Como sabemos, hasta mediado el siglo XIX en que se inauguró el Canal de Isabel II, el abastecimiento de agua en Madrid estaba a cargo de los Viajes de Agua, viajes subterráneos, grandes obras de ingeniería cuyos vestigios hoy día son un elemento histórico singular.
La zona de captación estaba a unos diez kilómetros al norte de la ciudad; desde los pozos, a través de galerías, el agua se dirigía a las puertas situadas al norte de la Villa. En el siglo XVII, –construidos debido a la necesidad de agua que provocó el crecimiento de población tras la llegada de la Corte a Madrid–, los cuatro viajes principales de aguas finas o potables eran: Alcubilla, Abroñigal Alto, Abroñigal Bajo y Castellana.

Una vez alcanzada la Cerca, el agua se vertía en un arca principal, donde se medía, y de ahí partían las galerías de conducción que, una vez en el interior, se convertían en una red intrincada de galerías y arcas de repartición. El agua era elevada mediante norias hasta las fuentes públicas o particulares.
En los comienzos del siglo XXI, en el entorno de la calle Barceló –entre las calles de Fuencarral, Barceló, Mejía Lequerica, Beneficencia y San Mateo–, aparecieron varios restos arqueológicos procedentes de antiguas estructuras hidráulicas, entre ellos varios pozos de noria y un acueducto.

Hemos hablado de algunos de estos hallazgos en este blog y solicitado información repetidamente, así que es obligado contar las conclusiones publicadas en diversas actas de reuniones arqueológicas, citadas al final. Me parece muy interesante, espero que lo sea para todos.
Noria del Museo de Historia (2002-2007)
En 2004 durante las obras de rehabilitación del Museo Municipal, hoy Museo de Historia, se halló un «complejo hidráulico del siglo XVII de gran entidad y envergadura», según se publicó en aquellos momentos. La entonces directora del museo, la arqueóloga e historiadora Carmen Priego explicó que se trataba de un «conjunto formado por el estanque de una noria de las denominadas de sangre, es decir, de tracción animal, empleada para el riego de huertos y el abastecimiento de una comunidad… Las paredes del gran vaso descubierto, en ladrillo toledano del usado en las construcciones madrileñas en el siglo XVII, constan de peldaños perfectamente trazados, pates, que descienden hasta 15 metros de profundidad, aproximadamente».
A una profundidad de unos ocho metros surgía un ramal excavado en la tierra, que Carmen Priego opinó que casi seguro “este conducto perteneció al gran viaje de agua de Alcubilla, que cruzaba diagonalmente el edificio del Museo Municipal en dirección a la calle de Fuencarral“. La idea era integrar los hallazgos en el Museo.
Pero pasaron muchos años hasta que por fin se reabrió el museo y supimos que el estanque de la noria se había conservado y quedado a la vista. El resto del hallazgo debió de ser tapado.
A pesar de que aún no forma parte del recorrido visitable del museo, al menos una parte del hallazgo allí se encuentra felizmente; fue una suerte que la estructura se encontrara en terrenos del antiguo Hospicio, parece que eso la salvó.
Se documentó un pozo de forma ovalada, en fábrica de ladrillo, y una galería identificada como perteneciente al viaje de agua de Alcubilla o el de la Fuente Castellana.
El estudio arqueológico en este caso fue completado con el análisis mediante termoluminiscencia de piezas halladas en la excavación. Aparecieron, entre otras cosas, numerosos cangilones o arcaduces que demuestran la existencia de las norias movidas por animales, que recogían el agua de los pozos.
La conclusión del análisis fue que esta noria había sido construida hacia 1644-45.
Deseamos que estos restos conservados y musealizados pronto por fin se abran al público y se explique el hallazgo y su gran importancia en la Historia de Madrid.
La noria de Barceló (2005-07)
Tras el derribo del antiguo Mercado de Barceló, durante la construcción del nuevo mercado y aparcamiento, en el entorno de la plaza de Barceló se produjeron otros hallazgos importantes, entre ellos un nuevo pozo de una noria de sangre. Apareció también una galería, probablemente del ramal del viaje de agua que abastecía a la noria, en terrenos de lo que entonces pertenecía al antiguo Hospicio, hoy plaza de Barceló.
Noria de Mejía Lequerica (2010)
Con motivo de las obras –se iba a construir el nuevo mercado, una biblioteca y otras instalaciones–, a partir de 2008 se realizaron una serie de controles arqueológicos en la que se denominó Área de Protección Específica Barceló.
El pozo de noria, hallado en enero de 2010 en la calle Mejía Lequerica, entre las calles de Beneficiencia y San Mateo, al excavar la salida del aparcamiento, era similar al mencionado de la calle Barceló y al del Museo de Historia, de ladrillo y mortero de cal y arena.
El pozo fue documentado y desmontado.
Acueducto (2011)
Durante la misma excavación de la rampa del aparcamiento, en marzo de 2011, en la calle Mejía Lequerica, apareció una espectacular nueva estructura de ladrillo y mortero de cal y arena, que en su momento pudimos ver, en uno de sus dos tramos descubiertos, que probablemente continúa hacia la calle Sagasta.
