Hace algún tiempo disfrutamos de un paseo en busca de la Muralla Cristiana que nos permitió conocer un poquito el origen de la Villa y cuales eran sus límites en la Edad Media, tras la conquista por los cristianos. La Villa de Madrid, que estaba dividida en diez parroquias, barrios o colaciones. Cada una de estas diez parroquias marcaba la división administrativa, no solo religiosa. Hoy os propongo un nuevo recorrido por el interior de aquel Madrid amurallado, y conocer sus iglesias, o sus huellas, los templos más antiguos, que ya figuraban en el Fuero madrileño del año 1202.
Cada una de estas iglesias merecería un artículo, hoy solo se trata de sugerir una ruta para un paseo a través de algunas de las calles y plazuelas más bonitas de Madrid, e intentar hacernos una idea de cómo era nuestra ciudad por entonces. Con la ayuda de algunas de las imágenes más antiguas que tenemos, las ofrecidas por Pedro Texeira en su plano, y sobre todo con ayuda de la imaginación.
El paseo comienza junto a los restos de la Iglesia de Santa María de la Almudena, la más antigua, edificada sobre una mezquita árabe, en la calle de la Almudena frente a la calle Mayor. Se cree incluso que allí existió un templo anterior a la llegada de los musulmanes.
Lamentablemente, en 1868 con motivo de las obras de ampliación de la calle Bailén, fue demolida. En 1998 fueron hallados vestigios de varias épocas, de los siglos XII, XVII y XVIII. Bajo un cristal quedan restos de la cabecera del templo, que nunca debió ser derribado.
Subiendo por la calle del Factor, por cuyo lado izquierdo ascendía la muralla árabe, observamos la plaza de Oriente, antiguo recinto musulmán, donde se encontraba la Iglesia de San Miguel de la Sagra, cerca de la Puerta del mismo nombre. Estas dos iglesias son las únicas que se hallaban dentro del primitivo territorio árabe.
San Miguel se hallaba muy cerca del Alcázar, fue la parroquia de Palacio, aunque desapareció muy pronto, en 1549, por lo que ya no aparece en el plano de Pedro Texeira. No queda ningún vestigio, sin embargo sí existe una imagen de esta iglesia en el grabado realizado por Vermeyen hacia 1534, tan detallado y rico en información, considerado la representación más antigua del Alcázar de Madrid. El templo aparece dibujado entre las dos torres del Alcázar. En algún punto de la confluencia de la actual calle Bailén y el extremo suroeste de la Plaza de Oriente se encontraba esta sencilla iglesia medieval.
Después de admirar las vistas que ofrece este inigualable lugar, tomamos la calle Noblejas hacia la de San Nicolás.
La Iglesia de San Nicolás, cuya torre, del siglo XII, es la segunda construcción más antigua que pervive en Madrid, tras la muralla árabe en la Cuesta de la Vega.
Este templo ofrece una singularidad que ya conocimos, en uno de sus muros luce una pintura abstracta, “Sepulcro vacío”.
Después nuestros pasos nos llevan hasta los restos de la Iglesia de San Juan, en la plaza de Ramales.
La construcción de un aparcamiento y las excavaciones en busca de Velázquez, enterrado en esta iglesia, ofrecieron un número importante de hallazgos arqueológicos, de los cuales se ha conservado una parte bajo un cristal.
Al final de la escalera que conduce al aparcamiento subterráneo, una pequeña estancia muestra cuatro paneles explicativos sobre la evolución de la plaza, la iglesia y el mundo islámico. Además, una vitrina exhibe réplicas de algunos de los restos cerámicos hallados.
Muy próxima a San Juan se hallaba la primitiva iglesia de Santiago, en la plazuela del mismo nombre. Ambas fueron derribadas por orden de José I, sin embargo poco después, en 1811, éste mandó construir una nueva iglesia casi en el mismo lugar.
Por tanto, la mayor parte de las obras o imágenes en su interior pertenecen al siglo XIX, pero alguna procede de la antigua iglesia, como la espléndida pintura del Altar Mayor, “Santiago en la batalla de Clavijo”, de Francisco Ricci (1657). También posee alguna procedente de la iglesia de San Juan, como el “Bautismo de Cristo” de Carreño de Miranda, de finales del XVII.
Volvemos a la calle Mayor, caminando por la calle de los Señores de Luzón –antes de San Salvador-, en cuya esquina, frente a la Plaza de la Villa, se encontraba la Iglesia de San Salvador, sede del Ayuntamiento o Concejo hasta la construcción de la Casa de la Villa, terminada a finales del XVII. Una placa nos recuerda que en ella celebraron durante más de tres siglos sus sesiones públicas los Regidores del Concejo de Madrid creado por Real Cédula de Alfonso XI el 6 de enero de 1346. La parroquia fue demolida en 1842.
