El Museo Arqueológico Regional, en Alcalá de Henares, nos propone un viaje al pasado. Desde los tiempos más remotos, anteriores a la existencia de seres humanos, los primeros pobladores y el Madrid hispanorromano, nos traslada a la Edad Media para recorrer los tres periodos vividos en nuestra región, la época hispanovisigoda, el mundo andalusí y finalmente la sociedad feudal, hasta llegar a los siglos XVII y XVIII. En lo que se refiere a la ciudad de Madrid, las primeras referencias pertenecen a la segunda época medieval, al Madrid islámico.
La Colección es muy interesante, además ahora hay una exposición temporal muy bonita, dedicada a los Carpetanos, pero se echan algunas cosas de menos, sobre todo los importantes hallazgos de los últimos años, esperábamos más del museo dedicado a la arqueología madrileña, pero esa es otra historia…
Hoy, continuando con los artículos en torno al origen de Madrid, el Madrid árabe, y con nuestro empeño en conocer cómo era la vida de nuestros antepasados, tras la visita al Madrid islámico en el Museo de los Orígenes, visitamos este Museo Arqueológico con el fin de conocer su versión, y a la vez dar un paseo por la Villa medieval, una vez más.
Comienza la explicación con la llegada de los árabes a la península en el siglo VIII, con su nueva cultura, lengua, religión… y su impacto sobre Madrid, que vivió durante casi cuatro siglos bajo su influencia. Los objetos y restos expuestos en las vitrinas nos ayudan a imaginar, y nos guían en nuestro paseo por el Madrid de los siglos X y XI.
Tal como nos recuerda uno de los paneles, existen pocos vestigios arqueológicos del trazado que Madrid tenía cuando se fundó, en el siglo IX, pero suponemos que, tras su recia muralla, ”como la mayoría de las ciudades árabes, tendría un trazado urbano abigarrado y caótico”.
En nuestra región, “solo Madrid y Talamanca aparecen en los textos árabes como medinas, lo que supone el reconocimiento oficial de su importancia administrativa. Ambas contaron con un recinto amurallado urbano y quizás otro más pequeño de carácter militar y administrativo: la alcazaba. En él se alojaba el gobernador de la ciudad (caíd)”.
La sociedad árabe, en todos sus aspectos, incluida la forma de gobierno, se regía por el islamismo. La palabra escrita tenía una fuerza simbólica, de forma que llegaba a todos los aspectos de la vida, incluidos los objetos domésticos. Hay varios ejemplos, como este Ataifor o plato hallado en la Plaza de Oriente con el epígrafe al-mulk (el poder) correspondiente al siglo XI.
Hace pocas semanas, durante nuestro Paseo en busca de la segunda muralla árabe comentamos cómo gracias a la excavaciones arqueológicas se conoce la existencia de varios arrabales musulmanes, zonas extramuros que se fueron poblando entre los siglos IX al XI en torno a la primera medina.
A través de los objetos expuestos en este Museo podemos recorrerlos.
Como ya sabemos, en las excavaciones de la Plaza de Oriente, se encontraron importantes vestigios de la presencia árabe en estos terrenos cercanos al primer recinto amurallado.
Nuevamente ayudados de la imaginación, continuamos nuestro paseo hacia el arrabal considerado más antiguo, situado en torno a las Vistillas y las plazas de los Carros y de San Andrés.
En el interior del museo, contemplamos ollitas y cazuelas utilizadas hace siglos por los vecinos de las plazas de la Morería y del Alamillo, en las que conservaban y cocinaban sus alimentos, y aprendemos mucho acerca de sus costumbres. Como ya hemos mencionado en alguna ocasión, existe una descripción anónima de al-Andalus en el siglo XI que dice:
“Hay en Madrid una tierra magnífica con la que se fabrican unas ollas que se emplean durante veinte años sin que se estropeen y que, además, protegen los alimentos contra cualquier alteración en los días de verano”.
La cocina mayrití era muy sencilla, basada en los cereales y la harina, legumbres, leche a partir de la cual elaboraban el queso, y la carne, que como estaba reservada para las fiestas se guardaba en grandes cacharros de cerámica. Tanto los cereales como las legumbres o la carne, sobre todo de gallina, pero también de oveja o de vaca, y caza, se cocían y luego aderezaban con hierbas aromáticas.
Podemos observar los recipientes que utilizaban para almacenar los alimentos, para presentarlos, y los que guardaban los líquidos.
