La existencia de baños públicos se remonta a los orígenes de Madrid, al Mayrit árabe. Quizá existieron antes, gracias a los romanos, pero al menos de momento no se ha podido comprobar, o no tenemos noticias.
Sí hay constancia de los baños árabes en algunos documentos antiguos. Manuel Montero Vallejo habla en sus libros de los baños que se encontraban junto al Barranco por donde entonces fluía el Arroyo de San Pedro, hoy calle Segovia, y que continuaban existiendo en los siglos XIII y XIV. Estaban situados cerca de la iglesia de San Pedro, aproximadamente a la altura de la Fuente de San Pedro o de los Caños Viejos, donde hoy se encuentra la Fuente de Diana.
Con la llegada de los cristianos en el siglo XI, el baño dejó de estar bien visto, dicen que Alfonso VI, el rey conquistador, no era partidario, y que prohibió construir nuevos establecimientos.
Pero también se cuenta que siguieron funcionando regentados por mujeres mudéjares, y que a ellos acudían en buena armonía cristianos, musulmanes y judíos. Montero cuenta que esos mismos baños que aún existían a finales del siglo XIV los tenía arrendados una tal doña Xançi.
Otro de los baños medievales se encontraba en la plazuela de los Caños del Peral, hoy plaza de Isabel II, cerca de la Puerta de Valnadú, una de las puertas de la muralla cristiana.
Gracias a los literatos del Siglo de Oro sabemos que en el siglo XVII los madrileños eran muy aficionados a bañarse en el río, y parece ser que a orillas del Manzanares se organizaban fiestas algo subidas de tono. Hemos leído mucho sobre las romerías a orillas del río en tiempos de Felipe IV, pero nunca habíamos visto sus imágenes, hasta que llegó este cuadro de Félix Castello al Museo Municipal.
La escena, un verdadero “jardín de las delicias” madrileño, representa los baños en el Manzanares, frente a la Casa de Campo, en el Camino del Pardo, junto al llamado Molino Quemado, que también Texeira representó en su plano.
Pero en invierno hacía mucho frío, y había que buscar otras soluciones. La primera Casa de Baños de la que se tiene noticias es una en la calle Jardines, abierta en 1628. Solicitó licencia de apertura un italiano llegado a la capital, argumentando que el agua era necesaria para la salud, todo el año, no únicamente en el verano.
Se le concedió, pero para acudir era necesario llevar la “receta” del médico. Además, los baños de las mujeres estaban prohibidos en la misma casa que los de los hombres, y mientras ellas se bañaban ellos no podían entrar, aunque fuese su marido.
Cuentan los cronistas que, mediado el siglo XIX, existían en Madrid diecinueve Casas de Baños, aunque algunas solo abrían en verano. Las pilas eran de piedra blanca de Colmenar, o de mármol. Además de los baños normales, estaban disponibles también baños de “salvado, aromáticos, emolientes y minerales artificiales”.
Uno de los más concurridos eran los Baños de Oriente, de nombre evocador, en la plaza de Isabel II, abiertos en 1830, acaso herederos de los viejos baños de los Caños del Peral.
Y llegamos al siglo XX. No hace tanto tiempo, en 1928, aún no era tan fácil el tener acceso a un baño o ducha en la propia casa. Existían varias casas de baños, pero eran demasiado caras para la mayoría. Se inauguró la primera casa municipal, en el Portillo de Embajadores, obra del arquitecto municipal José Lorite. Tenía una planta con azotea, en el zaguán dos taquillas, una para las señoras y otra para los caballeros, y dos salas de espera, igualmente separadas.
En la República, dentro de una política de higiene pública que había comenzado en la década anterior, además de los de Embajadores se construyeron otros Baños en la avenida de los Toreros y en Bravo Murillo, bajo las ideas del Racionalismo, tal como estaba ocurriendo en la construcción de Dispensarios antituberculosos.