El País publicó la noticia del hallazgo de un muro de sesenta metros de largo por uno y medio de ancho que recorre el último tramo de la calle. Aunque el titular era «Un gran muro del XVIII paraliza las obras en Mejía Lequerica» el reportaje planteaba dudas sobre si pertenecía a un antiguo cuartel o a una estructura hidráulica, quizá al antiguo Viaje de Agua de la Castellana.
Nosotros en esos momentos pensamos que podía tratarse de una estructura perteneciente al Viaje de Agua de la Castellana. En septiembre del mismo año se apreciaban perfectamente los arcos de la construcción que finalmente fue catalogada como acueducto y datado entre los siglos XVI y XVIII.
Una foto de las actas publicadas, con la imagen de una persona trabajando, nos permite hacernos una idea de la magnitud del acueducto:
Según leemos en las actas, los restos fueron consolidados, desmontados los arcos y los pilares mediante cortes con hilo de diamante y, una parte, trasladada y almacenada. La construcción de la rampa del aparcamiento continuó.
Según se publicó, la Dirección General de Patrimonio Histórico notificó que la pieza iba a ser desmontada para ser posteriormente musealizada, no en el mismo lugar, sino en otro cercano. Afirmaron que su intención era exhibir una parte del acueducto al aire libre, cerca del lugar de origen, la calle de Mejía Lequerica, «para no alejarlo de su lugar natural y para el disfrute de la ciudadanía». Eso mismo se puede leer en las actas. Aunque nunca se ha vuelto a hablar del tema, las piezas salvadas deben de continuar en el almacén municipal, la Casilla de la Casa de Campo, adonde fueron trasladadas a la espera de determinar su ubicación con el fin de dar a conocer y explicar el antiguo sistema de abastecimiento de agua a la ciudad de Madrid.
Noria, calle de San Mateo 3 (2015)
En la calle de San Mateo nº 3, en 2015, se halló un nuevo pozo de noria, en mal estado de conservación. Destaca que en el relleno del pozo se hallaron cerámicas, entre ellas azulejos datados a partir del siglo XVI, época en la que se construyeron algunos de los primeros edificios que conformaron la zona.
Noria del Palacio de Ustáriz (2015)
Otra noria fue localizada durante las obras de rehabilitación del Palacio de Ustáriz, al retirar uno de los árboles del jardín.
Viaje de Agua en la calle Fuencarral (2018)
Más recientemente, en el verano de 2018, nuevamente durante unas obras se encontraron unas galerías que enseguida se identificaron como probables restos del siglo XVII.
Por su ubicación en esos momentos vimos que podría tratarse de vestigios del Viaje de la Alcubilla. En Fuencarral, en el cruce con las calles de San Mateo y San Joaquín, se sabe que discurría uno de los ramales del viaje.
En ese punto hubo un arca de repartición del agua, el “arca que está debaxo de tierra en calle alta de Fuencarral, frente de la de San Mateo”, como describió Aznar de Polanco, y recordamos entonces.
Sin duda fue un hallazgo muy importante. Es bonito saber que la descripción en el artículo de las actas RAM así se titula: «La arca treinta esta debaxo de tierra en la calle alta de Foncarral, frente de la de San Matheo», trabajo que incluye fotografías de las galerías y esquemas muy interesantes.
Por: Mercedes Gómez
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Ver Actas Reuniones Arqueología:
RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, Antonio. «Resultados del seguimiento arqueológico intensivo de los movimientos de tierra de las obras del Área de Protección Específica 01.03 “Barceló” (Madrid)», Actas de las Octavas Jornadas de Patrimonio Arqueológico en la Comunidad de Madrid, 2011, pp. 431-440.
RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, Antonio. «Consolidación, conservación preventiva, desmontaje, traslado y almacenamiento de parte del acueducto hallado durante el seguimiento arqueológico de los movimientos de tierra de las obras del nuevo Centro Polivalente Barceló», Actas de las Novenas Jornadas de Patrimonio Arqueológico en la Comunidad de Madrid, 2012, pp. 417-421.
CABALLERO, Carlos; GÓMEZ HERNANZ, Juan; HERRERA Teresa; MENDUIÑA, Roberto C.; PETRI, Aldo; RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, Antonio; VEGA, Jorge J. y VILLANOVA, Luis. «Estructuras hidráulicas en el entrono de la plaza de Barceló (Madrid)», Actas Reunión de Arqueología Madrileña, 2016, pp. 212-220.
SILVESTRE, Manuel; FERRER, Genaro y NUÑO, Antonio. «La arca treinta esta debaxo de tierra en la calle alta de Foncarral, frente de la de San Matheo», Actas Reunión de Arqueología Madrileña, 2019, pp. 179-189.
17 comentarios
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19 mayo 2021 a 07:42
PEPA
Muy interesante Mercedes.
19 mayo 2021 a 19:20
Mercedes
Gracias, Pepa, me alegro.
