Recordemos que la muralla que rodeaba el segundo recinto cristiano construida en el siglo XII tenía cuatro puertas: La Puerta de Valnadú –en la actual Plaza de Isabel II–, la Puerta de Guadalajara –en la calle Mayor, a la altura del Mercado de San Miguel–, Puerta Cerrada y la Puerta de Moros.
La Puerta Cerrada fue la segunda en importancia en el Madrid medieval, después de la de Guadalajara. Los encargados de la muralla y de guardar sus llaves solían ser personajes notables, miembros de las familias más poderosas que habían llegado a la Villa; en la primera mitad del siglo XV el Guarda de la Puerta Cerrada y de los lienzos de la muralla hasta la Puerta de Moros era Pedro de Luján, camarero de Juan II.
Pero tanto las construcciones que pronto comenzaron a proliferar junto a la puerta como la creación de la cercana plaza del Arrabal anularon su importancia como lugar de mercado y los caminos que de ella partían, uno de ellos origen del Camino de Atocha.
Ya hablamos aquí, a propósito de los restos de muralla en la plaza de los Carros, de cómo la cerca medieval madrileña fue utilizada en la construcción de viviendas e incluso habitada. Aquí tenemos otro ejemplo:
El 7 de febrero de 1498 las actas municipales recogen que los presentes “…dieron lugar al dicho pregonero para que en lo hueco de la bóveda de una torre a la Puerta Cerrada pueda hacer una casa”. Se trataría probablemente de una de las torres más próximas a la puerta que aparecen representadas en el plano de Espinosa. Una de las torres semicirculares que jalonaban el recorrido de la muralla cristiana.
La muralla, que desde la Puerta de Guadalajara se dirigía hacia la de Moros, discurría entre la manzana 150 y la 169 que igual que muchas otras, como hemos contado aquí repetidamente, nacieron alrededor de la tapia, y ambas conservan restos como si de una espina dorsal se tratara.
La Puerta Cerrada se encontraba situada en la actual plaza del mismo nombre, entre las calles del Nuncio, Gómez de Mora, Cava Baja y Cuchilleros.
Juan López de Hoyos que vivió entre 1511 y 1583, y por tanto pudo ver la puerta, dijo que antes se llamó Puerta de la Culebra por tener esculpida en la piedra la mencionada figura hasta el mes de junio de 1569 en que fue derribada para ensanchar el paso.
Lo cuenta Jerónimo de la Quintana, Clérigo, Presbítero, Notario del Santo Oficio de la Inquisición y Rector del Hospital de La Latina, en su libro A la muy antigua, noble y coronada Villa de Madrid (1629), quien añade que este Dragón estaba esculpido en la Puerta Cerrada para que no se perdiera la memoria del que él consideraba un pasado glorioso y muy antiguo de Madrid.
También cuenta Quintana (que nació siete años después de que la Puerta fuera derribada) que se llamaba Cerrada porque era muy estrecha y con varias revueltas por lo que de noche se escondían allí los ladrones y robaban a los que entraban y salían por ella. Por eso la cerraron, siempre según el cronista, hasta que se pobló el arrabal y se abrió de nuevo para que se pudiera comunicar con la Villa.
Otros autores cuentan algo parecido, que recibió ese nombre porque era tan peligrosa que al fin se optó por su cierre, aunque esto no parece que sea del todo cierto. Como siempre, además de la arqueología los documentos son los que aclaran muchas dudas. Hubo épocas en las que estuvo cerrada efectivamente pero también otros periodos de tiempo permaneció abierta.
Sabemos por los Libros de Acuerdos, las Actas del Concejo, que al menos en la década de 1480 ya recibía este nombre de Puerta Cerrada, y bastante tiempo después estaba abierta. Como nos cuenta Manuel Montero Vallejo estos cierres temporales se debieron a una serie de motivos distintos.
Para empezar, todas las puertas de la Villa, no solo esta, en ocasiones permanecían cerradas por razones militares. Y la zona era tan abrupta que ocasionaba muchos problemas. Las aguas de lluvia y la que bajaba de la cava se estancaban y deterioraban la puerta. En las afueras de la puerta hacia el sur, entre la muralla y la calle de Toledo, había una laguna o muladar, la laguna de Puerta Cerrada, adonde iban a parar aguas y basuras. Recordemos que una laguna en la edad media era un descampado utilizado como estercolero.