En el edificio contiguo al lugar donde antaño se encontrara esta iglesia, existe ahora una cervecería, la Cruz Blanca, donde hacemos un alto en el camino. El restaurante está instalado en el sótano, bajo arcos de ladrillo y pedernal magníficamente restaurados. No se conoce con certeza su origen pero en cualquier caso, aquí permanecen como testigos de tiempos pasados y acaso como únicos restos del histórico templo.
En el límite de la villa, donde estaba la antigua Puerta de Guadalajara, cruzamos la calle Mayor. Aproximadamente donde hoy se encuentra el Mercado de San Miguel se hallaba la Iglesia de San Miguel de los Octoes. Después de varias grandes reformas, fue prácticamente destruida durante el incendio de la Plaza Mayor en 1790, se intentó reparar nuevamente pero estaba muy deteriorada, y el propio Juan de Villanueva pidió su demolición, hecho que aprobó José I, y que tuvo lugar en 1809.
Por la calle de San Miguel, seguimos nuestro camino hacia la plaza del Conde de Miranda. Entre esta plaza y la calle de San Justo se encontraba la Iglesia de San Justo, desaparecida a finales del siglo XVII. En 1739 comenzó la construcción de la actual Basílica de San Miguel, sin duda uno de los templos más bonitos de Madrid, tanto en su exterior como en su interior.
Bordeando la reconstruida Casa de Iván de Vargas, derribada hace unos años, situada frente a la iglesia, tomamos la calle del Doctor Letamendi, para dirigirnos, tras cruzar la calle de Segovia, a la calle del Nuncio donde se encuentra la iglesia de San Pedro el Viejo.
Se cree que la iglesia primitiva pudo estar situada un poco más arriba, cerca de la Travesía del Almendro, y que fue reconstruida en tiempos del rey Alfonso XI, en el siglo XIV, de cuya época pervive la torre mudéjar y los pequeños escudos en las fachadas norte y sur. En su interior el elemento más antiguo es la bóveda gótica de nervaduras del siglo XV.
Finalmente caminamos hacia la iglesia de San Andrés, en la plaza del mismo nombre. Recientemente, durante las obras de restauración de la Capilla del Obispo, que forma parte del impresionante conjunto de San Andrés, junto con la Capilla de San Isidro, han aparecido restos de la sencilla iglesia medieval y su cementerio, hallazgo quizá no lo suficientemente valorado. Parte de dichos restos se muestran bajo un cristal en la por fin recuperada Capilla del Obispo.
Texto y fotografías por : Mercedes Gómez
27 comentarios
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7 de diciembre de 2010 a 23:28
Maria Rosa
¡Que buen final del día con tu post tan interesante y apetecible!…me lo voy a leer despacio y a tomar notas para aprender contigo…
7 de diciembre de 2010 a 23:49
artedemadrid
¡Buenas noches María Rosa! contigo da gusto, muchas gracias por tu comentario, espero que te resulte interesante leerlo, y sobre todo que hagas el recorrido, es muy bonito, y no muy largo, te das cuenta de lo pequeñito que era Madrid entonces.
Mercedes
8 de diciembre de 2010 a 01:39
ROMO XIII
Bueno Mercedes, esta vez «te has salido», no has publicado un post, has empezado a escribir un tratado sobre sobre los orígenes de los madriles. Te veo haciendo recorridos guiados los domingos por la mañana, con mi amigo Juan Carlos de «Carpetania Madrid». Yo, me apunto.
Magnífico artículo, espero continuación.
Un abrazo.
P.D.: ¿Sabías que San Pedro el Viejo es nuestra torre inclinada particular?
8 de diciembre de 2010 a 10:04
fotopaco
La verdad es que a veces cuesta mirar hacia arriba en esas calles tan estrechas, y no hay más que seguir tu post para ver la cantidad de torres inmensas que hay por aquella zona.
De haberse conservado estas iglesias, el centro de Madrid sería hoy muy similar al de ciudades ahora más pequeñas como Ávila, Segovia, Zamora…
De este post tengo fotos casi de todo 🙂
Un beso
8 de diciembre de 2010 a 16:50
J. J. Guerra Esetena
Hola Mercedes!! Enhorabuena por este recorrido tan evocador. Como dice Manuel, «te has salido». Es una pena que quede tan poquito de ese pasado medieval… Se ha derribado tanto y tanto que mucha gente piensa que Madrid «nació» con la capitalidad.
¿Cómo hubiera sido el centro si añadiéramos ocho torres mudéjares a las ya existentes de San Pedro y San Nicolás? Como dicen en el comentario anterior, tendríamos un centro histórico muy similar al de otras ciudades castellanas de nuestro entorno. Pero, bueno, lo que hay tampoco está mal… así se da rienda suelta a nuestra imaginación.