Con la mejora de las condiciones en la vivienda la situación fue cambiando. En 1974 seguían existiendo los Baños de Oriente. A la vez las Guías de la ciudad anunciaban saunas finlandesas, suecas y baños turcos, situados en los barrios más acomodados. Además, por entonces seguían existiendo tres establecimientos de Baños Municipales, en la Glorieta de Embajadores 1, Bravo Murillo 133, y avenida de los Toreros 3-5.
En el barrio de la Latina, en la plaza de la Cebada, junto al mercado, existía otra Casa de Baños.
El edificio de la avenida de los Toreros, también obra de José Lorite, estuvo a punto de ser derribado debido a su estado ruinoso, pero se salvó de la piqueta y hoy día alberga el Centro Cultural de Buenavista, tras la reforma de Salvador Pérez Arroyo en 1982. Una singularidad del edificio son sus pabellones laterales, antiguas piscinas, hoy convertidas en la biblioteca y el salón de actos.
Hasta hace poco tiempo aún funcionaban las otras tres Casas de Baños en Madrid:
La de la Plaza de la Cebada, que aunque en la web del Ayuntamiento figura como cerrada por obras, la realidad es que el edificio en el que se encontraba fue derribado, y ahora hay un solar.
La de Bravo Murillo fue cerrada a principios de este año para su reforma integral. Según las noticias publicadas entonces, se preve su reapertura para mediados de 2011.
El domingo pasado fuí hasta allí para hacer una fotografía al edificio, sin saber lo que iba a encontrar. Llegué tarde, la vieja construcción ya no existe, la reforma es integral en verdad. El Ayuntamiento, con cargo al fondo estatal para el empleo, está construyendo un Centro de Atención Social de Atención Social a mujeres, inmigrantes y personas sin hogar, según explica el cartel en la propia obra, lo cual es sin duda una buena noticia.
Poco antes de que cerraran esta Casa de Baños tuve ocasión de hablar con una de las personas que la atendían, y me contó muchas cosas interesantes del edificio, que desde 1932 no había tenido ninguna restauración. Habló con cariño y cierto orgullo de un lugar en el que debía llevar mucho tiempo trabajando. Se decía que en el edificio vivía un duende. Derribada la casa, se ignora si se ha trasladado o continúa por allí…
Aunque los días de más visitas eran los lunes y los viernes, la mayoría, muchos inmigrantes, acudían todos los días a lavarse. Veinte minutos de agua caliente por quince céntimos.
Los usuarios, en su mayor parte personas sin hogar, le contaban que preferían ir a Bravo Murillo en lugar de a Embajadores porque aquí conservaban los dos grifos de agua caliente y agua fría, que ellos mismos podían regular. En las modernas instalaciones de Embajadores hay grifo a presión, con duración limitada, pero según comentaba mi interlocutor, esto quizá no ahorre agua, porque al no poder mezclarla, o se queman o se hielan, y pulsan el grifo demasiadas veces.
El edificio de la glorieta de Embajadores, aunque había sido reformado hacía pocos años, fue derribado en 2001 para construir el actual, de tres plantas, con mayor número de duchas y seguramente más comodidades, a pesar del grifo a presión, siendo inaugurado cuatro años después.
Hoy día están de moda los spas, balnearios, y baños árabes, más relacionados con el ocio y el bienestar que con la mera higiene, ya que en este siglo XXI casi todas las viviendas tienen cuarto de baño, o ducha.
Pero algunas personas simplemente no tienen casa. Y acuden a la única Casa de Baños actualmente en funcionamiento en la capital, la Casa de Baños de Embajadores, muchos casi todos los días.
Texto y fotografías : Mercedes Gómez
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Bibliografía:
M. Montero Vallejo. Origen de las calles de Madrid. Ed. Avapiés. Madrid 1995.
Museo de Historia de Madrid. Adquisiciones 2003-2006. Madrid 2007.
Mª C. Simón Palmer. Casas de Baños en Madrid. Anales del Instituto de Estudios Madrileños. 1975.
Estampa. 20 marzo 1928.
