El emir Muhammad I fundó Mayrit, una pequeña ciudad amurallada, hacia el año 865, en un lugar privilegiado, rodeado de defensas naturales, el Arroyo de Leganitos, el Arroyo de las Fuentes de San Pedro y el Río luego llamado Manzanares. Probablemente por entonces ya vivían en la zona algunos grupos de población musulmana pero fue en la segunda mitad del siglo IX cuando los árabes se establecieron de forma organizada, primero con un objetivo meramente militar. Con el tiempo los mayritíes desarrollaron una rica vida cultural y científica, como demuestran, además de las fuentes escritas, los objetos de su vida cotidiana encontrados en las excavaciones de la Plaza de Oriente y de la Cuesta de la Vega que podemos contemplar en el Museo de los Orígenes.
De aquel primer recinto rodeado por una recia muralla perviven escasos restos y muchas incógnitas, pero también algunas certezas. A pesar de la polémica, de la que ya hemos hablado aquí varias veces, creada por la arqueóloga directora de las excavaciones llevadas a cabo durante las obras de construcción del Museo de Colecciones Reales E. Andreu -que afirma que Madrid no nació en época árabe sino más tarde, en el siglo XII, bajo el dominio de los reyes cristianos-, hay documentos antiguos que se refieren a la medina de Mayrit. Hay discusiones que parecen estériles. El empeño en afirmar que no existen fuentes escritas de época musulmana resulta incomprensible. Recordemos, tal como nos cuenta José Luis Garrot, que el Mayrit musulmán aparece en los escritos desde tiempos muy antiguos, siendo la primera fuente que lo menciona La description de l’Espagne, escrita en el siglo X por Ahmad al Razi.
La mayoría de investigadores están de acuerdo en que el Madrid islámico estaba formado por dos recintos, el primero, de unas cuatro hectáreas, con la forma de un cuadrilátero irregular, acogía la medina o recinto urbano.

Plano de “Las murallas de Madrid”. Ed. Doce Calles. (La línea más oscura representa los restos visibles, la gris los constatados, y la más clara los restos hipotéticos)
El segundo recinto, hipotético, era otro espacio fortificado donde se encontraba la residencia del Gobernador. Probablemente se hallaba en el lugar donde hoy se levanta el Palacio Real aunque algunos autores dicen que pudo estar donde hoy se encuentra la Catedral de la Almudena.
Respecto a lo anterior, antes de comenzar nuestro recorrido recordemos que al norte de este primer recinto, en la actual Plaza de Oriente se conservan escasas pero importantes huellas de la presencia árabe:
Parte de un muro del albacar del siglo X,
una atalaya del siglo XI…
… y, muy cerca del Palacio Real, un mágico pasadizo con muros de pedernal, que pensamos podría pertenecer a la antigua fortificación musulmana.
Recordando todos estos tesoros, desde los Altos del Rebeque, punto más alto de la muralla y de nuestra cita, contemplamos la espectacular vista de Mayrit.
Este primer recinto, antigua al-mudayna o almudena, tenía tres puertas, la de la Sagra, la de la Almudena y la de la Vega.
De la Puerta de la Sagra, que estaba situada entre la actual plaza de la Almudena y los Altos del Rebeque, aún no hay pruebas materiales de su existencia, que quizá permanecen escondidas bajo la calle de Bailén y esperamos que algún día salgan a la luz.
Tomamos la calle del Factor, caminando extramuros, pensando que allí, bajo el césped del jardín probablemente se esconde la muralla, tratando de evocar una vez más el paisaje de aquel tiempo, boscoso, abrupto y surcado por cursos de agua.
Como ya comentamos durante nuestro paseo por esta calle del Factor, en 2005, en el solar del nº 3 se realizaron las correspondientes prospecciones arqueológicas. Se localizaron restos de construcciones pertenecientes al siglo XVII levantadas junto a la muralla.
Sobre todo ello se construyó un nuevo edificio de viviendas.
A continuación, en el nº 1 de la calle, esquina Mayor 86, donde se encuentra el Palacio de Abrantes, actual sede del Instituto Italiano de Cultura, en uno de los muros de la Biblioteca lucen los restos de sílex de la vieja muralla, que ya tuvimos ocasión de ver en el post anterior.