Gracias por este post, todo un lujo. Un abrazo, Jesús
8 de diciembre de 2010 a 18:35
churri
Querida Mercedes gracias por ofrecernos exactamente la ruta y el
itinerario que debemos seguir para recordar esas diez parroquias del Fuero y muy pronto tengo que organizar este paseo con mis compis.
Y si hay que entrar en la Cruz Blanca a tomarse una cañita pues
entraremos (para ver los restos de S.Salvador).
Saludos y felicidades
8 de diciembre de 2010 a 19:54
artedemadrid
Hola Manuel Romo XIII,
¡muchas gracias!, pero te aseguro que nada más lejos de mi intención escribir un tratado,al revés, solo animar a los posibles lectores a conocer nuestra historia, que es muy bonita ¿a que sí?.
Juan Carlos es punto y aparte, además de “saber” un montón, lo cuenta como nadie.
Sí, he leído en algún lado lo de la torre inclinada de San Pedro, pero si te soy sincera no consigo apreciarlo.
besos
Mercedes
8 de diciembre de 2010 a 20:04
artedemadrid
Hola Paco,
en el perfil del antiguo Madrid, en su línea del cielo, dominaban las torres de las iglesias y los palacios, ahora no recuerdo exactamente cuánto pero gran parte del suelo madrileño era propiedad de la iglesia. El urbanismo madrileño tenía que evolucionar, lo que ocurre es que se derribaron algunas que debieron ser conservadas, formaban parte del patrimonio histórico-artístico, perdido para siempre.
Tus fotos de este Madrid sí que merecerán la pena 🙂
un beso
Mercedes
8 de diciembre de 2010 a 20:10
artedemadrid
Gracias, Jesús, es verdad que a veces lo hemos comentado, Madrid no nació con la capitalidad, y toda la historia anterior es muy importante, incluso la desconocida… la anterior al Mayrit de los árabes.
Lo bueno, como tú dices, es que anima nuestra imaginación 😉
muchos saludos
Mercedes
8 de diciembre de 2010 a 20:14
artedemadrid
Querido churri,
creo que tu conoces esa ruta mejor que yo 😉 pero me alegro de que te pueda servir para llevar a tus compis de paseo por los madriles, ya me contarás. Lo de la cañita, imprescindible.
un beso
8 de diciembre de 2010 a 23:45
jose casado
Im-presionante! Hola Mercedes. Cuando leo tus post, me pregunto que hago yo subiendo los mios. Ha sido un recorrido ilustrado por el Madrid medieval actual y pasado totalmente fascinante.
Gracias por seguir subiendo post. Un saludo admirado.
9 de diciembre de 2010 a 00:25
artedemadrid
Hola José, te agradezco mucho tu comentario, es muy gratificante encontrar compañeros de «paseos» por los madriles. Cada uno contamos cosas distintas, a nuestro aire.
A mí me gustan mucho los que tu propones… así que no te preguntes cosas raras 🙂 y sigue subiendo cositas, las esperamos con ganas.
un saludo afectuoso
Mercedes
9 de diciembre de 2010 a 01:45
Bélok
Mamma mía Mercedes. Que paseo tan maravilloso te has pegado. Es lo que hemos comentado tantas veces, que alucinante si pudiéramos viajar en el tiempo y hacer ese mismo recorrido en la época del Fuero. Te imaginas?? y si pudiéramos fotografiarlo ya ni te cuento..
Pero como la imaginación no es llevada a la realidad, nos conformaremos con la interesante historia sobre los templos madrileños que nos has contado. Por cierto… de verdad que no ves torcida la torre de San Pedro?, solohay que enfocarla con la cámara para ver que es imposible que salga recta respecto a los edificios que la rodean.
Pues nada, tendremos que hacer el recorrido todos juntos un día de estos.
9 de diciembre de 2010 a 20:23
artedemadrid
Hola Bélok, fue un paseo precioso, nos lo pasamos muy bien, y que conste que entramos en todas las iglesias que siguen en pie.
La próxima vez haré la prueba de la cámara 🙂
Y bueno, pues a ver si de verdad algún día nos damos todos un paseo por el antiguo Madrid.
saludos!
Mercedes
12 de diciembre de 2010 a 10:44
carlos osorio
Qué paseo tan encantador, gracias. La verdad es que el plano de Texeira es una de las grandes obras de arte de la historia madrileña.
12 de diciembre de 2010 a 23:21
artedemadrid
Gracias a tí, Carlos,
el plano de Texeira es una maravilla, cuanto más lo miro más me gusta.
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Fantástico como siempre, Mercedes. Un saludo.
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Mercedes
Gracias Jorge!
Un saludo
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