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Hasta el próximo 10 de marzo, en la Biblioteca Eugenio Trías – Casa de Fieras del Retiro, se puede visitar la exposición Ciencia e innovación en las aulas. Centenario del Instituto-Escuela (1918-1939). Organizada por el Instituto de Enseñanza Secundaria Isabel la Católica, es un interesante y bonito homenaje a la antigua institución, y un canto al valor y la importancia de la Educación no solo para la formación de la persona sino para la sociedad.
El Instituto-Escuela fue creado en 1918, dentro de un ambicioso plan que pretendía la renovación del sistema educativo, empezando por la Enseñanza Primaria y Secundaria, de forma experimental, para ir ampliando a todas las etapas, basándose en las ideas de la Institución Libre de Enseñanza, de la que he hablado ya muchas veces en este blog.
José Castillejo, que era el Secretario de la Junta para Ampliación de Estudios, se hizo cargo del Instituto-Escuela. La Junta había sido fundada con el fin de promover la investigación científica, heredera de Giner de los Ríos y Cossío, impulsores de la mencionada Institución Libre de Enseñanza. Recordemos que también fue él quien compró el Olivar de Chamartín donde vivieron él mismo, Ramón Menéndez Pidal y otros protagonistas del mundo cultural y científico en aquellos comienzos del siglo XX.
El objetivo de la Junta, presidida en un primer momento por Santiago Ramón y Cajal, era desarrollar los ideales de la ILE.
En la exposición en el Retiro, una serie de paneles nos cuentan la historia de la Escuela desde su nacimiento en 1918 hasta su desaparición en 1936.
El Instituto tuvo varias sedes.
En los llamados Altos del Hipódromo se levantaron una serie de edificaciones rodeadas de jardines, terrenos a los que Juan Ramón Jiménez dio un nuevo nombre, Colina de los Chopos, que también hemos visitado. En la zona norte de la colina entre 1931 y 1933 Carlos Arniches y Martín Domínguez construyeron la nueva sede, edificio que hoy acoge el Instituto Ramiro de Maeztu.
Se impartía Enseñanza Primaria (8 a 10 años), dirigida por María de Maeztu, que dirigía también la Residencia de Señoritas, y Secundaria (11-17); después se añadió la Sección de Párvulos.
Se daba importancia a la formación integral, el diálogo profesor-alumno, el aprendizaje activo, visitas a museos y fábricas, paseos urbanos y excursiones al campo, estudio de las ciencias, evaluación continua, etc.
Varias vitrinas muestran objetos y material de laboratorio, cuadernos, libros, trabajos de los alumnos, crónicas de las excursiones que realizaban como parte fundamental de su formación…
Las piezas expuestas pertenecen al Instituto-Escuela Sección Retiro conservado en el Instituto Isabel la Católica, que está llevando a cabo un trabajo magnífico en la recuperación y difusión de este patrimonio histórico.
Exposición Ciencia e innovación en las aulas. Centenario del Instituto-Escuela (1918-1939).
Biblioteca Eugenio Trías – Casa de Fieras, en El Retiro
Paseo Fernán Núñez, 24 (entrada por Puerta de Sainz de Baranda)
Más información en la web del Instituto Isabel la Católica.
Por : Mercedes Gómez
Con motivo de la celebración del último programa municipal Madrid Otra Mirada, he tenido el placer de visitar la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Comunidad de Madrid, en la calle de Guillermo Rolland –antigua calle de las Rejas– esquina calle de la Bola.
Tanto la escuela como el edificio que la acoge han tenido una historia interesante y azarosa que os invito a conocer.
El edificio
Los orígenes del edificio se remontan a finales del siglo XVI o comienzos del XVII, aunque la historia del solar sobre el que se asienta es más antigua.
Recordemos que en el siglo XV existió la llamada Cerca del Arrabal. Su trazado es bastante desconocido por la falta de restos pero se cree que partía de la muralla medieval, en las proximidades del Alcázar y de la Puerta de Valnadú, y subía por la calle de la Encarnación –actualmente calle de la Bola–, para dirigirse hacia la Puerta de Santo Domingo.
Es imposible no pensar en la antigua Cerca al contemplar esos zócalos de pedernal de la antigua casona que de ser cierto el trazado habría sido levantada junto a la tapia que rodeaba los arrabales medievales, en su cara extramuros, o tal vez utilizándola.
Sabemos por la Planimetría General que la casa nº 2 de la manzana 409, en esta esquina que nos ocupa, propiedad de la Marquesa de Miraval a mediados del siglo XVIII, estaba formada por tres solares. El primero de ellos había pertenecido al Secretario Juan de Cirica, quien la privilegió en 10 de noviembre de 1612.
Recordemos que las casas privilegiadas eran las que se libraban de la carga material o regalía de aposento a cambio de un canon monetario anual y fijo, mientras durara el privilegio, que podía ser temporal o perpetuo.
Y así consta en la relación de solicitud de licencias de exención de aposento, con el interés añadido de que se recoge la descripción de la casa.