El muro discurre paralelo a la calle Mayor, perpendicular a la del Factor. El hecho de que en los planos de la Comunidad de Madrid que representan la muralla, en este lugar aparece dibujado uno de los cubos como elemento constatado, nos lleva a preguntarnos si los alrededor de cinco metros que actualmente podemos contemplar corresponden a dicho cubo, más la anchura de la muralla.
Continuando nuestro paseo llegamos a la calle Mayor donde se hallaba el Arco de la Almudena, luego llamado de Santa María.
Hace pocos años, durante un tiempo se mantuvo un cierto debate sobre el lugar de la calle del Factor por dónde transcurría la muralla, la acera de los pares, o como finalmente se constató, la de los impares. Las dudas estaban provocadas por la existencia de muros y cuevas de pedernal en los edificios de los primeros números pares, que podrían pertenecer a la propia muralla o acaso fueran construcciones posteriores realizadas con la piedra de la antigua cerca reutilizada.
En el número 8, en el sótano, existe un pasadizo perpendicular a la calle y por tanto a la muralla, con bóveda de ladrillo y muros de piedra que ¿podría tratarse de una salida de la cercana fortaleza?.
Cruzamos la calle Mayor, bajo la cual acaso permanezcan escondidos vestigios de la Puerta de la Almudena…
La muralla continuaba hacia el lugar donde desde el siglo XVII se levanta el Palacio de Uceda, hoy sede de Capitanía General, en cuyo interior también deben existir huellas del primer recinto. Desde allí se dirigía hacia el oeste.
Rodeando el Palacio de Uceda nos acercamos al Viaducto cuyo arco situado más al norte traspasamos.
Así, llegamos al aparcamiento del edificio cuya fachada principal da a la calle de Bailén nº 12, construido en 1959 sobre la muralla, tras destruir varios metros del largo lienzo descubierto pocos años antes. Resulta asombroso comprobar que allí debajo, tras la reja de la propiedad privada, pervive parte del monumento más antiguo de Madrid, incluyendo una de las torres.
Un muro de ladrillo separa el aparcamiento exterior de las viviendas del parque dedicado al fundador de Madrid, Muhammad I, al que nos dirigimos bajando por la Cuesta de Ramón, contemplando la belleza de la calle Segovia, por donde antiguamente discurría el Arroyo de las Fuentes de San Pedro.
El parque ha sido recientemente remodelado, adornado con una fuente de estilo andalusí, plantas y árboles. La lápida que recordaba al emir fundador de Madrid ha desaparecido.
Aquí, junto a la Cuesta de la Vega, frente a la Catedral de la Almudena, se halla el lienzo más largo conservado, descubierto y defendido en 1953 por Jaime Oliver Asín y Leopoldo Torres Balbás, que lograron salvar una gran parte del hallazgo. El día 2 de diciembre de ese año el diario ABC publicó la noticia de la carta enviada por ambos al periódico.
En la década de los 70, tras la demolición del Palacio de Castro Serna, perteneciente a la duquesa de Benavente, la muralla fue restaurada y se creó el parque. Los restos de las viviendas aparecidas (de los siglos XVII a XIX) se conservaron. En la reciente remodelación del parque han sido tapadas.
Son aproximadamente 120 metros de muro de pedernal, muros de fuego, en su parte inferior y piedra caliza blanca en la parte superior, jalonados por varias torres macizas cuadradas, características de la arquitectura militar islámica. Su anchura aproximada es de 2,60 m.
En la confluencia de la calle Mayor con la Cuesta de la Vega se abría la Puerta de la Vega, la más importante. Se conserva parte de la torre derecha -vista desde el exterior-. Probablemente bajo la calle Mayor se encuentren los restos de la torre de la izquierda y de la Puerta, quizá algún día los encontremos…
Una segunda torre está casi totalmente desaparecida. El lienzo conserva en gran parte otras tres torres. Desde allí la muralla se dirigía hacia el norte, bordeando la Cornisa de Madrid.
