascarones:
3) Galerías de conducción: el agua, una vez alcanzada la Cerca, se vertía en un arca principal, donde se medía, y de ahí partían las galerías hacia la ciudad, que surtían a las fuentes públicas y particulares.
Madrid se abastecía de cuatro viajes principales de “aguas finas” o potables (Alcubilla, Abroñigal Alto, Abroñigal Bajo y Castellana), propiedad de la Villa. Pero había otros secundarios, pertenecientes a la Corona o a particulares, como el de Amaniel, la Fuente del Berro, Descalzas Reales, etc. Algunos de ellos eran de “aguas gordas” no potables, que se empleaban para el ganado, el riego o para surtir a las fuentes monumentales.
Aunque todos ellos han dejado de cumplir su función, y casi todos van desapareciendo debido a las cada vez más numerosas obras subterráneas (metro, aparcamientos, túneles…), algunos tramos siguen existiendo, y parte de ellos han sido utilizados para albergar otro tipo de servicios (cableados, conducciones de agua, etc.).
Estos restos de los antiguos Viajes de Agua forman parte de nuestro Patrimonio Histórico por lo que merecen ser conservados y conocidos.
Ya que parece muy sencillo horadar Madrid y acondicionar los espacios, sobre todo para los coches, ¿es una locura imaginar que algunos de estos vestigios de los antiguos Viajes de Agua madrileños algún día se pudieran convertir en lugar visitable?, ¿soñar que un Museo nos mostrara la historia y características de algo tan importante y singular como fueron los Viajes de Agua para Madrid?.
Quizá sea oportuno recordar que acaban de comenzar las obras en las que una enorme tuneladora sutilmente apodada «Gran Vía», atravesará Madrid desde Chamartín hasta Atocha para la construcción del túnel de más de siete kilómetros de longitud por el que transcurrirá el AVE, a unos 45 metros de profundidad.
De momento, tenemos que agradecer a Pedro Jareño, que trabaja en el Servicio de la red de Alcantarillado, a la que cuida, vigila, y conoce a la perfección, la posibilidad de ver estos restos. Pedro los ha ido fotografiando y reuniendo información sobre ellos en sus momentos de ocio, con el fin de llamar la atención sobre su existencia y conservación. Su único deseo es que los escasos pozos y galerías que quedan no caigan en el olvido.
Creo que merece la pena mostrar sus bonitas fotografías junto a sus interesantes explicaciones, y darnos un paseo por los Viajes de Agua de Madrid guiados por él.
———-
Comenzamos hoy con el Viaje de la Alcubilla. Espero que os resulte interesante, personalmente me parece un lujo poder disfrutarlo.
El Viaje de la Alcubilla se comenzó a construir en 1399. Nacía en la Dehesa de Chamartín en el valle de la Alcubilla, a 18 metros de profundidad, y llegaba a Madrid a través de una serie de pozos con su correspondiente losa.
Por el Camino de Fuencarral, hoy Bravo Murillo, llegaba hasta la actual Glorieta de Cuatro Caminos, donde se dividía en dos ramales, uno por la calle de Santa Engracia hasta la plaza de Santa Bárbara, donde comenzaba la distribución de las aguas. El otro se dirigía a la glorieta de Quevedo, donde a su vez se dividía en dos ramales, uno bajaba por San Bernardo y otro por Fuencarral.
Recordemos, antes de comenzar nuestra visita a los pozos, que muy cerca de este punto, el pasado año 2004 durante las obras de rehabilitación del Museo Municipal se halló una Noria, un “complejo hidráulico del siglo XVII de gran entidad y envergadura”, según se publicó en aquellos momentos. La directora del museo, la arqueóloga e historiadora Carmen Priego explicó que se trataba de un «conjunto formado por el estanque de una noria de las denominadas de sangre, es decir, de tracción animal, empleada para el riego de huertos y el abastecimiento de una comunidad… Las paredes del gran vaso descubierto, en ladrillo toledano del usado en las construcciones madrileñas en el siglo XVII, constan de peldaños perfectamente trazados, pates, que descienden hasta 15 metros de profundidad, aproximadamente.” A una profundidad de unos ocho metros surge un ramal excavado en la tierra, que Carmen Priego piensa casi seguro “este conducto perteneció al gran viaje de agua de Alcubilla, que cruzaba diagonalmente el edificio del Museo Municipal en dirección a la calle de Fuencarral«. La idea era integrar los hallazgos en el Museo.
