Volvemos a los Altos del Rebeque, una vez más, intentando descifrar nuestro pasado. Desde aquí hemos contemplado los terrenos del antiguo Mayrit, los hemos evocado rodeados por su muralla, e imaginado la vida de sus primeros habitantes, los musulmanes que en el siglo IX llegaron formando parte del ejército del emir Muhammad I, y su evolución.
A lo largo del siglo X la población mayrití creció, nuestros antepasados se fueron asentando en los terrenos más próximos y alrededor del primer recinto, de este bello lugar que ahora admiramos, antes tan distinto, se extendió la ciudad. Gracias a la excavaciones arqueológicas se conoce la existencia de varios arrabales musulmanes, zonas extramuros que se fueron poblando entre los siglos IX al XI.
Como hemos comentado en otras ocasiones, son muchas las incógnitas que perviven sobre los dos recintos y sus murallas, el Madrid del siglo IX y el del siglo XII. Pero aún es mayor el misterio que existe sobre la existencia de un posible recinto intermedio, que habría rodeado el arrabal islámico nacido a lo largo del siglo X entre los dos recintos conocidos.
El profesor Manuel Montero Vallejo fue uno de los primeros autores en hablar de la posible existencia de una medina intermedia, un recinto amurallado, entre el primer recinto árabe y el cristiano, la medinilla, como él la llamaba. Tanto en su libro El Madrid Medieval como en otras obras, dio a conocer los diferentes datos aportados por otros investigadores que apoyaban esta teoría, así como sus propias observaciones directas.
En sus escritos expone las dudas, contradicciones… pero de todas sus explicaciones se desprende una evidencia: la existencia de construcciones defensivas en la zona habitada por los árabes a lo largo de los siglos X y XI, al este de Mayrit.
Desde algún punto desconocido, quizá muy próximo al lugar en el que ahora nos encontramos, en el punto más alto de la calle del Factor, partía el hipotético recinto intermedio, la segunda muralla árabe.
Comenzamos nuestro paseo caminando hacia los terrenos donde después sería levantada la iglesia de San Juan, en la actual plaza de Ramales, por la calle Noblejas, en cuyo número 5, durante unas obras de reforma, aparecieron restos de cerámicas islámicas de los siglos IX al XI.
Como ya hemos comentado en varias ocasiones, este tipo de material ha proporcionado una información muy valiosa acerca de la actividad y de la vida cotidiana de los mayrities. Sus costumbres, escritura, lenguaje, etc. Los útiles hallados en diversos lugares de la zona que hoy vamos a recorrer demuestran que sus habitantes vivían de la agricultura y de la ganadería, usaban norias para el riego de sus cultivos y jardines… y trabajaban en telares, herrerías y alfares.
Durante las obras para la construcción del aparcamiento en la plaza de Ramales, aparecieron los cimientos de una torre de la iglesia de San Juan con todo el aspecto de haber pertenecido a una fortificación islámica. Por otra parte, uno de los escasos documentos que avalan la existencia de la medinilla (dado a conocer por Mercedes Agulló), para acometer la reforma de la iglesia de Santiago en la plaza del mismo nombre, el año 1645 hubo que desmontar un cubo de la muralla, que por su situación, dice el profesor Montero, pudo ser una torre exenta.
Tomamos la calle de los Señores de Luzón, posible antigua ronda exterior de la medinilla, que con el tiempo se convirtió en la calle de los Estelos, una de las más antiguas de Madrid, de las pocas que en la Edad Media tenían nombre, pues ya aparece en documentos del siglo XV.
En el edificio construido en 1975 en la esquina de Luzón con la calle de la Cruzada fueron hallados restos de muralla de gran envergadura, que al parecer se conservan en el sótano.
Lo más emocionante es comprobar cómo la curva que muestra la antiquísima vía medieval sugiere el posible recorrido de la muralla.
Continuamos nuestro paseo bajando por esta calle tan evocadora, hacia la calle Mayor, antigua Santa María, donde pudo existir un portillo, antecedente de la futura Puerta de Guadalajara.
Uno de los hallazgos más importantes tuvo lugar en 1945, cuando en la esquina de la plaza de la Villa con Mayor, junto a la Casa de la Villa, apareció un grueso muro que Elías Tormo defendió como perteneciente a un recinto amurallado. Volvió a salir a la luz durante las obras de la plaza en 1980, pero, desgraciadamente, fue tapado de nuevo con rapidez. Montero Vallejo estaba convencido de que se trataba de muralla, por sus características constructivas y por su grosor.