Desaparecido su rastro bajo la Catedral, durante las obras de construcción del futuro Museo de Colecciones Reales aparecieron importantes restos arqueológicos, entre ellos la muralla correspondiente al extremo noroeste que ahora se encuentra oculta en las salas del Museo cuyas obras tuvimos oportunidad de visitar el pasado mes de octubre en la Semana de la Arquitectura.
El edificio que se está construyendo junto al Palacio Real, en plena Cornisa madrileña, para albergar el Museo de Colecciones Reales es uno de los más polémicos de los últimos tiempos. Desgraciadamente se ha perdido la gran oportunidad de crear el verdadero Museo de Historia de Madrid, el mejor, pues en estos terrenos se encuentra el origen de nuestra ciudad, y su evolución. Un museo que nos hubiera permitido transitar por la historia de la Villa y Corte, el primer Mayrit cercado por la muralla árabe, las calles medievales, costumbres sociales, alimentación, ritos, su desarrollo a lo largo de los siglos… en las diferentes épocas, desde antes de la llegada de los musulmanes hasta nuestros días. Hubiera sido maravilloso. Un sueño que parece nunca llegará a cumplirse.
En cualquier caso, la visita, guiada por Emilio Tuñón, uno de los arquitectos autores del edificio, es muy emocionante e interesante.
Los tramos de muralla hallados miden en total unos 70 metros. Su construcción es similar al lienzo de la Cuesta de la Vega, de sílex y caliza, igualmente trabados con argamasa de cal, con un espesor de 3,20 metros. También han aparecido varios cubos de planta cuadrangular.
Los restos arqueológicos serán musealizados en dos salas ubicadas en la planta que será dedicada a los Tapices.
Durante nuestra visita al futuro Museo solo podemos adivinar los hallazgos y fantasear sobre la vieja fortaleza, ya que se encuentran cubiertos por plásticos y andamios. El lienzo de muralla en su parte más alta conservada mide unos 8 metros.
A pesar de todo, podemos apreciar bastante bien los restos de una de las torres.
Junto a los vestigios de la muralla árabe se observan restos de construcciones posteriores.
Desde la cúpula de la Catedral, antes de que todos ellos fueran cubiertos por el cemento, se podían distinguir perfectamente.
Ahora resulta difícil imaginar el resultado de lo que podremos ver cuando el museo sea abierto al público, pero lamentablemente una vez más sospechamos que sólo vamos a poder disfrutar de una parte de los importantísimos hallazgos.
Nuestro paseo termina en la plaza entre el Palacio Real y la Catedral de la Almudena, frente a los Altos del Rebeque, donde comenzó, con la alegría de haber rememorado una parte muy importante de nuestra historia, nuestros orígenes.
por Mercedes Gómez
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Bibliografía:
E. Andreu. El Madrid Medieval. Cæsaraugusta, 78. 2007, pp.: 687-698
J.L. Garrot. Recuerdos de Mayrit, En el tránsito de la Edad Media a la Moderna, Madrid 2008, pp. 83-103.
F.J. Marín Perellón y J. Ortega. La forma de la Villa de Madrid. Comunidad de Madrid 2006.
Christine Mazzoli-Guintard. Madrid, pequeña ciudad de Al-Andalus (siglos IX al XXI). Ed. Almudayna. Madrid 2011.
VVAA. Las murallas de Madrid. Ed. Doce Calles. Comunidad de Madrid 2003.
VVAA. Plaza de Oriente. Arqueología y evolución urbana. Ayuntamiento de Madrid 1998.
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Otros artículos:
Origen de Madrid. Obras Museo de Colecciones Reales.
Origen de Madrid. Mayrit, fundación musulmana.
Origen islámico de la pequeña Villa de Madrid.
34 comentarios
Comments feed for this article
7 mayo 2012 a 05:19
Bélok
Una verdadera lástima desde luego. Yo también me temo lo peor, y seguro que veremos una muy pequeña parte de los verdaderos restos. Aquí siempre pasa lo mismo, nadie se da cuenta que ahí está nuestra historia, la historia de una ciudad como Madrid y sin embargo parece que no interesa en absoluto y es mejor echar tierra de por medio. Fantástico tu reportaje Mercedes. Mira que intentamos defender la dichosa muralla, pero no hay forma eh?.