Pero no solo los utensilios culinarios nos explican cómo era la vida en el Madrid andalusí, también los que proporcionaban iluminación y calor. Durante las sucesivas excavaciones arqueológicas aparecieron numerosos Anafres u hornillos, y Candiles de cerámica.
En la Plaza de San Andrés, en la Casa de San Isidro (actual Museo de los Orígenes), se hallaron importantes elementos de carácter doméstico, algunos muy significativos. Uno de ellos, la famosa maqueta de una Puerta de recinto fortificado, realizada a mano en terracota. Se cree pudo ser un juguete, o un pebetero, como podrían indicar las quemaduras de las torres. En cualquier caso es un ejemplo de la importancia que tenía la representación de las fortificaciones en la sociedad islámica. Junto a ella, contemplamos una pieza hallada en el mismo solar, una Torre del juego de Ajedrez.
Mirando todos estos objetos y paseando por las calles construidas sobre los viejos arrabales mayritíes, fantaseamos, ¿cómo sería la vida en las viviendas que seguro allí existieron?. Nos preguntamos cómo sería la vida cotidiana de los primeros madrileños, en sus casas organizadas alrededor de un patio y un pozo.
Los hallazgos arqueológicos también nos hablan de la importancia que tuvieron en el mundo árabe los sistemas de captación de agua, viajes, pozos y norias, destinados a usos domésticos, higiénicos (baños públicos) y artesanales. Además, el agua tenía un gran valor debido a la actividad agrícola y ganadera que desarrollaban.
Junto a la Puerta de Moros surgió el arrabal de la Cava Baja, que llegaba hasta Puerta Cerrada. Durante las obras en el edificio de la Cava Baja nº 30, donde se conserva un largo lienzo de muralla muy antiguo, al parecer el único de construcción altomedieval, es decir, del siglo XI ó XII, aparecieron también objetos de época islámica.
Desde aquí nos dirigimos a la calle del Rollo, y sus alrededores.
Recordemos que en esta zona se hallaron numerosos silos con restos que indican que pudo haber una gran ocupación árabe en la zona: cerámicas y, lo que es más importante, restos de construcciones, piedras y tejas, de los siglos X y XI.
Los objetos de prestigio, de tocador, o para la escritura, igualmente nos dicen mucho acerca de la sociedad islámica. En una de las estanterías de cristal hay un Anillo que debió adornar la mano de un hombre o una mujer en el siglo XI.
En la calle Requena, cerca de la plaza de Ramales también está demostrada la presencia de población.
Uno de los objetos expuestos es una bonita Limeta o vasija sin asas de las que utilizaban los árabes para guardar sus bebidas.
Cada día sabemos un poquito más sobre cómo vivían los primeros madrileños, en qué trabajaban, cómo cocinaban, lo que comían, el paisaje que les rodeaba, la rica vegetación y hermosos árboles de distintas especies que crecían junto a los arroyos… aunque lo más emocionante es tener la certeza de que aún nos quedan muchas cosas por descubrir.
Por : Mercedes Gómez
—
Museo Arqueológico Regional
Plaza de las Bernardas s/n
Alcalá de Henares (Madrid)
25 comentarios
Comments feed for this article
28 de agosto de 2012 a 12:38
Esther
Muchas gracias, muy interesante como siempre.
Me encanta la torre de ajedrez 🙂
28 de agosto de 2012 a 13:11
antonioiraizoz
Hola Mercedes,
Este tema mayrití se pone apasionante. Tu enorme curiosidad nos lleva por los más variados museos, por galerías subterráneas, locales y sótanos con restos de algún vestigio árabe y por calles con un sospechoso trazado curvo. Queda mucho por descubrir pero parte del camino ya está andado gracias a ti.
Un abrazo, aún lisboeta.
28 de agosto de 2012 a 19:06
Mercedes
Muchas gracias a tí, Esther, me alegra verte por aquí, ¡bienvenida!
28 de agosto de 2012 a 19:10
Mercedes
Hola Antonio, se agradece mucho tu visita desde la maravillosa Lisboa, imagino lo que estarás disfrutando.
Y muchas gracias por tus bonitas palabras, temo estar un poco pesada con el tema pero sí, me parece apasionante, detrás de cada cacharrito o «piedra» hay mucha vida y mucha historia.
