JARDINES DEL PASEO DEL PRADO-RECOLETOS (IV)
Continuando con los jardines del Paseo de Recoletos, hoy os invito a visitar el Jardín del antiguo Palacio del Marqués de Salamanca, situado en el nº 10, considerado de Interés Histórico.
Como ya comentamos durante nuestra visita al cercano Palacio de Linares, el Marqués de Salamanca fue el primer financiero de la época en prever el valor que adquirirían estos terrenos, situados entre la huerta del Convento de los Agustinos Recoletos –derribado en 1836- y el Pósito, y decidió construir aquí su palacio, alrededor del cual se instalaron otros, llegando la zona a ser conocida como el “barrio de los banqueros”.
Pero en un principio la casa quedó situada en un lugar un tanto raro para un palacete, más fabril que palaciego, entre el Pósito, que aún no había sido derribado, y la Fábrica de Carruajes con su gran chimenea, como se aprecia en el famoso grabado de Alfred Guesdon. Por eso la opinión unánime es que don José tuvo una gran visión de futuro.
José de Salamanca encargó el proyecto al entonces Arquitecto Mayor de Palacio, Narciso Pascual y Colomer, en el año 1846, cuando sus negocios se encontraban en un buen momento. El arquitecto diseñó tanto el palacio como el jardín.
En origen el edificio era exento, únicamente constaba del cuerpo central rectangular, rodeado por el jardín y cerrado por una verja. Al contrario que otros palacetes construidos por la misma época, con su fachada a la calle, el Marqués de Salamanca construyó el suyo alejado del Paseo por un frondoso jardín.
Tras un primera quiebra económica, que interrumpió la construcción del palacio, por fin fue finalizado en el año 55, siendo los años siguientes la etapa más próspera del Marqués.
Colomer diseñó una entrada monumental, que quedó reflejada en un precioso dibujo conservado en el Archivo de la Villa, que desapareció muy pronto, apenas un año después de finalizar la obra, al ser modificada la alineación del Paseo de Recoletos, que robó unos metros al jardín.
El Jardín rodeaba el Palacio, con parterres curvos de estilo paisajista en la parte posterior y en la anterior, y estrechos parterres geométricos en los laterales. Tras el edificio se instaló una estufa o invernadero que había sido realizado en unos talleres de Londres en hierro y cristal, y que costó 100.000 pesetas de la época.
En 1876 nuevamente la ruina financiera le obligó a vender el Palacio, que fue adquirido por el Banco Hipotecario. Como sabemos, el Marqués de Salamanca murió unos años después en su Palacio de la Quinta de Vista Alegre.
A partir de la venta, varias ampliaciones y reformas fueron transformando el edificio y el jardín originales.
La única zona ajardinada que pervive es la delantera, frente a la fachada, donde se conservan tres fuentes,
y dos imponentes Cedros del Líbano de la plantación original.
El Palacio de Salamanca en Recoletos hoy está rodeado por otras construcciones, producto de las sucesivas ampliaciones llevadas a cabo, pero continúa resguardado por los majestuosos árboles plantados en época del Marqués.
Adquirido por otra entidad financiera a finales del siglo XX, actualmente tiene dos entradas, una en el Paseo, y la otra en la esquina con la calle de Salustiano Olózaga.
Varias esculturas pertenecientes a la Colección de los actuales dueños del edificio acompañan ahora a las antiguas fuentes. Obras de Cristina Iglesias, Miquel Navarro, Francisco Leiro y Andreu Alfaro.
El Marqués de Salamanca fue coleccionista de arte, seguramente si hubiera vivido en el siglo XXI habría sabido elegir también entre los artistas hoy día más cotizados.
No está permitido acercarse a contemplar las esculturas, ni las fuentes, hay que conformarse con verlo todo desde fuera, a través de la verja.
Pero existe otro lugar, abierto a todos, donde podemos buscar las huellas del Marqués de Salamanca y el recuerdo de lo que pudo ser su Jardín. La Estufa fue trasladada al Retiro, estuvo situada en el centro de La Rosaleda creada en los comienzos del siglo XX por Cecilio Rodríguez. Durante la guerra resultó destruida, solo se conserva el basamento de ladrillo que limita el estanque.
Sí se conservan dos fuentes deliciosas, realizadas en granito y mármol, la Fuente del Amorcillo y la Fuente del Fauno, también procedentes del Jardín del antiguo Palacio del Marqués de Salamanca en el Paseo de Recoletos.