24 comentarios
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15 de diciembre de 2010 a 23:50
Bélok
A mí me parece estupendo que existan estas casas de baños, porque hay mucha gente que aunque nos parezca mentira, no tiene forma de lavarse porque por no tener, no tienen ni donde dormir. Qué asco de vida, unos tanto y otros tan poco.
Estas casas seguro que dependiendo de cual hablemos, tendrían distintos cometidos. Unas serían tipo sauna donde con un buen masaje y unos chorritos de agua, te dejaban el cuerpo estupendo, otros serían de ligoteo, un sitio donde ligar a la vez que juguetear con el preciado líquido y otros serían donde poder lavarse y asearse.
Yo estuve en unos baños turcos en Estambul y desde luego que no se lo recomiendo a nadie. Salí de allí que me dolía todo el cuerpo y es que te tratan como si fueras una croqueta, jajajajaja.
Mercedes, a ver si encontramos al duende, que seguro que tiene mucho que contarnos.
16 de diciembre de 2010 a 00:04
Antonio
Como todos los que publicas, un artículo muy interesante y del que siempre aprendemos algo nuevo.
En Google Street View todavía puede verse la antigua Casa de Baños de Bravo Murillo. Incluso en una de las tomas desde Bravo Murillo diría que la puerta está abierta, lo que confirmaría que todavía estaba en uso.
Era un edificio curioso, vestigio de otros tiempos y otras formas de vida que desaparece como otros tantos de Tetuán. ¿Sabes si recuperarán la fachada?
Saludos,
Antonio
16 de diciembre de 2010 a 00:16
fotopaco
Uno de los motivos que se indica para la expulsión de los árabes de Granada era que tenían la costumbre de bañarse a diario 🙂
Los únicos que conozco son los de Embajadores, y recuerdo haberlos utilizado, con las cucarachas correteando :). Un baño público no es algo que utilicen sólo los indigentes. La de veces que me habrá tocado alquilar una habitación simplemente para darme una ducha y seguir camino.
En la calle Atocha hay otros baños árabes, aunque con otro público 🙂
Un beso, te ha quedado un post muy limpito.
16 de diciembre de 2010 a 07:34
Maria Rosa
Me encanta tu gran capacidad de asombrarnos con los temas tan originales y a la vez cotidianos que encuentras en este Madrid tan variado e intenso…Es verdad que actualmente son muchas las personas a las que es necesario utilizar estas Casa de Baño y es fácil imaginar que con una sola no será suficiente para una ciudad tan grande; además es un tema de higiene pública que debería ser prioritario en lugar de otras obras que sin utilidad ni belleza se hacen…Es un verdadero descubrimiento esos Baños de Molino Quemado de los que jamás había oído hablar y aprovecho para preguntarte ¿TIenes idea de cuando volverá a abrirse el precioso Museo Municipal?
16 de diciembre de 2010 a 08:18
anapedraza
¡Hola Mercedes!
Conozco la de la Glorieta de Embajadores. Me encanta la remodelación que hicieron.
Por cierto, yo tengo familiares (algunos ya muertos) que han utilizado mucho sus servicios (en el de Bravo Murillo). Al parecer, son muy económicos.
¡Encantador, como siempre!
¡Un besazo!
Miguel
16 de diciembre de 2010 a 11:00
cecilia
Hacían una función importante, porque, como dice Belok, hay gente (todavía) que carece de baño en el lugar que habita. En las calles traseras de Bravo Murillo hay muchos pisos ocupados por inmigrantes hacinados que podrían seguir utilizando esos baños si no los hubieran cerrado. Cerca de Cuatro Caminos conocí hace años algunos pisos que no tenían cuarto de baño (ni retrete siquiera) en sus menguadísimos metros cuadrados. No sé si se habrán reformado, pero en ese tiempo los inquilinos necesitarían los servicios de una Casa como la que se ha cerrado en Bravo Murillo.
Además, siempre debieron funcionar bien, por lo que se contaba en el barrio.