Es muy interesante pensar que la Plaza de la Villa, antigua plaza de San Salvador, centro de Madrid, lugar de mercado y de reunión del Concejo, pudo nacer extramuros, junto al portillo, igual que después nacería la Plaza del Arrabal, plaza Mayor, en las afueras de la Puerta de Guadalajara.
Pasamos bajo el arco que une la Casa de la Villa con la Casa de Cisneros, hacia la ya casi inexistente calle de Madrid.
Bajo el solar de la desaparecida manzana situada entre las calles de Madrid, del Rollo, Sacramento y Duque de Nájera, por la que probablemente transcurría la muralla intermedia, en los inicios de los años 90 del pasado siglo se construyó un nuevo aparcamiento. Actualmente es una árida plaza conocida como la plaza del Rollo.
Durante las excavaciones arqueológicas correspondientes se hallaron numerosos silos con restos que indican que pudo haber una gran ocupación árabe en la zona: cerámicas (ollas, cazuelas, candiles…), y, lo que es más importante, restos de construcciones, piedras y tejas, de los siglos X y XI.
Seguimos nuestro camino por la calle del Rollo, que conserva el antiguo trazado árabe en su segundo tramo, lleno de encanto. Cuenta el profesor Montero Vallejo que no hay duda del origen de su nombre pues él mismo localizó un documento de 1481 en que “se manda al mayordomo Sancho de Cuenca que haga de cal y canto la picota en la plaza de San Salvador», hoy Plaza de la Villa. La presencia de un rollo o picota en la plaza de San Salvador -normalmente situados en las afueras-, podría significar que allí se encontraba el límite del recinto amurallado.
El rollo era símbolo de justicia y mercado y se solía colocar en una plaza muy importante o en las afueras, donde comenzaba la jurisdicción interna de los lugares.
En el nº 8, en el moderno bar Korgui, el muro de la planta baja junto al subsuelo de la empinada calle del Rollo, en gran parte es un precioso lienzo de pedernal que sigue la dirección de la supuesta muralla intermedia.
Enfrente, en el nº 7, aparecieron importantes vestigios del siglo XI, nuevas huellas de la vida islámica que existió en la zona.
Llegando al Barranco y al Arroyo de San Pedro, hoy calle de Segovia, la muralla debía dirigirse hacia la plaza de la Cruz Verde para volver a subir por el abrupto terreno de la ladera.
En la calle Segovia nº 16, en uno de los edificios más antiguos de Madrid se esconde otro sorprendente muro.
En el bar El Lagarto, en la pared trasera, cuya ventanita se encuentra casi frente a la entrada al otro bar que acabamos de visitar con restos de posible muralla, perviven otros restos de un rotundo muro de sílex, esta vez cubierto de algún barniz o pintura.
Desde la plaza de la Cruz Verde la muralla debía subir por la calle de la Villa, que también muestra un curioso trazado adaptado al terreno y al probable muro.
Se cree que la segunda muralla árabe finalizaba su recorrido en la zona oriental del Palacio de Uceda donde volvía a unirse con la muralla del primer recinto, procedente de la calle del Factor, donde comenzó nuestro paseo.
Si al parecer se conservan las huellas de la primera muralla árabe en su interior, ¿quedará algún rastro de la segunda?. Como dijo nuestro admirado Manuel Montero Vallejo al final de su escrito, ojalá algún día aparezcan “pruebas indiscutibles de este recinto árabe, aún misterioso, pero que cada vez apunta con más fuerza. No son escasos los indicios que permiten afirmar su presencia”.
Por : Mercedes Gómez
——–
Fuentes:
Manuel Montero Vallejo. El Madrid Medieval. Ed. La Librería. Madrid 2003.
Daniel Pérez Vicente. Excavaciones arqueológicas en el Madrid islámico. En Testimonios del Madrid Medieval. El Madrid musulmán. Museo de San Isidro Madrid 2004.
27 comentarios
Comments feed for this article
22 de junio de 2012 a 20:37
antonioiraizoz
Hola Mercedes,
Articulazo de los que nos tienes mal acostumbrados. Yo creo que con estas fotos la Medinilla ha dejado de ser una hipótesis para ser toda una señora tesis. La lógica de la topografía también lo apoya al estar asentada sobre una loma más alta que la almudaina. Enhorabuena y un abrazo.
Antonio
22 de junio de 2012 a 22:24
Mercedes
Muchas gracias Antonio,
en unos días liadillos pensé hacer un post cortito sobre la calle del Rollo que me parece mágica, pero la medinilla me «creció» entre los paseos y los papeles, es un tema bonito ¿verdad?.
Tu comentario (como siempre) muy gratificante
¡abrazos!