En las Consultas del mes de enero del año 1609 consta que Juan de Ciriza secretario del rey decía que “él tiene de aposento una casa en la calle de las casas del marqués de Poza y que por ser tan corta y vieja y maltratada le ha obligado a comprarla para poder vivir en ella y para ello le es fuerza labrarla, razón por la que solicitaba merced de exención perpetua o en su defecto por seis vidas”.
Los aposentadores informaban que la casa tenía de delantera 48 pies y de fondo 98 (algo más de 14 metros por cerca de 30) y que la tenía de aposento el propio Juan de Ciriza o Cirica.
Años después Pedro Texeira la dibujó en su plano. En el siglo XVII el barrio entre Santo Domingo y el Convento de la Encarnación se había convertido en un reducto de la nobleza y de altos funcionarios, entre ellos se encontraba nuestro personaje, Juan de Cirica, secretario del rey.
Hoy día se conservan los muros de ladrillo y, como decíamos, los evocadores zócalos de sílex o pedernal.
Cita Fernando Valenzuela –en el artículo incluido al final en la bibliografía– a Antonio Bonet Correa, quien afirma:
“Es una de las pocas muestras que quedan de principios del XVII. La puerta es probablemente de Francisco de Mora o de Juan Gómez de Mora…
… El revoque y la cornisa son del XVIII…”
En la Guía del Colegio de Arquitectos de Madrid aparece mencionado como antiguo palacio de la Regalía y del conde de Bornos, de 1770, año en que debieron acometerse esas obras.
Sufrió incendios, abandono, riesgo de demolición en los años 70 del siglo XX… milagrosamente se salvó. En 1980 lo compró el Estado y el arquitecto García de Paredes se encargó del proyecto de restauración y ampliación. Fue añadido un nuevo piso, que solo se aprecia desde el interior.
Fue destinado a ser la sede de la Escuela de Restauración.
Además de los muros exteriores y la estructura del viejo palacio únicamente se conserva la escalera, que fue restaurada por los propios alumnos.
Ellos igualmente se encargaron de hacer una réplica de la fuente que en el pasado había adornado el desaparecido jardín, la figura del dios Neptuno.
En el sótano existen unas fantásticas bóvedas que seguramente también son antiguas.
Como no podía ser menos en esta zona, nos cuentan que existe un pasadizo hoy cerrado, con dirección al Palacio Real.
La Escuela
El origen del centro es el antiguo Instituto de Restauración y Conservación de Obras y Objetos de Arte, Arqueología y Etnología, creado en 1961 (actual Instituto del Patrimonio Cultural de España, IPCE). Ocho años después se creó la Escuela. En 1977 ambos centros quedaron separados y la Escuela pasó a depender del Ministerio de Educación. En la actualidad depende de la Comunidad de Madrid.
Al principio la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales no tenía sede propia, durante un tiempo estuvo en el Museo de América, hasta que por fin, como vimos, pudo instalarse en esta antigua casa palaciega, donde felizmente continúa.
Hoy día basa su plan de estudios en una formación multidisciplinar que consta de cuatro cursos. Los dos primeros de formación general, común a todos los alumnos, y los dos últimos de formación específica, en distintas disciplinas: Pintura, Escultura, Documentos gráficos y Bienes arqueológicos. Pendientes de implantación están Mobiliario y Textiles.
Durante nuestra visita tuvimos ocasión de conocer el trabajo que desarrollan en varios talleres, lógicamente solo algunos de la completa lista de asignaturas que integran cada uno de los cursos.
PINTURA
Además de la historia y de la teoría del arte, los estudiantes se enfrentan a la práctica de la pintura. Estudian todas las épocas, estilos, técnicas y materiales. Cada alumno analiza la pintura, las mezclas de colores utilizados, etc. Entre las obras que vemos hay dos sargas.
En el taller de restauración contemplamos fascinados el minucioso trabajo que llevan a cabo.
Finalmente entramos en el aula de pintura mural donde vamos a encontrar piezas muy interesantes, una pintura sobre vidrio del Palacio de Fernán Núñez, una obra de la Colegiata de San Isidro, una pintura del Monasterio de Sancti Spiritus de Toro… incluso alguna sorpresa emocionante: parte de los fragmentos de las pinturas medievales procedentes de la ermita de Santa María la Antigua de Carabanchel.
ESCULTURA
Seguidamente nos explicaron cómo funciona el taller de restauración de escultura policromada. Casi todo el espacio estaba ocupado por las piezas de un extraordinario retablo de la Catedral de Cuenca. Desmontadas, una a una están siendo restauradas para devolverle su esplendor.
DOCUMENTOS GRÁFICOS
Aquí los profesores nos explicaron cómo llevan a cabo la delicada restauración de abanicos, pergaminos, material fotográfico, etc.