En las actas municipales a finales del siglo XV la Puerta Cerrada aparece mencionada varias veces aludiendo a la necesidad de reparaciones, tanto de la propia puerta como de su entorno. El 3 de septiembre de 1492 uno de los acuerdos municipales fue finalizar el empedrado de dos calles desde Puerta Cerrada.
El Concejo proyectó una construcción con el fin de remediarlo pero no debió tener mucho éxito. En los comienzos del año 1494, imaginamos que ante el imparable deterioro de la puerta, se decidió que el alarife de la Villa maestre Abrahán de San Salvador construyera un edificio para que el agua del arrabal y de la cava no entraran en la villa por la Puerta Cerrada.
Pocos meses después, el 14 de agosto de 1494, se acordó que el mayordomo debía hacer una pared de dos tapias en alto desde la esquina de la Puerta Cerrada hasta la chorrera –o desagüe– que había hecho el alarife maestre Abrahán para que no entrara el agua de lluvia en la Villa y evitar el muladar.
A finales de 1515 aún persistía el problema. El 18 de noviembre el Concejo acordó que el mayordomo hiciera abrir un albañal o conducto para que el agua sucia fuera a la laguna de la cava y no entrara en la villa.
La Puerta Cerrada fue finalmente demolida en 1569.
————–
Aparte realidades y fantasías de los cronistas, lo cierto es que la única imagen que nosotros conocemos de la Puerta Cerrada es su cara intramuros dibujada por Wyngaerde y por Hoefnagel en sus Vistas de Madrid.
Debido a las mencionadas descripciones del XVI-XVII se especuló con el hecho de que se trataba de una puerta con planta de doble eje acodado, pero documentos relativos a una reforma ejecutada en 1534 demuestran que su acceso era de un solo eje entre dos torres semicirculares.
La puerta ya no existe pero la plaza de Puerta Cerrada guarda aún hoy día muchas huellas del Madrid medieval. En los edificios que a ella se asoman se encuentran algunos de los restos más importantes de muralla cristiana que se conservan. Como sabemos, en el nº 6 de la plaza se esconde un lienzo completo en altura, a través de los pisos de las viviendas, visible en el sótano del bar La Escondía que ya hemos mostrado en artículos anteriores.
En dicho lienzo se apoyan los edificios del mencionado nº 6, el 5 y el colindante nº 4, una construcción muy antigua, tal vez del siglo XVIII, que en 2008 en parte se encontraba apuntalada.
A pesar de su antigüedad y de tratarse de un edificio teóricamente protegido, en 2011 fue demolido.
Al fondo del solar se ve el muro de otro de los edificios apoyados en la muralla, el correspondiente a la Cava Baja nº 4.
La buena noticia fue que quedaron a la vista nuevos restos de la cerca en su cara extramuros y de un torreón semicircular. Se trataba de la torre dibujada por Espinosa en su plano al sur de la Puerta.
Tras el derribo se estudiaron los hallazgos de los dos solares, el de Puerta Cerrada nº 4 y el de Cava Baja 4. En este último, el lienzo en su cara extramuros hasta el nivel de la primera planta y el impresionante torreón, que se conserva casi en su totalidad.
La torre y parte del lienzo de muralla estaban prácticamente cubiertos por un testero que fue eliminado y se procedió a su consolidación además de analizar la técnica constructiva.
Los restos que quedaron a la vista en el solar de Puerta Cerrada 4 también se estudiaron y consolidaron.
No existe nada semejante en todo Madrid, un torreón casi completo de la muralla medieval.
Comprendo que se encuentra en el interior de un edificio de viviendas, pero, una vez derribada la casa colindante de la plaza, ¿habría alguna posibilidad de acondicionar esos valiosos, únicos restos de la fortificación del Madrid del siglo XII para que los pudiéramos contemplar? ¡Ojalá! Esta torre además de espectacular sí que es un tesoro escondido.