19 mayo 2021 a 10:03
Salvador
En el año 1992 se desmontó la maquetade León Gil de Palacio para hacer una fotogrametría de la misma y con ese motivo mi mujer y yo hicimos una investigación sobre fuentes e ingenios hidráulicos en el Madrid del siglo XIX que presentamos en en congreso de Madride n el contexto de lo hispanico, entre las norias visibles en la maqueta y las documentadas en el Archivo de Villa, localizamos en la manzana que albergaba el antiguo Hopicio efectivamente las cinco norias que se excavaron en trabajos posteriores.
19 mayo 2021 a 19:26
Mercedes
Hola, Salvador, qué interesante. He localizado vuestro trabajo pero no el texto completo, me gustaría mucho leerlo, ¿está disponible?
Mil gracias
21 mayo 2021 a 09:53
Salvador
Lo localizaré y te lo mandaré
22 mayo 2021 a 17:50
Mercedes
Muchas gracias, Salvador.
19 mayo 2021 a 18:16
Carmen Requejo Sánchez
Como todos los lugares habitados desde tiempo inmemorial, Madrid está formada por muchos estratos históricos. Darlos a conocer, como se hace en este reportaje, es importante para que los valoremos y contribuyamos a su divulgación….ya que no a su conservación.. Casualmente, conocí un viaje de agua en las obras que se hicieron hace tres décadas para eliminar la vía del ferrocarril en Arganzuela (junto a la Plaza de Peñuelas y próxima a la estación del mismo nombre). Pude comprobar que, efectivamente, Madrid estaba recorrido subterráneamente por una excelente obra hidráulica, probablemente muy costosa. Es curioso que los viajes de agua se hayan construido en el siglo XVII, una época que los historiadores señalan como de ruina y decadencia.
19 mayo 2021 a 19:49
Mercedes
En el siglo XVII hubo muchos problemas económicos, en general y para el Concejo de Madrid en particular, pero fue el ¡Siglo de Oro!
En cuanto a los viajes de agua, se construyeron en su mayoría por entonces, aunque luego tuvieron infinidad de reformas, ampliaciones, etc. muchas galerías que se conservan son del XVIII y/o XIX.
Es muy interesante lo que cuentas, Carmen, no se qué viaje trancurría por ahí, lo buscaré. Peñuelas está fuera de la Cerca, pero también se crearon viajes para surtir esas zonas. Muchas gracias por tu comentario.
20 mayo 2021 a 20:26
Marcos
Interesantísimo, Mercedes. Como siempre. Ignoraba el hallazgo de tantas norias, sólo recordaba la del Museo. Felicidades por el post.
¡Abrazos!
20 mayo 2021 a 23:05
Mercedes
Muchas gracias, Marcos, encantada de que te haya gustado. Besos
23 mayo 2021 a 10:18
Pablo Montejo
Menuda recopilación! Enhorabuena de nuevo. Parece que ahora hay más sensibilidad con la conservación. Antes si aparecía algo, se ocultaba y se volvía a tapar.
Además de estos vestigios parece que hay sensibilidad con el palacio de Grimaldi-Godoy derribado en parte para hacer la calle Bailen.
No digamos con el templete de Antonio Palacios para entrada al metro en la Red de San Luis, que daba acceso al precioso ascensor en el que bajé o subí tantas veces. Lo desmontaron y lo llevaron a Porriño, donde nació el autor y ahora parece que están reconstruyendo una réplica.
23 mayo 2021 a 17:55
Mercedes
¡Gracias, Pablo! desde luego ahora el patrimonio está más protegido, aunque queda mucho camino…
Lo del templete, antiguo proyecto, ya se que a muchas personas les hace ilusión, personalmente lo de las reconstrucciones no lo acabo de ver, me gustaría que se apostara más por la protección y mostrar los hallazgos, por eso lo de Bailén me parece una maravilla, ojalá pronto podamos verlo.
26 mayo 2021 a 16:09
Patricia Calvo Lopez
Hola, Mercedes: con un poco de retraso pero por fin me he leído esta excelente recopilación sobre el patrimonio hidráulico madrileño. Has conseguido que me apasionen los viajes de agua, los arroyos antiguos, los canalillos… así que te doy las gracias una vez más!
26 mayo 2021 a 19:12
Mercedes
jajaja pues me alegro mucho de haberte contagiado, es un tema muy interesante y especial en Madrid. Otro día quiero hablar de los arroyos…
¡Mil gracias, Patricia!
7 junio 2021 a 19:15
Lazaro
Hola Merche hacia un par de semanas que no entraba en el blog y me he llevado una agradable sorpresa porque ya sabes que los viajes de agua desde que supe de su existencia me han apasionado ,
asi es que cómo siempre me ha encantado,enhorabuena una vez mas,bss
7 junio 2021 a 21:16
Mercedes
Gracias, Lázaro, me alegro mucho de tu visita 🙂 es un tema apasionante, seguiremos con ello! besos
27 septiembre 2021 a 22:07
La Noria de la Casa del Contrabandista en El Retiro | Arte en Madrid
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