7 mayo 2012 a 09:21
Manuel
Excelente reportaje, como de costumbre. Si tanto nos cuesta alcanzar a vislumbrar lo que existió hace mil años, qué no ocurrirá con lo que existió hace cinco mil.
7 mayo 2012 a 09:42
Mariarosa
una alegria volver a leerte y mas con un reportaje tan interesante
7 mayo 2012 a 11:38
J. J. Guerra Esetena
Hola Mercedes:
Fantástico reportaje, documentadísimo y con esa maestría divulgativa que te caracteriza. ¡Qué decir! ¡Lo de siempre! Entre destrozos, ocultaciones, falsificaciones de la historia y «musealizaciones» que ya sabemos cómo son, es toda una heroicidad que nos queden ganas de conocer nuestros orígenes. Y comparto tu tristeza al truncarse irremediablemente ese sueño de un Museo de Historia de al ciudad, en el mismo sitio donde la ciudad vio la luz.
Felicidades por el artículo, ha sido un placer leerlo. Un abrazo, Jesús
7 mayo 2012 a 13:21
J. Casado
Hola Mercedes. Coincido con Jesus, en lo referente a lo poco que nos queda, y lo poco que se hace para preservar y mostrar nuestra historia.
Por otro lado, magnifico post, muy en tu linea. Enhorabuena.
Un saludo.
7 mayo 2012 a 14:26
antonioiraizoz
Hola Mercedes,
Ha sido un auténtico placer leer el artículo. Es un tema de lo más sugerente, lleno de enigmas, lo cuentas con entusiasmo y lo documentas con todo el rigor posible. No se puede pedir más. Enhorabuena.
Un abrazo.
7 mayo 2012 a 19:32
Mercedes
Gracias Bélok, estos temas son secundarios para nuestras autoridades competentes, y sinceramente no lo entiendo, pero por nosotros que no quede, insistiremos todo lo que haga falta ¿vale?
Hola Manuel, muchas gracias,
La verdad es que aquí da igual, cinco mil años que 100, históricamente, por diveras razones, nunca se ha valorado mucho el pasado, ¡con lo importante que es conocerlo!!
¡María Rosa holaaa! Yo también me alegro de volver a verte, ¡gracias!!
Gracias, Jesús, me alegra que te haya gustado, tú que conoces estos temas tan bien y describes de forma magistral, tan técnica.
Un abrazo
José, como decíamos, es que estos temas son secundarios, cuando serían también un buen reclamo turístico si se valoraran en su justa medida ¿no te parece?
Es verdad Antonio, es un tema muy sugerente, con tantos enigmas que quizá por eso nos gustan e intrigan a muchos de nosotros. ¡gracias!
Un abrazo
7 mayo 2012 a 23:40
romo13
Hola Mercedes,
Fantástico recorrido perimetral por el Mayrit de nuestros orígenes. Por unos breves instantes me has hecho sentir mayrití, con eso te lo digo todo.
Somos uno de los pueblos con más historia y, a tenor de algunas actuaciones, parece que quieren borrarla. ¿Nos avergonzamos de tener sangre mora en las venas? ¿Preferirían que la tuviésemos nórdica?Lamentable e incomprensible.
Buen trabajo, Mercedes.
Un beso.
8 mayo 2012 a 09:03
joseluisgarrot
chapeau
8 mayo 2012 a 11:35
Carlos osorio
Qué estupendo recorrido, Mercedes. Un beso.
8 mayo 2012 a 13:49
Lola
Mercedes, no puedo dejar de felicitarte también por este interesantísimo artículo y, como han dicho ya en otros comentarios, tan bien documentado.
Es un lujo para todos los que somos aficionados a la Historia de Madrid.
Muchas gracias por compartirlo.
Un saludo
8 mayo 2012 a 20:01
Mercedes
Gracias romo13, pues me encanta que te hayas sentido mayrití por un ratito, al fin y al cabo son nuestros antepasados, por mucho que se empeñen…
Un beso
¡Hola José Luis! Un satisfacción leer tu breve pero claro comentario, viniendo de un especialista en la Historia de esta época madrileña, del que siempre aprendo.