Abrazos desde Madrid
28 de agosto de 2012 a 23:40
J. J. Guerra Esetena
Hola Mercedes:
El pasado andalusí de nuestra ciudad resulta apasionante. A pesar de todo lo que se ha publicado, es una realidad histórica tan irrefutable que da un poquito de pena la despreocupación existente a la hora de divulgarlo. Leí tu post sobre cómo Barcelona había resuelto mucho mejor que Madrid la manera de exponer su pasado y la verdad es que da un poco de envidia. ¡Qué pena que ese deseo tuyo, que tantas veces has expresado y que compartimos, de crear un Museo de Historia vivo, en las propias entrañas arqueológicas de la ciudad. no se haya llevado a cabo y que hayamos dejado escapar otra oportunidad, una vez descubiertos los restos del Museo de Colecciones Reales!
Por cierto, me sorprendió mucho el artículo de José Manuel Castellanos hablando abiertamente de un poblado visigodo.
Un abrazo, Jesús
29 de agosto de 2012 a 09:12
davidguty77
Maravilloso artículo Mercedes, Enhorabuena. Siempre que se toca el tema islámico no puedo olvidar el gran destrozo arqueológico que se realizó en la Plaza de Oriente en donde se encontro gran parte del entramado medieval, además de zonas del Alcázar y más estructuras. Aún debo tener una diapo guardada que hice a escondidas con todos los restos al descubierto en el tramo de la c/ Bailén frente a la fachada del Palacio Real. Qué pena de verdad!!!
Y cambiando la cara de la moneda, he de quitarme el sombrero por las restauraciones y conservación del Museo de los Caños del Peral, una maravillosa excepción entre otros muchos desastres.
Besos y abrazos, David
29 de agosto de 2012 a 19:34
Mercedes
Hola Jesús, conocer nuestro pasado es apasionante, y la época andalusí fue muy importante, negarlo es simplemente absurdo. Eso no quiere decir que antes del siglo IX seguro hubo otros asentamientos, incluso de los propios musulmanes. Y (también lo he comentado alguna vez) yo creo en Matrice 🙂
Me vas a disculpar… he leído algunos artículos de JM Castellanos, y su web, pero ahora mismo no se a cual te refieres…
Gracias por tu comentario,
un abrazo.
29 de agosto de 2012 a 19:43
Mercedes
¡Hola David! ¿sigues en Londres… no vas a venir a Madrid en todo el verano?!
Lo que ocurrió en la plaza de Oriente fue una pena enorme, mucha gente lo sabe, muchas personas vieron lo que desapareció y lo que ocurrió, pero todo es muy complicado, y ya no tiene remedio. Lo malo no es que los hallazgos no se conservaran en su sitio, ¡es que se destruyeron!
Oye, me gustaría ver esa diapo 😉 ahí fue donde apareció el muro árabe, también desaparecido (que admiten eran restos de un albacar).
Sobre los Caños del Peral, opino igual que tu, el museo es muy bonito, y los restos conservados son espectaculares, pero he lamentado muuuucho que solo expongan un trocito de acueducto y otro de fuente, me he quejado bastante aquí y a quien me ha querido escuchar, pero sí creo que el museo merece la pena, y que tiene un gran valor como medio de dar a conocer estas cosas a la mayoría.
Bueno, gracias por tu visita y tus palabras.
Un beso.
29 de agosto de 2012 a 21:04
joseluisgarrot
Estimada Mercedes como arabista no tengo por menos que felicitarte, y darte las gracias por el interés que tienes en que se conozca el pasado musulmán de Madrid. Ese Mayrit que tanto queremos los amantes de la Historia -la verdadera, no la que algunos nos quieren hacer tragar con ruedas de molino-.
En cuanto al artículo de Castellanos sobre la existencia de un poblado visigodo, es más que discutible, se apoya en unas bases muy poco sólidas. Por cierto, Castellanos es de la «cuadra» de la Andreu.
Un abrazo
29 de agosto de 2012 a 22:02
Maríarosa
Es fantástico conocer a personas que tienen tantos intereses en la historia y la cultura, y que profundizan, buscan, opinan, y comparten…Una suerte ser partícipe de este blog tan dinámico y con tanta gente interesada e interesant.
29 de agosto de 2012 a 22:53
Mercedes
Gracias a ti José Luis, por tus enseñanzas, y por tus palabras que tienen mucho valor para mí.
Es muy interesante conocer, y que se conozca, el pasado musulmán de Madrid, que es una realidad por mucho que algunos lo quieran negar (deberían ir más a los museos y pasear por Madrid ¿no crees?), y el pasado en general. Interesante, y bonito.