Por : Mercedes Gómez
——–
Bibliografía:
OÑATE, Pilar; CABALLERO, Carlos; BUCETA, Gonzalo; SANGUINO, Juan. “Intervenciones en el segundo recinto de la Villa de Madrid: Puerta Cerrada 4 y Cava Baja 4”, en Actas de las décimas Jornadas de Patrimonio Arqueológico en la Comunidad de Madrid. Madrid, 2013, pp. 443-450.
VVAA. Las murallas de Madrid. Arqueología medieval urbana. Ed Doce Calles, Comunidad de Madrid. Madrid, 2003.
MONTERO VALLEJO, Manuel. Obra completa.
QUINTANA, Jerónimo. A la muy antigua, noble y coronada Villa de Madrid. Madrid 1629.
Libros de Acuerdos del Concejo madrileño (1464-1515, cinco vol.). Ayuntamiento de Madrid, 1932-1987.
17 comentarios
Comments feed for this article
5 de May de 2017 a 11:35
ungatopormadrid
Ya te lo he comentado por Twitter, pero como te decía, me parece una pasada que lo tengan tan abandonado. Me alegra que traigas esta información, porque exceptuando en algunas publicaciones muy especializadas sobre las murallas árabes, cristianas y las cercas posteriores, no se habla mucho de este resto. Encima es único en Madrid, ya que lienzos de muralla cristiana hay muchísimos, sobre todo en la propia Cava Baja. La verdad que siempre he temido que de alguna manera dañaran este resto, ya que en Madrid lo he visto todo en cuanto a políticas de conservación de patrimonio (como la destrucción de gran parte de los restos del parking de la Plaza de Oriente). Esperemos que se tome nota y nos den una buena noticia como el cercano «jardín» rehabilitado de la calle del Almendro. Un saludo, Mercedes.
5 de May de 2017 a 20:40
Mercedes
Muchas gracias, Adrián, por tus comentarios y tu apoyo. No creo que esté abandonado, como te decía ha sido una buena sorpresa el comprobar que los restos han sido estudiados y consolidados. Y sobre todo ver que se conserva esa torre que debe ser una maravilla, no lo imaginaba… lo que pasa es que ver ese solar puede dar impresión de abandono, pero pienso que una vez derribado el edificio, sería una buena noticia que no se construya 😉 como bien dices, lo que ha ocurrido con el solar de Almendro 3 anima mucho, es un ejemplo. Pero ignoro quien es el dueño del solar.
Lo de la plaza de Oriente hace años fue tremendo, creo que ahora no se puede repetir.
¡Un saludo!
5 de May de 2017 a 14:22
LAZARO-CHURRI
Hola Merche que alegría me has dado con ésta información de la muralla
sobre todo con la imagen de ese torreón del nº 4 bonita e inmensa la información que nos das de nuevo y podremos algún dia completar el recinto gracias a personas como tu que se desviven por conservar el patrimonio de Madrid que los políticos se encargan de arruinarlo.
un besazo y ánimo para continuar
5 de May de 2017 a 20:44
Mercedes
Hola Lázaro, pues me alegra un montón que te haya gustado. El torreón es impresionante ¿eh?
Poco a poco vamos conociendo tramos, gracias por tus ánimos y por acompañarme a veces en las «incursiones» más difíciles 😉
Besos
5 de May de 2017 a 20:08
Jose LuisDíaz
Hola Mercedes. Observo que no descansas ni en Semana Santa ni en el puente de Mayo, lo cual agradecemos tus seguidores. En este artículo nos facilitas una extraordinaria información sobre tu/s querida/s muralla/s y, como no podía ser de otra forma, nos descubres (al menos a mí) cosas fantásticas. No te entretengo más. Recibe un beso muy fuerte como muestra de mi admiración hacia tu trabajo. Jose.
5 de May de 2017 a 20:48
Mercedes
¡Hola, Jose! sí que descanso, no te vayas a creer… me alegro mucho de que mi trabajo te resulte interesante, saberlo es el mejor premio.
Las murallas de Madrid son una continua sorpresa que aportan mucha información sobre nuestra historia, para mí apasionante.