22 de junio de 2012 a 22:47
J. J. Guerra Esetena
Hola Mercedes. Como dice Antonio, menudo pedazo de articulo. Para que luego digan algunos(as) que cuestionan la medina madrileña, ademas tuvimos una medinilla. No se como lo haces, pero, gracias a tus paseos, nos haces mirar las cosas de otra forma. Una curva, un quiebro, un rincon… y zas!! nos haces evocar un pasado fascinante, todavia enigmatico. Muchas felicidades y un abrazo (y se agradece especialmente el esfuerzo de este articulo «crecidito» -y tambien de los cortitos-, que sabemos que llevas unos dias muy liada).
Disculpa la falta de tildes, pero es que estoy en un teclado donde no las encuentro!!!
22 de junio de 2012 a 22:50
J. J. Guerra Esetena
Ahh!! Y gracias tambien por ese enlace al blog de Garrot, que se me habia escapado su estupendo articulo.
23 de junio de 2012 a 08:36
vicentecamarasa
Fantástico post
23 de junio de 2012 a 13:48
Carlos osorio
Es realmente interesante, Mercedes, hay tanto por investigar en Madrid y tan poco presupuesto para este fin…Gracias por el post
23 de junio de 2012 a 16:43
Bélok
El artículo es de diez, como nos tienes acostumbrados querida Mercedes. Pero yo, no tengo muy claro que existiera esa «medinilla», soy más partidario de que sean restos de antiguos asentamientos a la primitiva muralla mientras se construyera la segunda, o quizás existiera (que según tu tesis es probable) una intermedia como parece demostrarse con estas evidencias. El caso es que el misterio de nuestros antepasados en la ciudad cada día parece estar más cerca y lo que es más probable todavía es que tal vez sea un blog el que algún día lo demuestre, jejejeje. Ya fuera de broma, tu artículo es magnífico y estate segura que nos hace pensar y evocar un pasado que estamos deseosos de conocer.
23 de junio de 2012 a 16:50
Bélok
Estupendo artículo querida Mercedes, tal y como nos tienes acostumbrados. Yo no soy tan partidario de que existiera una «medinilla», pues creo que pueden ser restos de antiguos asentamientos que se hicieron cerca de la antigua muralla árabe y entre el tiempo en que se construyó la cristiana, o tal vez si existiera (como así nos haces pensar con tu artículo) una muralla intermedia que tarde o temprano lleguemos a conocer, pero de una forma o de otra, el artículo es de diez y estate segura que nos hace pensar y evocar tiempos pasados con la felicidad de saber que tal vez algún día podamos saber más sobre el nacimiento primitivo de nuestra ciudad.
23 de junio de 2012 a 16:51
Bélok
No sé que pasa que ya he escrito dos comentarios y no aparece ninguno, buaaaaaa
23 de junio de 2012 a 19:57
Mercedes
Hola Jesús, así da gusto 🙂 muchas gracias. La verdad, me alegra lo que me dices, porque de eso se trata, de “viajar” a ese pasado para poder comprender. Muy bueno eso de que “además tuvimos una medinilla”… no lo se, pero lo cierto es que el Madrid islámico no fue algo estático ni breve, por eso sorprenden algunas cosas que se oyen o se leen.
Un abrazo.
23 de junio de 2012 a 20:04
Mercedes
¡Gracias Vicente!
Gracias a tí Carlos, ya lo creo que hay mucho por investigar en Madrid, pero no se si solo hay un problema de presupuesto, o cuál es el problema, y no ahora, sino de siempre, ¿por qué a veces se tapan rápidamente o se destruyen (y esto es peor, claro) los hallazgos?.
23 de junio de 2012 a 20:17
Mercedes
¡Hola Bélok! No se porqué, tus dos primeros comentarios se habían ido al spam, ¡muchas gracias por insistir!
Yo no se si existió la medinilla, pero, como le decía a Jesús, de lo que sí estoy segura es de que las cosas no son tan simples como puede parecer cuando se habla de la muralla árabe y de la cristiana, en dos siglos pasaron muchas cosas, hubo muchas construcciones defensivas y re-construcciones, no todo es una sola y gran muralla construida en el siglo IX… y muchos “mayrities” vivieron en lo que hoy es el centro de Madrid. No pretendo demostrar nada, no tengo ni idea 🙂 la tesis es más bien de Manuel Montero Vallejo, pero las calles y los edificios de Madrid tienen mucho que decir… hay que fijarse bien.
Gracias mil por dar tu opinión
Abrazos
24 de junio de 2012 a 19:14
CHURRI
Hola Merche ya estoy aqui y veo que no has podido aguantar en deleitarnos otra vez con estos entrañables paseos ,raifico todo lo que dicen tus
incondicionales y sigue asi.
un beso y ¡AUPA ESPAÑA !