Se cree que pudieron ser diseñadas, igual que el palacio y el jardín, por Narciso Pascual y Colomer.
Texto y fotografías : Mercedes Gómez
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Bibliografía:
Catálogo Exposición Narciso Pascual y Colomer (1808-1870). Arquitecto del Madrid Isabelino. Ayuntamiento de Madrid 2007.
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Otros artículos:
Paseo del Prado-Recoletos I.- El Jardín del Palacio de Linares.
Paseo del Prado-Recoletos II.- Paseo de Recoletos.
Paseo del Prado-Recoletos III.- El Jardín del Palacio de Buenavista.
19 comentarios
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7 de marzo de 2011 a 15:25
Miguel Ángel de Mòstoles
¡Delicioso una vez más! (no me canso de repetirlo).
Me sorprende que todavía estén en pié los cedros, ¡con todo lo que habrán pasado!, si ellos hablarán….
¡Un besazo!
7 de marzo de 2011 a 16:29
Maria Rosa
Querida Mercedes, acabo de hacer un gran recorrido partiendo del Palacio del Marqués de Salamanca en el Paseo de Recoletos, he visitado su otra residencia en Vistaalegre, he recordado todo lo relativo al Pósito de Madrid y he conocido algo más de la obra de Cristina Iglesias… todo muy bien contado, documentado, con planos y fotografías que lo aclaran, en fin, ¡todo un lujo para mi!… Gracias por contarnos tantas cosas…
7 de marzo de 2011 a 16:41
J. J. Guerra Esetena
Hola Mercedes:
Estupendo reportaje, me ha gustado mucho y he aprendido muchas cosas que no sabía (lo de la estufa, me ha encantado). Fuentes, jardines, palacios… la verdad es que se dan cita muchas de tus debilidades, jejeje.
Es una pena que no se pueda acceder al jardín, pero, cuando uno pasa por ahí, es imposible no mirar a través de la verja. Preciosa la foto de 1900 e impagable el dibujo de Pascual y Colomer. La puerta me ha recordado un poco a la Puerta Real, del Jardín Botánico. ¡Qué lástima que sólo durara apenas un año! Ahora sería todo un lujo, en pleno Paseo de Recoletos.
Un abrazo, Jesús
7 de marzo de 2011 a 19:52
artedemadrid
¡Gracias Miguel!
es verdad, ¡cuántas cosas podrían contarnos esos cedros!! menuda vida tuvo el marqués…
Besos
Hola María Rosa, no se si esta vez el paseo ha resultado un tanto largo… menos mal que al final os dejo descansar en la preciosa Rosaleda 🙂
Gracias a ti por tu buena compañía.
Un beso
Hola Jesús, muchas gracias, me alegra que te haya gustado. Tienes razón, he metido aquí unas cuantas de mis debilidades, aunque ya ves que tengo un montón 🙂
El dibujo de Pascual y Colomer es una preciosidad ¿verdad?, ya lo creo que la puerta hoy día sería un lujo.
Un abrazo
Mercedes
8 de marzo de 2011 a 01:33
ROMO XIII
Qué caminata nos has dado, Mercedes, tengo los pies molidos, pero ha merecido la pena. ¡Qué envidia, cómo vivía la aristocracia! Cuando sea mayor quiero ser…marqués.
Estoy con Jesús, el dibujo de la entrada es precioso, no lo conocía. Eso era diseñar con gusto.
Tuve ocasión hace unos diez años, por motivos de trabajo, de pasar al interior del palacete ¡qué lujo, qué clase y qué exquisitez!
Como decía mi padre: «Teníamos que haber nacido ricos en vez de guapos»
Bonito trabajo Mercedes, gracias.
Un besín, que dicen los astures.
8 de marzo de 2011 a 14:50
artedemadrid
Hola Manuel,
bueno, tu ya eres muy elegante sin necesidad de que te nombren marqués, aunque te doy la razón, lo de ser ricos debe resultar bastante cómodo.
¿Así que conoces el palacete?, qué envidia, sólo conozco la entrada y sí parece que promete, cuéntanoslo un día…
Gracias a tí, y
besos
Mercedes
8 de marzo de 2011 a 22:26
Paco
La fuente del fauno es una de mis favoritas, y como me suele suceder con tus post, me descubres su historia 🙂
Da un poco de pena no poder ver estos palacios tan céntricos, la vida que le darían al paseo si estuviesen abiertos.
Un beso
8 de marzo de 2011 a 23:40
artedemadrid
Hola Paco, a mi también me gustan mucho esas fuentes de la Rosaleda, son preciosas.