Han pasado más de ocho años desde el comienzo de las obras, y el Museo sigue cerrado. Aprovechamos para preguntar una vez más : ¿para cuando está prevista la reapertura?.
Y llegó el momento de dar inicio a nuestra emocionante visita al Viaje Antiguo de la Alcubilla.
Nos cuenta Pedro que del primer ramal del Viaje que discurre por la calle de Santa Engracia, hay constancia de dos pozos de bajada que perduran en el tiempo. Uno de ellos se encuentra a la altura del número 73, a la altura de la Glorieta de Iglesia.
No quedan en Madrid muchas Tapas de pozos municipales con la inscripción de Viaje Antiguo de Agua, como las que se conservan en la calle de Santa Engracia, una auténtica curiosidad:
El pozo tiene pates o peldaños de hierro que permiten la bajada:
En este punto el Viaje se encuentra condenado.
Paralelamente se aprecia una galería antigua por la que actualmente discurren tubos de abastecimiento (canal de aguas limpias).
Tenía una longitud de cerca de 26 Km. que abastecían 11 fuentes públicas que llegaron a estar atendidas por 128 aguadores, más otras 85 fuentes particulares.
Otro pozo se encuentra frente al número 140 de la calle, frente a la Iglesia del Colegio de la Divina Pastora.
El rápido, o forma de alcanzar la cota más baja en la menor longitud, a través de unas escaleras salvando el desnivel deseado, es ciertamente singular:
Para llegar al principio del Viaje hay que bajar 4 tramos de escaleras de un total de 66 escalones de 40 centímetros. A partir de estos datos se ha calculado una cota de entre 20 y 25 metros de profundidad aproximadamente.
En este tramo el Viaje de la Alcubilla se encuentra en bastante buen estado.
Y el último tramo conservado corresponde al otro ramal, el que se dirigía hasta la glorieta de Quevedo, y a su vez se subdividía por la calle de Fuencarral. Se encuentra en la calle de Eloy Gonzalo frente al Instituto Homeopático de San José.
De este tramo únicamente se conserva el pozo de bajada y el cerrojo, o distancia que hay de la galería del pozo de bajada a la galería principal del ramal.
Texto: Mercedes Gómez
Basado en la información facilitada por : Pedro Jareño
Fotografías : Pedro Jareño
——
Fuente de la introducción:
VVAA. «Madrid. Atlas Histórico de la ciudad. Siglos IX-XIX«. Lunwerg-CajaMadrid 1995.
——
20 comentarios
Comments feed for this article
5 de May de 2010 a 22:36
cecilia
Alguna vez he pasado (y tal vez pisado) alguna de esas tapas sin saber lo que realmente había debajo. Un patrimonio tan importante, tan valioso que puede perderse por la acción depredadora de quienes gestionan la cosa pública si no entienden que tan importante como sembrar el subsuelo de vías es conservar las grandes obras centenarias que se conservan debajo del asfalto. Fue una obra magistral la de estos viajes de agua, como lo prueba el hecho de que se mantengan en tan buen estado siglos después.
Debajo de la plaza de Chamberí existen unos túneles subterráneos. No sé que son realmente. Cuando se descubrieron, hace veintitantos años se especuló con la posibilidad que fuera un viaje de aguas, pero nadie lo confirmó. ¿Se podría averiguar qué es?
5 de May de 2010 a 23:25
Angel Alda
Hola Mercedes
Otro viaje de los tuyos. En esta ocasión un viaje al centro de la tierra. Un paseo del Dante a los viejos paraisos bajo tierra. He mandado el enlace de la entrada a mi amigo el director del Hospital Homeopático. Posiblemente conozca la vieja entrada a ese trama de la Alcubilla pero por si acaso…
Felicidades a ti y tu informador Pedro Jareño.
Hablando del subsuelo de la plaza de Chamberí decir que no recuerdo ese hallazgo que cita Cecilia aunque si debo recomendar para los no conocedores del asunto la visita a la vieja y fantasmágorica estación del metro de Chamberí, uno de nuestros mejores patrimonios subterraneos.