16 de diciembre de 2010 a 12:10
antonioiraizoz
Recuerdo perfectamente el lugar que ocupaban los Baños de Oriente en la esquina de Opera con Escalinata, acera izquierda. Como bien dices podrían ser herederos de los viejos baños de los Caños del Peral ya que el nivel del local es planta baja en Escalinata y sótano en Opera debido al relleno de tierras de la plaza que ocultó la monumental fuente herreriana. Saludos.
Antonio
16 de diciembre de 2010 a 14:07
J. J. Guerra Esetena
Hola Mercedes:
Estoy alucinado con el cuadro de Félix Castello que nos adjuntas, que no conocía. Es verdad lo que dices de «jardín de las delicias» y, como el cuadro de El Bosco, no te cansas de mirar, buscando escenas, personajes curiosos… dentro de tanta multitud. No me extraña lo de «subidito de tono».
Como siempre, el tema no puede ser más apasionante. Un abrazo y muchas gracias, Jesús
16 de diciembre de 2010 a 16:44
JOSE CASADO
Hola Mercedes. Curioso el post y como siempre didactico. Conocia, de pasar por la puerta de los de Bravo Murillo y Embajadores.
Al hilo de esto, lo que suelo frecuentar son los Baños Arabes de la calle Atocha, 14, que es una vivienda con un antiguo aljibe y que han recuperado para esto.
Un saludo.
16 de diciembre de 2010 a 20:06
artedemadrid
Hola Bélok, ya ves, los Baños, desde la Edad Media, han servido para muchas cosas ¡fíjate el Manzanares en el siglo XVII!
Pero es verdad que muchas personas los necesitan de verdad hoy día.
Un beso, y cuidado con los baños turcos!
Muchas gracias por tu comentario, Antonio. Es verdad, su valor era sobre todo histórico, y desgraciadamente en este barrio están desapareciendo muchos edificios que merecerían haber sido conservados. Ignoro si en este caso habrán conservado algo, fíjate que cuando fui ni siquiera sabía lo que iba a encontrar.
Y muchas gracias por tu sugerencia, he mirado en Google Maps y se ve la casa perfectamente, con su farolito sobre la puerta…la voy a incluir en el post.
saludos
Hola Paco,
recuerdo los baños de la Alhambra como un lugar maravilloso, los árabes sabían lo que hacían ¿eh? 🙂
Desde luego, los baños a los que te refieres son muy distintos a los municipales,
…¿de verdad había cucarachas? Pues qué mal.
Un beso
María Rosa, me alegro un montón de que te gusten mis historias.
Sobre la apertura del Museo Municipal, he preguntado lo mismo que tú aquí varias veces en los casi dos años de blog. Lo último que recuerdo haber leído hace unos meses, que las obras han terminado y están en fase de reordenación. Lleva nueve años cerrado, se dice pronto.
un beso
Mercedes
16 de diciembre de 2010 a 20:19
artedemadrid
Hola Miguel, son 15 céntimos, muchas personas han utilizado y seguirán utilizando este servicio tan necesario.
¡gracias y un beso!
Hola Cecilia!, aunque se va rehabilitando el centro de Madrid, pienso que aún deben quedar viviendas sin los servicios más mínimos, hace no muchos años todavía en bastantes corralas en Lavapiés las casas no tenían cuarto de baño.
Hola Antonio, muy bueno el dato que aportas, me ha encantado, muchas gracias. Seguramente el agua que surtía los baños de Oriente sería la misma que surtía la fuente que hubo en el siglo XIX en el muro de la Escalinata…
Saludos
¡¿A que sí, Jesús?! Es alucinante el cuadro, además es una lección de historia. A ver si pronto podemos contemplarlo en el Museo.
Muchas gracias a ti.
Gracias, José!. Deben ser muy agradables esos baños de la calle Atocha.
Muchos saludos a todos
Mercedes
18 de diciembre de 2010 a 00:49
ROMO XIII
Muy interesante, Mercedes.