Gracias y un beso
8 de May de 2017 a 17:42
Marcos
Hola, Mercedes! Compartí el post por twitter y quiero felicitarte también aquí. Qué gran descubrimiento, el torreón y la detallada información del post. Es como que la muralla quisiera mostrarse, aparece por fragmentos para decir: «todavía sigo aquí». Es una buena noticia ver cómo están conservados. Me genera un poco de desazón el solar que ha quedado en la Puerta Cerrada, si edifican espero que reproduzcan la fachada anterior, no me imagino algo moderno ahí. Justo enfrente creo recordar que hay un edificio moderno de ladrillo, que si bien «no canta» demasiado, sí que rompe la armonía de las fachadas populares antiguas.
Besos!
8 de May de 2017 a 22:42
Mercedes
¡Hola, Marcos! te agradezco mucho tu participación aquí, aunque ya tuviste bonitas palabras en twitter, mil gracias!
También es muy bonito eso que dices de la muralla, la conviertes en algo vivo y eso me gusta. No te imaginas qué sorpresa descubrir que ahí dentro está ese torreón… no tengo ni idea quien es el propietario del solar ni qué le depara el destino, ojalá sea algo bueno, para la muralla y para el entorno, una de las plazas históricas de Madrid. Me parece casi mágico leer lo que escribían en el siglo XV sobre este lugar, tan distinto entonces, pero que conserva tantos vestigios del pasado.
Besos
14 de junio de 2017 a 14:19
fonso10t
La verdad es que los sentimientos son contrastados, esperanza por el hallazgo y a la vez desconfianza, hay que recordar como se encuentra el solar de la calle del espejo donde hay otro tramo de la muralla cristiana. La verdad es que hasta ahora los tramos de la muralla mejor conservados se deben a la iniciativa privada, esperemos que alguien del Ayto. tome nota y se empiece a mirar por el patrimonio. Un saludo Mercedes
14 de junio de 2017 a 19:01
Mercedes
Es verdad que así ha sido hasta ahora, esperemos que empiece a cambiar… Hace poco se ha restaurado ¡por fin! el tramo de la calle del Almendro que estaba en muy malas condiciones desde hace años.
¡Gracias por tus comentarios! y un saludo.
14 de junio de 2017 a 14:23
fonsodiez
Reblogueó esto en Espacio de alfonso.
9 de abril de 2018 a 00:01
Calle del Nuncio | Arte en Madrid
[…] en Puerta Cerrada, donde se encontraba una de las puertas de la muralla del siglo XII, y llega hasta la iglesia de […]
11 de octubre de 2019 a 20:04
Un torreón de la muralla medieval en la Cava Baja | Arte en Madrid
[…] Hace ya más de dos años que contamos la historia de Puerta Cerrada, una de las puertas más importantes de la muralla medieval y el torreón hallado tras el derribo del edificio en el nº 4 de la plaza, y en el interior del edificio colindante en la Cava Baja nº 4. Era un ejemplo más de cómo a partir del siglo XV Madrid creció alrededor de la muralla adosando los edificios a ella. Podemos recordarlo aquí. […]
9 de febrero de 2021 a 23:23
La «laguna» de la Plaza Mayor | Arte en Madrid
[…] Como ya vimos, en los Libros de Acuerdos del Concejo, en varias sesiones a lo largo del siglo XV sí se citan las lagunas. De la laguna de Puerta Cerrada, ubicada en las afueras de la puerta hacia el sur, entre la muralla y la calle de Toledo hablamos también aquí. […]
26 de febrero de 2022 a 23:09
Madrid, siglo XII. La muralla cristiana. | Arte en Madrid
[…] Puerta Cerrada fue la segunda en importancia en el Madrid medieval, después de la de […]
24 de julio de 2023 a 01:15
Juan Antonio
Buenas.
Ojalá las personas a las que les corresponda ingenien algo para que todos podamos comtemplar ese torreón de la mejor forma posible.
Gran artículo, como siempre. De la poca información rigurosa y fiable que se encuentra en la red sobre estos temas y la historia de Madrid. Un gusto leerlo.
Un saludo.
24 de julio de 2023 a 19:52
Mercedes
Gracias, Juan Antonio, encantada de que te interesen mis trabajos. Un saludo.