24 de junio de 2012 a 20:17
Mercedes
Hola Churri, muchas gracias.
Besitos
25 de junio de 2012 a 07:56
Mariarosa
Llego un poco tarde pero me quedo instalada en esta magnífica evocación del Madrid de nuestros amores…¡¡¡vaya trabajo bien docuemntado y bien contado!!…Una de estas mañanaitas, temprano, con la fresca, voy a hacer todo el recorrido, que lo conozco bien, pero nunca lo había mirado con tus ojos…Mil gracias
25 de junio de 2012 a 13:13
Manuel Romo
¡Ar-ti-cu-la-zo!
Acabo de venir de unas breves vacaciones y me encuentro con otro viaje, esta vez en el tiempo.
Sorprendente el poder de sugestión que tienes sobre los que te leemos. Me has hecho recorrer todo el recinto mayrití, sobre la muralla, como si estuviera comprobando la calidad de su reciente terminación.
¡Qué maravilla!
P.D.: ¿Se sabe a qué época pertenecen los restos de muralla que hay en la calle Bailén, entre la ampliación del Senado y el palacio de Grimaldi?
¡Un beso maestra!
25 de junio de 2012 a 20:01
Mercedes
Hola María Rosa, aquí no se llega nunca tarde, ¡gracias a ti por tu visita!
Espero que disfrutes el paseo, seguro que descubres algo nuevo…
25 de junio de 2012 a 20:08
Mercedes
¡Gracias Manuel! Qué suerte tengo con todos vosotros, la verdad, comentarios como el tuyo animan a cualquiera, la maravilla es que me acompañéis así. Pero de maestra, nada ¿eh?.
Sobre lo de la calle Bailén, hace mucho publique un post sobre esto, no tengo ningún dato nuevo:
Espero que hayas disfrutado de tus vacaciones!!
un beso
25 de julio de 2012 a 00:04
Calle del Codo « Arte en Madrid
[…] Por entonces la plaza de la Villa no existía, al menos tal como la conocemos hoy. Los gruesos muros aparecidos en la esquina con la calle Mayor, como comentamos hace unos días, indican que por allí pudo discurrir la segunda muralla árabe. […]
27 de agosto de 2012 a 20:53
El Madrid islámico en el Museo Arqueológico Regional.- Un paseo por los siglos X y XI. « Arte en Madrid
[…] pocas semanas, durante nuestro Paseo en busca de la segunda muralla árabe comentamos cómo gracias a la excavaciones arqueológicas se conoce la existencia de varios […]
2 de diciembre de 2012 a 20:34
Nuevo paseo en busca de la muralla cristiana « Arte en Madrid
[…] La muralla intermedia, la “medinilla” […]
3 de febrero de 2013 a 20:01
Las Murallas de Madrid y los Altos de Rebeque « Arte en Madrid
[…] que rodeaba el primer recinto mayrití en el siglo IX. Tal vez de allí partía la hipotética segunda muralla que pudo proteger los arrabales islámicos, y también quizá la muralla cristiana levantada en el […]
19 de agosto de 2013 a 20:10
Plazuela de San Javier | Arte en Madrid
[…] Antes de 1990 el profesor Montero Vallejo contaba que había tenido ocasión de ver un murallón que le parecía excesivo para tratarse de una mera cimentación, y se preguntaba si tendría relación con el recinto intermedio, la medinilla, rodeada de una hipotética segunda muralla árabe de la que ya hemos hablado aquí. […]
27 de noviembre de 2013 a 22:18
La Torre de San Nicolás | Arte en Madrid
[…] estos terrenos ubicados fuera del primer recinto musulmán, pero en el interior de la medinilla, posible segundo recinto islámico, entre la calle del Factor y la calle de Señores de Luzón, se desarrolló un intrincado tejido […]
23 de marzo de 2014 a 01:28
El zoco o mercado en el Madrid del siglo X | Arte en Madrid
[…] de la Paja, dos de los lugares con más encanto de nuestra ciudad, bordeando lo que fue el probable segundo recinto islámico habitado por pequeños núcleos de población que fueron creciendo poco a poco. Ambas plazas, […]
16 de julio de 2023 a 01:08
Juan Antonio
Buenas.
Realmente, observando la curvatura de las calles, y acompañándolo con los pocos vestigios de piedra que se han encontrado, no cabe duda de que la muralla intermedia es altamente probable que haya existido.
Saludos.
16 de julio de 2023 a 17:49
Mercedes
Gracias, Juan Antonio, algo tuvo que haber seguro, ojalá algún día aparezcan más pruebas .