BIENES ARQUEOLÓGICOS
Finalmente conocemos algunos de los trabajos de restauración de piezas arqueológicas, en estos momentos ocupados con piezas de época islámica. Restos de un asta de ciervo, parte de un arco de piedra, un canecillo tallado procedente de Murcia del siglo XIII…
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Finalmente nos mostraron otras de las herramientas que utilizan para sus trabajos, una impresora 3D en pleno funcionamiento, el laboratorio fotográfico, importantísimo para los trabajos previos a la restauración de las piezas, y un laboratorio tradicional que aunque ya no se utilice está disponible para los alumnos.
Fue una visita maravillosa. Si tenéis ocasión no dejéis de conocer esta Escuela que juega un papel importantísimo en la formación de profesionales y en la conservación y restauración de nuestro arte. Más información, en su web.
Mencionar además, para todos los interesados en estos temas, que sin ánimo de lucro desde 1985 publican la revista Pátina.
Para terminar, solo dar las gracias a los profesores y todas las personas que nos atendieron, por todo lo que nos mostraron, explicaciones y su gran hospitalidad.
Por: Mercedes Gómez
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Bibliografía:
VALENZUELA, Fernando. “Notas históricas sobre el edificio de la calle de la Bola-Guillermo Rolland”, Revista Pátina, nº 2, Madrid 1987.
VVAA. Licencias de exención de aposento en el Madrid de los Austrias (1600-1625). IEM, Madrid 1982.
Planimetría General de Madrid.
Recordemos que el pasado mes de octubre, con motivo de las actividades organizadas por “Open House Madrid”, tuvimos ocasión y la suerte de acceder a edificios e instituciones normalmente cerrados al público, entre ellos dos Fundaciones relacionadas con la enseñanza. Una, la Fundación Fernando de Castro. La otra, la Fundación Giner de los Ríos.
Ya hemos hablado en este blog de la figura de Francisco Giner de los Ríos este año 2015 en que se ha conmemorado el centenario de su muerte, a propósito de una pequeña exposición, una selección de importantes fondos bibliográficos del propio Giner o sobre su obra en la Biblioteca Nacional. Y hemos hablado de sus grandes logros. Giner de los Ríos fue el gran impulsor de la Institución Libre de Enseñanza y de otros proyectos memorables, como la Residencia de Estudiantes, el Museo Pedagógico Nacional o las Misiones Pedagógicas. También inspirador de experiencias como las vividas en el Olivar de Chamartín.
Al año siguiente de su muerte, en 1916, se creó la Fundación Giner de los Ríos con el objetivo de asegurar la continuación de su propia labor y la de la Institución.
En 2003 se acometió la reforma y ampliación de su histórica sede, que antes había acogido a la Institución Libre de Enseñanza, en el Paseo del General Martínez Campos nº 14. Los autores del proyecto elegido, tras concurso público, fueron los arquitectos Cristina Díaz Moreno y Efrén García Grinda.
Recientemente se ha inaugurado el nuevo conjunto arquitectónico. Se ha conservado y rehabilitado la Casa de Giner y Cossío, que ya existía antes de la llegada de la ILE, con fachadas al Paseo y al jardín.
Y el bonito Pabellón Macpherson, proyectado por Joaquín Kramer en 1908, con sus galerías y vigas de madera.
En el Jardín, diseñado por la paisajista Teresa Galí-Izard, se ha intentado recuperar además de su espíritu las especies que lo poblaban, gracias a la documentación conservada que ilustra cómo era el jardín original.
Y junto al antiguo se ha levantado un nuevo, espectacular edificio unido a una serie de pabellones que se comunican entre sí, en un bello juego de volúmenes cuyas fachadas están cubiertas por barras de acero galvanizado.
La innovadora y atrevida construcción no desentona con los edificios históricos, todos ellos conviven en el jardín, en insospechada armonía.
El nuevo edificio tiene tras alturas, en la planta baja se ha situado una sala de exposiciones temporales y en uno de los sótanos el moderno e impactante auditorio.
En él los materiales elegidos cumplen una función, ser duraderos y fáciles de mantener, el hormigón armado en los muros y la madera de roble del suelo, pero además han sido elegidos por otros motivos, como la madera de pino de Valsaín, en recuerdo de la primera excursión de la Institución Libre de Enseñanza. Un día de campo vale más que un día de clase…
En la mencionada Sala se acaba de inaugurar la exposición Giner. El maestro de la España moderna. Francisco Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza. La muestra es preciosa y muy didáctica. En ella conocemos toda la historia de la Fundación, desde su creación hasta llegar a este nuevo edificio. Además de los paneles explicativos, objetos, documentos… se exponen obras de Sorolla, Beruete, Arroyo, García Alix… Y merece la pena ver el jardín y los distintos edificios que a él se asoman.
Para completar la historia, en la Residencia de Estudiantes podemos visitar otra exposición estupenda, Mujeres en vanguardia. La Residencia de Señoritas en su centenario (1915-1936).
La Institución Libre de Enseñanza y la Residencia de Señoritas, ambas por cierto con origen en la Fundación Fernando de Castro.
Por : Mercedes Gómez
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