Hola Carlos, ¡qué bien que te haya gustado!
Un beso
Lola, te agradezco un montón tu comentario, es estupendo leerlo después de haber trabajado con ilusión en todo esto. Aunque ya me escribiste una vez muy amablemente, creo que es tu primer comentario en el blog, así que ¡bienvenida a tu casa!
Un abrazo
9 mayo 2012 a 17:51
ensondeluz
Gracias Mercedes por lo que aprendo con tu blog sobre la historia de mi ciudad, que antes fue pueblo, y fortificación y antes…
Porque si el sitio a la vera del Manzanares era bueno ya en el siglo noveno, seguro que los godos también se asentaron por donde antes se tomarían quizás un descanso los romanos. Por no excluir, puestos ya melancólicos, a los iberos, que (según decía un estudio filogenético de la universidad de Granada) llegaron como remotos bereberes desde el norte de África hace 8.000 años, para acabar recalando en el País Vasco…
Vaivenes y oleadas de la historia de la obra humana, sepultada en parte bajo el pavimento junto a una catedral (que no es precisamente la de Salamanca) que, con los siglos, acabará bajo nuevos sedimentos.
Al final lo cubrirán todo los musgos y los líquenes, por no decir las arenas que con el cambio climático subirán desde el Sahara.
Pero, mientras tanto, es bueno que Mercedes rompa una lanza para que no sigan eliminando los vestigios de nuestros antecesores.
Y nosotros nos emocionamos leyéndolo.
9 mayo 2012 a 20:49
Mercedes
Gracias a tí Ramón, por decir siempre esas cosas tan bonitas.
Las colinas y las riberas de los arroyos madrileños debieron ser buenas siempre, así que no me extrañaría nada lo que tu nos cuentas.
En las Vistillas vivieron nuestros antepasados de la Edad del Bronce (https://artedemadrid.wordpress.com/2010/08/17/primer-poblado-madrileno-en-las-vistillas/) así que cualquier cosa es posible…
Y aunque no tengo pruebas, fíjate, creo firmemente en la existencia de Matrice, antes de la llegada de los árabes, a orillas del Arroyo de San Pedro seguro que vivieron los matricenses 😉
Un abrazo.
10 mayo 2012 a 10:49
joseluisgarrot
Querida Mercedes reitero mis felicitaciones por el excelente reportaje que has realizado.
Quiero comunicarte, y a todos los amigos de este blog, que en el número de junio de la revista digital La Gatera de Madrid, aparecerá un artículo mio, en donde añado nuevos datos acerca de la controversia con Andreu. Y donde hago un poco de historia sobre quién es esta señora y lo que ocurrió con las famosas excavaciones que se realizaron con motivo de la construcción del túnel de la calle Bailén.
10 mayo 2012 a 13:28
Churri
Querida Merche
Te ha quedado tan perfecto que aunque yo hice el paseo contigo me sigues
sorprendiendo en la manera de contar la historia tan amena y tan fácil de entender
asi es que ya tengo la maleta preparada para cuando quieras hacer el siguiente paseo
y espero que venga nuestro amigo D.Pedro Jareño que ya es de la familia.
Un beso
Churri
10 mayo 2012 a 18:56
Mercedes
Gracias, José Luis!
10 mayo 2012 a 18:59
Mercedes
Gracias, Churri, ¡estupendo!, un bonito paseo en buena compañía… sin duda una de las buenas cosas de la vida.
Un beso
10 mayo 2012 a 19:25
ensondeluz
Gracias por tu respuesta Mercedes, creo que voy a tener que leer tu blog desde en principio ¡que es digno de Mesoneros Romanos !
Y gracias por tu comentario al mío.
Ramón
10 mayo 2012 a 19:40
Mercedes
Ay, Ramón, muchas gracias, pero Mesonero fue un gran cronista de Madrid, yo voy aprendiendo paseo a paseo, y disfruto contándolo.
Y de nada, visitar tu blog es un placer porque me gustan mucho tus «escrituras».
saludos!