Es un tema que a pocos se nos habría ocurrido, creo, y sin embargo me ha resultado supercurioso, todo un mundo ¿o submundo? Pensé que sólo quedaban los de Embajadores. Bonito post, Mercedes.
Gracias y buen fin de semana.
18 de diciembre de 2010 a 10:08
Doña Umé
Yo, pasaba con frecuencia por los baños de Tetuán (Cuatro Caminos), hace unos cuantos años, y, aquello , recién llegada a la «Villa y Corte» me parecía bastante curioso.
No me pierdo tus cosas, encantadora Mercedes, pero ocurre, que como ponéis las entradas con tanta frecuencia, no siempre lo puedo ver puntualmente. Pero lo veo, y lo disfruto muchísimo siempre.
Muchísimas gracias.
Un abrazo.
18 de diciembre de 2010 a 19:23
artedemadrid
Gracias, Manuel, dicen que hay otros mundos, pero están en este…
La verdad es que este post lo empecé hace mucho, por lo que sea lo abandoné, y entre medias ha pasado de todo, así que me alegro que al final haya salido, y os haya interesado,
un beso y buen fin de semana para tí
Mercedes
18 de diciembre de 2010 a 19:28
artedemadrid
Hola Doña Umé, me alegro de verte, y de saber que andas «por aqui» 🙂
No te preocupes, los posts están para leerlos cuando una pueda o le apetezca, hace falta tiempo para todo, y a veces me salen un poco largos.
Muchas gracias a tí por tu cariñoso comentario
abrazos
Mercedes
18 de diciembre de 2010 a 21:41
alfredo
Es la primera vez que paso por aquí, como tantas cosas en la vida, por pura casualidad. Estaba buscando alguna imagen de la casa de baños que había en mi barrio, en la Colonia de San Fermín, barrio en su día extrarradio de Madrid y que era (y es) una colonia de lo que antes llamaban «hoteles» reconstruida a partir de 1941 por el Instituto Nacional de la Vivienda, recuperando el trazado reticular original de la colonia construida en 1925 al amparo de la Ley de Casas Baratas. El caso es que había una casa de baños (hoy es el hogar del jubilado), ya que las viviendas carecían de ducha siquiera, sólo tenían un lavabo y el retrete. Aparte de hacer un gran servicio a los vecinos, también era el sitio de juego, pues para todos los chicos era «la plaza» y allí era donde jugábamos. El caso es que me ha parecido muy interesante el asunto de las casas de baños, pues es algo que a nadie se le ocurre pensar, pero yo me acuerdo mucho del de mi barrio.
Bonito post. Muchas gracias.
19 de diciembre de 2010 a 00:00
artedemadrid
Bienvenido, Alfredo, muchas gracias a tí por tu visita,
y sobre todo por lo que nos cuentas, muy interesante la historia de tu barrio. No conocía la existencia de esa casa de baños.
Vuelve siempre que te apetezca,
saludos
Mercedes
22 de diciembre de 2010 a 11:38
carlos osorio
nos has dado un baño de conocimientos
22 de diciembre de 2010 a 20:37
artedemadrid
No era mi intención… 🙂 gracias Carlos!
29 de diciembre de 2010 a 22:25
Félix Castello « Arte en Madrid
[…] último cuadro adquirido por el Museo de Historia es el de los Baños en el Manzanares en el paraje del Molino Quemado, que se considera realizó al final de su vida. Se le atribuye su autoría además de por el […]
22 de julio de 2011 a 19:18
Mercedes
La nueva Casa de Baños de Tetuán ya está abierta, esta es la noticia de madridiario:
http://www.madridiario.es/2011/Julio/distrito/tetuan/205414/casa-banos-tetuan-dancausa.html
9 de abril de 2014 a 00:09
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21 de febrero de 2024 a 16:59
Paula Ruiz
La actual Casa de Baños de Embajadores es obra de la arquitecta Carmen Gil Torres.
21 de febrero de 2024 a 18:30
Mercedes
Gracias por la información.