6 de May de 2010 a 00:08
J. J. Guerra Esetena
Hola Mercedes. Sencillamente, fascinante. Me uno a esa reivindicación de conservar nuestro patrimonio soterrado y, por qué no, hacerlo visitable. Realmente lo merecen… Reivindicación que hago extensible a los muchos túneles y pasadizos que comunicaban palacios, conventos… Felicidades a ti y a Pedro por tan magnífico reportaje. Saludos, Jesús
6 de May de 2010 a 09:36
María Rosa
Una interesantísima aportación, una idea extraordinaria, efectivamente sería estupendo poder rescatar alguno de estos VIajes de Agua …pero me temo que en estos temas nuestro Ayuntamiento no demuestra mucha sensibilidad…¿Cómo es posible el bochornoso abandono de los restos de la Muralla en el triste «Parque» frente a la cripta de la Almudena? ¿Que va a suceder por fin con la monumental Fuente de los Caños del Peral?…
Muchisimas gracias por este reportaje.
6 de May de 2010 a 13:50
anapedraza
¡Hola Mercedes!
¡Delicioso, como siempre!, ¡y muy instructivo!
Hace años vi un documental en Telemadrid sobre los «viajes de agua», fue cuando los conocí, no tenía ni idea de estas obras de ingeniería hidráulica.
La civilización islámica está pasando por su particular «edad media», igual que pasó al cristianismo cuando la tuvo (fanatismo y retroceso científico y cultural). Las acequias, el regadio, las norias, las canalizaciones, y los «viajes de agua», las inventaros ellos, ellos las implataron y a ellos se lo debemos de agradecer; aunque ya los romanos tenían sistemas muy parecidos (salvo máquinas hidráulicas, como la noria, por ejemplo).
Con respecto a conservarlo, ¡está claro que hay que conservarlo!, y si no fuera por Patrimonio, o las divisiones que correspondan de la CAM y el Ayuntamiento de Madrid, hubieran arrasado, ¿por qué?, porque molesta, así de claro.
¡Un besote!
Miguel
6 de May de 2010 a 18:33
antonioiraizoz
Hola Mercedes, no podía imaginarme que esas galerías estuvieran en tan buen estado de conservación, que maravilla!!. La foto que muestra los escalones contrapeados es de manual de construcción (de la buena).
Espero que nos sigas ilustrando con los otros tres Viajes principales o lo que quede de ellos. Sería de justicia lograr su catalogación.
Saludos y felicidades a los dos por tan buena iniciativa.
6 de May de 2010 a 20:23
artedemadrid
Hola Cecilia, entiendo que el ramal que iba desde Cuatro Caminos hasta la Puerta de Santa Bárbara (hoy Alonso Martínez) pasaría bajo la actual Plaza de Chamberí, lo que ya no se es si quedarían restos.
Hace tiempo buscando información para un trabajo sobre esta plaza encontré en la prensa que durante las obras de remodelación hacia 1985 “se encontró una gran losa circular de granito que al ser levantada descubrió un pozo y 250 metros de galerías con bóvedas de medio cañón, fabricadas con ladrillo, a una profundidad de unos 12 metros. Se cree era un polvorín de la Guerra Civil”.
A ver si Pedro puede contar algo.
Gracias Angel, tus comentarios son tan literarios (y agradables) que dan ganas de guardarlos todos juntos 🙂
Es verdad que el subsuelo esconde un cierto misterio que atrae mucho. La vieja estación de Chamberí, como tu dices, es de visita obligada. He ido varias veces, y cada vez me gusta más. El museo es pequeño pero lleno de cosas por descubrir.
Y el Homeopático, otro lugar que merece la pena… Hace tiempo que no voy por allí, una persona de la institución me contó que la zona arbolada tras el hospital (cuando yo fui, sin restaurar, ahora no lo se) tenía la calificación de jardín histórico. Me gustaría saber más sobre ese jardín…
Hola Jesús, muchas gracias. No es fácil, fíjate lo que ha ocurrido con lo hallado bajo la calle de Serrano, que al final no se si era un viaje de agua o no, y vamos a ver qué pasa al final con la Fuente de los Caños del Peral y todo lo que han encontrado junto a ella… pero por nosotros que no quede 🙂
6 de May de 2010 a 20:43
artedemadrid
Hola María Rosa!, sí que sería estupendo, aunque como le decía a Jesús la cosa no es fácil, pero lo menos que podemos hacer es darlo a conocer.
Respecto a la muralla árabe, no he ido aún a verlo, y creo que todavía no lo han inaugurado oficialmente, pero han rehabilitado toda la zona y el parque, y al parecer ha quedado muy bonito.
Gracias a ti por tu visita y tu comentario!