Un abrazo
29 de agosto de 2012 a 22:57
Mercedes
Es verdad, es maravilloso María Rosa, conversar y compartir con amigos tan estupendos, como tú y todos. Qué suerte.
¡Gracias!!
Besos
30 de agosto de 2012 a 02:19
romo13
Mercedes, te estás poniendo el listón a una altura…que ya, ya.
Es fantástico tu recorrido y sobre todo, la facilidad con que hilvanas los hallazgos con las zonas de nuestro Madrid primigenio. El próximo artículo sobre el tema, para ambientarme más, prometo leerte con turbante y alfanje.
Y no te preocupes por tu insistencia mayrití, nos encanta y apasiona.
Besos
30 de agosto de 2012 a 20:50
Mercedes
Lo del alfanje me da miedo romo13, pero lo del turbante está bien, estarás muy guapo seguro, y ahora que va a hacer menos calor…
En serio, muchas gracias, me alegra te haya gustado la visita al museo aunque les haya cambiado de sitio algunos de los cacharritos.
Besos
30 de agosto de 2012 a 21:27
Mercedes
Hola, Jesús, o alguien que lo sepa ¿podéis decirme dónde ha publicado José Manuel Castellanos el artículo sobre el poblado visigodo? me gustaría leerlo.
¡gracias!
31 de agosto de 2012 a 22:45
J. J. Guerra Esetena
Hola Mercedes. Disculpame, pero hasta ahora no me he dado cuenta, En el ultimo numero de ‘La gatera de la Villa’ aparece el reportaje ‘Vestigios del Madrid islamico: silos y pozos’ (disculpa que no ponga tildes pero el teclado donde estoy no tiene).
Un abrazo y buen fin de semana!!!
http://www.fotomadrid.com/verArticulo/182
31 de agosto de 2012 a 23:55
Mercedes
Muchas gracias, Jesús.
Abrazos y ¡buen fin de semana para tí también!
27 de septiembre de 2012 a 16:38
JaqueMate
Ciertamente, el artículo de Castellanos es claro, bien fundamentado y valiente, Lo cierto es que todo lo que sale en este blog es la mar de interesante. Muchas gracias Mercedes.
27 de septiembre de 2012 a 20:15
Mercedes
Gracias por dar tu opinión JaqueMate.
Me alegro de que te guste este blog, bienvenido.
3 de febrero de 2013 a 20:01
Las Murallas de Madrid y los Altos de Rebeque « Arte en Madrid
[…] Estamos ante un tema complejo y delicado, pero considerando todos los datos de que disponemos podemos atrevernos a pensar que este maravilloso muro de piedra y sílex en cualquiera de los casos podría pertenecer originalmente al recinto cristiano, quién sabe si aprovechando las huellas de un antiguo recinto árabe. No olvidemos que aquí existió un importante arrabal islámico. […]
23 de marzo de 2014 a 01:28
El zoco o mercado en el Madrid del siglo X | Arte en Madrid
[…] Arqueológico Regional en Alcalá de Henares, que visitamos hace casi dos años durante nuestro paseo por el Madrid de los siglos X-XI, vuelve a darnos información sobre esta etapa de nuestra historia. Las vitrinas y paneles […]
18 de agosto de 2014 a 22:27
La Cava Baja, el Alholí de la Villa y la Muralla | Arte en Madrid
[…] los terrenos entre Puerta de Moros y Puerta Cerrada se fueron poblando, conformando el llamado arrabal de la Cava Baja, uno de los arrabales musulmanes que existieron entre los siglos IX al XI, donde luego los […]
22 de abril de 2015 a 00:12
Calle de la Redondilla nº 10 | Arte en Madrid
[…] años a. de C. Y allí vivieron también siglos después, entre el IX y el XI, los árabes, en el primer arrabal islámico. Hubo una mezquita y unos baños, junto al Barranco, actual calle de Segovia, que existieron al […]
27 de julio de 2015 a 00:01
La Historia de Madrid bajo la plaza de Oriente | Arte en Madrid
[…] Materiales cerámicos y también orgánicos de animales y plantas que han proporcionado mucha información sobre la vida en estos terrenos, como hemos comentado en alguna ocasión, por ejemplo durante nuestro paseo por los siglos X y XI. […]
24 de septiembre de 2023 a 00:00
El «Mayrit» islámico, origen de la pequeña Villa de Madrid | Arte en Madrid
[…] También el Museo Arqueológico Regional nos permite dar un paseo por el Madrid islámico de los siglos X y XI. […]