Y los palacios… pues de vez en cuando podían dejarnos entrar 🙂
un beso
Mercedes
9 de marzo de 2011 a 10:54
JOSE CASADO
Hola Mercedes. precioso post, pero otra vez el tener que ver a traves de las verjas! Entiendo lo de la propiedad privada, pero estas cosas que son patrimonio historico, deberian de tener un tratamiento especial.
No sabia que las fuentes fuesen del palacio del marques.
Un saludo.
9 de marzo de 2011 a 14:15
Anónimo
Muy buen post, pero el palacio no fue adquirido por otra entidad financiera a finales del siglo XX, el Banco Hipotecario se integró en Argentaria y el BBV compró Argentaria, y así pasó el palacio a su actual propietario (BBVA).
Por cierto, que cuando se privatizó Argentaria hubo quien propuso que el palacio, que era su sede, se mantuviera en manos del Estado (hubo cierta polémica por este asunto) y también fue una de las opciones para la ampliación del Museo del Prado.
9 de marzo de 2011 a 23:24
artedemadrid
Hola José, muchas gracias,
y sí, otra vez a través de las verjas, es una pena.
Como curiosidad te contaré que me costó mucho saber quienes son los autores de las esculturas, solo hace tiempo reconocí la de Cristina Iglesias. Después de intentarlo por internet, varias llamadas al banco y a la fundación y no conseguir nada… al final uno de los varios guardias de seguridad se apiadó de mí y fue a leer los letreros de los autores y me lo escribió en un papelito. Fue muy amable.
Es una propiedad privada, eso está claro, pero es una pena que no faciliten el que podamos conocerlo mejor.
saludos
Mercedes
9 de marzo de 2011 a 23:31
cecilia
¿Pobre Marqués de Salamanca! Era un visionario, un emprendedor (que se diría ahora), un soñador, un hombre de ideas avanzadas, pero se encontró mil obstáculos y acabó, si no me equivoco, empobrecido y sin cumplir sus sueños urbanísticos. Consiguió hacer un barrio bonito, sano y sólido, con un tranvía, que fue el primero en llegar al Centro. Pero su historia debería ser conocida por todos los madrileños, y muchos se creen que Salamanca es el nombre del barrio por la ciudad, no por José de Salamanca y Mayol, marqués de Salamanca.
9 de marzo de 2011 a 23:37
artedemadrid
Anónimo, gracias por la información,
es cierto que la nueva entidad financiera no compró el palacio sino que compró Argentaria, y el palacio formaba parte de su patrimonio. No lo compró, pero pasó a ser de su propiedad.
un saludo
9 de marzo de 2011 a 23:49
artedemadrid
Hola Cecilia, cierto, y muy bonito todo lo que dices, el Marqués de Salamanca es un personaje fascinante y creo que Madrid le debe mucho.
Murió en Vista Alegre, arruinado por última vez. Después de hablar de sus dos palacios y conocer un poco su vida, tengo la idea de hacer un tercer artículo dedicado más a su persona, más adelante.
gracias por dedicar tu comentario a don José.
Mercedes
10 de octubre de 2011 a 16:41
Jardines del Museo del Prado « Arte en Madrid
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22 de marzo de 2014 a 20:13
Manuel Guzman
Hola, mi nombre GC, me gustaria saber si existen, herederos directos de Carlos De Salamanca Y Hurtado De Zaldiva, y como se llamarian, Gracias.
29 de marzo de 2015 a 23:06
El Vivero de Estufas del Retiro | Arte en Madrid
[…] que impulsaron el viverismo y fueron propietarios de invernaderos (el duque de Fernán Núñez, el marqués de Salamanca, el marqués de Bedmar –recordemos la Quinta de Torre Arias-, los duques de Alba, etc.), así […]
18 de abril de 2017 a 00:24
Flores
Por favor cómo se llama la planta trepadora con flores moradas de las verjas que dan al paseo?
Muchas gracias
2 de marzo de 2020 a 16:44
Santi Rico
Respondo un poco tarde, pero acabo de verlo. Debe tratarse de la glicinia (Wisteria sinensis).
En el Jardín Botánico de La Concepción, de Málaga, junto al palacete, hay un inmenso cenador de hierro cubierto de esta planta trepadora originaria de China. Un cartel cita el parentesco de estas glicinias con las que hay en Recoletos,10. José de Salamanca era tío de Amalia Heredia Livermore, la propietaria por entonces de la Finca La Concepción, ahora Jardín Botánico.