Hola Miguel, la técnica de los viajes de agua es antiquísima, creo que su origen estuvo en Mesopotamia, aunque no conozco muy bien el tema y no quisiera decir ninguna tontuna 🙂 a España lo trajeron los árabes, y en Madrid su desarrollo fue espectacular. Creo que quedan muy pocos restos por el mundo, sobre todo en Irán. Por eso en Madrid deberíamos cuidar los nuestros y estar orgullosos de nuestro patrimonio en este sentido.
un beso y ¡gracias!
Gracias Antonio, desconocía el término para la escalera, que es preciosa ¿verdad? No se en qué época sería construida puesto que el Viaje tuvo sucesivas reformas y ampliaciones a lo largo de los siglos, pero es fantástica.
La idea es seguir con los demás viajes, sobre todo si vemos que os interesa. Vuelvo a dar las gracias a Pedro, porque información en los libros o en internet sobre los Viajes de Agua hay mucha, pero creo que un paseo por su interior es novedad!
saludos
6 de May de 2010 a 22:33
cecilia
A mí me parece muy interesante este descenso al subsuelo, sobre todo si es para recorrer estas galerías que tienen tantos años encima.
7 de May de 2010 a 21:09
artedemadrid
Gracias Cecilia, en principio el próximo paseo por el subsuelo será el Viaje de la Castellana.
saludos!
8 de May de 2010 a 16:26
Bélok
Que interesante artículo. Me dan ganas de ponerme un casco, atarme una cuerda y dos linternas y meterme en alguna alcantarilla camino a lo desconocido bajo los subsuelos madrileños.
9 de May de 2010 a 15:44
carlos osorio
Muy buen reportaje. Enhorabuena. Esperemos que, efectivamente, se proteja este patrimonio único en Europa. También sería bueno que los madrileños pudiésemos acceder a una muestra de estos viajes, tanto como al alcantarillado antiguo.
9 de May de 2010 a 19:05
artedemadrid
Bélok, ten paciencia, mejor espera a que Pedro nos vaya mostrando más secretos del subsuelo 🙂
Gracias, Carlos, como siempre digo, confiemos en que así sea!
10 de May de 2010 a 22:55
Visita a los Antiguos Viajes de Agua (II).- La Castellana « Arte en Madrid
[…] Mayo 2010 in Infraestructuras | Tags: Viajes de Agua Después de la visita al Viaje de Agua de la Alcubilla, hoy os invitamos a conocer el Viaje de Agua de la Fuente Castellana, que se comenzó a construir […]
17 de May de 2010 a 00:34
Visita a los Antiguos Viajes de Agua (III).- Alto Abroñigal « Arte en Madrid
[…] Mayo 2010 in Infraestructuras, Madrid subterráneo | Tags: Viajes de Agua Después del Viaje de Agua de la Alcubilla y el de la Fuente Castellana, hoy visitamos los restos del Viaje del Alto Abroñigal, otro de los […]
19 de May de 2010 a 23:04
Visita a los Antiguos Viajes de Agua (IV).- Bajo Abroñigal « Arte en Madrid
[…] 2010 in Infraestructuras, Madrid subterráneo | Tags: Siglo XVII, Viajes de Agua Tras visitar la Alcubilla, la Castellana y el Alto Abroñigal, llegamos al último de los cuatro Viajes más importantes de […]
15 de agosto de 2011 a 20:04
Calle de Mejía Lequerica « Arte en Madrid
[…] Muy cerca, en las proximidades de las Puertas de entrada al recinto urbano, se encontraban las arcas principales donde se medía el agua, desde donde partían las galerías que la conducían al interior de la ciudad. Recordemos también que, a pocos pasos de aquí, bajo el Museo Municipal fue encontrada una noria, quizá perteneciente al Viaje de la Alcubilla. […]
25 de agosto de 2011 a 23:20
De Hospicio a Museo Municipal « Arte en Madrid
[…] cuanto a la noria hallada en 2004 nadie tiene […]
29 de abril de 2016 a 22:45
La Plaza de Chamberí - Viajando tranquilamente por Madrid y su Comunidad
[…] Mercedes, en su magnífico blog de Arte de Madrid, que varias veces ha tocado este tema tan apasionante de los túneles madrileños, no los pueda […]
14 de agosto de 2018 a 22:36
Vestigios de un Viaje de Agua en la calle de Fuencarral | Arte en Madrid
[…] Podría tratarse de vestigios del Viaje de Agua de la Alcubilla. […]