13 mayo 2012 a 23:10
dossotas
Es muy extraña una ciudad musulmana ( con comunidad científica y tanta y tan supuetamente rica vida social) sin la presencia de una mezquita. Que yo sepa la iglesia mas antígua de Madrid, Santa Máría de la Almudena no esta basada sobre ninguna mezquita como ocurre en la mayoría de las ciudades reconquistadas, al menos no quedan rastros de ella en los restos excavados en la calle Mayor, por lo que muy importante no debía ser esa supuesta comunidad musulmana.
Parace acercarse mas la teoría de la existencia un «destacamento» con funciones meramente defensivas habida cuenta del pequeño perímetro encerrado por esos restos de la muralla.
Si esas fuentes que cita son exclusivamente literarias… Las hay también que hablan de la Atlantida… ¿ Pero existió ? Cuando las fuentes literarias no se ven refutadas con la realidad arqueológica no pasan de ser eso: Literatura.
14 mayo 2012 a 08:56
joseluisgarrot
Dossotas perdona que te rectifique pero sí había mezquita. Se hallaba en la confluencia de las calles Mayor y Bailén, aún se mantienen restos. Tras la conquista cristiana se convirtió en iglesia – Iglesia de Santa María.
Es más, posiblemente hubiera más de una ya que algunos cronistas, por ejemplo el geógrafo al-Idrisi habla de mezquita aljama, esto quiere decir que sería la mezquita principal, por lo que habría más de una.
Y en cuanto a que no se puede asegurar la veracidad de algo sin registro arqueológico, permitame que le diga que entonces tendríamos que eliminar el 80% de la historia que conocemos; por ejemplo, aún no se han encontrado restos que corroboren arqueológicamente la batalla de Roncesvalles, pero parece que hay poca duda que ocurrió.
16 mayo 2012 a 20:05
Mercedes
A todos los interesados en el tema del origen de Madrid como ciudad os recomiendo leer el artículo que José Luis Garrot nos anunciaba en un comentario hace unos días, y que ha publicado en su propio blog. Se titula «Mayrit ciudad andalusi» : http://espanaysuhistoria-garrot.blogspot.com.es/
Es muy interesante y clarificador, no os lo perdáis.
Os recomiendo también la lectura de un artículo al que hace referencia en el comienzo de su trabajo, a propósito de las obras de la Plaza de Oriente, en las que como sabemos se destruyeron casi todos los hallazgos. El artículo lo publicó el País en agosto de 1996, se titulaba «Lo que hemos perdido en la Plaza de Oriente», y lo firmaba el arqueólogo Luis Caballero Zoreda: http://elpais.com/diario/1996/08/15/madrid/840108271_850215.html
Es muy interesante, aunque da mucha pena leerlo.
Saludos a todos, y a tí José Luis ¡muchas gracias!
17 mayo 2012 a 10:32
joseluisgarrot
Mercedes muchas gracias por mencionar mi blog. A ver si entre todos logramos que prevalezca la verdad histórica y no la que nos quieren vender por intereses políticos y/o económicos.
22 mayo 2012 a 08:30
Mariarosa
aqui no queda mas que dar a las gracias a todos los que a través de sus blogs cuentan la historia de Madrid con tanto rigor y amenidad…CUando los lees pisas Madrid con otro respeto, con otro espíritu…te seintes en comunicación con sus primitivos habitantes…¡¡¡oh, si ellos levantaran la cabeza!!!…¡¡cuantos sustos pero también cuantas alegrías se llevarían!!
23 mayo 2012 a 09:00
Lola
Muchas gracias, Mercedes. Te aseguro que aunque no me veas demasiado por aquí, no me pierdo ninguna de las entradas del blog. Es una oportunidad única de aprender cada día algo nuevo.
Un abrazo
23 mayo 2012 a 20:18
Mercedes
Gracias a tí Maria Rosa, que también constribuyes a contar nuestro Madrid con tanto cariño siempre.
Hola Lola, encantada de verte de vez en cuando, y sobre todo de que la lectura del blog te sirva para aprender cositas nuevas.
¡gracias a tí!
un beso
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